18 sábado
Blanco / Rojo
FERIA DE PASCUA
o SAN JUAN I, Papa y Mártir.
MISA MATUTINA
MR pp. 715 y 894 [734 y 933] / Lecc I p. 961
Fue Papa de 523 a 526. Teodorico, rey arriano, lanzó una
persecución contra todos los que sostuvieran la verdadera fe
católica acerca de Cristo. El Papa Juan fue uno de los primeros
en ser castigados: primero fue enviado por el rey a Constantinopla
con una embajada destinada a fracasar; después, también por
órdenes del rey, fue confinado en una cárcel de Ravena, en donde
murió de hambre.
ANTÍFONA DE ENTRADA Cfr. Sir 50, 1; 44, 16. 22
Éste es el sacerdote eterno que agradó a Dios en sus días: y por
eso el Señor le prometió engrandecerlo en medio de su pueblo con
un juramento solemne.
ORACION COLECTA
Dios nuestro, recompensa de las almas fieles, que consagraste
este día con el martirio del Papa san Juan primero, escucha las
plegarias de tu pueblo y concede que, quienes veneramos sus
méritos, imitemos la constancia de su fe. Por nuestro Señor
Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del
Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos.
PRIMERA LECTURA
[Pablo permaneció en Roma y predicaba el Reino de Dios.]
Del libro de los Hechos de los Apóstoles 28, 16-20. 30-31
En aquellos días, cuando llegamos a Roma, se le permitió a
Pablo vivir en una casa particular, con un soldado de guardia. Tres
días después de su llegada, convoco a los judíos principales, y una
vez reunidos, les dijo:
"Hermanos, sin haber hecho nada en contra de mi pueblo, ni
de las tradiciones de nuestros padres, fui preso en Jerusalén y
entregado a los romanos. Ellos, después de interrogarme, querían
ponerme en libertad, porque no encontraron en mí nada que
mereciera la muerte. Pero los judíos se opusieron y tuve que apelar
al César, sin pretender por ello acusar a mi pueblo. Por esta razón
he querido verlos y hablar con ustedes pues llevo estas cadenas a
causa de la esperanza de Israel".
Dos años enteros pasó Pablo en una casa alquilada; ahí recibía
a todos los que acudían a él, predicaba el Reino de Dios y les
explicaba la vida de Jesucristo, el Señor, con absoluta libertad y
sin estorbo alguno. Palabra de Dios.
SALMO RESPONSORIAL del salmo 10, 4. 5 y 7
R. El Señor verá a los justos con complacencia. Aleluya.
Desde su santo templo allá en el cielo, donde tiene su trono
y su morada, los ojos del Señor miran al mundo y examina a los
hombres su mirada. R.
Examina a inocentes y malvados y aborrece al que ama la
violencia. Pues es justo el Señor y ama lo justo, a los justos verá
con complacencia. R.
ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIO Cfr. Jn 16, 7. 13
R. Aleluya, aleluya.
Yo les enviaré el Espíritu de verdad, y él los irá guiando hacia
la verdad plena, dice el Señor. R. Aleluya.
EVANGELIO
[Este es el discípulo que ha escrito estas cosas, y su testimonio es
verdadero.]
Del santo Evangelio según san Juan 21, 20-25
En aquel tiempo, Jesús dijo a Pedro: "Sígueme". Pedro,
volviendo la cara, vio que iba detrás de ellos el discípulo a
quien Jesús amaba, el mismo que en la cena se había reclinado
sobre su pecho y le había preguntado: 'Señor, ¿quién es el que te va
a traicionar?' Al verlo, Pedro le dijo a Jesús: "Señor, ¿qué va a
pasar con éste?" Jesús le respondió: "Si yo quiero que éste
permanezca vivo hasta que yo vuelva, ¿a ti qué? Tú, sígueme".
Por eso comenzó a correr entre los hermanos el rumor de que
ese discípulo no habría de morir. Pero Jesús no dijo que no moriría,
sino: 'Si yo quiero que permanezca vivo hasta que yo vuelva, ¿a ti
qué?'
Ese es el discípulo que atestigua estas cosas y las ha puesto
por escrito, y estamos ciertos de que su testimonio es verdadero.
Muchas otras cosas hizo Jesús y creo que, si se relataran una por
una, no cabrían en todo el mundo los libros que se escribieran.
Palabra del Señor.
