9 sábado
Blanco
Memoria,
SAN JUAN DIEGO
MR p. 848 [884] / Lecc. I p. 370
Nació en Cuautitlán, hacia 1474. Se convirtió a la fe por la
predicación de los primeros misioneros. "Buen cristiano y
temeroso de Dios", fue escogido por él para ser el mensajero
de "la siempre Virgen Santa María, Madre del verdadero Dios
por quien se vive", misión que cumplió fielmente. Vivió junto a
la ermita de nuestra Señora de Guadalupe, unos 17 años, hasta
su muerte, acaecida en 1548. El Papa Juan Pablo II lo canonizó
el 31 de julio de 2002.
ANTÍFONA DE ENTRADA Is 52, 7
Qué hermoso es ver correr sobre los montes al mensajero
que anuncia la paz, que trae buenas noticias, que anuncia la
salvación.
ORACIÓN COLECTA
Dios nuestro, que, por medio del bienaventurado Juan
Diego, manifestaste a tu pueblo el amor de la santísima Virgen
María, concédenos, por su intercesión, que, obedientes a las
recomendaciones de nuestra Madre de Guadalupe, podamos
cumplir siempre tu voluntad. Por nuestro Señor Jesucristo, tu
Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y
es Dios por los siglos de los siglos.
PRIMERA LECTURA
[El Señor se compadece de ti al oír el clamor de tu voz.]
Del libro del profeta Isaías 30, 19-21. 23-26
Esto dice el Señor Dios de Israel: "Pueblo de Sión, que habitas
en Jerusalén, ya no volverás a llorar. El Señor misericordioso, al
oír tus gemidos, se apiadará de ti y te responderá, apenas te oiga.
Aunque te dé el pan de las adversidades y el agua de la congoja,
ya no se esconderá el que te instruye; tus ojos lo verán. Con tus
oídos oirás detrás de ti una voz que te dirá: 'Este es el camino.
Síguelo sin desviarte, ni a la derecha, ni a la izquierda'.
El Señor mandará su lluvia para la semilla que siembres y el
pan que producirá la tierra será abundante y sustancioso. Aquel
día, tus ganados pastarán en dilatadas praderas. Los bueyes
y los burros que trabajan el campo, comerán forraje sabroso,
aventado con pala y bieldo.
En todo monte elevado y toda colina alta, habrá arroyos
y corrientes de agua el día de la gran matanza, cuando se
derrumben las torres. El día en que el Señor vende las heridas
de su pueblo y les sane las llagas de sus golpes, la luz de la luna
será como la luz del sol; Será siete veces mayor, como si fueran
siete días en uno". Palabra de Dios.
SALMO RESPONSORIAL del salmo l46, 1-2. 3-4. 5-6
R. Alabemos al Señor, nuestro Dios.
Alabemos al Señor, nuestro Dios, porque es hermoso y justo
el alabarlo. El Señor ha reconstruido a Jerusalén y a los dispersos
de Israel los ha reunido. R.
El Señor sana los corazones quebrantados y venda las
heridas, tiende su mano a los humildes y humilla hasta el polvo
a los malvados. R.
Él puede contar el número de estrellas y llama a cada una por
su nombre. Grande es nuestro Dios, todo lo puede; su sabiduría
no tiene límites. R.
ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIO Is 33, 22
R. Aleluya, aleluya.
El Señor es nuestro juez, nuestro legislador y nuestro rey; él
vendrá a salvarnos. R. Aleluya.
EVANGELIO
[Al ver a la multitud se compadeció de ella.]
Del santo Evangelio según san Mateo 9, 35–10, 1. 6-8
En aquel tiempo, Jesús recorría todas las ciudades y los
pueblos, enseñando en las sinagogas, predicando el
Evangelio del Reino y curando toda enfermedad y dolencia. Al
ver a las multitudes, se compadecía de ellas, porque estaban
extenuadas y desamparadas, como ovejas sin pastor. Entonces
dijo a sus discípulos: "La cosecha es mucha y los trabajadores,
pocos. Rueguen, por tanto, al dueño de la mies que envíe
trabajadores a sus campos".
Después, llamando a sus doce discípulos, les dio poder
para expulsar a los espíritus impuros y curar toda clase de
enfermedades y dolencias. Les dijo: "Vayan en busca de las
ovejas perdidas de la casa de Israel. Vayan y proclamen por el
camino que ya se acerca el Reino de los cielos. Curen a los
leprosos y demás enfermos; resuciten a los muertos y echen
fuera a los demonios. Gratuitamente han recibido este poder;
ejérzanlo, pues, gratuitamente". Palabra del Señor.
REFLEXIÓN: Jesús muestra siempre un corazón
compasivo y misericordioso. Al hacer partícipes de
sus mismos poderes a los «Doce», los asocia a su
misión como diligentes continuadores de su obra. Él
–con la muy precisa consigna acerca del valor de la
gratuidad– se vale luego de las expresivas imágenes
de las «ovejas extenuadas» y de la «mies abundante».
Así los instituye como los primeros evangelizadores.
Ellos han de transmitir y testimoniar la alegre
noticia de que Dios los ama, de que los ha adoptado
como hijos suyos. Ellos, en consecuencia, han de
vivir como verdaderos hermanos.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Dios y Padre nuestro, que el sacrificio que vamos a ofrecerte,
en memoria de tu siervo san Juan Diego, sea agradable en tu
presencia como la ofrenda de su humilde y sencilla fe, para
alabanza y gloria de tu nombre y para la salvación del mundo
entero. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Mt 25, 40
Yo les aseguro que todo lo que hicieron con uno de estos mis
hermanos más pequeños, conmigo lo hicieron, dice el Señor.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Padre celestial, te damos gracias por este memorial de la muerte
y resurrección de tu Hijo que hemos celebrado; concédenos,
por intercesión de san Juan Diego, que, bajo la protección de
la Virgen María, nos mantengamos siempre unidos en una fe
sincera y en una ardiente caridad. Por Jesucristo, nuestro Señor.