20 lunes
Blanco
Memoria,
SANTA MARÍA, MADRE DE LA IGLESIA
MR 1128 [1175] / Lecturas propias.
En un Decreto de la Congregación para el Culto Divino y la
Disciplina de los Sacramentos del 24 de marzo de 2018, se comunicó
la decisión del papa Francisco de incluir en el Calendario Universal
la memoria de la Bienaventurada Virgen María, «Madre de la
Iglesia». Su celebración se hará el lunes después de Pentecostés.
Es bueno recordar que ya el 21 de noviembre, en la conclusión
de la tercera sesión del Concilio Vaticano II, san Pablo VI había
aplicado solemnemente a la bienaventurada Virgen María este tan
preciado título.
ANTÍFONA DE ENTRADA º Cfr. Hech 1, 14
Los discípulos perseveraban unánimes en la oración junto con
María, la Madre de Jesús.
ORACIÓN COLECTA
Dios, Padre de misericordia, cuyo Unigénito, clavado en la cruz,
proclamó como Madre nuestra a su propia Madre, María santísima,
concédenos, por su cooperación amorosa, que tu Iglesia, siendo cada
día más fecunda, se alegre por la santidad de sus hijos y atraiga a su
seno a todas las familias de los pueblos. Por nuestro Señor Jesucristo,
tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es
Dios por los siglos de los siglos.
PRIMERA LECTURA
[La madre de todos los vivientes.]
Del libro del Génesis 3, 9-15. 20
Después de que el hombre y la mujer comieron del fruto del árbol
prohibido, el Señor Dios llamó al hombre y le preguntó: “¿Dónde
estás?” Este respondió: “Oí tus pasos en el jardín; y tuve miedo,
porque estoy desnudo, y me escondí”. Entonces le dijo Dios: “¿Y
quién te ha dicho que estabas desnudo? ¿Has comido acaso del árbol
del que te prohibí comer?” Respondió Adán: “La mujer que me diste
por compañera me ofreció del fruto del árbol y comí”. El Señor Dios
dijo a la mujer: “¿Por qué has hecho esto? Repuso la mujer: “La
serpiente me engañó y comí”.
Entonces dijo el Señor Dios a la serpiente: “Porque has hecho
esto, serás maldita entre todos los animales y entre todas las bestias
salvajes. Te arrastrarás sobre tu vientre y comerás polvo todos
los días de tu vida. Pondré enemistad entre ti y la mujer, entre tu
descendencia y la suya; y su descendencia te aplastará la cabeza,
mientras tú tratarás de morder su talón”.
El hombre le puso a su mujer el nombre de “Eva”, porque ella
fue la madre de todos los vivientes. Palabra de Dios.
SALMO RESPONSORIAL del salmo 86, 1-2. 3 y 5. 6-7
R. ¡Qué pregón tan glorioso para ti, ciudad de Dios!
Él la ha cimentado sobre el monte santo; y el Señor prefiere las
puertas de Sión a todas las moradas de Jacob. R.
¡Qué pregón tan glorioso para ti, ciudad de Dios! Se dirá de
Sión: "Uno por uno, todos han nacido en ella; el Altísimo en
persona la ha fundado". R.
El Señor escribirá en el registro de los pueblos: "Éste ha nacido
allí". Y cantarán mientras danzan: "Todas mis fuentes están en ti". R.
ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIO Cfr. Lc 2, 19
R. Aleluya, aleluya.
¡Dichosa eres, santa Virgen María, y digna de toda alabanza: tú
diste a luz al "sol de justicia", Cristo, nuestro Señor! ¡Dichosa Madre
de la Iglesia, que avivas en nosotros el Espíritu de tu Hijo Jesucristo!
R. Aleluya.
EVANGELIO
[Ahí está tu hijo – Ahí está tu madre.]
Del santo Evangelio según san Juan 19, 25-34
En aquel tiempo, junto a la cruz de Jesús estaban su madre, la
hermana de su madre, María la de Cleofás, y María, la Magdalena.
Jesús, al ver a su madre y junto a ella al discípulo que tanto
quería, dijo a su madre: “Mujer, ahí está tu hijo”. Luego dijo al
discípulo: “Ahí está tu madre”. Y desde entonces el discípulo se la
llevó a vivir con él.
Después de esto, sabiendo Jesús que todo había llegado a su
término, para que se cumpliera la Escritura dijo: “Tengo sed”.
Había allí un jarro lleno de vinagre. Los soldados sujetaron una
esponja empapada en vinagre a una caña de hisopo y se la acercaron
a la boca. Jesús probó el vinagre y dijo: “Todo está cumplido”, e
inclinando la cabeza, entregó el espíritu.
