20 sábado
Morado
FERIA MAYOR DE ADVIENTO,
“O Clavis David” * “Oh Llave de David”.
MR p.153 [169] / Lecc. I p. 408
¡Oh llave de David y cetro de la casa de Israel,
que abres y nadie puede cerrar, cierras y nadie
puede abrir, ven y libra a los cautivos que viven en
tinieblas y en sombras de muerte!
ANTÍFONA DE ENTRADA Cfr. Is 11, 1; 40, 5; Lc 3, 6
Un retoño brotará del tronco de Jesé, la gloria del Señor llenará
la tierra y toda creatura verá la salvación de Dios.
ORACIÓN COLECTA
Dios de eterna majestad, que quisiste que la inmaculada Virgen
María, por el anuncio del Ángel, recibiera en su seno a tu Palabra
inefable y, convertida en morada de la divinidad, quedara llena del fuego
del Espíritu Santo, haz, te rogamos, que, siguiendo su ejemplo, seamos
capaces de estar humildemente sujetos a tu voluntad. Por nuestro Señor
Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu
Santo y es Dios por los siglos de los siglos.
PRIMERA LECTURA
[He aquí que la virgen concebirá y dará a luz un hijo.]
Del libro del profeta Isaías 7, 10-14
En aquellos tiempos, el Señor le habló a Ajaz diciendo: “Pide al
Señor, tu Dios, una señal de abajo, en lo profundo o de arriba, en lo
alto”. Contestó Ajaz: “No la pediré. No tentaré al Señor”.
Entonces dijo Isaías: “Oye, pues, casa de David: ¿No satisfechos
con cansar a los hombres, quieren cansar también a mi Dios? Pues
bien, el Señor mismo les dará por eso una señal: He aquí que la
virgen concebirá y dará a luz un hijo y le pondrán el nombre de
Emmanuel, que quiere decir Dios-con-nosotros”. Palabra de Dios.
SALMO RESPONSORIAL del salmo 23
R. Ya llega el Señor, el rey de la gloria.
Del Señor es la tierra y lo que ella tiene, el orbe todo y los que en
él habitan, pues él lo edificó sobre los mares, él fue quien lo asentó
sobre los ríos. R.
¿Quién subirá hasta el monte del Señor? ¿Quién podrá entrar
en su recinto santo? El de corazón limpio y manos puras y que no
jura en falso. R.
Ese obtendrá la bendición de Dios y Dios, su salvador, le hará
justicia. Esta es la clase de hombres que te buscan y vienen ante ti,
Dios de Jacob. R.
ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIO
R. Aleluya, aleluya.
Llave de David, que abres las puertas del Reino eterno, ven a
librar a los que yacen oprimidos por las tinieblas del mal. R. Aleluya.
EVANGELIO
[Concebirás y darás a luz un hijo.]
Del santo Evangelio según san Lucas 1, 26-38
En aquel tiempo, el ángel Gabriel fue enviado por Dios a una
ciudad de Galilea, llamada Nazaret, a una virgen desposada
con un varón de la estirpe de David, llamado José. La virgen se
llamaba María.
Entró el ángel a donde ella estaba y le dijo: “Alégrate, llena de
gracia, el Señor está contigo”. Al oír estas palabras, ella se preocupó
mucho y se preguntaba qué querría decir semejante saludo.
El ángel le dijo: “No temas, María, porque has hallado gracia ante
Dios. Vas a concebir y a dar a luz un hijo y le pondrás por nombre
Jesús. Él será grande y será llamado Hijo del Altísimo; el Señor
Dios le dará el trono de David, su padre, y él reinará sobre la casa
de Jacob por los siglos y su reinado no tendrá fin”.
María le dijo entonces al ángel: “¿Cómo podrá ser esto, puesto
que yo permanezco virgen?” El ángel le contestó: “El Espíritu Santo
descenderá sobre ti y el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra.
Por eso, el Santo, que va a nacer de ti, será llamado Hijo de Dios.
Ahí tienes a tu parienta Isabel, que a pesar de su vejez, ha concebido
un hijo y ya va en el sexto mes la que llamaban estéril, porque no
hay nada imposible para Dios”. María contestó: “Yo soy la esclava
del Señor; cúmplase en mí lo que me has dicho”. Y el ángel se retiró
de su presencia. Palabra del Señor.
REFLEXIÓN: No es la intención primordial del
evangelista san Lucas la de transmitirnos aquí una
crónica rigurosa y detallada, sino una “historia de
salvación”, leída desde la experiencia pascual de la
comunidad apostólica. El «sí» de María fue su opción
radical, su compromiso personal y total con el Señor.
Aceptó el plan salvador de Dios sin reserva alguna y en
medio del claroscuro de la fe. El paso de los años y de
los acontecimientos le irá aclarando lo que realmente
será voluntad de Dios, pero su decisión primera –su
«hágase» decidido y generoso– fue, desde siempre,
algo irrevocable.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Te rogamos, Señor, que dirijas tu mirada a la excelencia de este
sacrificio, para que, al participar en el sacramento, podamos recibir
con sumo anhelo aquello mismo que aguardamos, llenos de fe. Por
Jesucristo, nuestro Señor.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Lc 1, 31
Dijo el ángel a María: Has hallado gracia delante de Dios; vas a
concebir y a dar a luz un hijo, y le pondrás por nombre Jesús.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Protege, Señor, con tu divino auxilio a quienes has alimentado con
el don celestial, para que, al deleitarnos con estos sagrados misterios,
nos llene de gozo la paz verdadera. Por Jesucristo, nuestro Señor.




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