30 martes
Blanco
Memoria,
SAN PEDRO CRISÓLOGO,
Obispo y Doctor de la Iglesia
o SANTA MARÍA DE JESÚS
SACRAMENTADO VENEGAS, Religiosa *
MR pp. 756 y 927 [782 y 966] / Lecc. II p. 612
Nació en una ranchería del estado de Jalisco en 1868. Deseosa
de consagrar su vida entera al servicio "del amado y más
hermoso Hijo de los hombres", fundó en 1930 el Instituto de las
Hijas del Sagrado Corazón de Jesús, dedicado al cuidado de
los enfermos y ancianos. Tras una vida extraordinaria por su
caridad y compasión, murió el 30 de julio de 1959.
ANTÍFONA DE ENTRADA Cfr. Sal 104, 3-4
Alégrese el corazón de los que buscan al Señor; busquen al
Señor y serán fortalecidos, busquen siempre su rostro.
ORACIÓN COLECTA
Dios todopoderoso y eterno, que en la sencilla y humilde
santa María de Jesús Sacramentado Venegas nos has dado
ejemplo admirable de servicio a los enfermos, pobres y
ancianos, concédenos, por su intercesión, que, practicando el
bien en todas partes, seamos signos de tu amor en el mundo. Por
nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la
unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos.
PRIMERA LECTURA
[Acuérdate, Señor, de tu alianza con nosotros y no la quebrantes.]
Del libro del profeta Jeremías 14, 17-22
Que mis ojos lloren sin cesar de día y de noche, porque la
capital de mi pueblo está afligida por un gran desastre, por una
herida gravísima. Si salgo al campo, encuentro gente muerta
por la espada; si entro en la ciudad, hallo gente que se muere de
hambre. Hasta los profetas y los sacerdotes andan errantes por
el país y no saben qué hacer.
¿Acaso has rechazado, Señor, a Judá? ¿O te has cansado ya de
Sión? ¿Por qué nos has herido tan gravemente, que ya no tenemos
remedio? Esperábamos tranquilidad y sólo hay perturbación;
esperábamos la curación y sólo encontramos miedo.
Reconocemos, Señor, nuestras maldades y las culpas de
nuestros padres; hemos pecado contra ti. Por ser tú quien eres,
no nos rechaces; no deshonres el trono de tu gloria. Acuérdate,
Señor, de tu alianza con nosotros y no la quebrantes. ¿Acaso los
ídolos de los paganos pueden hacer llover? ¿Acaso los cielos,
por sí solos, pueden darnos la lluvia? Tú solo, Señor y Dios
nuestro, haces todas estas cosas, por eso en ti tenemos puesta
nuestra esperanza. Palabra de Dios.
SALMO RESPONSORIAL del salmo 78, 8. 9. 11 y 13
R. Socórrenos, Señor, y te alabaremos.
No recuerdes, Señor, contra nosotros, las culpas de nuestros
padres. Que tu amor venga pronto a socorrenos, porque estamos
totalmente abatidos. R.
Para que sepan quién eres, socórrenos, Dios y salvador
nuestro. Por el honor de tu nombre, sálvanos y perdona nuestros
pecados. R.
Que lleguen hasta ti los gemidos del cautivo; con tu brazo
poderoso salva a los condenados a muerte. Y nosotros, pueblo
tuyo y ovejas de tu rebaño, te daremos gracias siempre y de
generación en generación te alabaremos. R.
ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIO
R. Aleluya, aleluya.
La semilla es la palabra de Dios y el sembrador es Cristo;
todo aquel que lo encuentra vivirá para siempre. R. Aleluya.
EVANGELIO
[Así como recogen la cizaña y la queman, así será el fin del mundo.]
Del santo Evangelio según san Mateo 13, 36-43
En aquel tiempo, Jesús despidió a la multitud y se fue a su
casa. Entonces se le acercaron sus discípulos y le dijeron:
"Explícanos la parábola de la cizaña sembrada en el campo".
Jesús les contestó: "El sembrador de la buena semilla es
el Hijo del hombre; el campo es el mundo; la buena semilla
son los ciudadanos del Reino; la cizaña son los partidarios del
demonio; el enemigo que la siembra es el demonio; el tiempo de
la cosecha es el fin del mundo, y los segadores son los ángeles.
