31 miércoles
Blanco / Azul
Fiesta,
VISITACIÓN DE LA SANTÍSIMA VIRGEN MARÍA
MR p. 720 [740] / Lecc. II p. 1067.
Entre las fiestas de la Anunciación y el nacimiento de san
Juan Bautista se celebra ésta, de la Visitación. Es la fiesta del
encuentro de María con Isabel, y sobre todo, de una manera
misteriosa, del encuentro de aquellos dos niños: el precursor y
el Mesías, encerrados todavía en el seno de sus madres. Es una
fiesta que estalla en alegría con el "Magníficat".
ANTÍFONA DE ENTRADA Cfr. Sal 65, 16
Cuantos temen a Dios vengan y escuchen, y les diré lo que
ha hecho por mí.
Se dice Gloria.
ORACIÓN COLECTA
Dios todopoderoso y eterno, que inspiraste a la santísima Virgen
María, cuando llevaba ya en su seno a tu Hijo, el deseo de visitar
a Isabel, concédenos que, siguiendo las inspiraciones del Espíritu
Santo, podamos con María proclamar siempre tu grandeza. Por
nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la
unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos.
PRIMERA LECTURA
[El Señor será el rey de Israel dentro de ti.]
Del libro del profeta Sofonías 3, 14-18 o Rom 12, 9-16
Canta, hija de Sión, da gritos de júbilo, Israel, gózate y
regocíjate de todo corazón, Jerusalén. El Señor ha levantado su
sentencia contra ti, ha expulsado a todos tus enemigos. El Señor
será el rey de Israel en medio de ti y ya no temerás ningún mal.
Aquel día dirán a Jerusalén: "No temas, Sión, que no
desfallezcan tus manos. El Señor, tu Dios, tu poderoso salvador,
está en medio de ti. Él se goza y se complace en ti; él te ama
y se llenará de júbilo por tu causa, como en los días de fiesta.
Apartaré de ti la desgracia y el oprobio que pesa sobre ti".
Palabra de Dios.
SALMO RESPONSORIAL Is 12, 2-3. 4bcd. 5-6
R. El Señor ha hecho maravillas con nosotros.
El Señor es mi Dios y salvador, con él estoy seguro y nada
temo. El Señor es mi protección y mi fuerza y ha sido mi
salvación. Sacarán agua con gozo de la fuente de salvación. R.
Den gracias al Señor, invoquen su nombre, cuenten a los
pueblos sus hazañas, proclamen que su nombre es sublime. R.
Alaben al Señor por sus proezas, anúncienlas a toda la tierra.
Griten jubilosos, habitantes de Sión, porque el Dios de Israel ha
sido grande con ustedes. R.
ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIO Cfr. Lc 1, 45
R. Aleluya, aleluya.
Dichosa tú, santísima Virgen María, que has creído, porque
se cumplirá cuanto te fue anunciado de parte del Señor. R.
Aleluya.
EVANGELIO
[¿Quién soy yo para que la madre de mi Señor venga a verme?]
Del santo Evangelio según san Lucas 1, 39-56
En aquellos días, María se encaminó presurosa a un pueblo
de las montañas de Judea, y entrando en la casa de Zacarías,
saludó a Isabel. En cuanto ésta oyó el saludo de María, la
creatura saltó en su seno.
Entonces Isabel quedó llena del Espíritu Santo, y levantando
la voz, exclamó: "¡Bendita tú entre las mujeres y bendito el fruto
de tu vientre! ¿Quién soy yo para que la madre de mi Señor
venga a verme? Apenas llegó tu saludo a mis oídos, el niño
saltó de gozo en mi seno. Dichosa tú, que has creído, porque se
cumplirá cuanto te fue anunciado de parte del Señor".
Entonces dijo María: "Mi alma glorifica al Señor y mi espíritu
se llena de júbilo en Dios, mi salvador, porque puso sus ojos en
la humildad de su esclava.
Desde ahora me llamarán dichosa todas las generaciones,
porque ha hecho en mí grandes cosas el que todo lo puede.
Santo es su nombre y su misericordia llega de generación en
generación a los que lo temen.
Ha hecho sentir el poder de su brazo: dispersó a los de corazón
altanero, destronó a los potentados y exaltó a los humildes. A los
hambrientos los colmó de bienes y a los ricos los despidió sin
nada.
Acordándose de su misericordia, vino en ayuda de Israel, su
siervo, como lo había prometido a nuestros padres, a Abraham
y a su descendencia, para siempre".
María permaneció con Isabel unos tres meses, y luego regresó
a su casa. Palabra del Señor.
REFLEXIÓN: • El mes en que la devoción popular
cristiana acostumbra dedicar un culto especial a la Madre
de Dios, se cierra con la fiesta litúrgica que recuerda el
segundo «misterio gozoso»: la visita de nuestra Señora a su
prima Santa Isabel. María va presurosa a casa de Isabel
para ofrecerle los servicios que una mujer joven podía
hacer en favor de una mujer de edad avanzada, que está
a punto de convertirse en mamá. María fue impulsada
también por el deseo de comunicar a su parienta la alegría
que experimentaba por las «maravillas» que el Señor
había realizado en ella... • Esta fiesta que desde el siglo
XIII empezaron a celebrar los franciscanos, Bonifacio IX
la introdujo en el calendario universal y Clemente VIII
fue quien compuso los textos litúrgicos, precedentes a la
reforma del Vaticano II. Esta fiesta antes se tenía el 2 de
julio. El actual calendario –a fin de armonizar mejor con
los evangelios– la ha trasladado a este día, ubicándola
entre el 25 de marzo de la “Anunciación del Señor” y el
24 de junio, “el nacimiento de Juan, el bautista”… • Que
al conmemorar este venturoso encuentro, dejemos que
el Señor siga visitando a su pueblo santo y haga de cada
uno de nosotros un auténtico “portador de Cristo”.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Señor, recibe con agrado este sacrificio de salvación que
ofrecemos a tu majestad, así como te fue grato el gesto de amor
de la santísima Madre de tu Unigénito. Él, que vive y reina por
los siglos de los siglos.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Lc 1, 48-49
Desde ahora me llamarán dichosa todas las generaciones,
porque ha hecho en mí grandes cosas el que todo lo puede.
Santo es su nombre.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Dios nuestro, que la Iglesia proclame tu grandeza, porque
haces cosas grandes en tus fieles, y así como Juan Bautista se
alegró al sentir la presencia oculta de tu Hijo, haz que tu pueblo
pueda reconocer siempre con alegría en este sacramento al
mismo Cristo viviente. Él, que vive y reina por los siglos de los
siglos.