1° sábado
Blanco
SOLEMNIDAD DE TODOS LOS SANTOS
MR p. 822 [855] / Lecc. II p. 1132
Esta solemnidad nos representa visualmente a toda la multitud
de los redimidos, para descubrirnos el destino que nos espera
también a nosotros, peregrinos. Es, además, un motivo para
hacernos conscientes de nuestra solidaridad con todos aquellos
que nos han precedido en el mundo del espíritu. Todos ellos, que
viven frente a Dios, son nuestros intercesores, que dan impulso
a nuestra vida.
ANTÍFONA DE ENTRADA
Alegrémonos en el Señor y alabemos al Hijo de Dios, junto con
los ángeles, al celebrar hoy esta solemnidad de Todos los Santos.
Se dice Gloria.
ORACIÓN COLECTA
Dios todopoderoso y eterno, que nos concedes venerar los
méritos de todos tus santos en una sola fiesta, te rogamos, por
las súplicas de tan numerosos intercesores, que en tu generosidad
nos concedas la deseada abundancia de tu gracia. Por nuestro
Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad
del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos.
PRIMERA LECTURA
[Vi una muchedumbre tan grande, que nadie podía contarla Eran
individuos de todas las naciones y razas, de todos los pueblos
y lenguas.]
Del libro del Apocalipsis del apóstol san Juan 7, 2-4. 9-14
Yo, Juan, vi a un ángel que venía del oriente. Traía consigo
el sello del Dios vivo y gritaba con voz poderosa a los cuatro
ángeles encargados de hacer daño a la tierra y al mar. Les dijo:
“¡No hagan daño a la tierra, ni al mar, ni a los árboles, hasta que
terminemos de marcar con el sello la frente de los servidores
de nuestro Dios!” Y pude oír el número de los que habían sido
marcados: eran ciento cuarenta y cuatro mil procedentes de todas
las tribus de Israel.
Vi luego una muchedumbre tan grande, que nadie podía
contarla. Eran individuos de todas las naciones y razas, de todos
los pueblos y lenguas. Todos estaban de pie, delante del trono y
del Cordero; iban vestidos con una túnica blanca; llevaban palmas
en las manos y exclamaban con voz poderosa: “La salvación viene
de nuestro Dios, que está sentado en el trono, y del Cordero”.
Y todos los ángeles que estaban alrededor del trono, de
los ancianos y de los cuatro seres vivientes, cayeron rostro en
tierra delante del trono y adoraron a Dios, diciendo: “Amén. La
alabanza, la gloria, la sabiduría, la acción de gracias, el honor,
el poder y la fuerza, se le deben para siempre a nuestro Dios”.
Entonces uno de los ancianos me preguntó: “¿Quiénes son y de
dónde han venido los que llevan la túnica blanca?” Yo le respondí:
“Señor mío, tú eres quien lo sabe”. Entonces él me dijo: “Son los
que han pasado por la gran tribulación y han lavado y blanqueado
su túnica con la sangre del Cordero”. Palabra de Dios.
SALMO RESPONSORIAL del salmo 23
R. Esta es la clase de hombres que te buscan, Señor.
Del Señor es la tierra y lo que ella tiene, el orbe todo y los que
en él habitan, pues él lo edificó sobre los mares, él fue quien lo
asentó sobre los ríos. R.
¿Quién subirá hasta el monte del Señor? ¿Quién podrá entrar
en su recinto santo? El de corazón limpio y manos puras y que
no jura en falso. R.
Ese obtendrá la bendición de Dios, y Dios, su salvador, le hará
justicia. Esta es la clase de hombres que te buscan y vienen ante
ti, Dios de Jacob. R.
SEGUNDA LECTURA
[Veremos a Dios tal cual es.]
De la primera carta del apóstol san Juan 3, 1-3
Queridos hijos: Miren cuánto amor nos ha tenido el Padre,
pues no sólo nos llamamos hijos de Dios, sino que lo somos. Si el
mundo no nos reconoce, es porque tampoco lo ha reconocido a él.
Hermanos míos, ahora somos hijos de Dios, pero aún no se
ha manifestado cómo seremos al fin. Y ya sabemos que, cuando
él se manifieste, vamos a ser semejantes a él, porque lo veremos
tal cual es.
Todo el que tenga puesta en Dios esta esperanza, se purifica a
sí mismo para ser tan puro como él. Palabra de Dios.
ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIO Mt 11, 28
R. Aleluya, aleluya.
Vengan a mí todos los que están fatigados y agobiados por la
carga, y yo les daré alivio, dice el Señor. R. Aleluya.
EVANGELIO
[Alégrense y salten de contento, porque su premio será grande
en los cielos.]
Del santo Evangelio según san Mateo 5, 1-12a
En aquel tiempo, cuando Jesús vio a la muchedumbre, subió
al monte y se sentó. Entonces se le acercaron sus discípulos.
