10 viernes
Morado
FERIA DE CUARESMA
o BEATO MATEO ELÍAS DEL SOCORRO
NIEVES DEL CASTILLO,
Presbítero y Mártir Mexicano
MR p. 214 y 885 [226 y 924] / Lecc. I p. 731
ANTÍFONA DE ENTRADA Sal 30, 2. 5
En ti, Señor, he puesto mi confianza, que no quede yo nunca
defraudado; sácame de la trampa que me han tendido, porque tú
eres mi amparo.
ORACIÓN COLECTA
Dios omnipotente y misericordioso, que concediste al Beato
Mateo Elías del Socorro Nieves del Castillo luchar por la justicia
hasta la muerte, haz que, por su intercesión, soportemos por tu
amor todas las adversidades y corramos esforzadamente hacia ti,
pues sólo tú eres la vida. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que
vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por
los siglos de los siglos.
PRIMERA LECTURA
[Ahí viene ese soñador; démosle muerte.]
Del libro del Génesis 37, 3-4. 12-13. 17-28
Jacob amaba a José más que a todos sus demás hijos, porque lo
había engendrado en la ancianidad. A él le había hecho una túnica
de amplias mangas. Sus hermanos, viendo que lo amaba más que a
todos ellos, llegaron a odiarlo, al grado de negarle la palabra.
Un día en que los hermanos de José llevaron a Siquem los
rebaños de su padre, Jacob le dijo a José: “Tus hermanos apacientan
mis rebaños en Siquem. Te voy a enviar allá”. José fue entonces
en busca de sus hermanos y los encontró en Dotán. Ellos lo vieron
de lejos, y antes de que se les acercara, conspiraron contra él para
matarlo y se decían unos a otros: “Ahí viene ese soñador. Démosle
muerte; lo arrojaremos en un pozo y diremos que una fiera lo
devoró. Vamos a ver de qué le sirven sus sueños”.
Rubén oyó esto y trató de liberarlo de manos de sus hermanos,
diciendo: “No le quiten la vida, ni derramen su sangre. Mejor
arrójenlo en ese pozo que está en el desierto y no se manchen las
manos”. Eso lo decía para salvar a José y devolverlo a su padre.
Cuando llegó José a donde estaban sus hermanos, éstos lo
despojaron de su túnica y lo arrojaron a un pozo sin agua. Luego
se sentaron a comer, y levantando los ojos, vieron a lo lejos una
caravana de ismaelitas, que venían de Galaad, con los camellos
cargados de especias, resinas, bálsamo y láudano, y se dirigían a
Egipto. Judá dijo entonces a sus hermanos: “¿Qué ganamos con
matar a nuestro hermano y ocultar su muerte? Vendámoslo a los
ismaelitas y no mancharemos nuestras manos. Después de todo,
es nuestro hermano y de nuestra misma sangre”. Y sus hermanos
le hicieron caso. Sacaron a José del pozo y se lo vendieron a los
mercaderes por veinticinco monedas de plata. Los mercaderes se
llevaron a José a Egipto. Palabra de Dios.
SALMO RESPONSORIAL del salmo 104, 16-17.18-19.20-21
R. Recordemos las maravillas que hizo el Señor.
Cuando el Señor mandó el hambre sobre el país y acabó con
todas las cosechas, ya había enviado por delante a un hombre: a
José, vendido como esclavo. R.
Le trabaron los pies con grilletes y rodearon su cuerpo con
cadenas, hasta que se cumplió su predicción y Dios lo acreditó con
su palabra. R.
El rey mandó que lo soltaran, el jefe de esos pueblos lo libró, lo
nombró administrador de su casa y señor de todas sus posesiones. R.
ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIO Jn 3, 16
R. Honor y gloria a ti, Señor Jesús.
Tanto amó Dios al mundo, que le entregó a su Hijo único, para
que todo el que crea en él tenga vida eterna. R. Honor y gloria a
ti, Señor Jesús.
EVANGELIO
[Este es el heredero, vamos a matarlo.]
