16 jueves
Blanco / Rojo
FERIA DE PASCUA
o SAN JUAN NEPOMUCENO, Mártir
MR pp. 714 y 888 [734 y 927] / Lecc. I p. 956
Nació en Bohemia (República Checa) en 1350. Su padre era juez. Ya
a los 20 años era "notario de tribunal eclesiástico". Fue ocupando
diferentes cargos hasta llegar a vicario general del arzobispado de
Praga. Se dedicaba a ayudar especialmente a los pobres y humildes.
Como el rey cometía innumerables abusos de autoridad, el arzobispo
lo excomulgó. El rey, enfurecido, se ensañó contra los cristianos:
una de las primeras víctimas fue Juan Nepomuceno, torturado por
órdenes reales (16 de mayo de 1393).
ANTÍFONA DE ENTRADA
Este es el varón que no fue abandonado por Dios en el día
del combate; recibirá su corona, porque cumplió fielmente los
mandatos del Señor. Aleluya.
ORACIÓN COLECTA
Señor, tú que otorgaste a san Juan Nepomuceno valor para morir
y no ceder ante los perseguidores, concédenos su fortaleza para
callar por tu amor cuanto pueda lesionar al prójimo. Por nuestro
Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del
Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos.
PRIMERA LECTURA
[Tendrás que dar testimonio de mí en Roma.]
Del libro de los Hechos de los Apóstoles 22, 30; 23, 6-11
En aquellos días, el comandante, queriendo saber con exactitud de
qué acusaban a Pablo los judíos, mandó que le quitaran las cadenas,
convocó a los sumos sacerdotes y a todo el sanedrín, y llevando
consigo a Pablo, lo hizo comparecer ante ellos.
Como Pablo sabía que una parte del sanedrín era de saduceos y
otra de fariseos, exclamó: "Hermanos: Yo soy fariseo, hijo de fariseos,
y me quieren juzgar porque espero la resurrección de los muertos".
Apenas dijo esto, se produjo un altercado entre fariseos y
saduceos, que ocasionó la división de la asamblea. (Porque
los saduceos niegan la otra vida, sea de ángeles o de espíritus
resucitados; mientras que los fariseos admiten ambas cosas).
Estalló luego una terrible gritería y algunos escribas del partido
de los fariseos, se pusieron de pie y declararon enérgicamente:
"Nosotros no encontramos ningún delito en este hombre. ¿Quién
puede decirnos que no le ha hablado un espíritu o un ángel?"
El alboroto llegó a tal grado, que el comandante, temiendo que
hicieran pedazos a Pablo, mandó traer a la guarnición para sacarlo
de allí y llevárselo al cuartel.
En la noche siguiente se le apareció el Señor a Pablo y le dijo: "Ten
ánimo, Pablo; porque así como en Jerusalén has dado testimonio de
mí, así también tendrás que darlo en Roma". Palabra de Dios.
SALMO RESPONSORIAL del salmo 15, l-2a y 5. 7-8. 9-10. 11
R. Enséñanos, Señor, el camino de la vida. Aleluya.
Protégeme, Dios mío, pues eres mi refugio. Yo siempre he
dicho que tú eres mi Señor. El Señor es la parte que me ha tocado
en herencia; mi vida está en sus manos. R.
Bendeciré al Señor, que me aconseja, hasta de noche me instruye
internamente. Tengo siempre presente al Señor y con él a mi lado,
jamás tropezaré. R.
Por eso se me alegran el corazón y el alma, y mi cuerpo vivirá
tranquilo, porque tú no me abandonarás a la muerte ni dejarás que
sufra yo la corrupción. R.
Enséñame el camino de la vida, sáciame de gozo en tu presencia
y de alegría perpetua junto a ti. R.
ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIO Jn 17, 21
R. Aleluya, aleluya.
Que todos sean uno, como tú, Padre, en mí y yo en ti, somos
uno. Así el mundo creerá que tú me has enviado, dice el Señor. R.
Aleluya.
EVANGELIO
[Que su unidad sea perfecta.]
Del santo Evangelio según san Juan 17, 20-26
En aquel tiempo, Jesús levantó los ojos al cielo y dijo: "Padre,
no sólo te pido por mis discípulos, sino también por los que van
a creer en mí por la palabra de ellos, para que todos sean uno, como
tú, Padre, en mí y yo en ti somos uno, a fin de que sean uno en
nosotros y el mundo crea que tú me has enviado.
Yo les he dado la gloria que tú me diste, para que sean uno,
como nosotros somos uno. Yo en ellos y tú en mí, para que su
unidad sea perfecta y así el mundo conozca que tú me has enviado
y que los amas, como me amas a mí.
Padre, quiero que donde yo esté, estén también conmigo los que
me has dado, para que contemplen mi gloria, la que me diste, porque
me has amado desde antes de la creación del mundo.
Padre justo, el mundo no te ha conocido; pero yo sí te conozco y
éstos han conocido que tú me enviaste. Yo les he dado a conocer tu
nombre y se lo seguiré dando a conocer, para que el amor con que
me amas esté en ellos y yo también en ellos". Palabra del Señor.
REFLEXIÓN: Llegando al final de su “oración
sacerdotal”, Jesús intercede por su futura comunidad.
Él pide con insistencia al Padre que todos sus miembros
«se mantengan unidos». Esta unidad será el signo que,
a fin de cuentas, avalará ante el mundo su identidad
de cristianos. El evidente antitestimonio que, por siglos,
hemos venido ofreciendo al estar divididos en diversas
confesiones, ha sido escandaloso. Con todo, realizar la
auténtica unidad –dentro de un sano pluralismo– es
obra del Espíritu Santo. Venturosamente, es mucho más
lo que nos une que lo que nos separa.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Recibe, Señor, el sacrificio de reconciliación y alabanza que
ofrecemos a tu majestad en la conmemoración del santo mártir
Juan Nepomuceno, para que nos lleve a obtener el perdón y nos
haga permanecer en continua acción de gracias. Por Jesucristo,
nuestro Señor.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Sal 115, 15
A los ojos del Señor es muy penoso que mueran sus amigos.
Aleluya.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Al celebrar con alegría esta festividad y habiendo recibido
tus dones celestiales, te pedimos, Señor, que concedas, a quienes
en este divino banquete proclamamos la muerte de tu Hijo, que
podamos participar, con los santos mártires, de su resurrección y
de su gloria. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ACTIVIDAD DIOCESANA
Jubileo Circular: Jueves 16, Viernes 17 y Sábado 18:
Sagrado Corazón (San Isidro), Santa María Goretti,
Santa Ana (Calzada del Obrero), Padre Eterno, Ntra.
Sra. de Guadalupe (Col. Jalisco), La Cruz Blanca,
Virgen de Guadalupe (La Yesca), Jesús Divino Preso
(Zapotlanejo).