Prot. A 2671/2014
Circular 24/2104
Asunto: Septiembre, Mes de la Biblia
A los Miembros de la Comunidad Diocesana:
El Señor Jesús, que los ha elegido y enviado a evangelizar, renueve los dones del Espíritu Santo para que lleven en sus comunidades la Buena Nueva de salvación.
La Iglesia ha establecido septiembre como MES DE LA BIBLIA, la razón es porque la Iglesia vio la necesidad de dedicar un mes del año a la Biblia para subrayar la centralidad de las Sagradas Escrituras en la vida del cristiano, y qué mejor mes para hacerlo que septiembre; se escogió este mes porque el 30 de septiembre se celebra la memoria litúrgica de San Jerónimo, Presbítero y Doctor de la Iglesia, un gran estudioso de las Sagradas Escrituras, quien dedicó su vida al estudio y a la traducción de la Biblia al latín. San Jerónimo tradujo la Biblia del griego y el hebreo al latín. La traducción de la Biblia al latín hecha por San Jerónimo, llamada La Vulgata (de vulgata editio, edición para el pueblo), es el texto bíblico oficial de la Iglesia Católica (cfr. Dz 1506).
La intención es que durante este mes, en todas las comunidades cristianas, se desarrollen algunas actividades que nos permitan acercarnos mejor y con más provecho a la Palabra de Dios. Menciono algunas propuestas para escuchar la Palabra de Dios:
1. La lectura diaria de los textos bíblicos litúrgicos es una excelente ayuda para profundizar en la Palabra de Dios. De esta manera nos unimos a toda la Iglesia que ora al Padre meditando los mismos textos. También nos acostumbramos a una lectura continuada de la Biblia, donde los textos están relacionados y lo que leemos hoy, se continúa el día de mañana.
2. Otra posibilidad para poner en práctica este mes (y tal vez iniciar un hábito necesario y constructivo) es la oración con los Salmos, que nos acercan a la voz del pueblo que ora con fe. En los Salmos podemos encontrar una inmensa fuente de inspiración para la oración. Hay Salmos que nos hablan de la alegría, de las dificultades y conflictos, de la esperanza, del abatimiento, del dolor, de la liberación y la justicia, de la creación, de la misma Palabra de Dios. Aprender a rezar con los Salmos es una puerta siempre abierta para el encuentro con el Dios de la vida y de la historia.
3. La lectura orante de la Palabra, “Lectio Divina”, realizada en comunidad, nos pone en sintonía con la voluntad de Dios. Es un ejercicio clave para el crecimiento en la fe, ahí encontramos la fuerza del Espíritu. Todos aprendemos juntos y nos enriquecemos con el aporte de cada uno. Existen muchos métodos de lectura orante, algunos pasos para llevarlo a cabo son: lectura, meditación, oración y compromiso. La lectura orante siempre desemboca en un desafío para vivir. La Palabra de Dios nos desafía a seguir los pasos de Jesús y cambiar nuestra vida. ..//..
Por otro lado, es necesario entender, la estrecha vinculación de la Sagrada Escritura y la Tradición de la Iglesia. La Constitución Dogmática Dei Verbum, afirma que la Tradición y la Escritura constituyen el depósito sagrado de la Palabra de Dios, confiado a la Iglesia. Fiel a dicho depósito, el pueblo cristiano entero, unido a sus pastores, persevera siempre en la doctrina apostólica. La Sagrada Escritura, por tanto, no es el único punto de referencia para la Iglesia. En efecto, la suprema norma de la fe proviene de la unidad que el Espíritu ha puesto entre la Sagrada Tradición, la Sagrada Escritura y el Magisterio de la Iglesia (cfr. DV 10)
Invito pues a todos los miembros de nuestra Comunidad Diocesana, a participar con entusiasmo en el MES DE LA BIBLIA, y recomiendo vivamente que organicen una SEMANA BÍBLICA en sus respectivas comunidades para que podamos entender nuestra historia a luz de la Palabra de Dios. En la medida de lo posible, programar visitas a escuelas, oficinas, cárceles, hospitales y compartir las Sagradas Escrituras adoptando medios propios para la niñez, la juventud y los adultos. Coordinar reuniones de lectura de la Biblia, conferencias alusivas a los libros y temas de exégesis bíblica a fin de llegar al crecimiento espiritual por la cercanía con Jesús en los textos del Evangelio. Es conveniente animar a los agentes de pastoral a participar activamente en la promoción bíblica, haciendo eco de las palabras de S.S. el Papa Francisco, de llevar una “Iglesia en salida” (EG 20), llevando la Palabra de Dios a las casas. Recuerden también, que la Arquidiócesis cuenta con un instituto especializado en esta materia: el Instituto Bíblico Católico, que promueve la formación doctrinal de los agentes de pastoral, necesidad sentida en la pasada Asamblea Diocesana, y en los encuentros que he tenido con los sacerdotes de los diferentes Decanatos.
Deseo que “La Palabra de Dios habite con toda su riqueza en sus corazones” (Col 3, 16), y encomiendo al Señor sus trabajos evangelizadores.
Guadalajara, Jal., a 14 de agosto de 2014.
+ José Francisco Card. Robles Ortega | |
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