Prot. A 1107/2014
Circular 14 /2014
XLVIII Jornada Mundial de las Comunicaciones
1 junio de 2014
A toda la Comunidad Diocesana:
Los saludo fraternalmente y deseo que su amor a Jesucristo Resucitado siga creciendo y fortalezca su llamado a la santidad.
Me dirijo a ustedes para invitarles a celebrar en nuestra Arquidiócesis, la Jornada Mundial de las Comunicaciones, el próximo domingo 1 de junio, solemnidad de la Ascensión del Señor.
La Iglesia ha celebrado, desde hace 48 años, la Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales, con el fin de que el Mensaje que nos ofrece el Papa, nos ayude a profundizar en el sentido del don que Dios nos ha concedido para que las personas entremos en diálogo verdaderamente humano y a través de los “maravillosos instrumentos” (Inter mirifica, 1) que nos acercan.
El tema elegido por el Papa Francisco para esta ocasión, lleva por título, precisamente, “Comunicación al servicio de una auténtica cultura del encuentro”. Los mass media, indica el Vicario de Cristo, “pueden ayudar a que nos sintamos más cercanos los unos de los otros, a que percibamos un renovado sentido de unidad de la familia humana que nos impulse a la solidaridad y al compromiso serio por una vida más digna para todos”. Antes de cumplir una función meramente técnica, deben percibirse como instrumentos que promueven la fraternidad entre los hombres. Son máquinas los medios de comunicación, pero deben transmitir, al mismo tiempo, el espíritu cordial de las personas que las manejan. Hay que entenderlos en términos de proximidad, como leemos en el Mensaje para esta celebración.
Una de las mayores gracias que Dios ha concedido a nuestra inteligencia es que podamos comunicarnos. Por lo que no debemos olvidar su sentido original y profundamente humano.
En su Mensaje, el Santo Padre nos señala las consecuencias de una comunicación sin reflexión:
- La velocidad con la que se suceden las informaciones tiene el riesgo de no tener una expresión mesurada y correcta de uno mismo.
- El deseo de conexión digital puede terminar por aislarnos de nuestro prójimo.
- Algunos medios nos condicionan hasta el punto de hacernos ignorar a nuestro prójimo real.
Pero también nos presenta la actitud y la riqueza de una comunicación con sentido humano:
- Tenemos que recuperar cierta lentitud y calma. Esto requiere tiempo y capacidad de guardar silencio para escuchar.
- Aprendamos a mirar el mundo y a apreciar la experiencia humana tal y como se manifiesta en las distintas culturas y tradiciones.
- El mundo de la comunicación está llamado a expresar ternura.
- El testimonio cristiano puede alcanzar las periferias existenciales.
- Debemos abrir las puertas de las iglesias en el mundo digital, tanto para que la gente entre, como para que el Evangelio pueda cruzar el umbral del templo y salir al encuentro de todos.
El Mensaje se completa con una referencia y explicación de la parábola del sembrador, a la que el Papa Francisco llama “una parábola del comunicador”, porque las nuevas vías de comunicación que la tecnología ha abierto, puedan ser un instrumento adecuado de la evangelización. El texto completo, junto con otros subsidios, los recibirán en sus comunidades, a fin de aprovecharlos pastoralmente en el momento de la homilía y de la Oración de los Fieles.
Que el Espíritu de Dios nos ilumine siempre, para que podamos ser verdaderamente mensajeros y testigos del Evangelio, y que María, Madre de Dios y nuestra, los acompañe siempre en el servicio generoso que realizan en el envío que Jesús hace de ir y llevar su Palabra por todo el mundo.
Guadalajara, Jalisco a 6 de mayo de 2014.
+ José Francisco Card. Robles Ortega | |
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