Les saludo con afecto, deseándoles la paz de Jesucristo, el Señor.
La Visita Anual de la venerada imagen de Nuestra Señora de Zapopan conserva un especial significado en la ciudad episcopal, pues fortalece y renueva la fe de nuestras Comunidades, de ahí la importancia que tiene enmarcarla dentro del proceso pastoral de la parroquia. Además, esta venerada imagen no sólo representa devotamente a la Santísima Virgen María, es también una herencia singularísima del proceso evangelizador que inició en 1530; por lo mismo, y dada su conocida historia, esta providencial imagen es igualmente un símbolo de fe católica de esta región y un trofeo de su trayectoria, de ahí el cuidado y veneración con que debe ser recibida y tratada.
Esta tradición ha forjado el surgimiento de muchas expresiones de fe en torno a la visita de María Santísima a las Comunidades de la Arquidiócesis; una de ellas, como el establecimiento de la GUARDIA DE HONOR DE LA VIRGEN DE LA EXPECTACIÓN DE ZAPOPAN, que celebra 80 años de acompañar las procesiones con gran gallardía. Por esta razón, la Guardia vive un Año Jubilar por su fundación, que culminará el 5 de octubre de 2018. Nos alegramos de contar con una institución que nace del amor a María y de la fidelidad a Jesucristo, el Señor; y que congrega en su seno a fieles de todos los estratos socioculturales, en comunión y estrecha participación con la Orden de Frailes Menores de la Basílica, para el bien de la Iglesia diocesana.
Recuerdo a los señores párrocos, que son los primeros y principales responsables de la custodia de la Virgen durante el tiempo que pasa en sus parroquias, consideren en todo tiempo una adecuada vigilancia que dé seguridad tanto a la imagen de la Virgen como a los fieles, dadas las actuales circunstancias que vivimos. Durante la peregrinación, que acompaña la Guardia, debe ser cuidadosamente preparada, no sólo como un requisito de llegada, sino como verdadero testimonio de devoción a María, frente a la sociedad.
La visita de este año, es una excelente ocasión para agradecer, felicitar y motivar a los miembros de la Guardia de la Virgen, porque su esfuerzo y fervor en cada recorrido son un baluarte de identidad católica que muchos recordamos desde niños, estos soldados, ellos y ellas, de blanco y azul, que marcan el tiempo en el caminar de la fe.
Que la presencia de la Santísima Virgen María, Nuestra Señora de Zapopan, fortalezca la fe y la esperanza de las comunidades de la Arquidiócesis de Guadalajara.
Guadalajara, Jal., a 30 de abril de 2018.
+ JOSÉ FRANCISCO CARD. ROBLES ORTEGA
Arzobispo de Guadalajara
PBRO. DR. JAVIER MAGDALENO CUEVA
Secretario Canciller