22 miércoles
Morado
FERIA DE CUARESMA
MR p. 230 [243] / Lecc. I p. 766
ANTÍFONA DE ENTRADA Sal 68, 14
Ahora, Señor, que estás dispuesto a escucharme, respóndeme,
Dios mío, por tu amor; que tu fidelidad me ayude.
ORACIÓN COLECTA
Señor Dios, que otorgas el premio a los justos y concedes
el perdón a los pecadores que se arrepienten, ten misericordia
de quienes te dirigen sus ruegos, para que el reconocimiento
de nuestras culpas nos sirva para recibir tu perdón. Por nuestro
Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del
Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos.
PRIMERA LECTURA
[Te constituí como alianza para el pueblo, para restaurar la tierra.]
Del libro del profeta Isaías 49, 8-15
Esto dice el Señor: “En el tiempo de la misericordia te escuché,
en el día de la salvación te auxilié. Yo te formé y te he destinado para
que seas alianza del pueblo: para restaurar la tierra, para volver a
ocupar los hogares destruidos, para decir a los prisioneros: ‘Salgan’,
y a los que están en tinieblas: ‘Vengan a la luz’.
Pastarán de regreso a lo largo de todos los caminos, hallarán
pasto hasta en las dunas del desierto. No sufrirán hambre ni sed,
no los afligirá el sol ni el calor, porque el que tiene piedad de ellos
los conducirá a los manantiales. Convertiré en caminos todas las
montañas y pondrán terraplén a mis calzadas.
Miren: éstos vienen de lejos; aquéllos, del norte y el poniente, y
aquéllos otros, de la tierra de Senim.
Griten de alegría, cielos; regocíjate, tierra; rompan a
cantar, montañas, porque el Señor consuela a su pueblo y tiene
misericordia de los desamparados. Sión había dicho: ‘El Señor me
ha abandonado, el Señor me tiene en el olvido’. ¿Puede acaso una
madre olvidarse de su creatura hasta dejar de enternecerse por el
hijo de sus entrañas? Aunque hubiera una madre que se olvidara,
yo nunca me olvidaré de ti”, dice el Señor todopoderoso. Palabra
de Dios.
SALMO RESPONSORIAL del salmo 144, 8-9. 13cd-14. 17-18
R. El Señor es compasivo y misericordioso.
El Señor es compasivo y misericordioso, lento para enojarse
y generoso para perdonar. Bueno es el Señor para con todos y su
amor se extiende a todas sus creaturas. R.
El Señor es siempre fiel a sus palabras y bondadoso en todas
sus acciones. Da su apoyo el Señor al que tropieza y al agobiado
alivia. R.
Siempre es justo el Señor en sus designios y están llenas de
amor todas sus obras. No está lejos de aquellos que lo buscan; muy
cerca está el Señor, de quien lo invoca. R.
ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIO Jn 11, 25. 26
R. Honor y gloria a ti, Señor Jesús.
Yo soy la resurrección y la vida, dice el Señor; el que cree en mí,
aunque haya muerto, vivirá. R. Honor y gloria a ti, Señor Jesús.
EVANGELIO
[Como el Padre resucita a los muertos y les da vida, así el Hijo da
la vida a quien él quiere dársela.]
Del santo Evangelio según san Juan 5, 17-30
En aquel tiempo, Jesús dijo a los judíos (que lo perseguían
por hacer curaciones en sábado): “Mi Padre trabaja siempre y
yo también trabajo”. Por eso los judíos buscaban con mayor
empeño darle muerte, ya que no sólo violaba el sábado, sino que
llamaba Padre suyo a Dios, igualándose así con Dios.
Entonces Jesús les habló en estos términos: “Yo les aseguro:
El Hijo no puede hacer nada por su cuenta y sólo hace lo que le
ve hacer al Padre; lo que hace el Padre también lo hace el Hijo. El
Padre ama al Hijo y le manifiesta todo lo que hace; le manifestará
obras todavía mayores que éstas, para asombro de ustedes. Así
como el Padre resucita a los muertos y les da la vida, así también el
Hijo da la vida a quien él quiere dársela. El Padre no juzga a nadie,
porque todo juicio se lo ha dado al Hijo, para que todos honren
al Hijo, como honran al Padre. El que no honra al Hijo tampoco
honra al Padre.
Yo les aseguro que, quien escucha mi palabra y cree en el que
me envió, tiene vida eterna y no será condenado en el juicio, porque
ya pasó de la muerte a la vida.
Les aseguro que viene la hora, y ya está aquí, en que los muertos
oirán la voz del Hijo de Dios, y los que la hayan oído vivirán. Pues
así como el Padre tiene la vida en sí mismo, también le ha dado
al Hijo tener la vida en sí mismo; y le ha dado el poder de juzgar,
porque es el Hijo del hombre.
No se asombren de esto, porque viene la hora en que todos los
que yacen en la tumba oirán mi voz y resucitarán: los que hicieron
el bien para la vida; los que hicieron el mal, para la condenación.
Yo nada puedo hacer por mí mismo. Según lo que oigo, juzgo; y mi
juicio es justo, porque no busco mi voluntad, sino la voluntad del
que me envió”. Palabra del Señor.
REFLEXIÓN: Los adversarios de Jesús lo acusan de
transgresor del reposo sabático, como lo hemos venido
viendo anteriormente. Le recriminan, además, de osar
«igualarse con Dios». Jesús responde revelándoles su
íntima e indisoluble unidad con el Padre en las obras
que hace y en el poder de juzgar a todos los hombres.
Reconocer a Jesús como Hijo de Dios era ciertamente
algo difícil para los judíos. Una tal adhesión hubiera
requerido tener en cuenta las obras que probaban su
divinidad, lo mismo que renunciar a unos razonamientos
meramente humanos.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Te rogamos, Señor, que la fuerza de este sacrificio nos purifique
de nuestra antigua condición pecadora y nos haga crecer en vida
nueva y salvación. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Jn 3, 17
Dios no envió a su Hijo para condenar al mundo, sino para que
el mundo se salvara por él.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Al recibir tus celestiales dones, te rogamos, Señor, no permitas
que sea causa de condenación lo que en tu providencia diste a tus
fieles como salvación. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ORACIÓN SOBRE EL PUEBLO
Que defienda a tus siervos, Señor, la protección de tu bondad,
para que, haciendo el bien en este mundo, puedan llegar hasta ti,
que eres el sumo bien. Por Jesucristo, nuestro Señor.