4 lunes
Morado / Blanco
FERIA
o SAN JUAN DAMASCENO
Presbítero y Doctor de la Iglesia
MR pp. 844 y 900 [879 y 939] / Lecc I p. 357
Cuando colaboraba con la administración árabe, Juan escuchó
el llamamiento a la vida monástica (hacia 710). Se estableció
en el monasterio de san Sabás, situado en el desierto de Judea,
de donde sólo salía para predicar en Jerusalén. De estas
predicaciones proviene su libro "Exposición de la fe ortodoxa".
Fue un decidido defensor del culto a las sagradas imágenes
(hacia 675-749).
ANTÍFONA DE ENTRADA Cfr. Sal 131, 9
Que tus sacerdotes, Señor, se revistan de justicia, y tus fieles
se llenen de júbilo.
ORACIÓN COLECTA
Concédenos, Señor, que nos sirvan de ayuda las oraciones
del presbítero san Juan Damasceno, para que la verdadera fe,
que él enseñó de manera tan eminente, sea siempre nuestra luz y
nuestra fortaleza. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive
y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los
siglos de los siglos.
PRIMERA LECTURA
[El Señor reúne a todos los pueblos en la paz eterna de su Reino.]
Del libro del profeta Isaías 2, 1-5
Visión de Isaías, hijo de Amos, acerca de Judá y Jerusalén:
En días futuros, el monte de la casa del Señor será elevado en la
cima de los montes, encumbrado sobre las montañas y hacia él
confluirán todas las naciones.
Acudirán pueblos numerosos, que dirán: "Vengan, subamos
al monte del Señor, a la casa del Dios de Jacob, para que él
nos instruya en sus caminos y podamos marchar por sus sendas.
Porque de Sión saldrá la ley, de Jerusalén, la palabra del Señor". Él será el árbitro de las naciones y el juez de pueblos
numerosos. De las espadas forjarán arados y de las lanzas,
podaderas; ya no alzará la espada pueblo contra pueblo, ya no
se adiestrarán para la guerra.
¡Casa de Jacob, en marcha! Caminemos a la luz del Señor.
Palabra de Dios.
SALMO RESPONSORIAL del salmo 121, 1-2. 3-4a. (4b-5. 6-7). 8-9
R. Vayamos con alegría al encuentro del Señor.
¡Qué alegría sentí, cuando me dijeron: "Vayamos a la casa
del Señor"! Y hoy estamos aquí, Jerusalén, jubilosos, delante de
tus puertas. R.
A ti, Jerusalén, suben las tribus, las tribus del Señor, según lo
que a Israel se le ha ordenado, para alabar el nombre del Señor. R.
Digan de todo corazón: "Jerusalén, que haya paz entre
aquellos que te aman, que haya paz dentro de tus murallas y
que reine la paz en cada casa". R. Vayamos con alegría al
encuentro del Señor.
Por el amor que tengo a mis hermanos, voy a decir: "La paz
esté contigo". Y por la casa del Señor, mi Dios, pediré para ti
todos los bienes. R.
ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIO Cfr. Sal 79, 4
R. Aleluya, aleluya.
Señor y Dios nuestro, ven a salvarnos; míranos con bondad y
estaremos a salvo. R. Aleluya.
EVANGELIO
[Muchos vendrán de oriente y occidente al Reino de los cielos.]
Del santo Evangelio según san Mateo 8, 5-11
En aquel tiempo, al entrar Jesús en Cafarnaúm, se le acercó
un oficial romano y le dijo: "Señor, tengo en mi casa un
criado que está en cama, paralítico y sufre mucho". Él le
contestó: "Voy a curarlo".
Pero el oficial le replicó: "Señor, yo no soy digno de que
entres en mi casa; con que digas una sola palabra, mi criado
quedará sano. Porque yo también vivo bajo disciplina y tengo
soldados a mis órdenes; cuando le digo a uno: '¡Ve!', él va; al
otro: '¡Ven!', y viene; a mi criado: '¡Haz esto!', y lo hace".
Al oír aquellas palabras, se admiró Jesús y dijo a los que lo
seguían: "Yo les aseguro que en ningún israelita he hallado una
fe tan grande. Les aseguro que muchos vendrán de oriente y de
occidente y se sentarán con Abraham, Isaac y Jacob en el Reino
de los cielos". Palabra del Señor.
REFLEXIÓN: El Adviento se abre con la gozosa
proclamación de una salvación ofrecida en el Mesías,
muchas veces prometido (Cfr. Is 25, 6; 29, 23; 40,
5). La llamada que el profeta Isaías dirige a todos los
pueblos a encaminarse hacia Jerusalén es –ahora
también para nosotros– una invitación a aceptar
con las mejores disposiciones al Salvador que viene.
Como el Centurión pagano, de Él podremos obtener
la luz y la tranquilidad que todos andamos buscando.
Un cristiano ha de ser, por vocación, un “testigo de
paz” y, por eso, llamado a excluir de su vida y de su
entorno todo género de violencia.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Contempla, Señor, los dones que presentamos en tu altar en
la conmemoración de san Juan Damasceno, y del mismo modo
que, por estos santos misterios, le diste a él la gloria, concédenos
también a nosotros tu perdón. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Cfr. Mt 24, 46-47
Dichoso el servidor a quien su amo, al volver, lo encuentre
cumpliendo con su deber; yo les aseguro que le confiará todos
sus bienes.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Que esta mesa celestial, Dios todopoderoso, robustezca
y aumente el vigor espiritual de todos los que celebramos la
festividad de san Juan Damasceno, para que conservemos íntegro
el don de la fe y caminemos por el sendero de la salvación que él
nos señaló. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ACTIVIDAD DIOCESANA
Jubileo Circular: Lunes 4, Martes 5 y Miércoles 6:
Santa Isabel (Arroyo de las Flores), Santo Cura de
Ars, San Esteban, Santa Isabel de Hungría, Ntra.
Sra. de la Salud (Las Pintas de Abajo), Ntra. Sra. del
Rosario (Jamay), Jesús de la Divina Misericordia,
San Martin Obispo (Ocotlán).