13 sábado
Blanco / Rojo
FERIA DE PASCUA
o SAN MARTÍN I, Papa y Mártir
o SAN SABÁS REYES SALAZAR,
Mártir Mexicano *
Memoria en donde se conservan sus reliquias.
MR pp. 697 y 894 [716 y 933] / Lecc. I p. 884
Es el último de los Papas mártires (646-654). El emperador lo
mandó arrestar por defender la fe cristiana de que Cristo tiene
voluntad divina y voluntad humana, puesto que es Dios y hombre
verdadero. Lo enviaron a Constantinopla, lo encarcelaron, lo
condenaron a muerte, lo degradaron públicamente y, por fin,
lo enviaron al Quersoneso (Sebastopol), en donde murió de
hambre (656).
ANTÍFONA DE ENTRADA Cfr. Sir 50, 1; 44, 16. 22
Éste es el sacerdote eterno que agradó a Dios en sus días:
y por eso el Señor le prometió engrandecerlo en medio de su
pueblo con un juramento solemne. Aleluya.
ORACIÓN COLECTA
Concédenos, Dios todopoderoso, soportar con invencible
constancia de espíritu las adversidades del mundo, tú, que no
permitiste que san Martin, Papa y mártir, fuera atemorizado por
las amenazas ni doblegado por los tormentos. Por nuestro Señor
Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del
Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos.
PRIMERA LECTURA
[Eligieron siete hombres llenos del Espíritu Santo.]
Del libro de los Hechos de los Apóstoles 6, 1-7
En aquellos días, como aumentaba mucho el número de los
discípulos, hubo ciertas quejas de los judíos griegos contra los
hebreos, de que no se atendía bien a sus viudas en el servicio de
caridad de todos los días.
Los Doce convocaron entonces a la multitud de los discípulos
y les dijeron: “No es justo que, dejando el ministerio de la palabra
de Dios, nos dediquemos a administrar los bienes. Escojan
entre ustedes a siete hombres de buena reputación, llenos del
Espíritu Santo y de sabiduría, a los cuales encargaremos este
servicio. Nosotros nos dedicaremos a la oración y al servicio de
la palabra”.
Todos estuvieron de acuerdo y eligieron a Esteban, hombre
lleno de fe y del Espíritu Santo, a Felipe, Prócoro, Nicanor,
Timón, Pármenas y Nicolás, prosélito de Antioquía. Se los
presentaron a los apóstoles y éstos, después de haber orado, les
impusieron las manos.
Mientras tanto, la palabra de Dios iba cundiendo; en Jerusalén
se multiplicaba grandemente el número de los discípulos.
Incluso un grupo numeroso de sacerdotes había aceptado la fe.
Palabra de Dios.
SALMO RESPONSORIAL del salmo 32, 1-2. 4-5. 18-19
R. El Señor cuida de aquellos que lo temen. Aleluya.
Que los justos aclamen al Señor; es propio de los justos
alabarlo. Demos gracias a Dios, al son del arpa, que la lira
acompañe nuestros cantos. R.
Sincera es la palabra del Señor y todas sus acciones son
leales. El ama la justicia y el derecho, la tierra llena está de sus
bondades. R.
Cuida el Señor de aquellos que lo temen y en su bondad
confían; los salva de la muerte y en épocas de hambre les da
vida. R.
ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIO
R. Aleluya, aleluya.
Ha resucitado Cristo, el Señor, que creó el mundo, y que ha
salvado a los hombres por su misericordia. R. Aleluya.
EVANGELIO
[Vieron a Jesús caminando sobre las aguas.]
Del santo Evangelio según san Juan 6, 16-21
Al atardecer del día de la multiplicación de los panes, los
discípulos de Jesús bajaron al lago, se embarcaron y
empezaron a atravesar hacia Cafarnaúm. Ya había caído la
noche y Jesús todavía no los había alcanzado. Soplaba un viento
fuerte y las aguas del lago se iban encrespando.
Cuando habían avanzado unos cinco o seis kilómetros, vieron
a Jesús caminando sobre las aguas, acercándose a la barca, y se
asustaron. Pero él les dijo: “Soy yo, no tengan miedo”. Ellos
quisieron recogerlo a bordo y rápidamente la barca tocó tierra
en el lugar a donde se dirigían. Palabra del Señor.
