22 jueves
Blanco
FERIA DE PASCUA
MR p. 360 [365] / Lecc. I p 892
ANTÍFONA DE ENTRADA Cfr. Éx 15, 1-2
Cantemos al Señor, pues su victoria es grande. Mi fortaleza y mi
alabanza es el Señor, él es mi salvación. Aleluya.
ORACIÓN COLECTA
Dios todopoderoso y eterno, concédenos aprovechar bien los
dones de tu bondad en estos días en que, por gracia tuya, la hemos
experimentado más plenamente, para que, libres de las tinieblas del
error, nos hagas estar adheridos firmemente a tu verdad. Por nuestro
Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del
Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos.
PRIMERA LECTURA
[Aquí hay agua. ¿Hay alguna dificultad para que me bautices?]
Del libro de los Hechos de los Apóstoles 8, 26-40
En aquellos días, un ángel del Señor le dijo a Felipe: “Levántate
y toma el camino del sur, que va de Jerusalén a Gaza y que es poco
transitado”. Felipe se puso en camino. Y sucedió que un etíope, alto
funcionario de Candaces, reina de Etiopía, y administrador de sus
tesoros, que había venido a Jerusalén para adorar a Dios, regresaba
en su carro, leyendo al profeta Isaías.
Entonces el Espíritu le dijo a Felipe: “Acércate y camina junto
a ese carro”. Corrió Felipe, y oyendo que el hombre leía al profeta
Isaías, le preguntó: “¿Entiendes lo que estás leyendo?” Él le contestó: “¿Cómo voy a entenderlo, si nadie me lo explica?” Entonces
invitó a Felipe a subir y a sentarse junto a él.
El pasaje de la Escritura que estaba leyendo, era éste: Como oveja fue llevado a la muerte; como cordero que no se queja frente al
que lo trasquila, así él no abrió la boca. En su humillación no se le
hizo justicia. ¿Quién podrá hablar de su descendencia, puesto que
su vida ha sido arrancada de la tierra’?
El etíope le preguntó a Felipe: “Dime, por favor: ¿De quién dice
esto el profeta, de sí mismo o de otro?” Felipe comenzó a hablarle y
partiendo de aquel pasaje, le anunció el Evangelio de Jesús. Siguieron adelante, llegaron a un sitio donde había agua y dijo el etíope:
“Aquí hay agua. ¿Hay alguna dificultad para que me bautices?” Felipe le contestó: “Ninguna, si crees de todo corazón”. Respondió el
etíope: “Creo que Jesús es el Hijo de Dios”. Mandó parar el carro,
bajaron los dos al agua y Felipe lo bautizó.
Cuando salieron del agua, el Espíritu del Señor arrebató a Felipe.
El etíope ya no lo vio más y prosiguió su viaje, lleno de alegría. En
cuanto a Felipe, se encontró en la ciudad de Azoto y evangelizaba
los poblados que encontraba a su paso, hasta que llegó a Cesarea.
Palabra de Dios.
SALMO RESPONSORIAL del salmo 65, 8-9. 16-17. 20
R. Tu salvación, Señor, es para todos. Aleluya.
Naciones, bendigan a nuestro Dios, hagan resonar sus alabanzas,
porque él nos ha devuelto la vida y no dejó que tropezaran nuestros
pies. R.
Cuantos temen a Dios, vengan y escuchen, y les diré lo que ha
hecho por mí; a él dirigí mis oraciones y mi lengua le cantó alabanzas. R.
Bendito sea Dios, que no rechazó mi súplica, ni me retiró su gracia.
R.
ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIO Jn 6, 51
R. Aleluya, aleluya.
Yo soy el pan vivo que ha bajado del cielo, dice el Señor; el que
coma de este pan vivirá para siempre. R. Aleluya.
EVANGELIO
[Yo soy el pan vivo, que ha bajado del cielo.]
Del santo Evangelio según san Juan 6, 44-51
En aquel tiempo, Jesús dijo a los judíos: “Nadie puede venir a
mí, si no lo atrae el Padre, que me ha enviado; y a ése yo lo
resucitaré el último día. Está escrito en los profetas: Todos serán
discípulos de Dios. Todo aquel que escucha al Padre y aprende de
él, se acerca a mí. No es que alguien haya visto al Padre, fuera de
aquel que procede de Dios. Ese sí ha visto al Padre.
Yo les aseguro: el que cree en mí, tiene vida eterna. Yo soy el pan
de la vida. Sus padres comieron el maná en el desierto y sin embargo, murieron. Este es el pan que ha bajado del cielo para que, quien
lo coma, no muera. Yo soy el pan vivo que ha bajado del cielo; el
que coma de este pan vivirá para siempre, y el pan que yo les voy a
dar es mi carne para que el mundo tenga vida”. Palabra del Señor.
REFLEXIÓN: • El diácono Felipe es enviado por un ángel
a encontrar a un ministro de Candaces, reina de Etiopía, que
regresa de una peregrinación a Jerusalén. Felipe lo instruye
a partir de la profecía de Isaías acerca del «Siervo Sufriente del Señor», sobre la cual el funcionario venía reflexionando en su carruaje, sin lograr comprenderla (Cfr. Is 53, 7-8).
Están aquí presentes todos los elementos necesarios para
el bautismo: la palabra de Felipe, la fe del convertido y el
agua. El bautismo del etíope es, así, un nuevo paso hacia la
comprensión del universalismo de la salvación en Cristo...
• En este trozo del discurso eucarístico Jesús afirma, una
vez más, que es Él el «pan de la vida», el «pan vivo bajado del
cielo», el «pan que da la vida eterna» a quien lo recibe con la
debida disposición. Todas estas densas frases son auténticas
“auto-revelaciones” de su condición divina. Recibir con dignidad y provecho la Eucaristía requiere como requisito previo
la fe, a fin de entrar en intimidad con Jesús, el Hijo de Dios,
muerto por nuestra salvación y resucitado para nuestra justificación (Cfr. Rom 4, 25).
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Dios nuestro, que por el santo valor de este sacrificio nos hiciste participar de tu misma y gloriosa vida divina, concédenos que,
así como hemos conocido tu verdad, de igual manera vivamos de
acuerdo con ella. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN 2 Cor 5, 15
Cristo murió por todos, para que los que viven ya no vivan para
sí mismos, sino para él, que murió y resucitó por ellos. Aleluya.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Señor, muéstrate benigno con tu pueblo, y ya que te dignaste
alimentarlo con los misterios celestiales, hazlo pasar de su antigua
condición de pecado a una vida nueva. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ACTIVIDAD DIOCESANA
Jubileo circular: Jueves 22, Viernes 23 y Sábado 24: María
Reina del Palomar, La Santa Cruz (Col. El Campesino), San
Maximiliano María Kolbe (Las Juntas), El Señor del Encino,
Ntra. Sra. de la Caridad del Cobre, María Auxiliadora (Tlaquepaque), Santiago Apóstol (Ameca), San José Casas Caídas.