13 martes
Blanco / Rojo
FERIA DE PASCUA
o SAN SABÁS REYES SALAZAR,
Mártir Mexicano *
o SAN MARTÍN I, Papa y Mártir
MR p. 885 [924] / Lecc. I p. 875
ANTÍFONA DE ENTRADA
Este es un verdadero mártir, ya que derramó su sangre por Cristo; no temió las amenazas de quienes lo juzgaron y mereció así el
Reino de los cielos. Aleluya.
ORACIÓN COLECTA
Dios omnipotente y misericordioso, que concediste a san Sabás
Reyes Salazar luchar por la justicia hasta la muerte, haz que, por su
intercesión, soportemos por tu amor todas las adversidades y corramos esforzadamente hacia ti, pues sólo tú eres la vida. Por nuestro
Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del
Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos.
PRIMERA LECTURA
[Tenían un solo corazón y una sola alma.]
Del libro de los Hechos de los Apóstoles 4, 32-37
La multitud de los que habían creído tenía un solo corazón y una
sola alma; todo lo poseían en común y nadie consideraba suyo nada
de lo que tenía.
Con grandes muestras de poder, los apóstoles daban testimonio
de la resurrección del Señor Jesús y todos gozaban de gran estimación entre el pueblo. Ninguno pasaba necesidad, pues los que
poseían terrenos o casas, los vendían, llevaban el dinero y lo ponían
a disposición de los apóstoles, y luego se distribuía según lo que
necesitaba cada uno.
José, levita nacido en Chipre, a quien los apóstoles llamaban
Bernabé (que significa hábil para exhortar), tenía un campo; lo vendió y puso el dinero a disposición de los apóstoles. Palabra de Dios.
SALMO RESPONSORIAL del salmo 92, 1ab. lc-2. 5
R. El Señor es un rey magnífico. Aleluya.
Tú eres, Señor, el rey de todos los reyes. Estás revestido de poder
y majestad. Tú mantienes el orbe y no vacila. Eres eterno, y para
siempre está firme tu trono. R.
Muy dignas de confianza son tus leyes y desde hoy y para siempre, Señor, la santidad adorna tu templo. R.
ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIO Cfr. Jn 3, 15
R. Aleluya, aleluya.
El Hijo del hombre debe ser levantado en la cruz, para que los
que creen en él tengan vida eterna. R. Aleluya.
EVANGELIO
[Nadie ha subido al cielo sino el Hijo del hombre, que bajó del
cielo.]
Del santo Evangelio según san Juan 3, 7-15
En aquel tiempo, Jesús dijo a Nicodemo: “No te extrañes de
que te haya dicho: Tienen que renacer de lo alto’. El viento
sopla donde quiere y oyes su ruido, pero no sabes de dónde viene ni
a dónde va. Así pasa con quien ha nacido del Espíritu”. Nicodemo
le preguntó entonces: “¿Cómo puede ser esto?”
Jesús le respondió: “Tú eres maestro de Israel, ¿y no sabes esto?
Yo te aseguro que nosotros hablamos de lo que sabemos y damos
testimonio de lo que hemos visto, pero ustedes no aceptan nuestro
testimonio. Si no creen cuando les hablo de las cosas de la tierra,
¿cómo creerán si les hablo de las celestiales? Nadie ha subido al
cielo sino el Hijo del hombre, que bajó del cielo y está en el cielo.
Así como levantó Moisés la serpiente en el desierto, así tiene que
ser levantado el Hijo del hombre, para que todo el que crea en él
tenga vida eterna”. Palabra del Señor.
REFLEXIÓN: • Este pasaje nos dibuja el modelo ideal con
el que, de forma inevitable, deberá confrontarse en algún momento la Iglesia de todos los tiempos. La caridad cristiana
había transformado la primitiva comunidad de Jerusalén en
una verdadera «familia» en la que nadie pasaba necesidad.
En su seno todos los bienes eran distribuidos de acuerdo
a los requerimientos de cada uno, desterrando inaceptables
distinciones. Compartir la misma Eucaristía los llevaba,
consecuentemente, a esta caridad ferviente, manifestada en
obras concretas…• El coloquio nocturno de Jesús con el sigiloso Nicodemo pasa del discurso precedente sobre la necesidad de «renacer de lo alto» a la necesidad de la fe en el Hijo
del hombre, bajado del cielo. Él deberá ser alzado en la cruz,
como lo había hecho Moisés en el desierto con la serpiente de
bronce (Cfr. Núm. 21, 4-9). Frente a Jesús –testigo y revelador del Padre por excelencia– no podemos jamás permanecer
neutrales. Sólo así, como auténticos creyentes renacidos a
una nueva existencia en Cristo, llegaremos a alcanzar la tan
anhelada «vida eterna».
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Dios clementísimo, derrama tu bendición sobre estos dones y
afiánzanos en la fe que san Sabás Reyes Salazar atestiguó con la
efusión de su sangre. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Cfr. Jn 15, 1. 5
Yo soy la vid verdadera y ustedes, los sarmientos, dice el Señor;
el que permanece en mí y yo en él, ése dará fruto abundante. Aleluya.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Renovados por estos sagrados misterios, te rogamos, Señor, que,
imitando la admirable constancia de san Sabás Reyes Salazar merezcamos, por nuestra perseverancia, conseguir el premio eterno.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
* SAN SABÁS REYES SALAZAR
Nació en Cocula, Jal. (Arquidiócesis de Guadalajara), el 5 de
diciembre de 1883. Vicario de Tototlán, Jal. (Diócesis de San
Juan de los Lagos). Sencillo y fervoroso, tenía especial devoción a la Santísima Trinidad. También invocaba frecuentemente a las ánimas del purgatorio. Procuró mucho la formación de los niños jóvenes, tanto en la catequesis como
en la enseñanza de ciencias, oficios y artes, especialmente
en la música. Cumplido y abnegado en su ministerio. Exigía
mucho respeto en todo lo referente al culto y le gustaba que
con prontitud se cumpliera cualquier deber. Cuando, por el
peligro que había para los sacerdotes, le aconsejaban que
saliera de Tototlán, él replicaba: «A mí aquí me dejaron y aquí
espero, a ver qué dispone Dios». En la Semana Santa de 1927
llegaron las tropas federales y los agraristas buscando al Sr.
Cura Francisco Vizcarra y a sus ministros. Sólo encontraron
al padre Reyes y en él concentraron todo su odio. Lo tomaron preso, lo ataron fuertemente a una columna del templo
parroquial, lo torturaron tres días por medio del hambre y la
sed y con sadismo incalificable, le quemaron las manos porque estaban consagradas. El 13 de abril de 1927, Miércoles
Santo, fue conducido al cementerio. Lo remataron a balazos,
pero antes de morir, más con el alma que con la voz, pudo
gritar el sacerdote mártir: «¡Viva Cristo Rey!».
http://www.vatican.va/news_services/liturgy/saints/ns_
lit_doc_20000521_reyes-salazar_sp.html