REFLEXIÓN: Con el contundente testimonio de
san Juan, el «discípulo amado», nos encontramos en
el umbral de la gran fiesta de Pentecostés, que marca
el nacimiento de la Iglesia. Él nos habla, además, del
valor de la “tradición apostólica” como fundamento
de nuestra identidad. Ya por la tarde de este mismo
día, contaremos con un esquema de misa propia.
Agradezcámosle al Señor el ser herederos de una
constelación de creyentes que supieron realizar, en
su propio contexto histórico, la fecunda interacción
entre fe y vida. Esto, por cierto, ellos lo pudieron llevar
a la práctica en diálogo acorde a sus muy diversas
situaciones.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Recibe, Señor, este sacrificio que, para tu gloria, tu pueblo
ofrece en honor del Papa san Juan I, y concédenos alcanzar la
eterna salvación. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Cfr. Jn 10, 11
El buen Pastor da la vida por sus ovejas. Aleluya.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Señor, Dios nuestro, los sacramentos que hemos recibido
fortalezcan en nosotros el fuego de la caridad que encendió con
ímpetu a san Juan, Papa y mártir, y lo llevó a entregarse siempre
por tu Iglesia. Por Jesucristo, nuestro Señor.
18 sábado
Rojo
SOLEMNIDAD DE PENTECOSTÉS
Misa vespertina de la Vigilia
MR p. 401 [400] / Lecc. I p. 964
Esta Misa se dice en la tarde del sábado, antes o después de las
primeras Vísperas del domingo de Pentecostés. Se proponen
dos formas, la segunda de las cuales [pp. 402-406] [400] está
enriquecida con elementos propios de las Vigilias.
ANTÍFONA DE ENTRADA Rom 5, 5; 8, 11
El amor de Dios ha sido infundido en nuestros corazones por el
Espíritu Santo, que habita en nosotros. Aleluya.
Se dice Gloria.
ORACIÓN COLECTA
Dios eterno y todopoderoso, que quisiste que la celebración del
sacramento de la Pascua perdurara a lo largo de estos cincuenta
días, haz que todos los pueblos de la tierra, en otro tiempo dispersos,
superada la multiplicidad de lenguas, se congreguen y, movidos
por el don venido del cielo, confiesen unánimes la gloria de tu
nombre. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina
contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de
los siglos.
PRIMERA LECTURA
[Se llamó Babel, porque ahí confundió el Señor las lenguas de
todos los hombres.]
Del libro del Génesis 11, 1-9
En aquel tiempo, toda la tierra tenía una sola lengua y unas mismas
palabras. Al emigrar los hombres desde el oriente, encontraron una
llanura en la región de Sinaar y ahí se establecieron.
Entonces se dijeron unos a otros: "Vamos a fabricar ladrillos y
a cocerlos". Utilizaron, pues, ladrillos en vez de piedra, y asfalto
en vez de mezcla. Luego dijeron: "Construyamos una ciudad y
una torre que llegue hasta el cielo para hacernos famosos, antes de
dispersarnos por la tierra".
El Señor bajó a ver la ciudad y la torre que los hombres estaban
construyendo y se dijo: "Son un solo pueblo y hablan una sola
lengua. Si ya empezaron esta obra, en adelante ningún proyecto
les parecerá imposible. Vayamos, pues, y confundamos su lengua,
para que no se entiendan unos con otros".
Entonces el Señor los dispersó por toda la tierra y dejaron de
construir su ciudad; por eso, la ciudad se llamó Babel, porque ahí
confundió el Señor la lengua de todos los hombres y desde ahí los
dispersó por la superficie de la tierra. Palabra de Dios.
SALMO RESPONSORIAL del salmo 103, 1-2a. 24 y 35c. 27-28. 29bc-30
R. Envía, Señor, tu Espíritu, a renovar la tierra. Aleluya.
Bendice al Señor, alma mía; Señor y Dios mío, inmensa es tu
grandeza. Te vistes de belleza y majestad, la luz te envuelve como
un manto. R.
¡Qué numerosas son tus obras, Señor, y todas las hiciste con
maestría! La tierra está llena de tus creaturas. Bendice al Señor,
alma mía. R.
Todos los vivientes aguardan que les des de comer a su tiempo;
les das el alimento y lo recogen, abres tu mano y se sacian de
bienes. R.
Si retiras tu aliento, toda creatura muere y vuelve al polvo. Pero
envías tu espíritu, que da vida, y renuevas el aspecto de la tierra. R.
SEGUNDA LECTURA
[El Espíritu intercede por nosotros con gemidos que no pueden
expresarse.]
