Manual de Funciones
Abrir Manual de funciones
LOS DECANOS
1.- FUNCION
"Para facilitar la cura pastoral mediante la actividad común, varias parroquias cercanas entre sí pueden unirse en grupos peculiares como son los decanatos" (c. 374,2). Tres son los elementos que resalta el código de derecho canónico: el decanato es el conjunto de parroquias vecinas, con la finalidad de facilitar la atención pastoral, mediante la actividad común. Al frente del decanato está el decano.
El decano es un sacerdote "nombrado por el obispo después de oír, según su prudente juicio, a los sacerdotes que ejercen el ministerio en el decanato que se trata" (c.553,2). Este oficio "no esta ligado con el de párroco de una determinada parroquia" (c. 554, 1) y "debe nombrarse para un tiempo determinado" (c. 554, 2). "Según su prudente arbitrio, el obispo diocesano puede, con causa justa, remover libremente de su oficio a un decano" (c. 554, 3).
El decano tiene el derecho y el deber:
1) "De fomentar y coordinar la acción pastoral común en el decanato" (c. 555, 1,1).
2) " De cuidar de que los clérigos de su distrito vivan de modo conforme a su estado y cumplan diligentemente sus deberes" (c. 555, 1, 2). Para esto ver los canónes 273 al 289.
3) "De procurar que las funciones religiosas se celebren según las prescripciones de la sagrada liturgia, se cuide diligentemente el decoro y esplendor de las iglesias y de los objetos y ornamentos sagrados, sobre todo en la celebración eucarística y en la custodia del santísimo Sacramento; se cumplementen y guarden convenientemente los libros parroquiales; se administren con diligencia los bienes eclesiásticos y se conserve la casa parroquial con la debida diligencia" (c. 555, 1,3).
También procurará que los sacerdotes participen en las conferencias y reuniones de estudio establecidas en el decanato o programadas para todo el presbiterio de la zona o la diócesis (cfr. c. 555,2,1). "Cuidará que no falten a los presbíteros de su decanato los medios espirituales y sea especialmente solícito con aquellos que se hallen en circunstancias difíciles o se vean agobiados por problemas" (c. 555, 2, 2).
Cuidará que a los sacerdotes enfermos no falten los auxilios espirituales y materiales; que se celebren dignamente los funerales de los que fallezcan y provea que, cuando enfermen o mueran, no desaparezcan o se quiten de su sitio los libros, documentos, objetos y ornamentos sagrados u otras cosas pertenecientes a la Iglesia (cfr. c. 555, 3).
El decano deberá visitar anualmente las parroquias de su decanato (cfr. c. 555, 4). En esta visita pulsará y estimulará la formación integral de los sacerdotes (espiritual, pastoral, humana e intelectual); impulsará la pastoral de conjunto de acuerdo al plan diocesano cuidando, de manera especial, la formación de agentes; revisará los libros parroquiales (cfr. c. 958); cuidará así mismo se lleve una buena administración de los bienes eclesiásticos y se prevea la adquisición de terrenos para centros de culto donde sea necesario. Pasará informe de esta visita al vicario episcopal.
Como vemos, el mismo código de derecho canónico señala al decano una serie de cuidados y de tareas que van más allá de reuniones; por lo tanto esta función, que está más en la línea pastoral, no puede reducirse sólo a preparar y conducir las reuniones establecidas.
El decano en funciones es el responsable de preparar y coordinar la sesión para proponer candidatos a nuevo decano; ésta se realizará en un ambiente de retiro espiritual, conscientes de ejercer la corresponsabilidad pastoral con el obispo para bien de las comunidades. Es conveniente que esta sesión termine con una pequeña convivencia sacerdotal.
Todos los sacerdotes diocesanos y religiosos con curas de almas serán convocados y deben votar. Para la validez se requiere presencia de las tres cuartas partes del presbiterio del decanato; el voto por escrito de sacerdotes imposibilitados de participarpersonalmente se tomará en cuenta sólo en la primera votación. El decano en funciones presentará al obispo los dos candidatos que hayan obtenido mayoría absoluta (la mitad más uno).
2.- ASPECTO PASTORAL
El decanato ante todo es un lugar donde se promueve y se expresa la comunión eclesial de todos los agentes de pastoral: sacerdotes, religiosos, religiosas y laicos; un espacio privilegiado para la realización de unidad y fraternidad sacerdotal exigido por la ordenación sacramental y por la misión común: "los presbíteros constituidos por la ordenación en el orden del presbiterado, se unen entre sí por la íntima fraternidad sacramental...todos conspiran a un mismo fin, la edificación del cuerpo de Cristo que, en nuestros días señaladamente, requiere de múltiples organismos y nuevas acomodaciones" (PO 8).
