22 lunes
Blanco
Fiesta,
SANTA MARÍA MAGDALENA,
«Apóstola» de los Apóstoles
MR p. 751 [775] / Lecc. III p. 84
María de Magdala, pecadora perdonada por Jesús, se dedicó a
servirlo con todo su amor. Cuando los Apóstoles huyeron, ella se
mantuvo firme al pie de la cruz del Señor, junto con la santísima
Virgen, Juan y algunas otras mujeres. Jesús recompensó
la fidelidad de Magdalena apareciéndosele especialmente
la mañana del domingo de Pascua y encargándole que les
comunicara a sus discípulos el mensaje de la resurrección.
ANTÍFONA DE ENTRADA Jn 20, 17
Dijo Jesús a María Magdalena: Ve a mis hermanos y diles:
Subo a mi Padre y su Padre, a mi Dios y su Dios.
Se dice Gloria.
ORACIÓN COLECTA
Dios nuestro, que quisiste que santa María Magdalena fuera
la primera en recibir de tu Unigénito el encargo de anunciar
el gozo pascual, concédenos por su intercesión que, siguiendo
su ejemplo, anunciemos a Cristo resucitado y merezcamos
contemplarlo reinando en el cielo. Él, que vive y reina contigo
en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los
siglos.
PRIMERA LECTURA
[Al que nunca cometió pecado, Dios lo hizo "pecado" por nosotros.]
De la segunda carta del apóstol san Pablo a los corintios 5, 14-21
Hermanos: El amor de Cristo nos apremia, al pensar que si
uno murió por todos, todos murieron. Cristo murió por todos
para que los que viven ya no vivan para sí mismos, sino para
aquel que murió y resucitó por ellos.
Por eso nosotros ya no juzgamos a nadie con criterios
humanos. Si alguna vez hemos juzgado a Cristo con tales
criterios, ahora ya no lo hacemos. El que vive según Cristo es
una creatura nueva; para él todo lo viejo ha pasado; ya todo es
nuevo. Palabra de Dios.
SALMO RESPONSORIAL del salmo 62, 2, 3-4, 5-6, 8-9
R. Señor, mi alma tiene sed de ti.
Señor, tú eres mi Dios, a ti te busco; de ti sedienta está mi alma.
Señor, todo mi ser te añora, como el suelo reseco añora el agua. R.
Para admirar tu gloria y tu poder, anhelo contemplarte en
el santuario. Pues mejor es tu amor que la existencia; siempre,
Señor, te alabarán mis labios. R.
Podré así bendecirte mientras viva y levantar en oración mis
manos. De lo mejor se saciará mi alma; te alabaré con júbilo en
los labios. R.
Fuiste mi auxilio y a tu sombra, canté lleno de gozo. A ti se
adhiere mi alma y tu diestra me da seguro apoyo. R.
ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIO
R. Aleluya, aleluya.
¿Qué has visto de camino, María en la mañana? A mi Señor
glorioso, la tumba abandonada. R. Aleluya.
EVANGELIO
[Mujer, ¿por qué estás llorando? ¿A quién buscas?]
Del santo Evangelio según san Juan 20, 1-2. 11-18
El primer día después del sábado, estando todavía oscuro,
fue María Magdalena al sepulcro y vio removida la piedra
que lo cerraba. Echó a correr, llegó a la casa donde estaban
Simón Pedro y el otro discípulo, a quien Jesús amaba, y les dijo:
"Se han llevado del sepulcro al Señor y no sabemos dónde lo
habrán puesto".
María se había quedado llorando junto al sepulcro de Jesús.
Sin dejar de llorar, se asomó al sepulcro y vio dos ángeles
vestidos de blanco, sentados en el lugar donde había estado el
cuerpo de Jesús, uno en la cabecera y el otro junto a los pies.
Los ángeles le preguntaron: "¿Por qué estás llorando, mujer?"
Ella les contestó: "Porque se han llevado a mi Señor y no sé
dónde lo habrán puesto".
