16 sábado
Morado
FERIA
MR p. 142 [158] / Lecc I p. 385
ANTÍFONA DE ENTRADA Cfr. Sal 79, 4. 2
Tú que habitas en lo alto, Señor, muéstranos tu rostro y nos
salvaremos.
ORACIÓN COLECTA
Te rogamos, Dios todopoderoso, que brille en nuestros corazones
el resplandor de tu gloria, para que, disipada toda oscuridad de la
noche, la venida de tu Unigénito ponga de manifiesto que somos
hijos de la luz. Él, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu
Santo y es Dios por los siglos de los siglos.
PRIMERA LECTURA
[Elías volverá.]
Del libro del Eclesiástico (Sirácide) 48, 1-4. 9-11
En aquel tiempo surgió Elías, un profeta de fuego; su palabra
quemaba como una llama. El hizo caer sobre los israelitas el
hambre y con celo los diezmó. En el nombre del Señor cerró las
compuertas del cielo e hizo que descendiera tres veces fuego de
lo alto. ¡Qué glorioso eres, Elías, por tus prodigios!
¿Quién puede jactarse de ser igual a ti? En un torbellino
de llamas fuiste arrebatado al cielo, sobre un carro tirado por
caballos de fuego. Escrito está de ti que volverás, cargado de
amenazas, en el tiempo señalado, para aplacar la cólera antes
de que estalle, para hacer que el corazón de los padres se vuelva
hacia los hijos y congregar a las tribus de Israel.
Dichosos los que te vieron y murieron gozando de tu amistad;
pero más dichosos los que estén vivos cuando vuelvas. Palabra
de Dios.
SALMO RESPONSORIAL del salmo 79, 2ac y 3b. 15-16. 18-19
R. Ven, Señor, a salvarnos.
Escúchanos, pastor de Israel; tú que estás rodeado de
querubines, manifiéstate, despierta tu poder y ven a salvarnos. R.
Señor, Dios de los ejércitos, vuelve tus ojos, mira tu viña y
visítala; protege la cepa plantada por tu mano, el renuevo que tú
mismo cultivaste. R.
Que tu diestra defienda al que elegiste, al hombre que has
fortalecido. Ya no nos alejaremos de ti; consérvanos la vida y
alabaremos tu poder. R.
ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIO Cfr. Lc 3, 4. 6
R. Aleluya, aleluya.
Preparen el camino del Señor, hagan rectos sus senderos, y
todos los hombres verán al Salvador. R. Aleluya.
EVANGELIO
[Elías ha venido ya, pero no lo reconocieron.]
Del santo Evangelio según san Mateo 17, 10-13
En aquel tiempo, los discípulos le preguntaron a Jesús: "¿Por
qué dicen los escribas que primero tiene que venir Elías?"
Él les respondió: "Ciertamente Elías ha de venir y lo pondrá
todo en orden. Es más, yo les aseguro a ustedes que Elías ha
venido ya, pero no lo reconocieron e hicieron con él cuanto les
vino en gana. Del mismo modo, el Hijo del hombre va a padecer
a manos de ellos".
Entonces entendieron los discípulos que les hablaba de Juan
el Bautista. Palabra del Señor.
REFLEXIÓN: Según una muy difundida tradición,
el gran profeta Elías, en el momento determinado por
Dios, habría de volver a preparar convenientemente
al pueblo para la venida del Mesías. Pero, llegado el
momento, los judíos –en especial sus pretenciosos
adversarios– no supieron reconocer su «espíritu»
y su «misión» en la persona y en la actividad del
Bautista. Mucho menos pudieron hacerlo en la
«persona» y en el «mensaje» de Él mismo. Ambos
fueron cruelmente sacrificados, pues ninguno de
los dos se acoplaba a la idea que de ellos se habían
forjado sus contemporáneos.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Que este sacrificio, Señor, que te ofrecemos con devoción,
nunca deje de realizarse, para que cumpla el designio que
encierra tan santo misterio y obre eficazmente en nosotros tu
salvación. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Cfr. Apoc 22, 12
Pronto vendré y traeré conmigo la recompensa, dice el Señor,
y daré a cada uno según sus obras.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Imploramos, Señor, tu misericordia, para que estos divinos
auxilios nos preparen, purificados de nuestros pecados, para
celebrar las fiestas venideras. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Las Antífonas de la «O»
Las antífonas de Adviento, también conocidas como
antífonas mayores o antífonas de la «O» –por la letra
con la que comienzan– son utilizadas en la Liturgia
de las Horas, durante las Vísperas entre el 17 y el
23 de diciembre. Cada antífona evoca uno de los
nombres o atributos de Cristo más mencionados
en las Escrituras y le dan su sentido a la liturgia
del día... Las primeras letras de los títulos leídas en
sentido inverso forman el acróstico latino «Ero cras»,
que significa «Mañana vendré».