17 miércoles
Morado
FERIA MAYOR DE ADVIENTO,
“O Sapientia” * “Oh Sabiduría”.
MR p. 150 [166] / Lecc I p. 401
¡Oh Sabiduría, que brotaste de los labios del
Altísimo abarcando del uno al otro confín y
ordenándolo todo con firmeza y suavidad ven y
muéstranos el camino de la salvación!
ANTÍFONA DE ENTRADA Cfr. Is 49, 13
Alégrense los cielos y regocíjese la tierra, porque vendrá el Señor
y tendrá compasión de sus pobres.
ORACIÓN COLECTA
Señor Dios, creador y redentor del género humano, que quisiste
que tu Palabra se encarnara en el seno purísimo de la siempre virgen
María, atiende, propicio, a nuestras súplicas, y haz que tu Unigénito,
revestido de nuestra humanidad, se digne hacernos partícipes de su
vida divina. Él, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu
Santo y es Dios por los siglos de los siglos.
PRIMERA LECTURA
[No se apartará de Judá el cetro.]
Del libro del Génesis 49, 2. 8-10
En aquellos días, Jacob llamó a sus hijos y les habló así:
“Acérquense y escúchenme, hijos de Jacob; escuchen a su padre,
Israel. A ti, Judá, te alabarán tus hermanos; pondrás la mano sobre
la cabeza de tus enemigos; se postrarán ante ti los hijos de tu padre.
Cachorro de león eres, Judá: has vuelto de matar la presa,
hijo mío, y te has echado a reposar, como un león. ¿Quién se
atreverá a provocarte?
No se apartará de Judá el cetro, ni de sus descendientes, el bastón
de mando, hasta que venga aquel a quien pertenece y a quien los
pueblos le deben obediencia”. Palabra de Dios.
SALMO RESPONSORIAL del salmo 71
R. Ven, Señor, rey de justicia y de paz.
Comunica, Señor, al rey tu juicio y tu justicia, al que es hijo de
reyes; así tu siervo saldrá en defensa de tus pobres y regirá a tu
pueblo justamente. R.
Justicia y paz ofrecerán al pueblo las colinas y los montes. El
rey hará justicia al oprimido y salvará a los hijos de los pobres. R.
Florecerá en sus días la justicia y reinará la paz, era tras era. De
mar a mar se extenderá su reino y de un extremo al otro de la tierra. R.
Que bendigan al Señor eternamente y tanto como el sol, viva
su nombre. Que sea la bendición del mundo entero y lo aclamen
dichoso las naciones. R.
ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIO
R. Aleluya, aleluya.
Sabiduría del Altísimo, que dispones todas las cosas con fortaleza
y con suavidad, ven a enseñarnos el camino de la vida. R. Aleluya.
EVANGELIO
[Genealogía de Jesucristo, hijo de David.]
Del santo Evangelio según san Mateo 1, 1-17
Genealogía de Jesucristo, hijo de David, hijo de Abraham:
Abraham engendró a Isaac, Isaac a Jacob, Jacob a Judá y a sus
hermanos; Judá engendró de Tamar a Fares y a Zara; Fares a Esrom,
Esrom a Aram, Aram a Aminadab, Aminadab a Naasón, Naasón a
Salmón, Salmón engendró de Rajab a Booz, Booz engendró de Rut
a Obed, Obed a Jesé, y Jesé al rey David.
David engendró de la mujer de Urías a Salomón, Salomón a
Roboam, Roboam a Abiá, Abiá a Asaf, Asaf a Josafat, Josafat a
Joram, Joram a Ozías, Ozías a Joatam, Joatam a Acaz, Acaz a
Ezequías, Ezequías a Manasés, Manasés a Amón, Amón a Josías,
Josías engendró a Jeconías y a sus hermanos durante el destierro
en Babilonia.
Después del destierro en Babilonia, Jeconías engendró a Salatiel,
Salatiel a Zorobabel, Zorobabel a Abiud, Abiud a Eliaquim, Eliaquim
a Azor, Azor a Sadoc, Sadoc a Aquim, Aquim a Eliud, Eliud a Eleazar,
Eleazar a Matán, Matán a Jacob, y Jacob engendró a José, el esposo
de María, de la cual nació Jesús, llamado Cristo.
De modo que el total de generaciones, desde Abraham hasta
David, es de catorce; desde David hasta la deportación a Babilonia,
es de catorce, y desde la deportación a Babilonia hasta Cristo, es de
catorce. Palabra del Señor.
REFLEXIÓN: San Mateo inicia su Evangelio con la
“genealogía” de Jesús. Él pretende insertar al Salvador en
la historia comenzada con la vocación de Abraham (Cfr.
Gen cap. 12) y culminada con David, a quien el profeta
Natán promete, en nombre de Dios, un «trono eterno»
(2 Sam 7, 12). En esta genealogía –muy originalmente
dividida en tres series de catorce generaciones cada una–
encontramos lo mismo soberanos crueles y viciosos, que
mujeres pecadoras y extranjeras. De este modo ellos
evidenciarán el realismo de la Encarnación que supera
toda injustificada exclusión o cualquier particular género
de proveniencia.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Santifica, Señor, estos dones de tu Iglesia y concédenos que, por
estos venerables misterios, merezcamos ser plenamente reanimados
por este pan celestial. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Durante estos días: Prefacio II o IV de Adviento, pp. 485 o 487
[486 o 488].
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Cfr. Ag 2, 8
Miren que vendrá el deseado de todas las naciones, y la casa del
Señor se llenará de gloria.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Te rogamos, Dios todopoderoso, que, saciados ya por estos
sagrados dones, hagamos nuestro el anhelo de resplandecer,
encendidos en la luz de tu Espíritu, como estrellas luminosas, ante
la mirada de tu Hijo Jesucristo, que ya viene a nosotros. Él, que vive
y reina por los siglos de los siglos.




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