Del santo Evangelio según san Mateo 21, 33-43. 45-46
En aquel tiempo, Jesús dijo a los sumos sacerdotes y a los
ancianos del pueblo esta parábola: “Había una vez un
propietario que plantó un viñedo, lo rodeó con una cerca, cavó un
lagar en él, construyó una torre para el vigilante y luego la alquiló
a unos viñadores y se fue de viaje.
Llegado el tiempo de la vendimia, envió a sus criados para pedir
su parte de los frutos a los viñadores; pero éstos se apoderaron
de los criados, golpearon a uno, mataron a otro, y a otro más lo
apedrearon. Envió de nuevo a otros criados, en mayor número que
los primeros, y los trataron del mismo modo.
Por último, les mandó a su propio hijo, pensando: ‘A mi hijo lo
respetarán’. Pero cuando los viñadores lo vieron, se dijeron unos a
otros: ‘Este es el heredero. Vamos a matarlo y nos quedaremos con
su herencia’. Le echaron mano, lo sacaron del viñedo y lo mataron.
Ahora díganme: Cuando vuelva el dueño del viñedo, ¿qué hará
con esos viñadores?” Ellos le respondieron: “Dará muerte terrible
a esos desalmados y arrendará el viñedo a otros viñadores, que le
entreguen los frutos a su tiempo”.
Entonces Jesús les dijo: “¿No han leído nunca en la Escritura:
La piedra que desecharon los constructores, es ahora la piedra
angular. Esto es obra del Señor y es un prodigio admirable?
Por esta razón les digo que les será quitado a ustedes el Reino
de Dios y se le dará a un pueblo que produzca sus frutos”.
Al oír estas palabras, los sumos sacerdotes y los fariseos
comprendieron que Jesús las decía por ellos y quisieron
aprehenderlo, pero tuvieron miedo a la multitud, pues era tenido
por un profeta. Palabra del Señor.
REFLEXIÓN: El símbolo de la viña se remonta a
Isaías (capítulo 5) y es muy utilizado para indicar el
destino del pueblo elegido (Cfr. Os 10, 1). Bajo forma de
parábola –cuyo epicentro son los viñadores que matan
al Hijo– Jesús traza un compendio de toda la historia
de la salvación. San Mateo insiste mucho en esto:
precisamente cuando este «Hijo» es “descartado” por los
notables (Cfr. Sal 117, 22). Y es entonces cuando es
aceptado por los pobres, los pecadores y los paganos,
convirtiéndose en «piedra angular» de la Iglesia. Esta
Buena Nueva, desgraciadamente, también podría ser
rechazada por cada uno de nosotros.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Que tu misericordia, Dios de bondad, disponga debidamente
a tus siervos para celebrar este sacramento y nos impulse a vivir
fervorosamente entregados a ti. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN 1 Jn 4, 10
Dios nos amó primero y nos envió a su Hijo, como víctima de
expiación por nuestros pecados.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Habiendo recibido esta prenda de eterna salvación, te rogamos,
Señor, que nos hagas dirigirnos con tanta decisión hacia ella, que la
podamos un día alcanzar. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ORACIÓN SOBRE EL PUEBLO
Concede a tu pueblo, Señor, salud de alma y cuerpo, para
que, dedicados a las buenas obras, merezcamos el amparo de tu
protección. Por Jesucristo, nuestro Señor.
* BEATO MATEO ELÍAS DEL SOCORRO
NIEVES DEL CASTILLO
Nació el 21 de septiembre de 1882 en Yuriria,
Guanajuato. Fue frágil de salud desde su nacimiento.
Su infancia y juventud fueron difíciles. Principalmente
por la pérdida de los padres y de otras personas que,
caritativamente, se habían interesado por él. Ingresó
a la Orden de San Agustín y fue ordenado sacerdote
el 9 de abril de 1916. Eran tiempos políticamente
borrascosos. Sabía que le esperaba un ministerio
difícil. Vivió 14 meses refugiado en una cueva, protegido
por la caritativa ayuda de sus fieles, que acudían a
la gruta a orar, asistir a la Eucaristía y recibir los
Sacramentos. Fue asesinado el 10 de marzo de 1928.
Murió bendiciendo y perdonando a los soldados que se
disponían a ejecutarle y dio sus escasos bienes a su
propio verdugo.