Niños Migrantes
A toda la Comunidad Diocesana:
Reciban un afectuoso saludo en el Señor, y mi deseo de que vivan alegremente unidos a Jesucristo, Buen Pastor.
Los Obispos de Centroamérica, México y Estados Unidos profundamente conmovidos por el sufrimiento de miles de niñas, niños y adolescentes que han emprendido el éxodo migratorio hacia nuestro vecino país del norte, queremos expresar nuestra oración, solidaridad y compromiso. Estos niños salieron de sus países empujados por la miseria, la violencia o el deseo de reunirse con alguno de sus familiares, y luego de enfrentar toda clase de privaciones y peligros, viven una “terrible crisis humanitaria”. Esta dramática situación nos afecta a todos y ha de comprometernos a “globalizar la solidaridad”. Por ello, propongo la reflexión sobre la “Declaración Conjunta de los Obispos de Estados Unidos, México, El Salvador, Guatemala y Honduras sobre la Crisis de los Niños Migrantes”.
Pido a los Párrocos y Rectores de las Comunidades Religiosas presentes en la Arquidiócesis, y a la sociedad civil, especialmente aquellos que se encuentran en las franjas del paso migratorio, a asumir el papel que corresponde en este doloroso problema. “Aceptar al otro que sufre significa asumir de alguna manera su sufrimiento, de modo que llegue a ser también mío…porque ahora se ha convertido en sufrimiento compartido, y queda iluminado por la luz del amor” (cfr. Spe Salvi 38).
Implorando la intercesión de la Virgen Santísima, Nuestra Señora de Zapopan, que en este tiempo peregrina en nuestra calles, haciéndonos sentir su presencia, en medio de nuestros dolores y necesidades, nos impulsa a seguir adelante, como ella que conoció ser migrante en Egipto, proteja a nuestros niños y familias migrantes, y nos dé a todos la sabiduría para encontrar la respuesta suficiente, y hacer lo que la caridad exige.
Guadalajara, Jal., a 28 de julio de 2014.
+ José Francisco Card. Robles Ortega | |
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