8 domingo
Verde
XXIII DOMINGO DEL TIEMPO ORDINARIO
MR p. 435 [433] / Lecc. II p. 161. LH Semana III del Salterio.
ANTÍFONA DE ENTRADA Sal 118, 137. 124
Eres justo, Señor, y rectos son tus mandamientos; muéstrate
bondadoso con tu siervo.
Se dice Gloria.
ORACIÓN COLECTA
Señor Dios, de quien nos viene la redención y a quien debemos
la filiación adoptiva, protege con bondad a los hijos que tanto
amas, para que todos los que creemos en Cristo obtengamos
la verdadera libertad y la herencia eterna. Por nuestro Señor
Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del
Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos.
PRIMERA LECTURA
[Se iluminarán los ojos de los ciegos y los oídos de los sordos
se abrirán.]
Del libro del profeta Isaías 35, 4-7a
Esto dice el Señor: "Digan a los de corazón apocado: '¡Animo!
No teman. He aquí que su Dios, vengador y justiciero, viene ya
para salvarlos.
Se iluminarán entonces los ojos de los ciegos y los oídos de
los sordos se abrirán. Saltará como un venado el cojo y la lengua
del mudo cantará.
Brotarán aguas en el desierto y correrán torrentes en la
estepa. El páramo se convertirá en estanque y la tierra seca, en
manantial". Palabra de Dios.
SALMO RESPONSORIAL del salmo 145, 7. 8-9a. 9bc-10
R. Alaba, alma mía, al Señor.
El Señor siempre es fiel a su palabra, y es quien hace justicia
al oprimido; él proporciona pan a los hambrientos y libera al
cautivo. R.
Abre el Señor los ojos de los ciegos y alivia al agobiado. Ama
el Señor al hombre justo y toma al forastero a su cuidado. R.
A la viuda y al huérfano sustenta y trastorna los planes del
inicuo. Reina el Señor eternamente, reina tu Dios, oh Sión, reina
por siglos. R.
SEGUNDA LECTURA
[Dios ha elegido a los pobres del mundo para hacerlos herederos
del Reino.]
De la carta del apóstol Santiago 2, 1-5
Hermanos: Puesto que ustedes tienen fe en nuestro Señor
Jesucristo glorificado, no tengan favoritismos. Supongamos que
entran al mismo tiempo en su reunión un hombre con un anillo
de oro, lujosamente vestido, y un pobre andrajoso, y que fijan
ustedes la mirada en el que lleva el traje elegante y le dicen:
"Tú, siéntate aquí, cómodamente". En cambio, le dicen al pobre:
"Tú, párate allá o siéntate aquí en el suelo, a mis pies". ¿No es
esto tener favoritismos y juzgar con criterios torcidos?
Queridos hermanos, ¿acaso no ha elegido Dios a los pobres
de este mundo para hacerlos ricos en la fe y herederos del Reino
que prometió a los que lo aman? Palabra de Dios.
ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIO Cfr. Mt 4, 23
R. Aleluya, aleluya.
Jesús predicaba el Evangelio del Reino y curaba las
enfermedades y dolencias del pueblo. R. Aleluya.
EVANGELIO
[Hace oír a los sordos y hablar a los mudos.]
Del santo Evangelio según san Marcos 7, 31-37
En aquel tiempo, salió Jesús de la región de Tiro y vino de
nuevo, por Sidón, al mar de Galilea, atravesando la región
de Decápolis. Le llevaron entonces a un hombre sordo y
tartamudo, y le suplicaban que le impusiera las manos. Él lo
apartó a un lado de la gente, le metió los dedos en los oídos y le
tocó la lengua con saliva. Después, mirando al cielo, suspiró y
le dijo: "¡Effetá!" (que quiere decir "¡Ábrete!"). Al momento se
le abrieron los oídos, se le soltó la traba de la lengua y empezó
a hablar sin dificultad.
Él les mandó que no lo dijeran, a nadie; pero cuanto más se
lo mandaba, ellos con más insistencia lo proclamaban; y todos
estaban asombrados y decían: "¡Qué bien lo hace todo! Hace oír
a los sordos y hablar a los mudos". Palabra del Señor.
Se dice Credo.
ORACIONES DE LOS FIELES:
Pidamos al Señor que escuche nuestras plegarias
y atienda a nuestras peticiones:
1. Por la santa Iglesia de Dios, para que el Señor le
conceda la paz y la unidad, la guarde de todo mal y
acreciente el número de sus hijos, roguemos al Señor.
2. Por la paz del mundo, para que cesen las
rivalidades entre las naciones, renazca en el corazón
de los hombres el amor y arraigue entre todos los
pueblos la mutua comprensión, roguemos al Señor.
3. Para que Dios purifique al mundo de todo error,
devuelva la salud a los enfermos y conceda el regreso
a los que añoran la patria, roguemos al Señor.
4. Para que el Señor nos conceda perseverar en la
fe y, después de la muerte, nos admita en el Reino de
la felicidad, de la luz y de la paz, roguemos al Señor.
Tú, Señor, que has elegido a los pobres del mundo
para hacerlos ricos en la fe y herederos de tu Reino,
ayúdanos a proclamar con valentía tu Evangelio,
para que los oídos de los sordos se abran, los
cobardes de corazón recobren ánimos y las lenguas
de los mudos canten con nosotros la salvación. Por
Jesucristo, nuestro Señor.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Señor Dios, fuente de toda devoción sincera y de la paz,
concédenos honrar de tal manera, con estos dones, tu majestad,
que, al participar en estos santos misterios, todos quedemos
unidos en un mismo sentir. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Jn 8, 12
Yo soy la luz del mundo, dice el Señor; el que me sigue, no
camina en tinieblas, sino que tendrá la luz de la vida.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Concede, Señor, a tus fieles, a quienes alimentas y vivificas
con tu palabra y el sacramento del cielo, aprovechar de tal
manera tan grandes dones de tu Hijo amado, que merezcamos
ser siempre partícipes de su vida. Él, que vive y reina por los
siglos de los siglos.
ACTIVIDAD DIOCESANA
Visita al Santuario de los Mártires:
Decanato de Cocula.