29 lunes
Blanco
QUINTA FERIA DENTRO DE LA OCTAVA DE NAVIDAD
o Conmemoración de SANTO TOMAS BECKET,
Obispo y Mártir
MR pp. 167 y 857 [181 y 895] / Lecc. I p. 437
Era canciller de Inglaterra, cuando el rey Enrique II Plantagenet
lo eligió como obispo de Canterbury. En ese cargo defendió
vigorosamente los derechos de la Iglesia, a quien el rey quería
dominar. En represalia, fue desterrado a Francia, y cuando volvió
a Canterbury, los incondicionales del rey lo asesinaron en su
catedral (1118-1173).
ANTÍFONA DE ENTRADA Jn 3, 16
Tanto amó Dios al mundo, que le dio a su Hijo único, para que
todo el que crea en él, no perezca, sino que tenga la vida eterna.
Se dice Gloria.
ORACIÓN COLECTA
Dios nuestro, tú que concediste al mártir santo Tomás Becket
grandeza de alma para entregar su vida por la justicia, concédenos,
por su intercesión, la gracia de renunciar a nuestra vida por Cristo
en este mundo, para poderla encontrar en el cielo. Por nuestro Señor
Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu
Santo y es Dios por los siglos de los siglos.
PRIMERA LECTURA
[El que ama a su hermano permanece en la luz.]
De la primera carta del apóstol san Juan 2, 3-11
Queridos hermanos: En esto tenemos una prueba de que
conocemos a Dios, en que cumplimos sus mandamientos. El que
dice: “Yo lo conozco”, pero no cumple sus mandamientos, es un
mentiroso y la verdad no está en él. Pero en aquel que cumple su
palabra, el amor de Dios ha llegado a su plenitud, y precisamente
en esto conocemos que estamos unidos a él. El que afirma que
permanece en Cristo debe de vivir como él vivió.
Hermanos míos, no les escribo un mandamiento nuevo, sino
un mandamiento antiguo, que ustedes tenían desde el principio.
Este mandamiento antiguo es la palabra que han escuchado, y sin
embargo, es un mandamiento nuevo éste que les escribo; nuevo en él
y en ustedes, porque las tinieblas pasan y la luz verdadera alumbra ya.
Quien afirma que está en la luz y odia a su hermano, está todavía
en las tinieblas. Quien ama a su hermano permanece en la luz y no
tropieza. Pero quien odia a su hermano está en las tinieblas, camina
en las tinieblas y no sabe a dónde va, porque las tinieblas han cegado
sus ojos. Palabra de Dios.
SALMO RESPONSORIAL del salmo 95
R. Cantemos la grandeza del Señor.
Cantemos al Señor un nuevo canto, que le cante al Señor toda la
tierra; cantemos al Señor y bendigámoslo. R.
Proclamemos su amor día tras día, su grandeza anunciemos a los
pueblos; de nación en nación, sus maravillas. R.
Ha sido el Señor quien hizo el cielo; hay gran esplendor en su
presencia y lleno de poder está su templo. R.
ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIO Cfr. Lc 2, 32
R. Aleluya, aleluya.
Tú eres, Señor, la luz que alumbra a las naciones y la gloria de
tu pueblo, Israel. R. Aleluya.
EVANGELIO
[Cristo es la luz que alumbra a las naciones.]
Del santo Evangelio según san Lucas 2, 22-35
Transcurrido el tiempo de la purificación de María, según la
ley de Moisés, ella y José llevaron al niño a Jerusalén para
presentarlo al Señor, de acuerdo con lo escrito en la ley: Todo
primogénito varón será consagrado al Señor, y también para ofrecer,
como dice la ley, un par de tórtolas o dos pichones.
Vivía en Jerusalén un hombre llamado Simeón, varón justo
y temeroso de Dios, que aguardaba el consuelo de Israel; en él
moraba el Espíritu Santo, el cual le había revelado que no moriría
sin haber visto antes al Mesías del Señor. Movido por el Espíritu,
fue al templo, y cuando José y María entraban con el niño Jesús,
para cumplir con lo prescrito por la ley, Simeón lo tomó en brazos
y bendijo a Dios diciendo:
“Señor, ya puedes dejar morir en paz a tu siervo, según lo que
me habías prometido, porque mis ojos han visto a tu Salvador, al
que has preparado para bien de todos los pueblos, luz que alumbra
a las naciones y gloria de tu pueblo, Israel”.
El padre y la madre del niño estaban admirados de semejantes
palabras. Simeón los bendijo, y a María, la madre de Jesús, le
anunció: “Este niño ha sido puesto para ruina y resurgimiento de
muchos en Israel, como signo que provocará contradicción, para que
queden al descubierto los pensamientos de todos los corazones. Y a
ti, una espada te atravesará el alma”. Palabra del Señor.
REFLEXIÓN: Esta iluminación divina brilla sobre
todo en su Hijo, «luz que alumbra a las naciones»,
como proclama Simeón en su inspirado cántico [el
«Nunc dimittis»]. Un canto pronunciado casi como una
serena despedida del mundo. Esta su sorprendente
intervención, a base de citas bíblicas, en la práctica
hace una presentación oficial de Jesús como el Mesías
esperado. Él lo vislumbra, además, como «signo que
provocará contradicción» (Lc 2, 32 y 34) y –guiado
por el Espíritu– lo reconoce como el Salvador, como
quien pondrá en evidencia la ineludible actitud de
fe o de increencia.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Recibe, Señor, nuestros dones, con los que se realiza tan glorioso
intercambio, para que, al ofrecerte lo que tú nos diste, merezcamos
recibirte a ti mismo. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Prefacio I-III de Navidad, pp. 488-490 [489-491]
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Lc 1, 78
Por la entrañable misericordia de nuestro Dios, nos ha visitado,
el Sol que nace de lo alto.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Concédenos, Dios todopoderoso, que la eficacia de estos sagrados
misterios constantemente fortalezca nuestra vida. Por Jesucristo,
nuestro Señor.
ACTIVIDAD DIOCESANA
Jubileo Circular: Lunes 29, Martes 30 y Miércoles 31:
Nuestra Señora de Guadalupe (Tlaquepaque), Nuestra
Señora de San Juan De Los Lagos (Tlaquepaque), La
Purificación de María, San Miguel Arcángel (Arroyo
Hondo), María Madre de la Misericordia, La Asunción
(Ahuisculco), Nuestra Sra. de La Natividad (Cuxpala),
Santa Marta (Polanco).




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