21 miércoles
Blanco/rojo
FERIA DE PASCUA
o SAN ANSELMO,
Obispo y Doctor de la Iglesia
o SAN ROMÁN ADAME ROSALES,
Mártir Mexicano *
MR pp. 698 y 896 [717 y 935] / Lecc. I p. 890
Nació en el norte de Italia. Fue monje en Bec de Normandía y después arzobispo de Canterbury. Durante toda su vida buscó ardientemente a Dios, el ser perfecto, investigando a la luz de la inteligencia y de la fe. Y, aun siendo un alma contemplativa, supo combatir
para defender la libertad de la Iglesia (1033-1109).
ANTÍFONA DE ENTRADA Cfr. Ez 34, 11. 23-24
Buscaré a mis ovejas, dice el Señor, y les daré un pastor que las
apaciente, y yo, el Señor, seré su Dios. Aleluya.
ORACIÓN COLECTA
Dios nuestro, que concediste al obispo san Anselmo investigar
y enseñar los secretos de tu sabiduría, ilumina nuestra inteligencia
con la luz de la fe, de manera que nuestro corazón se deleite en lo
que debemos creer. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y
reina contigo en la unidad del Espiritu Santo y es Dios por los siglos
de los siglos.
PRIMERA LECTURA
[Al pasar de un lugar a otro, iban difundiendo el Evangelio.]
Del libro de los Hechos de los Apóstoles 8, 1-8
El mismo día de la muerte de Esteban, se desató una violenta
persecución contra la comunidad cristiana de Jerusalén, y todos,
menos los apóstoles, se dispersaron por Judea y por Samaría.
Unos hombres piadosos sepultaron a Esteban e hicieron gran
duelo por él. Entre tanto, Saulo hacía estragos en la Iglesia: entraba en las casas para llevarse a hombres y mujeres y meterlos en la
cárcel.
Los que se habían dispersado, al pasar de un lugar a otro, iban
difundiendo el Evangelio. Felipe bajó a la ciudad de Samaria y predicaba allí a Cristo. La multitud escuchaba con atención lo que decía Felipe, porque habían oído hablar de los milagros que hacía y los
estaban viendo: de muchos poseídos salían los espíritus inmundos,
lanzando gritos, y muchos paralíticos y lisiados quedaban curados.
Esto despertó gran alegría en aquella ciudad. Palabra de Dios.
SALMO RESPONSORIAL del salmo 65, 1-3a. 4-5. 6-7a
R. Las obras del Señor son admirables. Aleluya.
Que aclame al Señor toda la tierra. Celebremos su gloria y su
poder, cantemos un himno de alabanza, digamos al Señor: “Tu obra
es admirable”. R.
Que se postre ante ti la tierra entera y celebre con cánticos tu
nombre. Admiremos las obras del Señor, los prodigios que ha hecho
por los hombres. R.
Él transformó el mar Rojo en tierra firme y los hizo cruzar el
Jordán a pie junto. Llenémonos por eso de gozo y gratitud: el Señor
es eterno y poderoso. R.
ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIO Cfr. Jn 6, 40
R. Aleluya, aleluya.
El que cree en mí tiene vida eterna, dice el Señor, y yo lo resucitaré en el último día. R. Aleluya.
EVANGELIO
[La voluntad de mi Padre consiste en que todo el que vea al Hijo y
crea en él, tenga vida eterna.]
Del santo Evangelio según san Juan 6, 35-40
En aquel tiempo, Jesús dijo a la multitud: “Yo soy el pan de la
vida. El que viene a mí no tendrá hambre, y el que cree en mí
nunca tendrá sed. Pero como ya les he dicho: me han visto y no
creen. Todo aquel que me da el Padre viene hacia mí; y al que viene
a mí yo no lo echaré fuera, porque he bajado del cielo, no para hacer
mi voluntad, sino la voluntad del que me envió.
Y la voluntad del que me envió es que yo no pierda nada de lo
que él me ha dado, sino que lo resucite en el último día. La voluntad
de mi Padre consiste en que todo el que vea al Hijo y crea en él, tenga vida eterna y yo lo resucite en el último día”. Palabra del Señor.
