1° viernes
Verde / Rojo
Feria o
Misa de la preciosísima Sangre de N. S. Jesucristo
MR p 1121 [1166] / Lecc. II p. 1053
ANTÍFONA DE ENTRADA Cfr. Apoc 5, 9-10
Con tu sangre compraste para Dios hombres de todas las
razas y lenguas, de todos los pueblos y naciones, para constituir
un reino para Dios.
ORACIÓN COLECTA
Señor Dios, que redimiste a todos los hombres con la
preciosa Sangre de tu Unigénito, conserva en nosotros la obra
de tu misericordia, para que, celebrando sin cesar el misterio de
nuestra salvación, merezcamos alcanzar sus frutos. Por nuestro
Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad
del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos.
PRIMERA LECTURA
[Vi a alguien semejante a un hijo de hombre, que venía entre las
nubes del cielo.]
Del libro del profeta Daniel 7, 2-14
Yo, Daniel, tuve una visión nocturna: los cuatro vientos del
cielo agitaron el océano y de él salieron cuatro bestias enormes,
todas diferentes entre sí.
La primera bestia era como un león con alas de águila.
Mientras yo lo miraba, le arrancaron las alas, lo levantaron del
suelo, lo incorporaron sobre sus patas, como un hombre y le
dieron inteligencia humana.
La segunda bestia parecía un oso en actitud de incorporarse,
con tres costillas entre los dientes de sus fauces. Y le decían:
"Levántate; come carne en abundancia".
Seguí mirando y vi otra bestia semejante a un leopardo, con cuatro
alas de ave en el lomo y con cuatro cabezas. Y le dieron poder.
Después volví a ver en mis visiones nocturnas una cuarta bestia,
terrible, espantosa y extraordinariamente fuerte; tenía enormes
dientes de hierro; comía y trituraba, y pisoteaba lo sobrante con
sus patas. Era diferente a las bestias anteriores y tenía diez cuernos.
Mientras estaba observando los cuernos, despuntó de entre ellos
otro cuerno pequeño, que arrancó tres de los primeros cuernos. Este
cuerno tenía ojos humanos y una boca que profería blasfemias.
Vi que colocaban unos tronos y un anciano se sentó. Su
vestido era blanco como la nieve y sus cabellos blancos como
lana. Su trono, llamas de fuego, con ruedas encendidas. Un
río de fuego brotaba delante de él. Miles y miles lo servían,
millones y millones estaban a sus órdenes. Comenzó el juicio y
se abrieron los libros.
Admirado por las blasfemias que profería aquel cuerno,
seguí mirando hasta que mataron a la bestia, la descuartizaron
y la echaron al fuego. A las otras bestias les quitaron el poder y
las dejaron vivir durante un tiempo determinado.
Yo seguí contemplando en mi visión nocturna y vi a alguien
semejante a un hijo de hombre, que venía entre las nubes del cielo.
Avanzó hacia el anciano de muchos siglos y fue introducido a su
presencia. Entonces recibió la soberanía, la gloria y el reino. Y
todos los pueblos y naciones de todas las lenguas lo servían. Su
poder nunca se acabará, porque es un poder eterno, y su reino
jamás será destruido. Palabra de Dios.
SALMO RESPONSORIAL Dan 3, 75. 76. 77. 78. 79. 80. 81
R. Bendito seas para siempre, Señor.
Montañas y colinas, bendigan al Señor. Todas las plantas de
la tierra, bendigan al Señor. R.
Fuentes, bendigan al Señor. Mares y ríos, bendigan al Señor. R.
Ballenas y peces, bendigan al Señor. Aves del cielo, bendigan
al Señor. Fieras y ganados, bendigan al Señor. R.
ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIO Lc 21, 28
R. Aleluya, aleluya.
Estén atentos y levanten la cabeza, porque se acerca la hora
de su liberación, dice el Señor. R. Aleluya.
EVANGELIO
[Cuando vean que sucede esto, sepan que el Reino de Dios está
cerca.]
Del santo Evangelio según san Lucas 21, 29-33
En aquel tiempo, Jesús propuso a sus discípulos esta
comparación: "Fíjense en la higuera y en los demás árboles.
Cuando ven que empiezan a dar fruto, saben que ya está cerca el
verano. Así también, cuando vean que suceden las cosas que les
he dicho, sepan que el Reino de Dios está cerca. Yo les aseguro
que antes de que esta generación muera, todo esto se cumplirá.
Podrán dejar de existir el cielo y la tierra, pero mis palabras no
dejarán de cumplirse". Palabra del Señor.
REFLEXIÓN: Lo narrado ahora por san Lucas
con la «parábola de la higuera» evoca el lenguaje de
los antiguos profetas: el mundo y todo lo terreno
caminan hacia una verdadera primavera, hacia el
amanecer de una nueva creación (Cfr. Is 24, 23
y 13, 6-10). Sobre las antiguas ruinas, Dios está
construyendo su Reino. «Esta generación» de la que
aquí se habla es la entera humanidad, en cuanto
siempre orientada al mal. Por eso mismo, siempre
necesitada de conversión. La inminencia del “día
del Señor” y la seguridad en que sus palabras
«no pasarán», exigen de nosotros una prudente y
vigilante espera.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Al traer ante tu soberana presencia, Señor, nuestros dones,
haz que, por medio de estos misterios, nos acerquemos a Jesús,
el mediador de la nueva Alianza, y nos renovemos por la
aspersión salvadora de su Sangre. Él, que vive y reina por los
siglos de los siglos.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Cfr. 1 Cor 10, 16
El cáliz de nuestra acción de gracias, nos une en la Sangre de
Cristo; y el pan que partimos, nos une en el Cuerpo del Señor.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Habiendo sido reconfortados con el alimento y la bebida
de salvación, te pedimos, Señor, que seamos bañados siempre
con la Sangre de nuestro Salvador, y que ésta se convierta para
nosotros en fuente de agua que brote hasta la vida eterna. Por
Jesucristo, nuestro Señor.
ACTIVIDAD DIOCESANA
Jubileo Circular: Jueves 30 de Noviembre, Viernes
1° y Sábado 2 de Diciembre: Sagrado Corazón de
Jesús (La Cruz Azul), Sagrado Corazón de Jesús (Col.
Jauja), Casa Alberione, San Agustín (Toluquilla),
Señor de la Salud (Estanzuela), Nuestra Señora Del
Refugio (Ocotlán), Santiago Apóstol (San Miguel),
María Madre de Gracia, (Atemajac).