Feria o
Misa por la remisión de los pecados “A”
MR p. 1095 [1141] / Lecc. II p. 883
ANTÍFONA DE ENTRADA Cfr. Sab 11, 23. 24. 26
Señor, tú tienes misericordia de todos y nunca odias a tus
creaturas; borras los pecados de los hombres que se arrepienten, y
los perdonas, porque tú, Señor, eres nuestro Dios.
ORACIÓN COLECTA
Señor, escucha bondadoso nuestros ruegos y perdona nuestros
pecados, para que nos concedas juntamente tu perdón y tu paz.
Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en
la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos.
PRIMERA LECTURA
[Ya viene el día del Señor, día de oscuridad y de tinieblas.]
Del libro del profeta Joel 1, 13-15; 2, 1-2
Hagan penitencia y lloren, sacerdotes; giman, ministros del
altar; vengan, acuéstense en el suelo vestidos de sayal, ministros
de mi Dios, porque el templo del Señor se ha quedado sin ofrendas
y sacrificios.
Promulguen un ayuno, convoquen la asamblea, reúnan a los
ancianos y a todos los habitantes del país en el templo del Señor,
nuestro Dios, y clamen al Señor: ”¡Ay de nosotros en aquel día!”
Porque ya está cerca el día del Señor, y llegará como el azote del
Dios todopoderoso.
Toquen la trompeta en Sión, den la alarma en mi monte santo;
que tiemblen los habitantes del país, porque ya viene, ya está cerca
el día del Señor. Es un día de oscuridad y de tinieblas, día de nubes
y de tormenta; como la aurora se va extendiendo sobre todos los
montes, así se extenderá el poderoso ejército que viene: nunca hubo
uno como él ni habrá otro igual a él por muchas generaciones.
Palabra de Dios.
SALMO RESPONSORIAL del salmo 9
R. El Señor juzga al mundo con justicia.
Te doy gracias, Señor, de todo corazón y proclamaré todas tus
maravillas; me alegro y me regocijo contigo y toco en tu honor,
Altísimo. R.
Reprendiste a los pueblos, destruiste al malvado y borraste
para siempre su recuerdo. Los pueblos se han hundido en
la tumba que hicieron, su pie quedó atrapado en la red que
escondieron. R.
El Señor reina eternamente, tiene establecido un tribunal para juzgar;
juzga al orbe con justicia y rige a las naciones con rectitud. R.
ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIO Jn 12, 31-32
R. Aleluya, aleluya.
Ya va a ser arrojado el príncipe de este mundo. Cuando yo sea
levantado de la tierra, atraeré a todos hacia mí, dice el Señor. R.
Aleluya.
EVANGELIO
[Si yo expulso a los demonios con el poder de Dios, eso significa
que el Reino de Dios ha llegado a ustedes.]
Del santo Evangelio según san Lucas 11, 15-26
En aquel tiempo, cuando Jesús expulsó a un demonio, algunos
dijeron: “Este expulsa a los demonios con el poder de Satanás,
el príncipe de los demonios”. Otros, para ponerlo a prueba, le pedían
una señal milagrosa.
Pero Jesús, que conocía sus malas intenciones, les dijo: “Todo
reino dividido por luchas internas va a la ruina y se derrumba casa
por casa. Si Satanás también está dividido contra sí mismo, ¿cómo
mantendrá su reino? Ustedes dicen que yo arrojo a los demonios con
el poder de Satanás. Entonces, ¿con el poder de quién los arrojan
los hijos de ustedes? Por eso, ellos mismos serán sus jueces. Pero
si yo arrojo a los demonios por el poder de Dios, eso significa que
ha llegado a ustedes el Reino de Dios.
Cuando un hombre fuerte y bien armado guarda su palacio, sus
bienes están seguros; pero si otro más fuerte lo asalta y lo vence,
entonces le quita las armas en que confiaba y después dispone de sus
bienes. El que no está conmigo, está contra mí; y el que no recoge
conmigo, desparrama.
Cuando el espíritu inmundo sale de un hombre, anda vagando
por lugares áridos, en busca de reposo, y al no hallarlo, dice:
‘Volveré a mi casa, de donde salí’. Y al llegar, la encuentra barrida
y arreglada. Entonces va por otros siete espíritus peores que él y
vienen a instalarse allí, y así la situación final de aquel hombre
resulta peor que la de antes”. Palabra del Señor.
REFLEXIÓN: Jesús –el único que de verdad puede
hacer triunfar consistentemente el Reino de Dios–
representa la irreconciliable contraposición a todo lo
«demoníaco». Él es el eficaz antagonismo a todo aquello
que, de cualquier forma, pueda ser o aparecer como
enfrentado a lo divino. Nosotros, por eso, hemos de
estar en guardia contra cualquier tipo de pacto con
el Maligno, ya que nadie está “confirmado en gracia”.
Sólo Jesús nos puede proteger y salvar de tan insidioso
Enemigo, al hacernos salir triunfantes y al asociarnos
a su victoria definitiva, ya que sólo Él es «el más fuerte».
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Te ofrecemos, Señor, este sacrificio de reconciliación y de
alabanza, para que, compadecido, perdones nuestros pecados
y dirijas tú mismo nuestro vacilante corazón. Por Jesucristo,
nuestro Señor.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Lc 15, 10
Habrá gran alegría entre los ángeles del cielo, por un solo pecador
que se convierta.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Concédenos, Dios misericordioso, a quienes, por este sacrificio,
hemos recibido el perdón de nuestros pecados, que con tu gracia
podamos evitarlos de ahora en adelante y servirte con sincero
corazón. Por Jesucristo, nuestro Señor.