24 miércoles
Morado
FERIA MAYOR DE ADVIENTO,
En la Misa Matutina
MR p. 157 [173] / Lecc I p. 418
ANTÍFONA DE ENTRADA Cfr. Gál 4,4
He aquí que llega ya la plenitud de los tiempos, cuando Dios
envió a su Hijo a la tierra.
ORACIÓN COLECTA
Apresúrate, Señor Jesús, no tardes más, para que, a quienes
confiamos en tu bondad, nos reanime el consuelo de tu venida. Tú
que vives y reinas con el Padre en la unidad del Espíritu Santo y
eres Dios por los siglos de los siglos.
PRIMERA LECTURA
[El reino de David permanecerá para siempre en presencia del
Señor.]
Del segundo libro de Samuel 7, 1-5. 8-12. 14a. 16
Tan pronto como el rey David se instaló en su palacio y el Señor
le concedió descansar de todos los enemigos que lo rodeaban, el rey
dijo al profeta Natán: “¿Te has dado cuenta de que yo vivo en una
mansión de cedro, mientras el arca de Dios sigue alojada en una
tienda de campaña?” Natán le respondió: “Anda y haz todo lo que
te dicte el corazón, porque el Señor está contigo”.
Aquella misma noche habló el Señor a Natán y le dijo: “Ve y
dile a mi siervo David que el Señor le manda decir esto: ‘¿Piensas
que vas a ser tú el que me construya una casa para que yo habite
en ella? Yo te saqué de los apriscos y de andar tras las ovejas, para
que fueras el jefe de mi pueblo, Israel. Yo estaré contigo en todo
lo que emprendas, acabaré con tus enemigos y te haré tan famoso
como los hombres más famosos de la tierra.
Le asignaré un lugar a mi pueblo, Israel; lo plantaré allí para que
habite en su propia tierra. Vivirá tranquilo y sus enemigos ya no lo
oprimirán más, como lo han venido haciendo desde los tiempos en
que establecí jueces para gobernar a mi pueblo, Israel. Y a ti, David,
te haré descansar de todos tus enemigos.
Además, yo, el Señor, te hago saber que te daré una dinastía; y
cuando tus días se hayan cumplido y descanses para siempre con tus
padres, engrandeceré a tu hijo, sangre de tu sangre, y consolidaré su
reino. Yo seré para él un padre y él será para mí un hijo. Tu casa y
tu reino permanecerán para siempre ante mí, y tu trono será estable
eternamente’ “. Palabra de Dios.
SALMO RESPONSORIAL del salmo 88
R. Proclamaré sin cesar la misericordia del Señor.
Proclamaré sin cesar la misericordia del Señor y daré a conocer
que su fidelidad es eterna, pues el Señor ha dicho: “Mi amor es para
siempre y mi lealtad, más firme que los cielos. R.
Un juramento hice a David, mi servidor, una alianza pacté con
mi elegido: ‘Consolidaré tu dinastía para siempre y afianzaré tu
trono eternamente’. R.
Él me podrá decir: ‘Tú eres mi padre, el Dios que me protege y
que me salva’. Yo jamás le retiraré mi amor, ni violaré el juramento
que le hice”. R.
ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIO
R. Aleluya, aleluya.
Sol refulgente de justicia y esplendor de la luz eterna, ven a
iluminar a los que yacen en las tinieblas y en las sombras de la
muerte. R. Aleluya.
EVANGELIO
[Nos visitará el sol que nace de lo alto.]
Del santo Evangelio según san Lucas 1, 67-79
En aquel tiempo, Zacarías, padre de Juan, lleno del Espíritu
Santo, profetizó diciendo: “Bendito sea el Señor, Dios de Israel,
porque ha visitado y redimido a su pueblo, y ha hecho surgir en favor
nuestro un poderoso salvador en la casa de David, su siervo. Así
lo había anunciado desde antiguo, por boca de sus santos profetas:
que nos salvaría de nuestros enemigos y de las manos de todos los
que nos aborrecen, para mostrar su misericordia a nuestros padres
y acordarse de su santa alianza.
El Señor juró a nuestro padre Abraham concedernos que, libres ya
de nuestros enemigos, lo sirvamos sin temor, en santidad y justicia
delante de él, todos los días de nuestra vida.
Y a ti, niño, te llamarán profeta del Altísimo, porque irás delante
del Señor a preparar sus caminos y a anunciar a su pueblo la
salvación, mediante el perdón de los pecados.
Por la entrañable misericordia de nuestro Dios, nos visitará el
sol que nace de lo alto, para iluminar a los que viven en tinieblas y
en sombras de muerte, para guiar nuestros pasos por el camino de
la paz”. Palabra del Señor.
REFLEXIÓN: Después de haber estado mudo por
largo tiempo, el anciano Zacarías recobra el habla
y ahora, diríamos, “presta” de buen grado su voz al
Espíritu Santo. En el «Benedictus» –un canto lleno de
optimismo gracias a la presencia redentora de Dios
en favor del hombre– Zacarías bendice y da gracias
al Señor por el cumplimiento de sus promesas. Signo
de esa fidelidad es el nacimiento de Juan, su hijo. La
intervención del precursor abre así paso al Salvador,
a quien celebraremos en la “Nochebuena”, y que nos
brinda una gozosa y esperanzadora visión del futuro.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Acepta benignamente, Señor, los dones que te presentamos, para
que, al recibirlos, quedemos limpios de pecado y merezcamos estar
listos, con el alma purificada, para recibir la venida gloriosa de tu
Hijo. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Lc 1, 68
Bendito sea el Señor Dios de Israel, porque ha visitado y redimido
a su pueblo.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Renovados por este admirable don tuyo, concédenos Señor,
que, así como hemos preparado la fiesta del admirable nacimiento
de tu Hijo, de la misma manera alcancemos un día, gozosos, los
premios eternos. Él, que vive y reina por los siglos de los siglos.




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