El decanato debe seguir siendo entre nosotros la estructura
básica de la pastoral de conjunto: promover y expresar la eclesialidad y la unidad en torno al obispo, impulsar la pastoral integral y orgánica mediante la acción común.
El decano está llamado a ser el alma de la acción pastoral de su decanato, por lo mismo es el sacerdote promotor, animador y coordinador de la acción común; lleno de caridad y espíritu apostólico, conocedor de las condiciones de las comunidades, cercano a los sacerdotes, imbuido y comprometido en el proceso pastoral diocesano, abierto y con capacidad de trabajar en equipo, con una cercanía de comunión efectiva con el vicario episcopal y con el obispo. De aquí una serie de relaciones y de tareas.
Con el Obispo. Asegurará la comunión con el obispo, fomentará su confianza y amistad, el cumplimiento fiel de sus directrices pastorales expresadas en el Plan diocesano, en el documento sinodal y otras directrices que vaya señalando, participará en la reunión anual del obispo con todos los decanos. Colaborará con el obispo y el vicario episcopal en las visitas pastorales a las parroquias de su decanato. Al terminar el período de su servicio presentará al obispo una evaluación y las propuestas que juzgue pertinentes.
Con el Vicario Episcopal. Ejercerá su servicio en relación estrecha con el vicario episcopal de su zona manteniéndolo informado, le presentará la programación anual en vistas a su aprobación y, anualmente, lo informará por escrito sobre la marcha del decanato. Colaborará activamente con el vicario en la animaciónde la zona pastoral, en agilizar los proyectos de nuevas parroquias, en cuidar la continuidad pastoral y la entrega del inventario en los cambios de párrocos.
La zona pastoral es la instancia donde se anima y apoya el caminar del decanato, donde se disciernen las necesidades y problemas que rebasan sus posibilidades; por eso son indispensables las reuniones periódicas de animación y coordinación con el vicario episcopal.
Con los Religiosos y Religiosas. Alimentará la inserción en la pastoral de los religiosos y religiosas que viven en su decanato, respetando siempre sus carisma y campos específicos de acción. La amistad, la información periódica de la marcha del decanato, el mutuo apoyo y las acciones conjuntas son medios que estimulan la integración.
Con los Sacerdotes del Decanato. Cuidará no falten a los sacerdotes los medios para fortalecer la espiritualidad y la formación permanente; alentará la fraternidad y toda iniciativa que exprese solidaridad sacerdotal y la mutua ayuda, especialmente con los sacerdotes jóvenes, ancianos, enfermos y los que pasan por una etapa difícil. Motivará la participación de los sacerdotes religiosos responsables de capellanías y de aquellos que realizan su servicio pastoral en las comunidades.
Con las Parroquias del Decanato. Estimulará en todas las comunidades la misión profética, litúrgica y regia de Cristo conforme el Plan diocesano en vistas a impulsar la renovación de la parroquia como comunidad de comunidades. Organizará los equipos y servicios necesarios para apoyar a las parroquias en las tareas fundamentales de la pastoral profética, litúrgica y so- 81 cial, formación de agentes, pastoral, familiar, pastoral juvenil y vocacional. Prestará atención especial al E.C.B. (equipo coordinador básico) de las comunidades, dada la importancia que va teniendo entre nosotros.
Fomentará la relación, mutuo apoyo y la corresponsabilidad eclesial entre las comunidades; será ésta la base para un mejor aprovechamiento de los recursos humanos y materiales, para la búsqueda a respuestas a problemas comunes, para el apoyo y pro-puestas de solución a comunidades con déficit. Promoverá una más amplia y cualificada participación de los laicos; valorará y estimulará el servicio de los agentes laicos apoyando su formación mediante el intercambio, mutuo apoyo y modalidades adecuadas de formación.
En estos servicios alimentará explícitamente la eclesialidad, la conciencia diocesana y la unidad en torno al obispo.
Para poder realizar su servicio, el decano integrará el equipo coordinador del que serán miembros, entre otros, el decano suplente y el delegado al consejo presbiterial; con este equipo elaborará la programación anual y la dará a conocer una vez aprobada por el vicario episcopal. Preparará responsablemente las tareas y conducción de las sesiones del decanato en vistas a un
mejor aprovechamiento. La situación de nuestra diócesis exige del decano suplente una colaboración estrecha y efectiva con el decano.