17 domingo
Morado
V DOMINGO DE CUARESMA
MR p. 228 [247] / Lecc. I p. 189. LH Semana I del Salterio.
En este domingo se celebra el tercer escrutinio preparatorio para
el Bautismo de los catecúmenos que van a ser admitidos a los
sacramentos de la Iniciación Cristiana en la Vigilia Pascual. Se
emplean las oraciones e intercesiones propias, que aparecen en
las pp. 940-941 [979-980].
ANTÍFONA DE ENTRADA Sal 42, 1-2
Señor, hazme justicia. Defiende mi causa contra la gente sin
piedad, sálvame del hombre traidor y malvado, tú que eres mi
Dios y mi defensa.
No se dice Gloria.
ORACIÓN COLECTA
Te rogamos, Señor Dios nuestro, que, con tu auxilio,
avancemos animosamente hacia aquel grado de amor con el que
tu Hijo, por la salvación del mundo, se entregó a la muerte. Él,
que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es
Dios por los siglos de los siglos.
PRIMERA LECTURA
[Haré una alianza nueva y no recordaré sus pecados.]
Del libro del profeta Jeremías 31, 31-34
“Se acerca el tiempo, dice el Señor, en que haré con la casa
de Israel y la casa de Judá una alianza nueva. No será como la
alianza que hice con los padres de ustedes, cuando los tomé de
la mano para sacarlos de Egipto. Ellos rompieron mi alianza y
yo tuve que hacer un escarmiento con ellos.
Esta será la alianza nueva que voy a hacer con la casa de Israel:
Voy a poner mi ley en lo más profundo de su mente y voy a
grabarla en sus corazones.
Yo seré su Dios y ellos serán mi pueblo. Ya nadie tendrá que
instruir a su prójimo ni a su hermano, diciéndole: 'Conoce al
Señor', porque todos me van a conocer, desde el más pequeño
hasta el mayor de todos, cuando yo les perdone sus culpas y
olvide para siempre sus pecados". Palabra de Dios.
SALMO RESPONSORIAL del salmo 50, 3-4. 12-13. 14-15
R. Crea en mí, Señor, un corazón puro.
Por tu inmensa compasión y misericordia, Señor, apiádate
de mí y olvida mis ofensas. Lávame bien de todos mis delitos y
purifícame de mis pecados. R.
Crea en mí, Señor, un corazón puro, un espíritu nuevo para
cumplir tus mandamientos. No me arrojes, Señor, lejos de ti, ni
retires de mí tu santo espíritu. R.
Devuélveme tu salvación, que regocija, y mantén en mí
un alma generosa. Enseñaré a los descarriados tus caminos y
volverán a ti los pecadores. R.
SEGUNDA LECTURA
[Aprendió a obedecer y se convirtió en autor de salvación eterna.]
De la carta a los hebreos 5, 7-9
Hermanos: Durante su vida mortal, Cristo ofreció oraciones
y súplicas, con fuertes voces y lágrimas, a aquel que podía
librarlo de la muerte, y fue escuchado por su piedad. A pesar de
que era el Hijo, aprendió a obedecer padeciendo, y llegado a su
perfección, se convirtió en la causa de la salvación eterna para
todos los que lo obedecen. Palabra de Dios.
ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIO Jn 12, 26
R. Honor y gloria a ti, Señor Jesús.
El que quiera servirme, que me siga, para que donde yo esté,
también esté mi servidor. R. Honor y gloria a ti, Señor Jesús.
EVANGELIO
[Si el grano de trigo, sembrado en la tierra, muere, producirá mucho fruto.]
Del santo Evangelio según san Juan 12, 20-33
Entre los que habían llegado a Jerusalén para adorar a Dios
en la fiesta de Pascua, había algunos griegos, los cuales se
acercaron a Felipe, el de Betsaida de Galilea, y le pidieron:
"Señor, quisiéramos ver a Jesús".
Felipe fue a decírselo a Andrés; Andrés y Felipe se lo dijeron
a Jesús y él les respondió: "Ha llegado la hora de que el Hijo
del hombre sea glorificado. Yo les aseguro que si el grano de
trigo, sembrado en la tierra, no muere, queda infecundo; pero
si muere, producirá mucho fruto. El que se ama a sí mismo, se
pierde; el que se aborrece a sí mismo en este mundo, se asegura
para la vida eterna.
El que quiera servirme, que me siga, para que donde yo esté,
también esté mi servidor. El que me sirve será honrado por mi Padre.
Ahora que tengo miedo, ¿le voy a decir a mi Padre: 'Padre,
líbrame de esta hora'? No, pues precisamente para esta hora he
venido. Padre, dale gloria a tu nombre". Se oyó entonces una
voz que decía: "Lo he glorificado y volveré a glorificarlo".
De entre los que estaban ahí presentes y oyeron aquella voz,
unos decían que había sido un trueno; otros, que le había hablado
un ángel. Pero Jesús les dijo: "Esa voz no ha venido por mí, sino
por ustedes. Está llegando el juicio de este mundo; ya va a ser
arrojado el príncipe de este mundo. Cuando yo sea levantado de
la tierra, atraeré a todos hacia mí". Dijo esto, indicando de qué
manera habría de morir. Palabra del Señor.
Se dice Credo.
ORACIÓN DE LOS FIELES:
Pidamos la misericordia del Señor para que –
compadecido de su pueblo– escuche nuestras plegarias:
1. Para que el Redentor del mundo, que se entregó
a la muerte para vivificar a su pueblo, libere a la
Iglesia de todo mal, roguemos al Señor.
2. Para que el Redentor del mundo, que oró en la
cruz por quienes lo crucificaban, interceda ante el
Padre por los pecadores, roguemos al Señor.
3. Para que el Redentor del mundo, que
experimentó en la cruz el sufrimiento y la angustia,
se compadezca de los que sufren, les dé fortaleza y
ponga fin a sus dolores, roguemos al Señor.
4. Para que el Redentor del mundo a nosotros
que en estos días nos disponemos a recordar con
veneración su Cruz, nos reconforte con la fuerza de
su Resurrección, roguemos al Señor.
Padre lleno de misericordia, concédenos que, a
través de las pruebas de la vida, sepamos participar
íntimamente de la pasión de tu Hijo amado y –
alcanzando la fecundidad del grano que muere–
merezcamos ser reunidos, como cosecha buena, en
los graneros de tu Reino. Por Jesucristo, nuestro
Señor.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Escúchanos, Dios todopoderoso, y concede a tus siervos,
en quienes infundiste la sabiduría de la fe cristiana, quedar
purificados, por la eficacia de este sacrificio. Por Jesucristo,
nuestro Señor.
PREFACIO: I o II de Cuaresma pp.492-493 [493-494].
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Cfr. Jn 11, 26
Yo les aseguro que si el grano de trigo sembrado en la tierra,
no muere, queda infecundo pero si muere, producirá mucho
fruto.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Te rogamos, Dios todopoderoso, que podamos contarnos
siempre entre los miembros de aquel cuyo Cuerpo y Sangre
acabamos de comulgar. Él, que vive y reina por los siglos de
los siglos.