17 viernes
Morado
FERIA DE CUARESMA
o SAN PATRICIO, Obispo
MR pp. 223 y 689 [235 y 706] / Lecc. I p. 751
Nació en Inglaterra hacia el 385. Consagró su vida a la
evangelización de Irlanda. Su oración y penitencia eran
asombrosas, y a ellas juntaba un sentido grande de la realidad,
que lo capacitó para adaptar su apostolado a las condiciones
sociales y políticas de los celtas. Ya consagrado obispo, plantó en
forma definitiva la Iglesia en toda la isla (+ hacia 461).
ANTÍFONA DE ENTRADA Sal 85, 8. 10
No existe ningún otro dios igual a ti, porque tú eres grande y
haces maravillas; tú eres el único Dios.
PRIMERA LECTURA
[Nunca llamaremos ya "dios nuestro” a las obras de nuestras manos.]
Del libro del profeta Oseas 14, 2-10
Esto dice el Señor Dios: "Israel, conviértete al Señor, Dios tuyo,
pues tu maldad te ha hecho sucumbir. Arrepiéntanse y acérquense
al Señor para decirle: 'Perdona todas nuestras maldades, acepta
nuestro arrepentimiento sincero, que solemnemente te prometemos.
Ya no nos salvará Asiria, ya no confiaremos en nuestro ejército,
ni volveremos a llamar «dios nuestro» a las obras de nuestras
manos, pues sólo en ti encuentra piedad el huérfano'.
Yo perdonaré sus infidelidades, dice el Señor; los amaré
aunque no lo merezcan, porque mi cólera se ha apartado de ellos.
Seré para Israel como rocío; mi pueblo florecerá como el lirio,
hundirá profundamente sus raíces, como el álamo, y sus renuevos
se propagarán; su esplendor será como el del olivo y tendrá la
fragancia de los cedros del Líbano.
Volverán a vivir bajo mi sombra, cultivarán los trigales y las
viñas, que serán tan famosas como las del Líbano. Ya nada tendrá
que ver Efraín con los ídolos.
Yo te he castigado, pero yo también te voy a restaurar, pues soy
como un ciprés, siempre verde, y gracias a mí, tú das frutos.
Quien sea sabio, que comprenda estas cosas y quien sea
prudente, que las conozca. Los mandamientos del Señor son rectos
y los justos los cumplen; los pecadores, en cambio, tropiezan en
ellos y caen". Palabra de Dios.
SALMO RESPONSORIAL del salmo 80, 6c8a. 8bc-9. 10-11ab. 14 y 17
R. Yo soy tu Dios, escúchame.
Oyó Israel palabras nunca oídas: "He quitado la carga de tus
hombros y el pesado canasto de tus manos. Clamaste en la aflicción
y te libré. R.
Te respondí, oculto entre los truenos, y te probé en Meribá,
junto a la fuente. Escucha, pueblo mío, mi advertencia. ¡Israel, si
quisieras escucharme! R.
No tendrás otro Dios, fuera de mí, ni adorarás a dioses
extranjeros, porque yo el Señor, soy el Dios tuyo, que te sacó de
Egipto, tu destierro. R.
¡Ojalá que mi pueblo me escuchara y cumpliera Israel mis
mandamientos! Comería de lo mejor de mi trigo y yo lo saciaría
con miel silvestre". R.
ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIO Mt 4, 17
R. Honor y gloria a ti, Señor Jesús.
Conviértanse, dice el Señor, porque ya está cerca el Reino de
los cielos. R. Honor y gloria a ti, Señor Jesús.
EVANGELIO
[El Señor tu Dios es el único Dios: ámalo.]
Del santo Evangelio según san Marcos 12, 28-34
En aquel tiempo, uno de los escribas se acercó a Jesús y le
preguntó: "¿Cuál es el primero de todos los mandamientos?"
Jesús le respondió: "El primero es: Escucha, Israel: El Señor,
nuestro Dios, es el único Señor; amarás al Señor, tu Dios, con todo
tu corazón, con toda tu alma, con toda tu mente y con todas tus
fuerzas. El segundo es éste: Amarás a tu prójimo como a ti mismo.
No hay ningún mandamiento mayor que éstos".
El escriba replicó: "Muy bien, Maestro. Tienes razón, cuando dices
que el Señor es único y que no hay otro fuera de él, y amarlo con todo
el corazón, con toda el alma, con todas las fuerzas, y amar al prójimo
como a uno mismo, vale más que todos los holocaustos y sacrificios".
Jesús, viendo que había hablado muy sensatamente, le dijo: "No
estás lejos del Reino de Dios". Y ya nadie se atrevió a hacerle más
preguntas. Palabra del Señor.
REFLEXIÓN: Jesús, a instancias de un escriba y
citando Deuteronomio 6, 4, respondió que el mayor de
los mandamientos es el amor de Dios. Y luego –sin que
se le hubiera preguntado– Él añade una segunda cita
tomada de Levítico 19, 18, acerca del amor al prójimo:
«No hay ningún mandamiento mayor que éstos». Así,
Jesús unifica muy original y creativamente toda la Ley
en el único mandamiento del amor a Dios y al prójimo.
Así le restituye al amor su función originaria: provocar
el encuentro de Dios con los hombres y el encuentro
de los hombres entre sí y con Dios.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Mira benignamente, Señor, los dones que te consagramos, para
que sean gratos a tus ojos y sirvan siempre para nuestra salvación.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Cfr. Mc 12, 33
Amar a Dios con todo el corazón y al prójimo como a uno
mismo, vale más que todos los sacrificios.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Te pedimos, Señor, que la acción de tu gracia penetre nuestras
mentes y nuestros cuerpos, para que el sacramento recibido realice
plenamente nuestra redención. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ORACIÓN SOBRE EL PUEBLO
Mira, propicio, Señor, a tus fieles, que imploran tu misericordia,
para que, llenos de confianza en tu bondad, puedan difundir por
todas partes los dones de tu amor. Por Jesucristo, nuestro Señor.