29 viernes
Blanco
Fiesta,
SANTOS MIGUEL, GABRIEL y RAFAEL,
Arcángeles
MR p. 802 [832] / Lecc. II p. 1124
Junto con estos tres arcángeles, celebramos hoy a todos
los ángeles, que, desde el paraíso del Génesis, hasta el del
Apocalipsis, llenan con su intervención invisible el desarrollo
de la historia de la salvación. Son mensajeros del Señor, que
nos descubren sus secretos y nos transmiten sus órdenes. Y
son los primeros adoradores del Dios vivo, en medio de una
muchedumbre inmensa.
ANTÍFONA DE ENTRADA Sal 102, 20
Bendigan al Señor todos sus ángeles, poderosos ejecutores
de sus órdenes, prontos a obedecer su palabra.
Se dice Gloria.
ORACIÓN COLECTA
Señor Dios, que con admirable armonía distribuyes las
funciones de los ángeles y de los hombres, concede, benigno,
que aquellos mismos que te asisten, sirviéndote siempre en
el cielo, sean los que protejan nuestra vida en la tierra. Por
nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en
la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los
siglos.
PRIMERA LECTURA
[Millones y millones estaban a sus órdenes.]
Del libro del profeta Daniel 7, 9-10. 13-14
Yo, Daniel, tuve una visión nocturna: vi que colocaban
unos tronos y un anciano se sentó. Su vestido era blanco como
la nieve, y sus cabellos, blancos como lana. Su trono, llamas
de fuego, con ruedas encendidas. Un río de fuego brotaba
delante de él. Miles y miles lo servían, millones y millones
estaban a sus órdenes. Comenzó el juicio y se abrieron los
libros.
Yo seguí contemplando en mi visión nocturna y vi a
alguien semejante a un hijo de hombre, que venía entre las
nubes del cielo. Avanzó hacia el anciano de muchos siglos y
fue introducido a su presencia. Entonces recibió la soberanía,
la gloria y el reino. Y todos los pueblos y naciones de todas
las lenguas lo servían. Su poder nunca se acabará, porque es
un poder eterno, y su reino jamás será destruido. Palabra de
Dios.
SALMO RESPONSORIAL del salmo 137, l-2a.2bc-3. 4-5
R. Te cantaremos, Señor, delante de tus ángeles.
De todo corazón te damos gracias, Señor, porque escuchaste
nuestros ruegos. Te cantaremos delante de tus ángeles, te
adoraremos en tu templo. R.
Señor, te damos gracias por tu lealtad y por tu amor:
siempre que te invocamos nos oíste y nos llenaste de valor. R.
Que todos los reyes de la tierra te reconozcan, al escuchar
tus prodigios. Que alaben tus caminos, porque tu gloria es
inmensa. R.
ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIO Sal 102, 21
R. Aleluya, aleluya.
Que bendigan al Señor todos sus ejércitos, servidores fieles
que cumplen su voluntad. R. Aleluya.
EVANGELIO
[Verán a los ángeles de Dios subir y bajar sobre el Hijo del
hombre.]
Del santo Evangelio según san Juan 1, 47-51
En aquel tiempo, cuando Jesús vio que Natanael se
acercaba, dijo: "Este es un verdadero israelita en el que
no hay doblez". Natanael le preguntó: "¿De dónde me
conoces?" Jesús le respondió: "Antes de que Felipe te llamara,
te vi cuando estabas debajo de la higuera". Respondió
Natanael: "Maestro, tú eres el Hijo de Dios, tú eres el rey de
Israel". Jesús le contestó: "Tú crees, porque te he dicho que te
vi debajo de la higuera. Mayores cosas has de ver". Después
añadió: "Yo les aseguro que verán el cielo abierto y a los
ángeles de Dios subir y bajar sobre el Hijo del hombre".
Palabra del Señor.
REFLEXIÓN: Según la Escritura, los Ángeles
son mensajeros de Dios, «poderosos ejecutores
de sus órdenes, prontos a la voz de su palabra»
(Sal 103,20), al servicio de su plan de salvación,
«enviados para servir a los que deben heredar la
salvación» (Heb 1,14). ● San Miguel –que en hebreo
significa “¿Quién como Dios?”– es mencionado en
el libro de Daniel (10, 13; 12, 1) como ayudante y
defensor del pueblo de Dios. La Carta de San Judas
lo presenta luchando contra Satanás por el cuerpo
de Moisés (1, 9), y el Apocalipsis nos recuerda
el combate de Miguel y de sus ángeles contra el
dragón (12, 7). ● De San Gabriel –“Fortaleza de
Dios”– se habla también en el libro de Daniel (8,
16; 9, 21) y en las apariciones en el contexto del
nacimiento de Jesús y de su precursor (Lc 1, 19;
1,5-22.26-38). ● San Rafael –“Medicina de Dios”–
aparece en todo el libro de Tobías como compañero
de viaje del joven Tobías y portador de salud al
viejo y ciego padre. Hablando de los ángeles nos
dice la Carta a los Hebreos: «¿Es que no son todos
ellos espíritus servidores con la misión de asistir a
los que han de heredar la salvación?» (Heb 1, 14).
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Te ofrecemos, Señor, este sacrificio de alabanza, llevado
ante tu soberana presencia por ministerio de los ángeles, y te
pedimos humildemente que lo recibas complacido y hagas que
nos sirva para nuestra salvación. Por Jesucristo, nuestro Señor.
PREFACIO: La gloria de Dios manifestada en los ángeles.
En verdad es justo y necesario, es nuestro deber y salvación
darte gracias siempre y en todo lugar, Señor, Padre santo,
Dios todopoderoso y eterno.
Y no cesar de alabarte, celebrando a tus ángeles y
arcángeles, ya que el honor que les tributamos, redunda en tu
gloria y proclama tu grandeza; pues, si es digna de admiración
la creatura angélica, lo es inmensamente más aquel que la
creó. Por Cristo, Señor nuestro.
Por él, adoran tu majestad todos los ángeles, y nosotros, a
una con ellos, te adoramos llenos de júbilo, diciendo: Santo,
Santo, Santo...
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Sal 137, 1
De todo corazón te doy gracias, Señor; te cantaré delante
de tus ángeles.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Que nos fortalezca, Señor, el pan celestial con que nos has
alimentado, para que caminemos seguros por la senda de la
salvación bajo la fiel custodia de los ángeles. Por Jesucristo,
nuestro Señor.