14 domingo
Morado / Rosa
III DOMINGO DE ADVIENTO o “GAUDETE”
MR p. 143 [159] / Lecc. I p. 9. LH III Semana del Salterio.
ANTÍFONA DE ENTRADA Flp 4, 4.5
Estén siempre alegres en el Señor, les repito, estén alegres. El
Señor está cerca.
No se dice Gloria.
ORACIÓN COLECTA
Dios nuestro, que contemplas a tu pueblo esperando
fervorosamente la fiesta del nacimiento de tu Hijo, concédenos poder
alcanzar la dicha que nos trae la salvación y celebrarla siempre, con la
solemnidad de nuestras ofrendas y con vivísima alegría. Por nuestro
Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del
Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos.
PRIMERA LECTURA
[Dios mismo vendrá y nos salvará.]
Del libro del profeta Isaías 35, 1-6a. 10
Esto dice el Señor: “Regocíjate, yermo sediento. Que se alegre el
desierto y se cubra de flores, que florezca como un campo de lirios,
que se alegre y dé gritos de júbilo, porque le será dada la gloria del
Líbano, el esplendor del Carmelo y del Sarón.
Ellos verán la gloria del Señor, el esplendor de nuestro Dios.
Fortalezcan las manos cansadas, afiancen las rodillas vacilantes.
Digan a los de corazón apocado: ‘¡Animo! No teman. He aquí que
su Dios, vengador y justiciero, viene ya para salvarlos’.
Se iluminarán entonces los ojos de los ciegos, y los oídos de los
sordos se abrirán. Saltará como un ciervo el cojo, y la lengua del
mudo cantará. Volverán a casa los rescatados por el Señor, vendrán
a Sión con cánticos de júbilo, coronados de perpetua alegría; serán
su escolta el gozo y la dicha, porque la pena y la aflicción habrán
terminado”. Palabra de Dios.
SALMO RESPONSORIAL del salmo 145
R. Ven, Señor, a salvarnos.
El Señor siempre es fiel a su palabra, y es quien hace justicia al
oprimido; él proporciona pan a los hambrientos y libera al cautivo. R.
Abre el Señor los ojos de los ciegos y alivia al agobiado. Ama el
Señor al hombre justo y toma al forastero a su cuidado. R.
A la viuda y al huérfano sustenta y trastorna los planes del
inicuo. Reina el Señor eternamente. Reina tu Dios, oh Sión,
reina por siglos. R.
SEGUNDA LECTURA
[Manténganse firmes, porque el Señor está cerca.]
De la carta del apóstol Santiago 5, 7-10
Hermanos: Sean pacientes hasta la venida del Señor. Vean cómo
el labrador, con la esperanza de los frutos preciosos de la tierra,
aguarda pacientemente las lluvias tempraneras y las tardías. Aguarden
también ustedes con paciencia y mantengan firme el ánimo, porque
la venida del Señor está cerca.
No murmuren, hermanos, los unos de los otros, para que el día
del juicio no sean condenados. Miren que el juez ya está a la puerta.
Tomen como ejemplo de paciencia en el sufrimiento a los profetas,
los cuales hablaron en nombre del Señor. Palabra de Dios.
ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIO Is 61, 1
R. Aleluya, aleluya.
El Espíritu del Señor está sobre mí. Me ha enviado para anunciar
la buena nueva a los pobres. R. Aleluya.
EVANGELIO
[¿Eres tú el que ha de venir o tenemos que esperar a otro?]
Del santo Evangelio según san Mateo 11, 2-11
En aquel tiempo, Juan se encontraba en la cárcel, y habiendo
oído hablar de las obras de Cristo, le mandó preguntar por
medio de dos discípulos: “¿Eres tú el que ha de venir o tenemos
que esperar a otro?”
Jesús les respondió: “Vayan a contar a Juan lo que están viendo
y oyendo: los ciegos ven, los cojos andan, los leprosos quedan
limpios de la lepra, los sordos oyen, los muertos resucitan y a los
pobres se les anuncia el Evangelio. Dichoso aquel que no se sienta
defraudado por mí”.
Cuando se fueron los discípulos, Jesús se puso a hablar a la gente
acerca de Juan: “¿Qué fueron ustedes a ver en el desierto? ¿Una caña
sacudida por el viento? No. Pues entonces, ¿qué fueron a ver? ¿A
un hombre lujosamente vestido? No, ya que los que visten con lujo
habitan en los palacios. ¿A qué fueron, pues? ¿A ver a un profeta?
Sí, yo se los aseguro; y a uno que es todavía más que profeta. Porque
de él está escrito: He aquí que yo envío a mi mensajero para que
vaya delante de ti y te prepare el camino. Yo les aseguro que no ha
surgido entre los hijos de una mujer ninguno más grande que Juan
el Bautista. Sin embargo, el más pequeño en el Reino de los cielos,
es todavía más grande que él”. Palabra del Señor.
Se dice Credo.
ORACIÓN DE LOS FIELES:
Confortados por el anuncio de la venida del Señor,
oremos, hermanos, mientras esperamos confiadamente
nuestra total liberación:
1. Para que Dios visite a la santa Iglesia con su venida
y la conforte con su asistencia, roguemos al Señor.
2. Para que con la tutela divina nuestros tiempos
sean tranquilos y nuestra vida feliz, roguemos al Señor.
3. Para que el Señor con su venida cure los dolores
de los enfermos, dé paz y alegría a los que no la tienen
y libre al mundo de todos los males, roguemos al Señor.
4. Para que quienes ahora recordamos la primera
venida del Señor en la carne merezcamos participar
también en su gloriosa aparición al final de los tiempos,
roguemos al Señor.
Mantén, Señor, nuestro caminar hacia el que ha de
venir, para que –perseverando con paciencia– hagas
madurar con tu gracia en todos nosotros las semillas
que tú mismo siembras constantemente en nuestros
corazones Por Jesucristo, nuestro Señor.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Que este sacrificio, Señor, que te ofrecemos con devoción, nunca
deje de realizarse, para que cumpla el designio que encierra tan
santo misterio y obre eficazmente en nosotros tu salvación. Por
Jesucristo, nuestro Señor.
Prefacio I o III de Adviento, pp. 484 o 486 [485 o 487]
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Is 35, 4
Digan a los cobardes: “¡Ánimo, no teman!; miren a su Dios:
viene en persona a salvarlos”.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Imploramos, Señor, tu misericordia, para que estos divinos
auxilios nos preparen, purificados de nuestros pecados, para celebrar
las fiestas venideras. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Puede utilizarse la fórmula de bendición solemne, p. 591 [598].
ACTIVIDAD DIOCESANA
Visita al Santuario de los Mártires:
Decanato de Guadalupe Chapalita.




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