Dicho esto, miró hacia atrás y vio a Jesús de pie, pero no
sabía que era Jesús. Entonces él le dijo: "Mujer, ¿por qué estás
llorando? ¿A quién buscas?" Ella, creyendo que era el jardinero, le
respondió: "Señor, si tú te lo llevaste, dime dónde lo has puesto".
Jesús le dijo: "¡María!" Ella se volvió y exclamó: "¡Rabbuní!",
que en hebreo significa 'maestro'. Jesús le dijo: "Déjame ya,
porque todavía no he subido al Padre. Ve a decir a mis hermanos:
'Subo a mi Padre y su Padre, a mi Dios y su Dios' ".
María Magdalena se fue a ver a los discípulos para decirles que
había visto al Señor y para darles su mensaje. Palabra del Señor.
REFLEXIÓN: Jesús escogió entre sus discípulos
a doce hombres, «para que estuvieran con él, y para
enviarlos a predicar» (Mc 3, 14-l5). Pero, además de
los Doce –columnas de la Iglesia y padres del nuevo
pueblo de Dios– fueron escogidas también muchas
mujeres en el grupo de los discípulos, entre las que
destaca la figura de María Magdalena (Cfr. Lc 8, 2-3),
que no sólo estuvo presente en la Pasión, sino que
se convirtió también en el primer testigo y heraldo
del Resucitado (Cfr. Jn 20, 1. 11-18). Precisamente
a María Magdalena santo Tomás de Aquino le da
el singular calificativo de “apóstol de los Apóstoles”
dedicándole un bello comentario: “Del mismo modo
que una mujer había anunciado al primer hombre
palabras de muerte, así también una mujer fue la
primera en anunciar a los Apóstoles palabras de vida”
(Super Ioannem, ed. Cai, § 2519). No se puede olvidar
su testimonio, como dijo el mismo Jesús cuando
ella le ungió la cabeza poco antes de la Pasión: «Les
aseguro: que en cualquier parte del mundo donde se
anuncie la buena noticia, será recordada esta mujer
y lo que ha hecho» (Mc 14, 9; Mt 26, 13) [Sintetizado
de: B XVI, Audiencia, 14-II-2007].
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Acepta, Señor, los dones que te presentamos en la
conmemoración de santa María Magdalena, con el mismo
agrado con el que tu Unigénito aceptó su homenaje de amor.
Él, que vive y reina por los siglos de los siglos.
PREFACIO María Magdalena: «´Apóstola’ de los Apóstoles».
En verdad es justo y necesario, es nuestro deber y salvación,
aclamarte siempre, Padre todopoderoso, de quien la misericordia
no es menor que el poder, por Cristo, Señor nuestro.
El cual se apareció visiblemente en el huerto a María
Magdalena, pues ella lo había amado en vida, lo había visto morir
en la cruz, lo buscaba yacente en el sepulcro, y fue la primera en
adorarlo resucitado de entre los muertos; y él la honró ante los
apóstoles con el oficio del apostolado para que la buena noticia de
la vida nueva llegase hasta los confines del mundo.
Por eso, Señor, nosotros, llenos de alegría, te aclamamos con
los ángeles y con todos los santos, diciendo: Santo, Santo, Santo…
ANTIFONA DE LA COMUNION 2 Cor 5, 14-15
El amor de Cristo nos apremia a que no vivamos para nosotros
mismos, sino sólo para él, que por nosotros murió y resucitó.
ORACION DESPUES DE LA COMUNION
Señor, que la santa recepción de tu sacramento, infunda
en nosotros aquel amor perseverante con el que santa María
Magdalena estuvo siempre unida a Cristo, su maestro. Él, que
vive y reina por los siglos de los siglos.
ACTIVIDAD DIOCESANA
Jubileo Circular: Lunes 22, Martes 23 y Miércoles
24: Nuestra Señora Consuelo de los Afligidos, Santa
Vicenta María López y Vicuña, La Sagrada Familia
(Agua Blanca), Santa Rosa de Lima, Evangelizadora
de América, Nuestra Señora De Guadalupe (Puente
de Camotlán), Inmaculada Concepción (Plan de
Barrancas), Nuestra Señora de Talpa (Villa De
Guadalupe).