De la carta del apóstol san Pablo a los romanos 8, 22-27
Hermanos: Sabemos que la creación entera gime hasta el presente
y sufre dolores de parto; y no sólo ella, sino también nosotros, los
que poseemos las primicias del Espíritu, gemimos interiormente,
anhelando que se realice plenamente nuestra condición de hijos de
Dios, la redención de nuestro cuerpo.
Porque ya es nuestra la salvación, pero su plenitud es todavía
objeto de esperanza. Esperar lo que ya se posee no es tener
esperanza, porque, ¿cómo se puede esperar lo que ya se posee? En
cambio, si esperamos algo que todavía no poseemos, tenemos que
esperarlo con paciencia.
El Espíritu nos ayuda en nuestra debilidad, porque nosotros
no sabemos pedir lo que nos conviene; pero el Espíritu mismo
intercede por nosotros con gemidos que no pueden expresarse con
palabras. Y Dios, que conoce profundamente los corazones, sabe
lo que el Espíritu quiere decir, porque el Espíritu ruega conforme
a la voluntad de Dios, por los que le pertenecen. Palabra de Dios.
PROCLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIO
R. Aleluya, aleluya.
Ven, Espíritu Santo, llena los corazones de tus fieles y enciende
en ellos el fuego de tu amor. R. Aleluya.
EVANGELIO
[Brotarán ríos de agua que da la vida.]
Del santo Evangelio según san Juan 7, 37-39
El último día de la fiesta, que era el más solemne, exclamó
Jesús en voz alta: "El que tenga sed, que venga a mí; y beba,
aquel que cree en mí. Como dice la Escritura: Del corazón del que
cree en mí brotarán ríos de agua viva".
Al decir esto, se refería al Espíritu Santo que habían de recibir
los que creyeran en él, pues aún no había venido el Espíritu, porque
Jesús no había sido glorificado. Palabra del Señor.
REFLEXIÓN: • La Vigilia de Pentecostés merece,
dentro de la liturgia de este tiempo pascual, una
especial atención. Ha de ser una noche en la que la
meditación de la Palabra de vida sea realizada, explicada
o cantada con gozo y devoción. Sólo el Espíritu Santo
nos permite superar la ruptura iniciada en el antiguo y
emblemático Babel. Sólo Él puede hacernos superar la
confusión de las lenguas y de los corazones –que nos
enfrenta unos a otros– derribando todos los obstáculos.
Sólo su gracia puede transformar el mundo y construir
la paz… • El pueblo de Dios, que había encontrado
en el Sinaí su primera configuración, ahora se amplía
hasta la desaparición de todas las fronteras. El nuevo
pueblo de Dios, la Iglesia, es un pueblo que proviene de
todos los pueblos. La Iglesia debe llegar a ser siempre
nuevamente lo que ya es: constructora de «puentes»
y no de «muros». Ella debe abrir las fronteras entre
los pueblos y derribar las barreras entre las clases
y las razas. En ella no puede haber ni olvidados ni
despreciados. En la Iglesia sólo ha de haber hermanos
y hermanas, libres en Cristo Jesús.
Se dice Credo.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Derrama, Señor, sobre estos dones la bendición de tu Espíritu
Santo, para que, por medio de ellos, reciba tu Iglesia tan gran
efusión de amor, que la impulse a hacer resplandecer en todo
el mundo la verdad del misterio de la salvación. Por Jesucristo,
nuestro Señor.
Prefacio de Pentecostés, como en la Misa del día, p. 408 [407].
Si se usa el Canon Romano, se dice Reunidos en comunión, p.
558 [560]. En las otras Plegarias eucarísticas también se dicen las
partes propias para esta Misa.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Jn 7, 37
El último día de la fiesta, Jesús se puso de pie y exclamó: El que
tenga sed, que venga a mí y beba. Aleluya.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Que nos aprovechen, Señor, los dones que hemos recibido,
para que estemos siempre llenos del fervor del Espíritu Santo que
derramaste de manera tan inefable en tus Apóstoles. Por Jesucristo,
nuestro Señor.
Puede utilizarse la fórmula de bendición solemne, pp. 596-597
[604-605]. Para la despedida del pueblo, el diácono, o en su
ausencia, el mismo sacerdote, canta o dice:
Anuncien a todos la alegría del Señor resucitado. Vayan en paz,
aleluya, aleluya. O bien: Pueden ir en paz, aleluya, aleluya. R.
Demos gracias a Dios, aleluya, aleluya.