31 miércoles
Blanco
Memoria,
SAN IGNACIO DE LOYOLA, Presbítero
MR p. 757 [783] / Lecc. II p. 616
Ignacio de Loyola, quien fundó la, Compañía de Jesús en París,
en 1534, nació en las Provincias Vascongadas. Trabajó en Roma
por difundir la Compañía de Jesús en Europa y por emprender
grandes trabajos misioneros. Su vida es un ejemplo de una
total sujeción al Papa y a la Iglesia. Sus Ejercicios Espirituales
marcan el camino a aquellos que quieran consagrar su vida “a
la mayor gloria de Dios” (1491-1556).
ANTÍFONA DE ENTRADA Flp 2, 10-11
Que al nombre de Jesús toda rodilla se doble, en el cielo,
en la tierra, en los abismos, y que toda lengua proclame que
Jesucristo es el Señor, para gloria de Dios Padre.
ORACIÓN COLECTA
Dios nuestro, que suscitaste en tu Iglesia a san Ignacio de
Loyola para extender la mayor gloria de tu nombre, concédenos
que, luchando en la tierra, con su auxilio y a imitación suya,
merezcamos ser coronados, con él, en el cielo. Por nuestro
Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad
del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos.
PRIMERA LECTURA
[¿Por qué mi dolor no acaba nunca?- Si te vuelves a mí, seguirás
a mi servicio.]
Del libro del profeta Jeremías 15, 10. 16-21
¡Ay de mí, madre mía! ¿Por qué me engendraste para que
fuera objeto de pleitos y discordias en todo el país? A nadie debo
dinero, ni me lo deben a mí, y sin embargo, todos me maldicen.
Siempre que oí tus palabras, Señor, las acepté con gusto; tus
palabras eran mi gozo y la alegría de mi corazón, porque yo
defendía tu causa. Señor, Dios de los ejércitos.
No me senté a reír con los que se divertían; forzado por tu
mano, me sentaba aparte, porque me habías contagiado con tu
propia ira. ¿Por qué mi dolor no acaba nunca y mi herida se ha
vuelto incurable? ¿Acaso te has convertido para mí, Señor, en
espejismo de aguas que no existen?
Entonces el Señor me respondió: "Si te vuelves a mí, yo haré
que cambies de actitud, y seguirás a mi servicio; si separas el
metal precioso de la escoria, seguirás siendo mi profeta. Ellos
cambiarán de actitud para contigo y no tú para con ellos. Yo
te convertiré frente a este pueblo en una poderosa muralla de
bronce: lucharán contra ti, pero no podrán contigo, porque yo
estaré a tu lado para librarte y defenderte, dice el Señor. Te
libraré de las manos de los perversos, te rescataré de las manos
de los poderosos". Palabra de Dios.
SALMO RESPONSORIAL del salmo 58, 2-3. 4-5a. 10-11 17 l8
R. Me alegraré, Señor, por tu bondad.
Dios mío, líbrame de mis enemigos, protégeme de mis
agresores; líbrame de los que hacen injusticias, sálvame de los
hombres sanguinarios. R.
Mira cómo se conjuran contra mí los poderosos y esperan el
momento de matarme. Sin embargo, Señor, en mí no hay crimen
ni pecado; sin culpa mía, avanzan contra mí para atacarme. R.
En ti, Señor, tendré fijos los ojos, porque tú eres mi fuerza y
mi refugio. El Dios de mi amor vendrá en mi ayuda y me hará
ver la derrota de mis enemigos. R.
Yo celebraré tu poder y desde la mañana me alegraré por tu
bondad, porque has sido mi defensa y mi refugio en el día de la
tribulación. R.
ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIO Jn 15, 15
R. Aleluya, aleluya.
A ustedes los llamo amigos, dice el Señor, porque les he dado
a conocer todo lo que le he oído a mi Padre. R. Aleluya.
EVANGELIO
[El que encuentra un tesoro en un campo, vende cuanto tiene y
compra aquel campo.]
Del santo Evangelio según san Mateo 13, 44-46
En aquel tiempo, Jesús dijo a la multitud: "El Reino de los
cielos se parece a un tesoro escondido en un campo. El que
lo encuentra lo vuelve a esconder y, lleno de alegría, va y vende
cuanto tiene y compra aquel campo.
El Reino de los cielos se parece también a un comerciante en
perlas finas que, al encontrar una perla muy valiosa, va y vende
cuanto tiene y la compra". Palabra del Señor.
REFLEXIÓN: Dentro del «discurso de las
parábolas» leemos las alegorías gemelas del «tesoro»
y de la «perla», exclusivas de san Mateo. A Jesús no
le interesa, por cierto, enjuiciar la evidente avaricia
de ambos. Él simplemente acentúa la enorme
«alegría» que el hallazgo les produce y que los
impulsa a deshacerse de todo, con tal de conseguir
lo encontrado. Quien sea capaz de imitarlos estará
haciendo la mejor inversión de toda su vida y para él,
en adelante, se cumplirán plenamente las palabras
del Señor: «donde está tu tesoro allí estará también
tu corazón» (Mt. 6, 21).
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Que te agraden, Señor Dios, las ofrendas que te presentamos
en la celebración de san Ignacio, y concede que estos santos
misterios en los que has puesto la fuente de toda santidad, nos
santifiquen en la verdad. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ANTIFONA DE LA COMUNION Lc 12, 49
He venido a traer fuego a la tierra, ¡y cuánto desearía que ya
estuviera ardiendo!, dice el Señor.
ORACION DESPUES DE LA COMUNION
Señor, que este sacrificio de alabanza, que te hemos ofrecido
en acción de gracias en la celebración de san Ignacio, nos lleve
a alabar perpetuamente tu gloria. Por Jesucristo, nuestro Señor.