19 jueves
Blanco
Solemnidad,
EL CUERPO Y LA SANGRE DE CRISTO
MR p. 449 [447]/ Lecc II p. 307. LH de la Solemnidad.
ANTÍFONA DE ENTRADA Sal 80, 17
Alimentó a su pueblo con lo mejor del trigo y lo sació con
miel sacada de la roca.
Se dice Gloria.
ORACIÓN COLECTA
Señor nuestro Jesucristo, que en este admirable sacramento
nos dejaste el memorial de tu pasión, concédenos venerar de
tal modo los sagrados misterios de tu Cuerpo y de tu Sangre,
que experimentemos continuamente en nosotros el fruto de tu
redención. Tú que vives y reinas con el Padre en la unidad del
Espíritu Santo y eres Dios por los siglos de los siglos.
PRIMERA LECTURA
[Melquisedec presentó pan y vino.]
Del libro del Génesis 14, 18-20
En aquellos días, Melquisedec, rey de Salem, presentó pan y
vino, pues era sacerdote del Dios altísimo, y bendijo a Abram,
diciendo: “Bendito sea Abram de parte del Dios altísimo, creador
de cielos y tierra; y bendito sea el Dios altísimo, que entregó a
tus enemigos en tus manos”.
Y Abram le dio el diezmo de todo lo que había rescatado.
Palabra de Dios.
SALMO RESPONSORIAL del salmo 109
R. Tú eres sacerdote para siempre.
Esto ha dicho el Señor a mi Señor: “Siéntate a mi derecha;
yo haré de tus contrarios el estrado donde pongas los pies”. R.
Extenderá el Señor desde Sión tu cetro poderoso y tú dominarás
al enemigo. R.
Es tuyo el señorío; el día en que naciste en los montes sagrados,
te consagró el Señor antes del alba. R.
Juró el Señor y no ha de retractarse: “Tú eres sacerdote para
siempre, como Melquisedec”. R.
SEGUNDA LECTURA
[Cada vez que ustedes comen de este pan y beben de este cáliz,
proclaman la muerte del Señor.]
De la primera carta del apóstol san Pablo a los corintios 11, 23-26
Hermanos: Yo recibí del Señor lo mismo que les he transmitido:
que el Señor Jesús, la noche en que iba a ser entregado, tomó pan
en sus manos, y pronunciando la acción de gracias, lo partió y
dijo: “Esto es mi cuerpo, que se entrega por ustedes. Hagan esto
en memoria mía”.
Lo mismo hizo con el cáliz, después de cenar, diciendo: “Este
cáliz es la nueva alianza que se sella con mi sangre. Hagan esto
en memoria mía siempre que beban de él”.
Por eso, cada vez que ustedes comen de este pan y beben
de este cáliz, proclaman la muerte del Señor, hasta que vuelva.
Palabra de Dios.
SECUENCIA
[Puede omitirse o puede recitarse en forma abreviada,
comenzando por la estrofa:* “El pan que del cielo baja”]
Al Salvador alabemos,
que es nuestro pastor y guía.
Alabémoslo con himnos
y canciones de alegría.
Alabémoslo sin límites
y con nuestras fuerzas todas;
pues tan grande es el Señor,
que nuestra alabanza es poca.
Gustosos hoy aclamamos
a Cristo, que es nuestro pan,
pues él es el pan de vida,
que nos da vida inmortal.
Doce eran los que cenaban
y les dio pan a los doce.
Doce entonces lo comieron,
y, después, todos los hombres.
Sea plena la alabanza
y llena de alegres cantos;
que nuestra alma se desborde
en todo un concierto santo.
Hoy celebramos con gozo
la gloriosa institución
de este banquete divino,
el banquete del Señor.
Esta es la nueva Pascua,
Pascua del único Rey,
que termina con alianza
tan pesada de la ley.
Esto nuevo, siempre nuevo,
es la luz de la verdad,
que sustituye a lo viejo
con reciente claridad.
En aquella última cena
Cristo hizo la maravilla
de dejar a sus amigos
el memorial de su vida.
Enseñados por la Iglesia,
consagramos pan y vino,
que a los hombres nos redimen,
y dan fuerza en el camino.
Es un dogma del cristiano
que el pan se convierte en carne,
y lo que antes era vino
queda convertido en sangre.
Hay cosas que no entendemos,
pues no alcanza la razón;
mas si las vemos con fe,
entrarán al corazón.
Bajo símbolos diversos
y en diferentes figuras,
se esconden ciertas verdades
maravillosas, profundas.
Su sangre es nuestra bebida;
su carne, nuestro alimento;
pero en el pan o en el vino
Cristo está todo completo.
Quien lo come, no lo rompe,
no lo parte ni divide;
él es el todo y la parte;
vivo está en quien lo recibe.
Puede ser tan sólo uno
el que se acerca al altar,
o pueden ser multitudes:
Cristo no se acabará.
