16 domingo
Verde
VI DEL TIEMPO ORDINARIO
MR p. 418 [416] / Lecc. I p. 280. Semana II del Salterio.
ANTÍFONA DE ENTRADA Sal 30, 3-4
Sírveme de defensa, Dios mío, de roca y fortaleza salvadoras.
Tú eres mi baluarte y mi refugio, por tu nombre condúceme y
guíame.
Se dice Gloria.
ORACIÓN COLECTA
Señor Dios, que prometiste poner tu morada en los corazones
rectos y sinceros, concédenos, por tu gracia, vivir de tal manera
que te dignes habitar en nosotros. Por nuestro Señor Jesucristo,
tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo
y es Dios por los siglos de los siglos.
PRIMERA LECTURA
[Maldito el que confía en el hombre. Bendito el que confía en
el Señor]
Del libro del profeta Jeremías 17, 5-8
Esto dice el Señor: “Maldito el hombre que confía en el hombre,
que en él pone su fuerza y aparta del Señor su corazón. Será como
un cardo en la estepa, que no disfruta del agua cuando llueve;
vivirá en la aridez del desierto, en una tierra salobre e inhabitable.
Bendito el hombre que confía en el Señor y en él pone su
esperanza. Será como un árbol plantado junto al agua, que hunde
en la corriente sus raíces; cuando llegue el calor, no lo sentirá y
sus hojas se conservarán siempre verdes; en año de sequía no se
marchitará ni dejará de dar frutos”. Palabra de Dios.
SALMO RESPONSORIAL del salmo 1
R. Dichoso el hombre que confía en el Señor.
Dichoso aquel que no se guía por mundanos criterios, que no
anda en malos pasos ni se burla del bueno, que ama la ley de Dios
y se goza en cumplir sus mandamientos. R.
Es como un árbol plantado junto al río, que da fruto a su tiempo
y nunca se marchita. En todo tendrá éxito. R.
En cambio los malvados serán como la paja barrida por el
viento. Porque el Señor protege el camino del justo y al malo
sus caminos acaban por perderlo. R.
SEGUNDA LECTURA
[Si Cristo no resucitó, es vana la fe de ustedes.]
De la primera carta del apóstol san Pablo a los corintios 15,
12. 16-20
Hermanos: Si hemos predicado que Cristo resucitó de entre los
muertos, ¿cómo es que algunos de ustedes andan diciendo que los
muertos no resucitan? Porque si los muertos no resucitan, tampoco
Cristo resucitó. Y si Cristo no resucitó, es vana la fe de ustedes;
y por tanto, aún viven ustedes en pecado, y los que murieron en
Cristo, perecieron. Si nuestra esperanza en Cristo se redujera tan
sólo a las cosas de esta vida, seríamos los más infelices de todos
los hombres. Pero no es así, porque Cristo resucitó, y resucitó
como la primicia de todos los muertos. Palabra de Dios.
ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIO Lc 6, 23
R. Aleluya, aleluya.
Alégrense ese día y salten de gozo, porque su recompensa será
grande en el cielo, dice el Señor. R. Aleluya.
EVANGELIO
[Dichosos los pobres. - ¡Ay de ustedes los ricos!]
Del santo Evangelio según san Lucas 6, 17. 20-26
En aquel tiempo, Jesús descendió del monte con sus discípulos
y sus apóstoles y se detuvo en un llano. Allí se encontraba
mucha gente, que había venido tanto de Judea y de Jerusalén,
como de la costa de Tiro y de Sidón.
Mirando entonces a sus discípulos, Jesús les dijo: “Dichosos
ustedes los pobres, porque de ustedes es el Reino de Dios.
Dichosos ustedes los que ahora tienen hambre, porque serán
saciados. Dichosos ustedes los que lloran ahora, porque al fin
reirán.
Dichosos serán ustedes cuando los hombres los aborrezcan y
los expulsen de entre ellos, y cuando los insulten y maldigan por
causa del Hijo del hombre. Alégrense ese día y salten de gozo,
porque su recompensa será grande en el cielo. Pues así trataron
sus padres a los profetas.
Pero, ¡ay de ustedes, los ricos, porque ya tienen ahora su
consuelo! ¡Ay de ustedes, los que se hartan ahora, porque después
tendrán hambre! ¡Ay de ustedes, los que ríen ahora, porque llorarán
de pena! ¡Ay de ustedes, cuando todo el mundo los alabe, porque
de ese modo trataron sus padres a los falsos profetas!” Palabra
del Señor.
Se dice Credo.
ORACIÓN DE LOS FIELES:
Imploremos al Dios de misericordia y pidámosle su
ayuda para poder invocar su nombre con sentimientos
que le agraden:
1. Por la paz de todo el mundo, por la prosperidad
de las santas Iglesias y por la unión de todos los
hombres, roguemos al Señor.
2. Por nuestros gobernantes, para que bajo su
dirección tengamos una vida feliz y pacífica, roguemos
al Señor.
3. Por la conservación de la naturaleza, por la
abundancia de las cosechas y por el progreso del
mundo, roguemos al Señor.
4. Por nuestros familiares y amigos –que han muerto
en la esperanza de la resurrección– para que Dios les
conceda el reposo eterno, roguemos al Señor.
Dios nuestro, que derribas a los poderosos del trono
y a los humildes los colmas de bienes, atiende el
clamor de los pobres y oprimidos –que se eleva a ti
desde todas las regiones del mundo– rompe el yugo
de la violencia y del egoísmo, y haz que seamos signos
de una humanidad nueva reunida y unificada en el
amor. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Que esta ofrenda, Señor, nos purifique y nos renueve, y se
convierta en causa de recompensa eterna para quienes cumplimos
tu voluntad. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Cfr. Sal 77, 29-30
El Señor colmó el deseo de su pueblo; no lo defraudó. Comieron
y quedaron satisfechos.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Saciados, Señor, por este manjar celestial, te rogamos que
nos hagas anhelar siempre este mismo sustento por el cual
verdaderamente vivimos. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ACTIVIDAD DIOCESANA
Visita al Santuario de los Mártires: Decanato de
San Felipe de Jesús.