4 martes
Verde
Feria o
Misa para pedir la lluvia
MR pp. 1107 y 1094 [1153 y 1139] / Lecc. II p. 400
ANTÍFONA DE ENTRADA Cfr. Sal 43, 26
Ven, Señor, en nuestra ayuda y redímenos por tu misericordia.
ORACIÓN COLECTA
Señor Dios, en quien vivimos, nos movemos y existimos, concédenos la lluvia oportuna, a fin de que, ayudados convenientemente con los bienes de la tierra, anhelemos con más confianza los bienes eternos. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos.
PRIMERA LECTURA
[Esperamos un cielo nuevo y una tierra nueva.]
De la segunda carta del apóstol san Pedro 3, 12-15a 17-18
Hermanos: Piensen con cuánta santidad y entrega deben ustedes vivir esperando y apresurando el advenimiento del día del Señor, cuando desaparecerán los cielos, consumidos por el fuego, y se derretirán los elementos.
Pero nosotros confiamos en la promesa del Señor y esperamos un cielo nuevo y una tierra nueva, en que habite la justicia. Por tanto, queridos hermanos, apoyados en esta esperanza, pongan todo su empeño en que el Señor los halle en paz con él, sin mancha ni reproche, y consideren que la magnanimidad de Dios es nuestra salvación.
Así pues, queridos hermanos, ya están ustedes avisados; vivan en guardia para que no los arrastre el error de los malvados y pierdan su seguridad. Crezcan en la gracia y el conocimiento de nuestro Señor y salvador, Jesucristo. A él la gloria, ahora y hasta el día de la eternidad. Amén. Palabra de Dios.
SALMO RESPONSORIAL del salmo 89, 2, 3-4, 10, 14.16
R. Tú eres, Señor, nuestro refugio.
Desde antes que surgieran las montañas, y la tierra y el mundo apareciesen, existes tú, Dios mío, desde siempre y por siempre. R. Tú haces volver al polvo a los humanos, diciendo a los mortales que retornen. Mil años son para ti como un día, que ya pasó; como
una breve noche. R.
Setenta son los años que vivimos; llegar a los ochenta es más
bien raro; pena y trabajo son los más de ellos, como suspiro pasan y pasamos. R.
Llénanos de tu amor por la mañana y júbilo será la vida toda. Haz, Señor, que tus siervos y sus hijos puedan mirar tus obras y tu gloria. R.
ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIO Cfr. Ef 1, 17-18
R. Aleluya, aleluya.
Que el Padre de nuestro Señor Jesucristo ilumine nuestras mentes para que podamos comprender cuál es la esperanza que nos da su llamamiento. R. Aleluya.
EVANGELIO
[Den al César lo que es del César, y a Dios lo que es de Dios.] Del santo Evangelio según san Marcos 12, 13-17
En aquel tiempo, los sumos sacerdotes, los escribas y los
ancianos le enviaron a Jesús unos fariseos y unos partidarios de Herodes, para hacerle una pregunta capciosa. Se acercaron, pues, a él y le dijeron: "Maestro, sabemos que eres sincero y que no te importa lo que diga la gente, porque no tratas de adular a los
hombres, sino que enseñas con toda verdad el camino de Dios. ¿Está permitido o no, pagarle el tributo al César? ¿Se lo damos o no se lo damos?"
Jesús, notando su hipocresía, les dijo: "¿Por qué me ponen una trampa? Tráiganme una moneda para que yo la vea". Se la trajeron y él les preguntó: "¿De quién es la imagen y el nombre que lleva escrito?" Le contestaron: "Del César". Entonces les respondió Jesús: "Den al César lo que es del César, y a Dios lo que es de Dios". Y los dejó admirados. Palabra del Señor.
REFLEXIÓN: La pregunta capciosa que se le planteaba a Jesús implicaba un difícil dilema que se veía obligado a responder con tiento y sopesando sus palabras. Una respuesta afirmativa o negativa –o incluso un silencio evasivo– no dejarían de crearle problema. Su frase famosa y lapidaria: «Den al César lo que es del César y a Dios lo que es de Dios», ha pasado a la historia, recibiendo las más diversas interpretaciones según las épocas y las ideologías. La cuestión de fondo es dilucidar si se trata de términos realmente excluyentes o, en la mayoría de los casos, atinadamente complementarios.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Recibe, Señor, los dones que te ofrecemos confiadamente, y haz que la amargura de la tristeza que sufrimos, se convierta en sacrificio de suave fragancia. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Jn 16, 23-24
Cuanto pidan al Padre en mi nombre, se lo concederá. Pidan y
recibirán, para que su alegría sea completa, dice el Señor.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Te suplicamos, Señor, que, confortados y fortalecidos por el divino manjar, podamos sobrellevar con valentía las futuras dificultades, y ayudar generosamente a los hermanos que se hallan afligidos. Por Jesucristo, nuestro Señor.