Lo comen buenos y malos,
con provecho diferente;
no es lo mismo tener vida
que ser condenado a muerte.
A los malos les da muerte
y a los buenos les da vida.
¡Qué efecto tan diferente
tiene la misma comida!
Si lo parten, no te apures;
sólo parten lo exterior;
en el mínimo fragmento
entero late el Señor.
Cuando parten lo exterior,
sólo parten lo que has visto;
no es una disminución
de la persona de Cristo.
* E1 pan que del cielo baja
es comida de viajeros.
Es un pan para los hijos.
¡No hay que tirarlo a los perros!
Isaac, el inocente,
es figura de este pan,
con el cordero de Pascua
y el misterioso maná.
Ten compasión de nosotros,
buen pastor, pan verdadero.
Apaciéntanos y cuídanos
y condúcenos al cielo.
Todo lo puedes y sabes,
pastor de ovejas, divino.
Concédenos en el cielo
gozar la herencia contigo. Amén.
ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIO Jn 6, 51
R. Aleluya, aleluya.
Yo soy el pan vivo que ha bajado del cielo, dice el Señor; el
que coma de este pan vivirá para siempre. R. Aleluya.
EVANGELIO
[Comieron todos y se saciaron.]
Del santo Evangelio según san Lucas 9, 11b-17
En aquel tiempo, Jesús habló del Reino de Dios a la multitud
y curó a los enfermos.
Cuando caía la tarde, los doce apóstoles se acercaron a decirle:
“Despide a la gente para que vayan a los pueblos y caseríos a
buscar alojamiento y comida, porque aquí estamos en un lugar
solitario”. Él les contestó: “Denles ustedes de comer”. Pero ellos
le replicaron: “No tenemos más que cinco panes y dos pescados;
a no ser que vayamos nosotros mismos a comprar víveres para
toda esta gente”. Eran como cinco mil varones.
Entonces Jesús dijo a sus discípulos: “Hagan que se sienten en
grupos como de cincuenta”. Así lo hicieron, y todos se sentaron.
Después Jesús tomó en sus manos los cinco panes y los dos
pescados, y levantando su mirada al cielo, pronunció sobre ellos
una oración de acción de gracias, los partió y los fue dando a los
discípulos, para que ellos los distribuyeran entre la gente.
Comieron todos y se saciaron, y de lo que sobró se llenaron
doce canastos. Palabra del Señor.
Se dice Credo.
ORACIÓN DE LOS FIELES:
Antes de disponer la mesa santa donde el Señor
hará nuevamente presente su tránsito pascual que
salva a todos los hombres, elevemos nuestras súplicas
a Dios nuestro Padre:
1. Para que los obispos y presbíteros, cuando presidan la
celebración eucarística, vivan tan plenamente identificados
con el Señor, que el pueblo vea en ellos la imagen viva
de Cristo, roguemos al Señor.
2. Para que pronto llegue el día en que todos los
cristianos celebremos la Eucaristía en la unidad de
una sola Iglesia y todos los hombres ofrezcan el único
sacrificio que nos salva, roguemos al Señor.
3. Para que los fieles que se encuentran a las puertas
de la muerte dejen este mundo llenos de paz y –
fortalecidos con el Cuerpo de Cristo– lleguen al Reino
de la felicidad y de la vida, roguemos al Señor.
4. Para que el Señor aumente nuestra fe y acreciente
nuestro amor, a fin de que adoremos en espíritu y en
verdad a Cristo realmente presente en el sacramento
de la Eucaristía, roguemos al Señor.
Escucha, Padre santo, las súplicas de tu familia,
reunida para celebrar el sacramento pascual del
Cuerpo y de la Sangre de tu Hijo, y derrama sobre
ella la abundancia del Espíritu Santo para que –por la
participación en tus dones– nuestra vida se convierta
en una continua acción de gracias Por Jesucristo,
nuestro Señor.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Señor, concede, bondadoso, a tu Iglesia, los dones de la unidad
y de la paz, significados místicamente en las ofrendas que te
presentamos. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Prefacio II o I de la Eucaristía, pp. 521-520 [522-521]
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Jn 6, 56
El que come mi carne y bebe mi sangre, permanece en mí y
yo en él, dice el Señor.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Concédenos, Señor Jesucristo, disfrutar eternamente del gozo de
tu divinidad que ahora pregustamos, en la comunión de tu Cuerpo
y de tu Sangre. Tú que vives y reinas por los siglos de los siglos.
ACTIVIDAD DIOCESANA
Jubileo circular: Jueves 19, Viernes 20 y Sábado 21:
Catedral Basílica, La Asunción de María, Jesús Niño,
Ntra. Sra. de las Mercedes, San Judas Tadeo (Paseo de los
Filósofos), Ntra. Sra. de Guadalupe (Club de golf Atlas),
María Inmaculada, San Martín Hidalgo, Ntra. Sra. de las
Rosas (Francisco Villa), La Santa Cruz (Tesistán.)