29 sábado
Verde / Blanco
Feria o
Misa de Santa María en Sábado
MR p. 867 [876] / Lecc II p. 1057
ANTÍFONA DE ENTRADA
Dichosa tú, Virgen María, que llevaste en tu seno al creador
del universo; diste a luz al que te creó, y permaneces Virgen para
siempre.
ORACIÓN COLECTA
Concédenos, Dios misericordioso, auxilio en nuestra fragilidad,
para que, quienes celebramos la conmemoración de la santa Madre
de Dios, con la ayuda de su intercesión nos veamos libres de
nuestras culpas. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive
y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los
siglos de los siglos.
PRIMERA LECTURA
[El poder real y el dominio serán entregados al pueblo de los
elegidos del Altísimo.]
Del libro del profeta Daniel 7, 15-27
Yo, Daniel, me sentía angustiado y perturbado por las visiones
que había tenido. Me acerqué a uno de los presentes y le pedí
que me explicara todo aquello, y él me explicó el sentido de las
visiones: “Esas cuatro bestias gigantescas significan cuatro reyes
que surgirán en el mundo. Pero los elegidos del Altísimo recibirán
el reino y lo poseerán por los siglos de los siglos”.
Quise saber lo que significaba la cuarta bestia, diferente de las
demás, la bestia terrible, con dientes de hierro y garras de bronce,
que devoraba y trituraba, y pisoteaba lo sobrante con las patas; lo
que significaban los diez cuernos de su cabeza y el otro cuerno
que, al salir, eliminaba a otros tres, que tenía ojos y una boca que
profería blasfemias y era más grande que las otras.
Mientras yo seguía mirando, aquel cuerno luchó contra los
elegidos y los derrotó, hasta que llegó el anciano para hacer justicia
a los elegidos del Altísimo, para que éstos poseyeran el reino.
Después me dijo: “La cuarta bestia es un cuarto rey que habrá
en la tierra, mayor que todos los reyes, que devorará, trillará y
triturará toda la tierra. Sus diez cuernos son diez reyes que habrá
en aquel reino, y después vendrá otro, más poderoso que ellos,
el cual destronará a tres reyes; blasfemará contra el Altísimo e
intentará aniquilar a los elegidos y cambiar las fiestas y la ley.
Los elegidos estarán bajo su poder durante tres años y medio.
Pero al celebrarse el juicio, se le quitará el poder y será destruido
y aniquilado totalmente. El poder real y el dominio sobre todos
los reinos bajo el cielo serán entregados al pueblo de los elegidos
del Altísimo. Será un reino eterno, al que temerán y se someterán
todos los soberanos”. Palabra de Dios.
SALMO RESPONSORIAL Daniel 3
R. Bendito seas por siempre, Señor.
Hombres todos, bendigan al Señor. Pueblo de Israel, bendice al
Señor. R.
Sacerdotes del Señor, bendigan al Señor. Siervos del Señor,
bendigan al Señor. R.
Almas y espíritus justos, bendigan al Señor. Santos y humildes
de corazón, bendigan al Señor. R.
ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIO Cfr. Lc 21, 36
R. Aleluya, aleluya.
Velen y oren, para que puedan presentarse sin temor ante el
Hijo del hombre. R. Aleluya.
EVANGELIO
[Velen para que puedan escapar de todo lo que ha de suceder.]
Del santo Evangelio según san Lucas 21, 34-36
En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: “Estén alerta,
para que los vicios, la embriaguez y las preocupaciones de
esta vida no entorpezcan su mente y aquel día los sorprenda
desprevenidos; porque caerá de repente como una trampa sobre
todos los habitantes de la tierra.
Velen, pues, y hagan oración continuamente, para que puedan
escapar de todo lo que ha de suceder y comparecer seguros ante el
Hijo del hombre”. Palabra del Señor.
REFLEXIÓN: Lo repentino y sorpresivo del “último
día” implica la vigilancia, que es la capacidad de
leer, en profundidad, los acontecimientos. Todos
estamos llamados a mantenernos en guardia, en una
perseverancia activa. Al tener presentes los últimos
eventos de la gran Historia y de nuestra pequeña
historia, podremos recibir el adecuado impulso para
el testimonio y la incesante oración. La comparecencia
ante el tribunal del Hijo del hombre ha de ser «sin
temor» (Cfr. 1 Jn 4, 17-18), pues nos sostiene la firme
esperanza de que «estaremos siempre con el Señor» (l
Tes 4, 17).
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Al venerar la memoria de la Madre de tu Hijo, te rogamos,
Señor, que la ofrenda que te presentamos nos transforme, por la
abundancia de tu gracia, en ofrenda permanente. Por Jesucristo,
nuestro Señor.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Lc 1, 49
Ha hecho en mí grandes cosas el que todo lo puede. Santo es
su nombre.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Ya que nos has concedido participar de la redención eterna, te
rogamos, Señor, que, quienes celebramos la conmemoración de
la Madre de tu Hijo, no sólo nos gloriemos de la plenitud de tu
gracia, sino que experimentemos también un continuo aumento de
salvación. Por Jesucristo, nuestro Señor.




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