Feria
o Misa para pedir buen tiempo
MR p. 1094 y 422 [1140 y 420] / Lecc. II p. 426
ANTÍFONA DE ENTRADA Cfr. Sal 26, 1-2
El Señor es mi luz y mi salvación, ¿a quién temeré? El Señor
es la defensa de mi vida, ¿quién me hará temblar? Cuando me
asaltan mis enemigos, tropiezan y caen.
ORACIÓN COLECTA
Dios todopoderoso y eterno, que nos sanas corrigiéndonos y
nos animas perdonándonos, concédenos poder alegrarnos por el
anhelado buen tiempo, y hacer siempre uso de los dones de tu
bondad para gloria de tu nombre y salvación nuestra. Por nuestro
Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad
del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos.
PRIMERA LECTURA
[Jesucristo no fue primero “sí” y luego “ no”. Todo él es un “sí”.]
De la segunda carta del apóstol san Pablo a los corintios 1, 18-22
Hermanos: Dios es testigo de que la palabra que les dirigimos
a ustedes no fue primero “sí” y luego “no”. Cristo Jesús, el Hijo
de Dios, a quien Silvano, Timoteo y yo les hemos anunciado, no
fue primero “sí” y luego “no”. Todo él es un “sí”. En él, todas las
promesas han pasado a ser realidad. Por él podemos responder
“Amén” a Dios, quien a todos nosotros nos ha dado fortaleza en
Cristo y nos ha consagrado. Nos ha marcado con su sello y ha
puesto el Espíritu Santo en nuestro corazón, como garantía de lo
que vamos a recibir. Palabra de Dios.
SALMO RESPONSORIAL del salmo 118
R. Míranos, Señor, benignamente.
Tus preceptos, Señor, son admirables, por eso yo los sigo. La
explicación de tu palabra da luz y entendimiento a los humildes. R.
Hondamente suspiro, Señor, por guardar tus mandamientos.
Vuélvete a mí, Señor, y compadécete de mí, como sueles hacer
con tus amigos. R.
Haz que sigan mis pasos tus caminos y que no me domine la
malicia. Mira benignamente a tu siervo y enséñame a cumplir
tus mandamientos. R.
ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIO Mt 5, 16
R. Aleluya, aleluya.
Que brille la luz de ustedes ante los hombres, dice el Señor,
para que viendo las buenas obras que ustedes hacen, den gloria
a su Padre, que está en los cielos. R. Aleluya.
EVANGELIO
[Ustedes son la luz del mundo.]
Del santo Evangelio según san Mateo 5, 13-16
En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: “Ustedes son
la sal de la tierra. Si la sal se vuelve insípida, ¿con qué se le
devolverá el sabor? Ya no sirve para nada y se tira a la calle para
que la pise la gente.
Ustedes son la luz del mundo. No se puede ocultar una ciudad
construida en lo alto de un monte; y cuando se enciende una
vela, no se esconde debajo de una olla, sino que se pone sobre
un candelero para que alumbre a todos los de la casa.
Que de igual manera brille la luz de ustedes ante los hombres,
para que viendo las buenas obras que ustedes hacen, den gloria a
su Padre, que está en los cielos”. Palabra del Señor.
REFLEXIÓN: Los discípulos de Jesús han de
aparecer ante el mundo como signo de una «Nueva
Alianza» entre Dios y los hombres. Ser «sal de la tierra»
y ser «luz del mundo», significa no sólo diferenciarse
de los demás. Significa también actuar positivamente
en relación con todos ellos, a fin de ofrecerles un
nuevo sentido e indicarles un nuevo camino. Estas
nítidas y sugestivas imágenes nos hacen ver que Jesús
mantiene una sorprendente confianza en que los
«suyos» estarán de igual modo dispuestos a esforzarse
por aceptar lealmente su identidad y su misión.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Mira, Señor,con bondad nuestro servicio para que esta ofrenda
se convierta para ti en don aceptable y para nosotros, en aumento
de nuestra caridad.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Sal 17, 3
Señor, tú eres mi fortaleza, mi refugio, mi liberación y mi
ayuda. Tú eres mi Dios.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Señor, que la virtud medicinal de este sacramento nos cure
por tu bondad de nuestras maldades y nos haga avanzar por el
camino recto.