Y así como recogen la cizaña y la queman en el fuego, así
sucederá al fin del mundo: el Hijo del hombre enviará a sus
ángeles para que arranquen de su Reino a todos los que inducen
a otros al pecado y a todos los malvados, y los arrojen en el
horno encendido. Allí será el llanto y la desesperación. Entonces
los justos brillarán como el sol en el Reino de su Padre. El que
tenga oídos, que oiga". Palabra del Señor.
REFLEXIÓN: Al igual que en la del «sembrador», la
explicación de esta parábola hay que atribuírsela al
evangelista, que –a su vez– refleja la lectura que de la
misma hizo la primitiva comunidad. La explicación
se pone en labios de Jesús estando Él ya en casa
y a instancia de sus discípulos. En ella se pone en
contraste el destino tan distinto de la «cizaña» y del
«trigo», es decir, de los pecadores y de los justos. La
paciencia tolerante de Dios es muy grande, pero al
final de los tiempos todos seremos sometidos a su
«juicio», por cierto, con suerte desigual para buenos
y malos.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Acepta, Señor, las ofrendas de nuestro servicio, que presentamos
en tu altar en la conmemoración de santa María de Jesús
Sacramentado, y concédenos que, libres de las ataduras de este
mundo, seas tú nuestra única riqueza. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Mt 5, 3
Dichosos los pobres de espíritu, porque de ellos es el Reino de
los cielos.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Te rogamos, Dios todopoderoso, que fortalecidos con este
sacramento, aprendamos, a ejemplo de santa María de Jesús
Sacramentado, a buscarte siempre sobre todas las cosas, y
demos, ante el mundo, una imagen auténtica del hombre nuevo.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
* SANTA MARÍA DE JESÚS SACRAMENTADO
VENEGAS DE LA TORRE
María de Jesús Sacramentado Venegas de la Torre,
nació en un poblado del municipio de Zapotlanejo,
Jalisco (México) el 8 de Septiembre de 1868, la
bautizaron con el nombre de María Natividad. La vida
de la joven María Natividad se desarrolló en un clima
de sencillez, sin hechos extraordinarios, su niñez
y adolescencia con los matices que da la vida. A la
edad de 19 años quedó huérfana de padre y madre
quedando al cuidado de una tía paterna. María
Natividad sentía fuerte atractivo hacia la vida religiosa,
y el 8 de diciembre de 1989, ingresa en la floreciente
Asociación de Hijas de María, en su lugar natal.
El 8 de diciembre de 1905 asistió a unos Ejercicios
Espirituales y como fruto de éstos, decide formar parte
del grupo de “Hijas del Sagrado Corazón de Jesús”,
que con ella completaban 6 para el cuidado de los
enfermos en el Hospital del Sagrado Corazón, recién
fundado por el Sr. Canónigo Don Atenógenes Silva
y Alvarez Tostado. Se distinguió por su humildad,
sencillez, trato afable con las hermanas, enfermos y
personas en general, esta inmensa caridad bebida de
la fuente del Corazón Divino de Jesús, a quien amó,
en quien siempre esperó y cuya devoción procuró
inculcar a todas las personas de su alrededor.
Manifestó un trato especial a los obispos y
sacerdotes, atendiéndolos con verdadero amor,
respeto y obediencia, viendo en ellos la prolongación
de Cristo Sumo y Eterno Sacerdote. En el año de
1912 fue elegida Vicaria, puesto que ocupó hasta
el 25 de enero de 1921 en el que, realizadas las
primeras elecciones canónicas, resultó elegida
Superiora General, al poco tiempo escribe las
Constituciones que regirían a las Hijas del Sagrado
Corazón de Jesús, éstas fueron aprobadas en 1930,
reconociéndose así el nuevo Instituto. El 30 de Julio
de 1959 entregó su alma al Creador, llena de paz,
después de recibir los auxilios sacramentales.
http://www.vatican.va/news_services/liturgy/saints/ns_lit_doc_20000521_venegas-de-la-torre_sp.html