Enseguida comenzó a enseñarles, hablándoles así:
“Dichosos los pobres de espíritu, porque de ellos es el Reino
de los cielos. Dichosos los que lloran, porque serán consolados.
Dichosos los sufridos, porque heredarán la tierra. Dichosos los que
tienen hambre y sed de justicia, porque serán saciados. Dichosos
los misericordiosos, porque obtendrán misericordia. Dichosos
los limpios de corazón, porque verán a Dios. Dichosos los que
trabajan por la paz, porque se les llamará hijos de Dios. Dichosos
los perseguidos por causa de la justicia, porque de ellos es el
Reino de los cielos.
Dichosos serán ustedes cuando los injurien, los persigan
y digan cosas falsas de ustedes por causa mía. Alégrense y
salten de contento, porque su premio será grande en los cielos”.
Palabra del Señor.
Se dice Credo.
ORACIÓN DE LOS FIELES:
Iluminados con el ejemplo de los santos, que
fueron en su vida sal de la tierra y luz del mundo, y
uniendo nuestra oración a la de la inmensa multitud
de los que ya están en presencia del Señor, oremos
confiadamente al Señor:
1. Para que el Señor suscite en su Iglesia ejemplos
de una santidad heroica que atraiga a los no creyentes
a Cristo y conceda a todos los bautizados redescubrir
que Dios los llama a la santidad, roguemos al Señor.
2. Para que nuestros hermanos que no conocen la luz
y la hermosura del Evangelio de Cristo sean liberados de
las tinieblas, entren en el Reino de la luz y compartan
la herencia de los santos, roguemos al Señor.
3. Para que el ejemplo de los santos, que
experimentaron que para entrar en el Reino de Dios
hay que sufrir muchas tribulaciones, fortalezca a los
que sufren y se tambalean en su combate, roguemos
al Señor.
4. Para que quienes hoy nos hemos reunido para
celebrar la solemnidad de Todos los Santos nos
encontremos también con nuestros familiares y
amigos difuntos en el Reino glorioso de Jesucristo,
roguemos al Señor.
Señor, Padre santo, que has glorificado en tu Reino
a los siervos fieles que han velado esperando la llegada
del Esposo, escucha nuestra oración y no permitas
que se apaguen nuestras lámparas, y así merezcamos
entrar en el banquete de tu Hijo, que vive y reina por
los siglos de los siglos.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Que te sean gratos, Señor, los dones que ofrecemos en honor
de todos los santos, y concédenos experimentar la ayuda para
obtener nuestra salvación, de aquellos que ya alcanzaron con
certeza la felicidad eterna. Por Jesucristo, nuestro Señor.
PREFACIO: La gloria de nuestra madre, la Jerusalén celeste.
En verdad es justo y necesario, es nuestro deber y salvación
darte gracias siempre y en todo lugar, Señor, Padre Santo, Dios
todopoderoso y eterno. Porque hoy nos concedes celebrar a tu
familia, que es nuestra madre, la Jerusalén del cielo, en donde
nuestros hermanos ya glorificados te alaban eternamente.
Hacia ella, peregrinos, caminando por la fe, nos apresuramos
ardorosos, regocijándonos por los más ilustres miembros de la
Iglesia, en cuya gloria nos das al mismo tiempo ejemplo y ayuda
para nuestra fragilidad.
Por eso, unidos a ellos y a todos los ángeles, a una voz te
alabamos y glorificamos, diciendo: Santo, Santo, Santo…
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Mt 5, 8-10
Dichosos los limpios de corazón, porque verán a Dios.
Dichosos los que trabajan por la paz, porque se les llamará hijos
de Dios. Dichosos los perseguidos por causa de la justicia, porque
de ellos es el Reino de los cielos.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Dios nuestro, a quien adoramos, admirable y único Santo entre
todos tus santos, imploramos tu gracia para que, al consumar
nuestra santificación en la plenitud de tu amor, podamos pasar de
esta mesa de la Iglesia peregrina, al banquete de la patria celestial.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
Puede utilizarse la fórmula de bendición solemne, p. 603 [611].
ACTIVIDAD DIOCESANA
Jubileo Circular: Jueves 30 y Viernes 31 de Octubre;
y Sábado 1° de Noviembre: Sagrado Corazón de Jesús
(La Cruz Azul), Virgen de Guadalupe Madre de los
Mexicanos, Ntra. Sra. del Sagrado Corazón, Ntra.
Sra. de Guadalupe (Sta. Paula), San Francisco Javier
(Decanato de San Pedro), Virgen de Guadalupe Modelo
de Evangelización, Señor Milagroso (Magdalena),
Virgen del Rosario (Copala), San Juan Bautista
(Cajititlán).




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