24 martes
Verde / Blanco
Feria
o NUESTRA SEÑORA DE LA MERCED
Misas de la Virgen María,
[Conferencia Episcopal Española I]
N° 43 p. 194 / Lecc. II p. 820
Entre las familias religiosas dedicadas con vínculo especial
a la Madre de Cristo, se cuenta la Orden de Nuestra Señora,
la Virgen María de la Merced, que fundó san Pedro Nolasco
(+1256) para la redención de los cautivos cristianos, el
año 1218, en Barcelona, después de haber consultado a san
Raimundo de Peñafort (+1275) y a Jaime I (+1276), rey de
Aragón. La santísima Virgen es venerada con el título «de la
Merced» sobre todo en los territorios de Aragón y Cataluña y
en muchos lugares de la América latina. Los textos de esta misa
se han tomado del Proprium missarum Ordinis beatae Mariae
Virginis de Mercede, Curia General de la Orden, Roma 1976,
pp. 26-28. 50.
ANTÍFONA DE ENTRADA Lc 1, 46a. 54-55a
Proclama mi alma la grandeza del Señor, porque auxilia a
Israel, su siervo, acordándose de la misericordia, como lo había
prometido a nuestros padres.
ORACIÓN COLECTA
Padre misericordioso, que enviaste al mundo a tu Hijo
Jesucristo, Redentor de los hombres, con la maternal cooperación
de la Virgen María, concede a cuantos la invocamos con el
título de la Merced mantenernos en la verdadera libertad de
hijos que Cristo Señor nos mereció con su sacrificio, y ofrecerla
incansablemente a todos los hombres. Por nuestro Señor
Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del
Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos.
PRIMERA LECTURA
[Diversas sentencias del libro de los Proverbios.]
Del libro de los Proverbios 21, 1-6. 10-13
Como agua de riego es el corazón del rey en manos del Señor:
él lo dirige a donde quiere. Al hombre le parece bueno todo lo
que hace, pero el Señor es quien juzga las intenciones.
Proceder con rectitud y con justicia es más grato al Señor que
los sacrificios. Tras los ojos altaneros hay un corazón arrogante;
la maldad del pecador brilla en su mirada.
Los proyectos del diligente conducen a la abundancia, en
cambio el perezoso no sale de la pobreza. Los tesoros ganados
con mentira se deshacen como el humo y llevan a la muerte.
El malvado busca siempre el mal y nunca se apiada de su
prójimo. Cuando se castiga al arrogante, el sencillo aprende;
cuando se amonesta al sabio, crece su ciencia.
El Señor observa el proceder de los malvados y acaba por
precipitarlos en la desgracia. Quien cierra los oídos a las súplicas
del pobre clamará también, pero nadie le responderá. Palabra
de Dios.
SALMO RESPONSORIAL del salmo 118, 1. 27. 30. 34. 35. 44
R. Enséñame, Señor, a cumplir tu voluntad.
Dichoso el hombre de conducta intachable, que cumple la ley
del Señor. Dame nueva luz paira conocer tu ley y para meditar
las maravillas de tu amor. R.
He escogido el camino de la lealtad a tu voluntad y a tus
mandamientos. Enséñame a cumplir tu voluntad y a guardarla
de todo corazón. R.
Guíame por la senda de tu ley, que es lo que quiero. Cumpliré
tu voluntad sin cesar y para siempre. R.
ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIO Lc 11, 28
R. Aleluya, aleluya.
Dichosos los que escuchan la palabra de Dios y la ponen en
práctica, dice el Señor. R. Aleluya.
EVANGELIO
[Mi madre y mis hermanos son aquellos que escuchan la palabra
de Dios y la ponen en práctica.]
Del santo Evangelio según san Lucas 8, 19-21
En aquel tiempo, fueron a ver a Jesús su madre y sus
parientes, pero no podían llegar hasta donde él estaba
porque había mucha gente. Entonces alguien le fue a decir: "Tu
madre y tus hermanos están allá afuera y quieren verte". Pero él
respondió: "Mi madre y mis hermanos son aquellos que escuchan
la palabra de Dios y la ponen en práctica". Palabra del Señor.
REFLEXIÓN: Respondiendo a los que le avisaban
de la presencia de su madre y de sus parientes, Jesús
define a quienes vendrán a ser parte de su «familia», a
partir de la nueva realidad inaugurada con la llegada
del Reino. Superando el parentesco meramente
natural, Cristo declara que los requisitos exigidos
son dos: escuchar la palabra de Dios y luego ponerla
en práctica. Y en ambas cosas un modelo acabado
fue María, su primera y mejor discípula. Este «nuevo
parentesco» no es un menosprecio hacia su madre,
sino más bien una implícita y muy preciada alabanza.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Recibe, Señor, las ofrendas de tu pueblo, que celebra la obra
de la inmensa caridad de Cristo, y confírmanos en el amor a ti
y al prójimo, con el ejemplo de la gloriosa Virgen María. Por
Jesucristo, nuestro Señor.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Jn 2, 5
La madre de Jesús dijo a los sirvientes: «Hagan lo que Él les diga».
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Recibido el sacramento de la redención y de la vida, te
pedimos, Señor, por intercesión de la Virgen María de la
Merced, nuestra Madre amantísima y celestial Patrona, que nos
concedas cooperar más intensamente al misterio de la salvación
de los hombres, y ser admitidos en la gloria de tu Reino. Por
Jesucristo, nuestro Señor.