REFLEXIÓN: Al caminar sobre las aguas turbulentas
del lago y al auxiliar a los discípulos en dificultad por
la violencia del viento contrario, Jesús les revela su
“identidad profunda”, es decir, su naturaleza divina. En
este caso san Juan exhibe una más alta perspectiva,
distinta a la de los otros tres evangelistas. Este milagro
no pretende hablar tanto de una indispensable ayuda
a los atribulados discípulos, cuanto de convertirse en
signo anticipado de credibilidad frente al posterior y
supuestamente «insoportable» discurso eucarístico,
con el que luego pondrá a prueba la fe de sus
desconcertados interlocutores.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Recibe, Señor, este sacrificio que, para tu gloria, tu pueblo
ofrece en honor de san Martin, Papa y mártir, y concédenos
alcanzar la eterna salvación. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Cfr. Jn 10, 11
El buen Pastor da la vida por sus ovejas. Aleluya.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Señor, Dios nuestro, los sacramentos que hemos recibido
fortalezcan en nosotros el fuego de la caridad que encendió
con ímpetu a san Martín, Papa y mártir y lo llevó a entregarse
siempre por tu Iglesia. Por Jesucristo, nuestro Señor.
* SAN SABÁS REYES SALAZAR
MR p. 888 [927] / Lecc. I p. 884
ANTÍFONA DE ENTRADA Cfr. 4 Esd 2, 35
Una luz eterna, Señor, brillará para tus santos y vivirán para
siempre. Aleluya.
ORACIÓN COLECTA
Dios y Padre nuestro, que para gloria de tu Iglesia te dignaste
coronar con la victoria del martirio a san Sabás Reyes Salazar,
concede, bondadoso, que así como él imitó la pasión de tu Hijo,
así nosotros, siguiendo sus huellas, merezcamos llegar a los
gozos eternos. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y
reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los
siglos de los siglos.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Recibe, Señor, el sacrificio de reconciliación y alabanza
que ofrecemos a tu majestad en la conmemoración del santo
mártir Sabás, para que nos lleve a obtener el perdón y nos
haga permanecer en continua acción de gracias. Por Jesucristo,
nuestro Señor.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Jn 12, 24
Si el grano de trigo no cae en la tierra y muere, queda
infecundo; pero, si muere, da fruto abundante. Aleluya.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Al celebrar con alegría esta festividad y habiendo recibido
tus dones celestiales, te pedimos, Señor, que concedas, a quienes
en este divino banquete proclamamos la muerte de tu Hijo, que
podamos participar, con los santos mártires, de su resurrección
y de su gloria. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Nació en Cocula, Jal. (Arquidiócesis de
Guadalajara), el 5 de diciembre de 1883. Vicario
de Tototlán, Jal. (Diócesis de San Juan de los
Lagos). Sencillo y fervoroso, tenía especial devoción
a la Santísima Trinidad. También invocaba
frecuentemente a las ánimas del purgatorio. Procuró
mucho la formación de los niños jóvenes, tanto en la
catequesis como en la enseñanza de ciencias, oficios
y artes, especialmente en la música. Cumplido y
abnegado en su ministerio. Exigía mucho respeto
en todo lo referente al culto y le gustaba que con
prontitud se cumpliera cualquier deber. Cuando,
por el peligro que había para los sacerdotes, le
aconsejaban que saliera de Tototlán, él replicaba: «A
mí aquí me dejaron y aquí espero, a ver qué dispone
Dios». En la Semana Santa de 1927 llegaron las
tropas federales y los agraristas buscando al Sr.
Cura Francisco Vizcarra y a sus ministros. Sólo
encontraron al padre Reyes y en él concentraron todo
su odio. Lo tomaron preso, lo ataron fuertemente a
una columna del templo parroquial, lo torturaron
tres días por medio del hambre y la sed y con sadismo
incalificable, le quemaron las manos porque estaban
consagradas. El 13 de abril de 1927, Miércoles
Santo, fue conducido al cementerio. Lo remataron
a balazos, pero antes de morir, más con el alma que
con la voz, pudo gritar el sacerdote mártir: «¡Viva
Cristo Rey!».
http://www.vatican.va/news_services/liturgy/
saints/ns_lit_doc_20000521_reyes-salazar_sp.html