REFLEXIÓN: • Con la muerte de Esteban se abre para
la Iglesia de Jerusalén un período de sufrimiento y de una
implacable persecución. Este hecho, sin embargo, obliga a muchos cristianos a salir de la ciudad santa, produciendo
con esto un efecto positivo y, diríamos, hasta “providencial”
en orden a la más rápida difusión del Evangelio. Es por ello
que otro diácono, Felipe, puede llevar por primera vez la Buena Nueva fuera de Judea, evangelizando con éxito Samaría.
Este anuncio liberador –obra del Espíritu Santo– despertó,
por cierto, «gran alegría»... • Este pasaje agrupa algunos dichos dispersos de Jesús que tratan el mismo argumento: la
vocación universal a la salvación, a pesar del frecuente rechazo que los hombres hacen de Dios. Jesús –enviado por
el Padre al mundo para hacer su voluntad– al mismo tiempo
que desarrolla el tema del «pan de vida», aborda, simultáneamente, el tema de la fe como “comunión con su persona”. Lo
que Él ofrece a quienes se adhieran a este plan divino son:
el no tener más hambre y sed, el tener una vida plena y la
promesa de que resucitarán el último día.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Mira favorablemente, Señor, las ofrendas que presentamos en
tu altar en esta festividad de san Anselmo, para que nos alcancen
tu perdón y den gloria a tu nombre. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Cfr. Jn 15, 16
No son ustedes los que me han elegido, dice el Señor, soy yo
quien los ha elegido y los ha destinado para que vayan y den fruto y
su fruto permanezca. Aleluya.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Alimentados por estos sagrados misterios, Señor, te suplicamos
humildemente que, a ejemplo de san Anselmo, nos esforcemos en
profesar lo que él creyó y en poner en práctica lo que enseñó. Por
Jesucristo, nuestro Señor.
* SAN ROMÁN ADAME ROSALES
Memoria en donde se conservan reliquias de su cuerpo.
MR p. 888 [927] / Lecc. I p. 890
ANTÍFONA DE ENTRADA Cfr. 4 Esd 2, 35
Una luz eterna, Señor, brillará para tus santos y vivirán para
siempre. Aleluya.
ORACIÓN COLECTA
Dios y Padre nuestro, que para gloria de tu Iglesia te dignaste
coronar con la victoria del martirio a san Román Adame Rosales,
concede, bondadoso, que así como él imitó la pasión de tu Hijo, así
nosotros, siguiendo sus huellas, merezcamos llegar a los gozos eternos. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo
en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Recibe, Señor, el sacrificio de reconciliación y alabanza que
ofrecemos a tu majestad en la conmemoración del santo mártir Román, para que nos lleve a obtener el perdón y nos haga permanecer
en continua acción de gracias. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Jn 12, 24
Si el grano de trigo no cae en la tierra y muere, queda infecundo;
pero, si muere, da fruto abundante. Aleluya.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Al celebrar con alegría esta festividad y habiendo recibido tus
dones celestiales, te pedimos, Señor, que concedas, a quienes en
este divino banquete proclamamos la muerte de tu Hijo, que podamos participar, con los santos mártires, de su resurrección y de su
gloria. Por Jesucristo, nuestro Señor.
* SAN ROMÁN ADAME ROSALES
Nació en Teocaltiche, Jal. (Diócesis de Aguascalientes), el
27 de febrero de 1859. Párroco de Nochistlán, Zac. (Arquidiócesis de Guadalajara). Sacerdote de profunda humildad.
Jamás se le oyó quejarse; ante cualquier sufrimiento decía
con serenidad: «Sea todo por Dios». Catequesis, misiones populares, construcción de capillas para que los fieles tuvieran
cerca al Santísimo, atención a los enfermos y educación a los
niños fueron las principales acciones de su ministerio parroquial. Durante la persecución, siguió oculto administrando
los sacramentos. Alguien delató su escondite y de noche fue
hecho prisionero. Llegado el momento de la ejecución, el día
21 de abril de 1927, con un gesto de bondad trató de salvar
al soldado, que por no querer dispararle, iba a ser también
fusilado. Luego, decidido y firme, pero con humildad, entregó
su vida.
http://www.vatican.va/news_services/liturgy/saints/ns_
lit_doc_20000521_adame-rosales_sp.html