2 sábado
Verde / Blanco
Feria o
Misa de Santa María en Sábado
MR p. 867 [906] / Lecc II p. 1057
ANTÍFONA DE ENTRADA
Dichosa tú, Virgen María, que llevaste en tu seno al creador
del universo; diste a luz al que te creó, y permaneces Virgen
para siempre.
ORACIÓN COLECTA
Concédenos, Dios misericordioso, auxilio en nuestra
fragilidad, para que, quienes celebramos la conmemoración
de la santa Madre de Dios, con la ayuda de su intercesión nos
veamos libres de nuestras culpas. Por nuestro Señor Jesucristo,
tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo
y es Dios por los siglos de los siglos.
PRIMERA LECTURA
[El poder real y el dominio serán entregados al pueblo de los
elegidos del Altísimo.]
Del libro del profeta Daniel 7, 15-27
Yo, Daniel, me sentía angustiado y perturbado por las visiones
que había tenido. Me acerqué a uno de los presentes y le pedí
que me explicara todo aquello, y él me explicó el sentido de
las visiones: "Esas cuatro bestias gigantescas significan cuatro
reyes que surgirán en el mundo. Pero los elegidos del Altísimo
recibirán el reino y lo poseerán por los siglos de los siglos".
Quise saber lo que significaba la cuarta bestia, diferente de
las demás, la bestia terrible, con dientes de hierro y garras de
bronce, que devoraba y trituraba, y pisoteaba lo sobrante con
las patas; lo que significaban los diez cuernos de su cabeza y el
otro cuerno que, al salir, eliminaba a otros tres, que tenía ojos y
una boca que profería blasfemias y era más grande que las otras.
Mientras yo seguía mirando, aquel cuerno luchó contra los
elegidos y los derrotó, hasta que llegó el anciano para hacer justicia
a los elegidos del Altísimo, para que éstos poseyeran el reino.
Después me dijo: "La cuarta bestia es un cuarto rey que habrá
en la tierra, mayor que todos los reyes, que devorará, trillará
y triturará toda la tierra. Sus diez cuernos son diez reyes que
habrá en aquel reino, y después vendrá otro, más poderoso
que ellos, el cual destronará a tres reyes; blasfemará contra el
Altísimo e intentará aniquilar a los elegidos y cambiar las fiestas
y la ley. Los elegidos estarán bajo su poder durante tres años y
medio. Pero al celebrarse el juicio, se le quitará el poder y será
destruido y aniquilado totalmente. El poder real y el dominio
sobre todos los reinos bajo el cielo serán entregados al pueblo de
los elegidos del Altísimo. Será un reino eterno, al que temerán y
se someterán todos los soberanos". Palabra de Dios.
SALMO RESPONSORIAL Daniel 3, 82. 83. 84. 85. 86. 87
R. Bendito seas por siempre, Señor.
Hombres todos, bendigan al Señor. Pueblo de Israel, bendice
al Señor. R.
Sacerdotes del Señor, bendigan al Señor. Siervos del Señor,
bendigan al Señor. R.
Almas y espíritus justos, bendigan al Señor. Santos y
humildes de corazón, bendigan al Señor. R.
ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIO Cfr. Lc 21, 36
R. Aleluya, aleluya.
Velen y oren, para que puedan presentarse sin temor ante el
Hijo del hombre. R. Aleluya.
EVANGELIO
[Velen para que puedan escapar de todo lo que ha de suceder.]
Del santo Evangelio según san Lucas 21, 34-36
En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: "Estén alerta,
para que los vicios, la embriaguez y las preocupaciones de
esta vida no entorpezcan su mente y aquel día los sorprenda
desprevenidos; porque caerá de repente como una trampa sobre
todos los habitantes de la tierra.
Velen, pues, y hagan oración continuamente, para que puedan
escapar de todo lo que ha de suceder y comparecer seguros ante
el Hijo del hombre". Palabra del Señor.
REFLEXIÓN: Lo repentino del “último día” implica la
vigilancia, que es la capacidad de leer, en profundidad,
los acontecimientos. Todos estamos llamados a
mantenernos en guardia, en una perseverancia activa.
Al tener presentes los últimos eventos de la gran
Historia y de nuestra pequeña historia, podremos
recibir el adecuado impulso para el testimonio y la
incesante oración. La comparecencia ante el tribunal
del Hijo del hombre ha de ser sin temor (Cfr. 1 Jn 4,
17-18), pues nos sostiene la firme esperanza de que
«estaremos siempre con el Señor» (l Tes 4, 17).
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Al venerar la memoria de la Madre de tu Hijo, te rogamos,
Señor, que la ofrenda que te presentamos nos transforme, por la
abundancia de tu gracia, en ofrenda permanente. Por Jesucristo,
nuestro Señor.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Lc 1, 49
Ha hecho en mí grandes cosas el que todo lo puede. Santo es
su nombre.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Ya que nos has concedido participar de la redención eterna, te
rogamos, Señor, que, quienes celebramos la conmemoración de
la Madre de tu Hijo, no sólo nos gloriemos de la plenitud de tu
gracia, sino que experimentemos también un continuo aumento
de salvación. Por Jesucristo, nuestro Señor.