29 lunes
Blanco
Memoria,
SANTA CATALINA DE SIENA,
Virgen y Doctora de la Iglesia
MR p. 703 [722] / Lecc. I p. 915
Su vida estuvo repartida entre la contemplación de Jesús
crucificado y el servicio de la Iglesia, desgarrada por facciones.
Plenamente imbuida en el espíritu de santo Domingo, encontró
en el amor a Dios todas las energías necesarias para hacer
regresar al Papa, de Aviñón a Roma, y para hacer comprender
a los pecadores lo que significa el llamamiento de la sangre
redentora (1347-1380).
ANTÍFONA DE ENTRADA
Esta virgen sabia y prudente salió al encuentro de Cristo con
la lámpara encendida. Aleluya.
ORACIÓN COLECTA
Dios nuestro, que hiciste arder en amor divino a santa
Catalina de Siena, al contemplar la pasión de tu Hijo y al servir
a tu Iglesia, concede, por su intercesión, que tu pueblo, asociado
al misterio de Cristo, se alegre siempre en la manifestación de
su gloria. Él, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu
Santo y es Dios por los siglos de los siglos.
PRIMERA LECTURA
[Les predicamos el Evangelio para que dejando los falsos
dioses, se conviertan al Dios vivo.]
Del libro de los Hechos de los Apóstoles 14, 5-18
En aquellos días, los paganos y los judíos de Iconio, apoyados
por las autoridades, comenzaron a agitarse con la intención de
maltratar y apedrear a Pablo y a Bernabé. Pero ellos se dieron
cuenta de la situación y huyeron a Listra y Derbe, ciudades de
Licaonia, y predicaron el Evangelio en toda la región.
Había en Listra un hombre tullido de los pies desde su
nacimiento que se pasaba la vida sentado y nunca había podido
andar. El tullido escuchaba el discurso de Pablo, y éste, mirándolo
fijamente, advirtió que aquel hombre tenía fe suficiente como
para ser curado, y le ordenó en voz alta: "Levántate y ponte
derecho sobre tus pies". De un salto el hombre se puso en pie
y comenzó a caminar. Cuando la gente vio lo que Pablo había
hecho, empezaron a gritar en la lengua de Licaonia: "¡Dioses en
figura de hombres han bajado a visitarnos!" Decían que Bernabé
era el dios Júpiter y Pablo el dios Mercurio, porque éste era el
que hablaba.
El sacerdote del templo de Júpiter, situado a la entrada de la
ciudad, llevó a las puertas unos toros adornados con guirnaldas, y
junto con la muchedumbre, quería ofrecerles un sacrificio. Al darse
cuenta de todo esto, los apóstoles Bernabé y Pablo se rasgaron las
vestiduras e irrumpieron por entre la multitud, gritando:
"Ciudadanos, ¿por qué hacen semejante cosa? Nosotros
somos hombres mortales, lo mismo que ustedes. Les predicamos
el Evangelio que los hará dejar los falsos dioses y convertirse
al Dios vivo, que hizo el cielo, la tierra, el mar y todo cuanto
contienen. En épocas pasadas, Dios dejó que cada pueblo
siguiera su camino, aunque siempre se dio a conocer por
sus beneficios, mandando la lluvia y la cosecha a su tiempo,
dándoles así comida y alegría en abundancia". Y diciendo estas
palabras, consiguieron impedir, a duras penas, que la multitud
les ofreciera un sacrificio. Palabra de Dios.
SALMO RESPONSORIAL del salmo 113 B, 1-2. 3-4. 15-16
R. Que todos te alaben sólo a ti, Señor. Aleluya.
No por nosotros, Señor, no por nosotros, sino por ti mismo,
manifiesta tu grandeza, porque eres fiel y bondadoso. Que no
nos pregunten los paganos: "¿Dónde está el Dios de Israel?". R.
Nuestro Dios está en el cielo y él ha hecho todo lo que quiso.
En cambio, los ídolos de los paganos son oro y plata, son dioses
hechos por artesanos. R.
Que los llene de bendiciones el Señor, que hizo el cielo y la
tierra. El Señor se ha reservado para sí el cielo y a los hombres
les ha entregado la tierra. R.
ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIO Jn 14, 26
R. Aleluya, aleluya.
El Espíritu Santo les enseñará todas las cosas y les recordará
todo cuanto yo les he dicho, dice el Señor. R. Aleluya.
EVANGELIO
[El Espíritu Santo, que mi Padre les enviará en mi nombre, les
enseñará todas las cosas.]
Del santo Evangelio según san Juan 14, 21-26
En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: "El que acepta mis
mandamientos y los cumple, ése me ama. Al que me ama a mí,
lo amará mi Padre, yo también lo amaré y me manifestaré a él".
Entonces le dijo Judas (no el Iscariote): "Señor, ¿por qué
razón a nosotros sí te nos vas a manifestar y al mundo no?"
Le respondió Jesús: "El que me ama, cumplirá mi palabra y mi
Padre lo amará y vendremos a él y haremos en él nuestra morada.
El que no me ama no cumplirá mis palabras. Y la palabra que
están oyendo no es mía, sino del Padre, que me envió.
Les he hablado de esto ahora que estoy con ustedes; pero el
Consolador, el Espíritu Santo que mi Padre les enviará en mi
nombre, les enseñará todas las cosas y les recordará todo cuanto
yo les he dicho". Palabra del Señor.
REFLEXIÓN: • Rodeado de los suyos, Jesús
prosigue su emotiva conversación de despedida.
En el interrogante que le plantea Judas Tadeo, está
implícita la esperanza de un Mesías glorioso, que
anidaba en el corazón de todo israelita. Entonces
Jesús declara que Él –lo mismo que el Reino
que encarna en su persona– no se manifestará
aparatosamente, sino en la intimidad de una serena
e íntima amistad con los creyentes. Sólo a ellos se
les concederá unir la escucha de su palabra y su
feliz cumplimiento mediante el amor. Esta será una
singular forma de «inhabitación» trinitaria en quienes
se abran a la acción transformadora del Espíritu.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Recibe, Señor, este sacrificio de salvación que te ofrecemos
en la conmemoración de santa Catalina, para que, instruidos por
sus enseñanzas, podamos darte gracias con mayor fervor a ti,
único Dios verdadero. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Cfr. Jn 1, 7
Si caminamos en la luz, como Dios es luz, estamos unidos
unos con otros, y la sangre de Jesucristo, su Hijo, nos purifica
de todo pecado. Aleluya.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Concede, Señor, la vida eterna a quienes has alimentado en
esta mesa celestial, la cual sostuvo la vida temporal de santa
Catalina. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ACTIVIDAD DIOCESANA
Jubileo Circular: Lunes 29 y Martes 30 de Abril;
Miércoles 1° de Mayo: Sagrados Corazones de Jesús
y María, Ntra. Sra. de la Soledad (Tlaquepaque), San
Alfonso María de Ligorio (Plaza Guadalupe), Ntra.
Sra. de Belén, San Pascual Bailón (Zalatitán), San
Isidro (Col. Silva Romero), Cristo Rey (Corta Pico),
San Antonio de Padua (La Quemada).