26 miércoles
Morado
FERIA DE CUARESMA
MR p. 220 [233] / Lecc. I p. 747
ANTÍFONA DE ENTRADA Sal 118, 133
Asegura mis pasos conforme a tu promesa, que la maldad no
se apodere de mí.
ORACIÓN COLECTA
Concédenos, Señor, que, ejercitados por las prácticas
cuaresmales y alimentados por tu palabra, con santa templanza nos
mantengamos de todo corazón entregados a ti y estemos siempre
unidos, perseverando en oración. Por nuestro Señor Jesucristo,
tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo
y es Dios por los siglos de los siglos.
PRIMERA LECTURA
[Guarden mis mandamientos y pónganlos en práctica.]
Del libro del Deuteronomio 4, 1. 5-9
En aquellos días, habló Moisés al pueblo, diciendo: “Ahora,
Israel, escucha los mandatos y preceptos que te enseño, para que
los pongas en práctica y puedas así vivir y entrar a tomar posesión
de la tierra que el Señor, Dios de tus padres, te va a dar.
Yo les enseño mandatos y preceptos, como me ordena el Señor,
mi Dios, para que se ajusten a ellos en la tierra en que van a entrar
y que van a tomar en posesión. Guárdenlos y cúmplanlos, porque
ellos son su sabiduría y su prudencia a los ojos de los pueblos.
Cuando tengan noticia de todos estos preceptos, se dirán: ‘En
verdad esta gran nación es un pueblo sabio y prudente’. Porque,
¿cuál otra nación hay tan grande que tenga dioses tan cercanos
como lo está nuestro Dios, siempre que lo invocamos? ¿Cuál es
la gran nación cuyos mandatos y preceptos sean tan justos como
toda esta ley que ahora les doy?
Pero ten cuidado y atiende bien: No vayas a olvidarte de estos
hechos que tus ojos han visto, ni dejes que se aparten de tu corazón
en todos los días de tu vida; al contrario, transmíteselos a tus hijos
y a los hijos de tus hijos”. Palabra de Dios.
SALMO RESPONSORIAL del salmo 147
R. Demos gloria a nuestro Dios.
Glorifica al Señor, Jerusalén, a Dios ríndele honores, Israel.
Él refuerza el cerrojo de tus puertas y bendice a tus hijos en tu
casa. R.
Él mantiene la paz en tus fronteras, con su trigo mejor sacia
tu hambre. Él envía a la tierra su mensaje y su palabra corre
velozmente. R.
Le muestra a Jacob su pensamiento, sus normas y designios
a Israel. No ha hecho nada igual con ningún pueblo, ni le ha
confiado a otro sus proyectos. R.
ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIO Cfr. Jn 6, 63. 68
R. Honor y gloria a ti, Señor Jesús.
Tus palabras, Señor, son espíritu y vida. Tú tienes palabras de
vida eterna. R. Honor y gloria a ti, Señor Jesús.
EVANGELIO
[El que cumpla y enseñe mis mandamientos, será grande en el
Reino de los cielos.]
Del santo Evangelio según san Mateo 5, 17-19
En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: “No crean que
he venido a abolir la ley o los profetas; no he venido a
abolirlos, sino a darles plenitud. Yo les aseguro que antes se
acabarán el cielo y la tierra, que deje de cumplirse hasta la más
pequeña letra o coma de la ley.
Por lo tanto, el que quebrante uno de estos preceptos menores y
enseñe eso a los hombres, será el menor en el Reino de los cielos;
pero el que los cumpla y los enseñe, será grande en el Reino de
los cielos”. Palabra del Señor.
REFLEXIÓN: El Antiguo y el Nuevo Testamento
forman una unidad inseparable, ya que nos ofrecen,
en su totalidad, el «plan divino» de salvación. Jesús se
presenta aquí como el Nuevo Legislador y proclama
una Ley superior a la de Moisés. Esta Buena Noticia no
puede ser aceptada o rechazada “en parte”: se acepta
o se rechaza “en bloque”. Quien hace distinción entre
mandamiento y mandamiento o quien –rechazando
las otras– está inclinado a seguir sólo una parte del
Evangelio, muestra una evidente falta de amor. Tal
actitud terminaría en una observancia meramente
servil, indigna de un verdadero discípulo.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Recibe, Señor, las súplicas de tu pueblo juntamente con la
oblación de estas ofrendas; y a quienes celebramos tus sacramentos,
defiéndenos de todo peligro. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Sal, 15, 11
Me has enseñado el sendero de la vida, me saciarás de gozo
en tu presencia, Señor.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Santifica, Señor, a quienes hemos sido alimentados con los
manjares de la mesa celestial, para que, perdonados de todo
pecado, podamos alcanzar las promesas eternas. Por Jesucristo,
nuestro Señor.
ORACIÓN SOBRE EL PUEBLO
Concede, Señor, a tu pueblo el deseo de agradarte, porque sólo
le darás todo lo que lo favorece si lo haces dócil a lo que tú mismo
le enseñas. Por Jesucristo, nuestro Señor.