12 jueves
Verde / Blanco
Feria
o SANTÍSIMO NOMBRE DE MARÍA
MR p. 790 [820] / Lecc. II p. 780
El Papa Inocencio XI adopta esta festividad para la Iglesia
de Occidente en 1683, como una acción de gracias por el fin
del sitio de Viena y la derrota de los turcos por las fuerzas de
Juan Sobieski, rey de Polonia. En esta celebración los fieles
encomiendan a Dios, por la intercesión de nuestra Santa Madre,
las necesidades de la Iglesia, y dan gracias por su maternal
protección y sus innumerables beneficios.
ANTÍFONA DE ENTRADA Cfr. Jdt 13, 18-19
Virgen María, el Altísimo te ha bendecido más que a todas
las mujeres de la tierra; porque de tal manera te ha glorificado
que la humanidad no cesa de alabarte.
ORACIÓN COLECTA
Concede, Dios todopoderoso, que a todos los que celebramos
el glorioso nombre de la santísima Virgen María, ella misma
nos obtenga los dones de tu misericordia. Por nuestro Señor
Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del
Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos.
PRIMERA LECTURA
[Haciendo daño a la conciencia de sus hermanos, pecan ustedes
contra Cristo.]
De la primera carta del apóstol san Pablo a los corintios 8, 1b-7. 11-13
Queridos hermanos: Ya sé que todos ustedes conocen lo que
está permitido con respecto a la carne inmolada a los ídolos. Pero,
¡cuidado!, porque el puro hecho de conocer, llena de soberbia;
el amor, en cambio, hace el bien. Y si alguno piensa que ese
conocimiento le basta, no tiene idea de lo que es el verdadero
conocimiento. Pero aquel que ama a Dios, es verdaderamente
conocido por Dios.
Ahora bien, con respecto a comer la carne ofrecida a los
ídolos, sabemos que un ídolo no representa nada real y que no
hay más que un solo Dios. Pues, aun cuando se hable de dioses
del cielo y de la tierra, como si hubiera muchos dioses y muchos
señores, sin embargo, para nosotros no hay más que un solo
Dios, el Padre, de quien todo procede y es nuestro destino, y un
solo Señor Jesucristo, por quien existen todas las cosas y por el
cual también nosotros existimos.
Mas no todos saben esto. Pues algunos, acostumbrados a la
idolatría hasta hace poco, siguen comiendo la carne como si
estuviera consagrada a los ídolos, y puesto que su conciencia
está poco formada, pecan. No es, ciertamente, la comida lo que
nos hará agradables a Dios, ni vamos a ser mejores o peores
por comer o no comer. Pero tengan cuidado de que esa libertad
de ustedes no sea ocasión de pecado para los que tienen la
conciencia poco formada. Porque si a ti, que sabes estas cosas,
te ve alguien sentado a la mesa en un templo de los ídolos, ¿no
se creerá autorizado por su conciencia, que está poco formada,
a comer de lo sacrificado a los ídolos?
Entonces, por culpa de tu conocimiento haces que se pierda el
hermano que tiene la conciencia poco formada, por quien murió
Cristo. De esta manera, al pecar ustedes contra sus hermanos,
haciendo daño a su conciencia poco formada, pecan contra
Cristo. Por tanto, si un alimento le es ocasión de pecado a mi
hermano, nunca comeré carne para no darle ocasión de pecado.
Palabra de Dios.
SALMO RESPONSORIAL del salmo 138, 1-3. 13-14ab. 23-24
R. Señor, no dejes que me pierda.
Tú me conoces, Señor, profundamente: tú conoces cuándo
me siento y me levanto, desde lejos sabes mis pensamientos,
tú observas mi camino y mi descanso, todas mis sendas te son
familiares. R.
Tú formaste mis entrañas, me tejiste en el seno materno. Te
doy gracias por tan grandes maravillas; soy un prodigio y tus
obras son prodigiosas. R. Señor, no dejes que me pierda.
Examíname, Dios mío, para conocer mi corazón, ponme a
prueba para conocer mis sentimientos, y si mi camino se desvía,
no dejes que me pierda. R.
ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIO 1 Jn 4, 12
R. Aleluya, aleluya.
Si nos amamos los unos a los otros, Dios permanece en
nosotros y su amor ha llegado en nosotros a su plenitud. R.
Aleluya.
EVANGELIO
[Sean misericordiosos, como su Padre es misericordioso.]
Del santo Evangelio según san Lucas 6, 27-38
En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: "Amen a sus
enemigos, hagan el bien a los que los aborrecen, bendigan
a quienes los maldicen y oren por quienes los difaman. Al que te
golpee en una mejilla, preséntale la otra; al que te quite el manto,
déjalo llevarse también la túnica. Al que te pida, dale; y al que
se lleve lo tuyo, no se lo reclames.
Traten a los demás como quieran que los traten a ustedes;
porque si aman sólo a los que los aman, ¿qué hacen de
extraordinario? También los pecadores aman a quienes los
aman. Si hacen el bien sólo a los que les hacen el bien, ¿qué tiene
de extraordinario? Lo mismo hacen los pecadores. Si prestan
solamente cuando esperan cobrar, ¿qué hacen de extraordinario?
También los pecadores prestan a otros pecadores, con la
intención de cobrárselo después.
Ustedes, en cambio, amen a sus enemigos, hagan el bien y
presten sin esperar recompensa. Así tendrán un gran premio y serán
hijos del Altísimo, porque él es bueno hasta con los malos y los
ingratos. Sean misericordiosos, como su Padre es misericordioso.
No juzguen y no serán juzgados; no condenen y no serán
condenados; perdonen y serán perdonados; den y se les dará:
recibirán una medida buena, bien sacudida, apretada y rebosante
en los pliegues de su túnica. Porque con la misma medida con
que midan, serán medidos". Palabra del Señor.
REFLEXIÓN: Jesús proclama la fidelidad a Dios por parte de quien quiere seguirlo a Él e imitar a
su Padre misericordioso, por medio de la «nueva
justicia» del Reino. Él invita a los suyos a amar y a perdonar sin medida. Él nos sigue invitando a
hacerlo sin esperar recompensa alguna. Se trata de
un amor que supere el espacio natural y limitado
de la amistad y del parentesco, a fin de abrirnos
al amor universal a todo hombre, incluido el que
dice ser nuestro enemigo. Así lograremos romper la
espiral del odio y de la venganza, pues «con la misma
medida que midamos seremos medidos».
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Te pedimos, Señor, que la intercesión de la bienaventurada
siempre Virgen María haga dignas nuestras ofrendas, y que, al
venerar su santo nombre, seamos agradables a ti. Por Jesucristo,
nuestro Señor.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Lc 1, 49
Me llamarán dichosa todas las generaciones, porque Dios
puso sus ojos en la humildad de su esclava.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Que por intercesión de María, la Madre de Dios, obtengamos,
Señor, la gracia de tu bendición, para que cuantos celebramos su
venerable nombre recibamos su auxilio en todas las necesidades.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
ACTIVIDAD DIOCESANA
Jubileo Circular: Jueves 12, Viernes 13 y Sábado
14: Santa María Magdalena (Polanco), Nuestra
Señora de Guadalupe (Tonalá), San Lorenzo (Yáñez),
San Roberto Belarmino, San Antonio Tlayacapan,
El Divino Rostro (Huentitán), La Visitación
(Tabachines), San Francisco de Asís (Centro), San
José Esposo de María.