18 martes
Morado
FERIA DE CUARESMA
o SAN CIRILO DE JERUSALÉN,
Obispo y Doctor de la Iglesia
MR p. 211 y 690 [223 y 706] / Lecc. I p. 723
Tuvo grandes tribulaciones por defender la fe en la divinidad de
Cristo. Tres veces fue desterrado. Nos ha legado sus Catequesis
bautismales, que nos enseñan cómo preparaban a los adultos
para el bautismo en la segunda mitad del siglo IV.
ANTÍFONA DE ENTRADA Sal 12, 4-5
Da luz a mis ojos, Señor, para que no caiga en el sueño de la
muerte; para que no diga el enemigo: He triunfado sobre él.
ORACIÓN COLECTA
Dios nuestro, que por medio del obispo san Cirilo de Jerusalén
condujiste admirablemente a tu Iglesia a comprender con más
profundidad los misterios de la salvación, concédenos, por su
intercesión, conocer de tal manera a tu Hijo, que podamos participar
abundantemente de su vida divina. Él, que vive y reina contigo en
la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos.
PRIMERA LECTURA
[Aprendan a hacer el bien; busquen la justicia.]
Del libro del profeta Isaías 1, 10. 16-20
Oigan la palabra del Señor, príncipes de Sodoma; escucha
la enseñanza de nuestro Dios, pueblo de Gomorra: “Lávense
y purifíquense; aparten de mi vista sus malas acciones. Dejen
de hacer el mal, aprendan a hacer el bien, busquen la justicia,
auxilien al oprimido, defiendan los derechos del huérfano y la
causa de la viuda.
Vengan, pues, y discutamos, dice el Señor. Aunque sus pecados
sean rojos como la sangre, quedarán blancos como la nieve.
Aunque sean encendidos como la púrpura, vendrán a ser como
blanca lana. Si son ustedes dóciles y obedecen, comerán los
frutos de la tierra. Pero si se obstinan en la rebeldía, la espada
los devorará”. Palabra de Dios.
SALMO RESPONSORIAL del salmo 49
R. Muéstranos, Señor, el camino de la salvación.
No voy a reclamarte sacrificios, dice el Señor, pues siempre
están ante mí tus holocaustos. Pero ya no aceptaré becerros de
tu casa, ni cabritos de tus rebaños. R.
¿Por qué citas mis preceptos y hablas a toda hora de mi pacto, tú
que detestas la obediencia y echas en saco roto mis mandatos? R.
Tú haces esto, ¿y yo tengo que callarme? ¿Crees acaso que
yo soy como tú? No, yo te reprenderé y te echaré en cara tus
pecados. Quien las gracias me da, ése me honra y yo salvaré al
que cumple mi voluntad. R.
ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIO Ez 18, 31
R. Honor y gloria a ti, Señor Jesús.
Purifíquense de todas sus iniquidades; renueven su corazón y
su espíritu, dice el Señor. R. Honor y gloria a ti, Señor Jesús.
EVANGELIO
[Los fariseos dicen una cosa y hacen otra.]
Del santo Evangelio según san Mateo 23, 1-12
En aquel tiempo, Jesús dijo a las multitudes y a sus discípulos:
“En la cátedra de Moisés se han sentado los escribas y
fariseos. Hagan, pues, todo lo que les digan, pero no imiten sus
obras, porque dicen una cosa y hacen otra. Hacen fardos muy
pesados y difíciles de llevar y los echan sobre las espaldas de los
hombres, pero ellos ni con el dedo los quieren mover. Todo lo
hacen para que los vea la gente. Ensanchan las filacterias y las
franjas del manto; les agrada ocupar los primeros lugares en los
banquetes y los asientos de honor en las sinagogas; les gusta que
los saluden en las plazas y que la gente los llame ‘maestros’.
Ustedes, en cambio, no dejen que los llamen ‘maestros’, porque
no tienen más que un Maestro y todos ustedes son hermanos. A
ningún hombre sobre la tierra lo llamen ‘padre’, porque el Padre
de ustedes es sólo el Padre celestial. No se dejen llamar ‘guías’,
porque el guía de ustedes es solamente Cristo. Que el mayor
de entre ustedes sea su servidor, porque el que se enaltece será
humillado y el que se humilla será enaltecido”. Palabra del Señor.
REFLEXIÓN: La tensión que se ha creado entre
Jesús y los líderes del pueblo –en especial con los
escribas y fariseos– prepara la inminente historia de
su dolorosa pasión. San Mateo nos reporta aquí este
enfrentamiento como una incisiva catequesis acerca
de la «hipocresía». Ella seguirá siendo siempre una
poderosa y sutil tentación para los humanos. Todos
corremos el peligro de la vanidad, de la ostentación
y de la pretensión de querer observar la Ley de Dios
para ser vistos y alabados. El Señor, sin embargo,
reserva su recompensa a los que hacen el bien por
amor y sin buscar engañosos reconocimientos.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Reconciliados contigo por estos misterios, Señor, realiza a
favor nuestro tu obra santificadora, que nos purifique de nuestras
pasiones terrenas y nos lleve a disfrutar los bienes celestiales. Por
Jesucristo, nuestro Señor.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Sal 9, 2-3
Proclamaré todas tus maravillas; me alegraré y exultaré contigo
y entonaré salmos a tu nombre, Dios Altísimo.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Que la participación en tu mesa sagrada, Señor, nos conceda
crecer en santidad, y nos obtenga el auxilio continuo de tu
misericordia. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ORACIÓN SOBRE EL PUEBLO
Favorece, Señor, los ruegos de tus fieles y sana las debilidades
de su alma, para que, recibido tu perdón, se alegren siempre con
tu bendición. Por Jesucristo, nuestro Señor.