25 miércoles
Verde
Feria o
Misa por los prófugos y exiliados
MR p. 1091 [1136] / Lecc. II p. 824
ANTÍFONA DE ENTRADA Jer 29, 11. 12. 14
Dice el Señor: Mis pensamientos son de paz y no de aflicción;
ustedes me invocarán y yo los escucharé, y los haré regresar
desde donde se encuentren cautivos.
ORACIÓN COLECTA
Señor, para quien nadie es extranjero y nadie lejano para
recibir ayuda, mira benignamente a los prófugos y exiliados,
a los hombres y a los niños segregados, para que a ellos les
concedas el regreso a la patria y a nosotros nos des caridad
efectiva para con los necesitados y forasteros. Por nuestro Señor
Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del
Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos.
PRIMERA LECTURA
[No me des pobreza ni riqueza; dame solamente lo necesario
para vivir.]
Del libro de los Proverbios 30, 5-9
Toda palabra de Dios es verdadera. El Señor es un escudo
para cuantos en él confían. No alteres para nada sus palabras, no
sea que te reprenda y resultes mentiroso.
Dos cosas te pido, Señor, antes de morir, no me las niegues:
líbrame de la falsedad y la mentira; no me des pobreza ni riqueza,
dame tan sólo lo necesario para vivir, no sea que la abundancia
me aparte de ti y me haga olvidarte; no sea que la pobreza me
obligue a robar y me lleve a ofenderte. Palabra de Dios.
SALMO RESPONSORIAL del salmo 118, 29. 72. 89. 101. 104. 163
R. Condúceme, Señor, por tu camino.
Apártame de los caminos falsos y dame la gracia de cumplir
tu voluntad. Para mí valen más tus enseñanzas que miles de
monedas de oro y plata. R.
Tu palabra, Señor, es eterna, más estable que el cielo. Aparto
mi pie de toda senda mala para cumplir tus palabras. R.
Medito tus decretos y odio el camino de la mentira. Detesto
y aborrezco la mentira y amo tu voluntad. R.
ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIO Mc 1, 15
R. Aleluya, aleluya.
El Reino de Dios está cerca, dice el Señor; arrepiéntanse y
crean en el Evangelio. R. Aleluya.
EVANGELIO
[Los envió a predicar el Reino de Dios y a curar a los enfermos.]
Del santo Evangelio según san Lucas 9, 1-6
En aquel tiempo, Jesús reunió a los Doce y les dio poder y
autoridad para expulsar toda clase de demonios y para
curar enfermedades. Luego los envió a predicar el Reino de
Dios y a curar a los enfermos.
Y les dijo: "No lleven nada para el camino: ni bastón, ni
morral, ni comida, ni dinero, ni dos túnicas. Quédense en la casa
donde se alojen, hasta que se vayan de aquel sitio. Y si en algún
pueblo no los reciben, salgan de ahí y sacúdanse el polvo de los
pies en señal de acusación".
Ellos se pusieron en camino y fueron de pueblo en pueblo,
predicando el Evangelio y curando en todas partes. Palabra
del Señor.
REFLEXIÓN: Cristo transmite por primera vez a
sus discípulos su misión, su autoridad y sus poderes.
La disposición de los enviados como «mensajeros
de paz» exige de ellos absoluta disponibilidad.
Como en tiempos de Jesús, el anuncio de la Buena
Nueva debe ir acompañado de los signos de una
liberación integral. Para evangelizar no basta
pronunciar sermones proselitistas. Hoy más que
de conquista ha de hablarse de presencia. Lo que
más necesita nuestro mundo son «testigos» que
vivan coherentemente su compromiso, sobre todo
mediante el amor a los hermanos, y en especial a los
más necesitados.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Señor, que quisiste que tu Hijo entregara su vida para
congregar en la unidad a tus hijos dispersos, concédenos que
esta ofrenda pacífica obtenga la comunión de voluntades y
aumente la caridad fraterna. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Sal 90, 2
Tú eres mi refugio y fortaleza; tú eres mi Dios y en ti confío.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Señor, que nos has alimentado con un mismo pan y un mismo
cáliz, concédenos amar con un corazón sincero a los inmigrantes
y abandonados, para que todos merezcamos estar finalmente
reunidos en la patria celestial. Por Jesucristo, nuestro Señor.