6 domingo
Morado
V DOMINGO DE CUARESMA
MR p. 235 [247] / Lecc. I p.305. LH Semana I del Salterio.
En este domingo se celebra el tercer escrutinio preparatorio para el Bautismo de los
catecúmenos que van a ser admitidos a los sacramentos de la Iniciación Cristiana en
la Vigilia Pascual. Se emplean las oraciones e intercesiones propias, que aparecen
en las pp. 940-941 [979-980].
ANTÍFONA DE ENTRADA Sal 42, 1-2
Señor, hazme justicia. Defiende mi causa contra la gente sin piedad, sálvame del
hombre traidor y malvado, tú que eres mi Dios y mi defensa.
No se dice Gloria.
ORACIÓN COLECTA
Te rogamos, Señor Dios nuestro, que, con tu auxilio, avancemos animosamente
hacia aquel grado de amor con el que tu Hijo, por la salvación del mundo, se entregó
a la muerte. Él, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios
por los siglos de los siglos.
PRIMERA LECTURA
[Yo realizaré algo nuevo y daré de beber a mi pueblo.]
Del libro del profeta Isaías 43, 16-21
Esto dice el Señor, que abrió un camino en el mar y un sendero en las aguas
impetuosas, el que hizo salir a la batalla a un formidable ejército de carros y caballos,
que cayeron y no se levantaron, y se apagaron como una mecha que se extingue:
“No recuerden lo pasado ni piensen en lo antiguo; yo voy a realizar algo nuevo.
Ya está brotando. ¿No lo notan? Voy a abrir caminos en el desierto y haré que corran
los ríos en la tierra árida. Me darán gloria las bestias salvajes, los chacales y las
avestruces, porque haré correr agua en el desierto, y ríos en el yermo, para apagar
la sed de mi pueblo escogido. Entonces el pueblo que me he formado proclamará
mis alabanzas”. Palabra de Dios.
SALMO RESPONSORIAL del salmo 125
R. Grandes cosas has hecho por nosotros, Señor.
Cuando el Señor nos hizo volver del cautiverio, creíamos soñar; entonces no
cesaba de reír nuestra boca, ni se cansaba entonces la lengua de cantar. R.
Aun los mismos paganos con asombro decían: “¡Grandes cosas ha hecho por
ellos el Señor!” Y estábamos alegres, pues ha hecho grandes cosas por su pueblo
el Señor. R.
Como cambian los ríos la suerte del desierto, cambia también ahora nuestra suerte,
Señor, y entre gritos de júbilo cosecharán aquellos que siembran con dolor. R.
Al ir, iban llorando, cargando la semilla; al regresar, cantando vendrán con sus
gavillas. R.
SEGUNDA LECTURA
[Todo lo considero como basura, con tal de asemejarme a Cristo en su muerte.]
De la carta del apóstol san Pablo a los filipenses 3, 7-14
Hermanos: Todo lo que era valioso para mí, lo consideré sin valor a causa de
Cristo. Más aún pienso que nada vale la pena en comparación con el bien supremo,
que consiste en conocer a Cristo Jesús, mi Señor, por cuyo amor he renunciado a
todo, y todo lo considero como basura, con tal de ganar a Cristo y de estar unido
a él, no porque haya obtenido la justificación que proviene de la ley, sino la que
procede de la fe en Cristo Jesús, con la que Dios hace justos a los que creen.
Y todo esto, para conocer a Cristo, experimentar la fuerza de su resurrección,
compartir sus sufrimientos y asemejarme a él en su muerte, con la esperanza de
resucitar con él de entre los muertos.
No quiero decir que haya logrado ya ese ideal o que sea ya perfecto, pero me
esfuerzo en conquistarlo, porque Cristo Jesús me ha conquistado. No, hermanos,
considero que todavía no lo he logrado. Pero eso sí, olvido lo que he dejado atrás,
y me lanzo hacia adelante, en busca de la meta y del trofeo al que Dios, por medio
de Cristo Jesús, nos llama desde el cielo. Palabra de Dios.
ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIO Joel 2, 12-13
R. Honor y gloria a ti, Señor Jesús.
Todavía es tiempo, dice el Señor. Conviértanse a mi de todo corazón, porque soy
compasivo y misericordioso. R. Honor y gloria a ti, Señor Jesús.
EVANGELIO
[Aquel de ustedes que no tenga pecado, que le tire la primera piedra.]
Del santo Evangelio según san Juan 8, 1-11
En aquel tiempo, Jesús se retiró al monte de los Olivos y al amanecer se
presentó de nuevo en el templo, donde la multitud se le acercaba; y él, sentado
entre ellos, les enseñaba.
Entonces los escribas y fariseos le llevaron a una mujer sorprendida en adulterio,
y poniéndola frente a él, le dijeron: “Maestro, esta mujer ha sido sorprendida en
flagrante adulterio. Moisés nos manda en la ley apedrear a estas mujeres. ¿Tú qué
dices?”
Le preguntaban esto para ponerle una trampa y poder acusarlo. Pero Jesús se
agachó y se puso a escribir en el suelo con el dedo. Pero como insistían en su
pregunta, se incorporó y les dijo: “Aquel de ustedes que no tenga pecado, que le
tire la primera piedra”. Se volvió a agachar y siguió escribiendo en el suelo.
Al oír aquellas palabras, los acusadores comenzaron a escabullirse uno tras otro,
empezando por los más viejos, hasta que dejaron solos a Jesús y a la mujer, que
estaba de pie, junto a él.
Entonces Jesús se enderezó y le preguntó: “Mujer, ¿dónde están los que te
acusaban? ¿Nadie te ha condenado?” Ella le contestó: “Nadie, Señor”. Y Jesús le
dijo: “Tampoco yo te condeno. Vete y ya no vuelvas a pecar”. Palabra del Señor.
Se dice Credo.
ORACIÓN DE LOS FIELES:
Pidamos la misericordia del Señor para que –compadecido de su
pueblo– escuche nuestras plegarias:
1. Para que el Redentor del mundo, que se entregó a la muerte
para vivificar a su pueblo, libere a la Iglesia de todo mal, roguemos
al Señor.
2. Para que el Redentor del mundo, que oró en la cruz por quienes
lo crucificaban, interceda ante el Padre por los pecadores, roguemos
al Señor.
3. Para que el Redentor del mundo, que experimentó en la cruz el
sufrimiento y la angustia, se compadezca de los que sufren, les dé
fortaleza y ponga fin a sus dolores, roguemos al Señor.
4. Para que el Redentor del mundo a nosotros que en estos días
nos disponemos a recordar con veneración su Cruz, nos reconforte
con la fuerza de su Resurrección, roguemos al Señor.
Dios de bondad, que enviaste a tu Hijo al mundo no para condenarlo,
sino para salvarlo, perdona nuestras culpas y haz que renazca en
nuestros corazones la alegría de una vida nueva. Por Jesucristo,
nuestro Señor.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Escúchanos, Dios todopoderoso, y concede a tus siervos, en quienes infundiste
la sabiduría de la fe cristiana, quedar purificados, por la eficacia de este sacrificio.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
PREFACIO: I o II de Cuaresma pp.492-493 [493-494].
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Cfr. Jn 11, 26
Todo el que está vivo y cree en mí, no morirá para siempre, dice el Señor.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Te rogamos, Dios todopoderoso, que podamos contarnos siempre entre los
miembros de aquel cuyo Cuerpo y Sangre acabamos de comulgar. Él, que vive y
reina por los siglos de los siglos.
ORACIÓN SOBRE EL PUEBLO
Bendice, Señor, a tu pueblo, que espera los dones de tu misericordia, y concédele
recibir de tu mano generosa lo que tú mismo lo mueves a pedir. Por Jesucristo,
nuestro Señor.