Entonces, los judíos, como era el día de la preparación de la
Pascua, para que los cuerpos de los ajusticiados no se quedaran en
la cruz el sábado, porque aquel sábado era un día muy solemne,
pidieron a Pilato que les quebraran las piernas y los quitaran de la
cruz. Fueron los soldados, le quebraron las piernas a uno y luego
al otro de los que habían sido crucificados con él. Pero al llegar a
Jesús, viendo que ya había muerto, no le quebraron las piernas,
sino que uno de los soldados le traspasó el costado con una lanza e
inmediatamente salió sangre y agua. Palabra del Señor.
REFLEXIÓN: • Esta Memoria litúrgica de la
Santísima Virgen María como «Madre de la Iglesia» nos
lleva al redescubrimiento de un muy afortunado «título»
y a una muy antigua «devoción». Efectivamente, esta
maternidad comienza con su «sí» decidido y generoso en
la Anunciación. Esta maternidad no termina al pie de la
Cruz (Cfr. Jn 19, 25-34), sino que se eternizará a lo largo
de todos los tiempos, a partir de su presencia decisiva
en el nacimiento de la Iglesia el día de Pentecostés (Cfr.
Hech 1, 149). Recogiendo esta preciosa tradición San
Pablo VI quiso conceder solemnemente a María el título
de «Madre de la Iglesia», el 21 de noviembre de 1964…
• La piedad de la Iglesia hacia la Santísima Virgen es
un elemento intrínseco del culto cristiano, cumpliendo
así la profecía de la Virgen, que dijo: «Me llamarán
Bienaventurada todas las generaciones» (Lc 1, 48). Esta
celebración –extendida ahora a toda la Iglesia por el
Papa Francisco a partir de 1918– ha de recordarnos a
todos los discípulos de Jesús que, si queremos crecer y
llenarnos del amor de Dios, es necesario fundamentar
nuestra vida en tres realidades: la Cruz, la Hostia y la
Virgen. Estos son los tres misterios que Dios ha dado
al mundo para ordenar, fecundar y santificar nuestra
vida interior y para conducirnos hacia nuestro Salvador
Jesucristo.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Recibe, Señor, nuestras ofrendas y conviértelas en sacramento
de salvación, por cuya eficacia y por la intervención amorosa de la
santísima Virgen María, Madre de la Iglesia, nos llenemos de santo
fervor y merezcamos quedar más íntimamente asociados, con ella,
a la obra de la redención. Por Jesucristo, nuestro Señor.
PREFACIO: María, modelo y Madre de la Iglesia
V. El señor esté con ustedes.
R. Y con tu espíritu.
V. Levantemos el corazón.
R. Lo tenemos levantado hacia el Señor.
V. Demos gracias al Señor, nuestro Dios.
R. Es justo y necesario.
En verdad es justo y necesario, es nuestro deber y salvación
darte gracias siempre y en todo lugar, Señor, Padre Santo, Dios
todopoderoso y eterno, y alabarte en esta conmemoración de la
Virgen María. Porque ella, al aceptar tu Palabra en su corazón
inmaculado, mereció concebirla en su seno virginal y, al dar a luz
a su Creador, preparó el nacimiento de la Iglesia. Porque ella, al
aceptar junto a la cruz el encargo de tu amor, recibió como hijos a
todos los hombres, redimidos por la sangre de Cristo. Porque ella,
al unirse a las oraciones de los Apóstoles y de los discípulos, que
esperaban la venida del Espíritu Santo prometido, se convirtió en
modelo de la Iglesia suplicante. Y, desde su asunción gloriosa al
cielo, sigue mostrando su amor a la Iglesia peregrina, y protege sus
pasos hacia la patria del cielo, hasta que venga el Señor, lleno de
gloria, Por eso, con todos los ángeles y los santos, te alabamos sin
cesar, diciendo: Santo, Santo, Santo...
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Cfr. Jn 2, 1. 11
Hubo unas bodas en Cana de Galilea a las que asistió María, la
Madre de Jesús. En esa ocasión, Jesús dio principio a sus milagros,
manifestó su poder y sus discípulos creyeron en él.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Habiendo recibido esta prenda de redención y vida, te
suplicamos, Señor, que tu Iglesia, por la protección maternal de la
santísima Virgen, instruya a todas las naciones, anunciándoles el
Evangelio, y llene al mundo entero con la efusión de tu Espíritu.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
ACTIVIDAD DIOCESANA
Jubileo Circular: Lunes 20 Martes 21 y Miércoles
22 El Tepeyac, San Martín de Porres (Frac. Monraz),
San Alberto Magno, San Rafael Arcángel, Santo Niño
de Plateros, María de Nazaret, La Divina Providencia
(Col. Santa María), San Marcos (Mismo Mpio.),
Cuquío.