4 jueves
Morado / Blanco
FERIA
o SAN JUAN DAMASCENO
Presbítero y Doctor de la Iglesia
MR pp. 844 y 900 [879 y 939] / Lecc I p. 365
Cuando colaboraba con la administración árabe, Juan escuchó
el llamamiento a la vida monástica (hacia 710). Se estableció en
el monasterio de san Sabás, situado en el desierto de Judea, de
donde sólo salía para predicar en Jerusalén. De estas predicaciones
proviene su libro “Exposición de la fe ortodoxa”. Fue un decidido
defensor del culto a las sagradas imágenes (hacia 675-749).
ANTÍFONA DE ENTRADA Cfr. Sal 131, 9
Que tus sacerdotes, Señor, se revistan de justicia, y tus fieles se
llenen de júbilo.
ORACIÓN COLECTA
Concédenos, Señor, que nos sirvan de ayuda las oraciones del
presbítero san Juan Damasceno, para que la verdadera fe, que él enseñó
de manera tan eminente, sea siempre nuestra luz y nuestra fortaleza.
Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la
unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos.
PRIMERA LECTURA
[El pueblo justo se mantiene fiel al Señor.]
Del libro del profeta Isaías 26, 1-6
Aquel día se cantará este canto en el país de Judá: “Tenemos una
ciudad fuerte; ha puesto el Señor, para salvarla, murallas y baluartes.
Abran las puertas para que entre el pueblo justo, el que se mantiene
fiel, el de ánimo firme para conservar la paz, porque en ti confió.
Confíen siempre en el Señor, porque el Señor es nuestra fortaleza
para siempre; porque él doblegó a los que habitaban en la altura;
a la ciudad excelsa la humilló, la humilló hasta el suelo, la arrojó
hasta el polvo donde la pisan los pies, los pies de los humildes, los
pasos de los pobres”. Palabra de Dios.
SALMO RESPONSORIAL del salmo 117
R. Bendito el que viene en el nombre del Señor.
Te damos gracias, Señor, porque eres bueno, porque tu
misericordia es eterna. Más vale refugiarse en el Señor, que poner
en los hombres la confianza; más vale refugiarse en el Señor, que
buscar con los fuertes una alianza. R.
Ábranme las puertas del templo, que quiero entrar a dar gracias a
Dios. Esta es la puerta del Señor y por ella entrarán los que le viven
fieles. Te doy gracias, Señor, pues me escuchaste y fuiste para mí
la salvación. R.
Libéranos, Señor, y danos tu victoria. Bendito el que viene en
nombre del Señor. Que Dios desde su templo nos bendiga. Que el
Señor, nuestro Dios, nos ilumine. R.
ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIO Is 55, 6
R. Aleluya, aleluya.
Busquen al Señor mientras lo pueden encontrar, invóquenlo
mientras está cerca. R. Aleluya.
EVANGELIO
[El que cumple la voluntad de mi Padre entrará en el Reino de los
cielos.]
Del santo Evangelio según san Mateo 7, 21. 24-27
En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: “No todo el
que me diga ‘¡Señor, Señor!’, entrará en el Reino de los
cielos, sino el que cumpla la voluntad de mi Padre, que está
en los cielos.
El que escucha estas palabras mías y las pone en práctica, se parece
a un hombre prudente, que edificó su casa sobre roca. Vino la lluvia,
bajaron las crecientes, se desataron los vientos y dieron contra aquella
casa; pero no se cayó, porque estaba construida sobre roca.
El que escucha estas palabras mías y no las pone en práctica,
se parece a un hombre imprudente, que edificó su casa sobre
arena. Vino la lluvia, bajaron las crecientes, se desataron los
vientos, dieron contra aquella casa y la arrasaron completamente”.
Palabra del Señor.
REFLEXIÓN: El profeta vislumbra, lleno de júbilo, que
Jerusalén está llamada a ser una ciudad fuerte, no tanto
por sus sólidas murallas, cuanto porque Dios quiere ser
la roca que le dé seguridad. El final del «sermón de la
montaña» lo concluye Jesús con la parábola de los dos
tipos de casas. En ella encontramos dos palabras clave:
«escuchar» y «poner en práctica». No son los labios sino el
corazón lo que más cuenta en la búsqueda del Reino de
los cielos. Solamente siguiendo a Jesús –que es la única
y definitiva piedra angular– construiremos sólidamente
nuestra vida y seremos auténticos discípulos suyos.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Contempla, Señor, los dones que presentamos en tu altar en la
conmemoración de san Juan Damasceno, y del mismo modo que,
por estos santos misterios, le diste a él la gloria, concédenos también
a nosotros tu perdón. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Cfr. Mt 24, 46-47
Dichoso el servidor a quien su amo, al volver, lo encuentre
cumpliendo con su deber; yo les aseguro que le confiará todos
sus bienes.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Que esta mesa celestial, Dios todopoderoso, robustezca y aumente
el vigor espiritual de todos los que celebramos la festividad de san
Juan Damasceno, para que conservemos íntegro el don de la fe y
caminemos por el sendero de la salvación que él nos señaló. Por
Jesucristo, nuestro Señor.
ACTIVIDAD DIOCESANA
Jubileo Circular: Jueves 4, Viernes 5 y Sábado 6: Santa
Cruz del Valle, San Martín de Porres (Col. Cinco de
Mayo), Los doce Apóstoles, San Sebastianito, Madre
Admirable (El Salto), San José (Milpillas de Allende),
Jesucristo Rey del universo (Crucero de la Mesa),
Cristo Rey (Arroyo Hondo).




Informes Parroquiales
Informes Especiales


