Comunicado de la Conferencia del Episcopado Mexicano
«Cada vida es sagrada. Promover la dignidad de la vida humana significa reconocer que cada persona, creada a imagen y semejanza de Dios, tiene un valor inviolable»

Ante los lamentables hechos ocurridos ayer frente a la Catedral Metropolitana de Guadalajara, durante la Celebración Nacional a favor de la Mujer y de la Vida, la Conferencia del Episcopado Mexicano manifiesta:

1. Nuestra profunda preocupación por el incidente que ha dejado, según los informes, varias personas gravemente heridas, entre adultos y niños. Los hechos ocurrieron cuando una camioneta robada, conducida por una persona en estado de intoxicación, ingresó a la zona peatonal donde se encontraban congregados los fieles.

2. Nuestra total solidaridad y cercanía con Su Eminencia el Cardenal Francisco Robles Ortega, Arzobispo de Guadalajara, con la Arquidiócesis, con Mons. José de Jesús Herrera Quiñones, Obispo de Culiacán y responsable de la Dimensión Episcopal de Vida, y con toda la comunidad de fieles afectada por este incidente.

3. Elevamos nuestras oraciones por las personas heridas y sus familias, implorando a Nuestro Señor por su pronta recuperación, especialmente de aquellos que se encuentran en estado grave, y el consuelo espiritual para todos los afectados.

4. Exhortamos a las autoridades competentes a:

• Fortalecer las medidas de seguridad pública para prevenir delitos como el robo de vehículos.
• Implementar estrategias más efectivas para la prevención del consumo de sustancias nocivas.
• Garantizar la seguridad en espacios públicos donde se realizan manifestaciones pacíficas y actividades religiosas.
• Atender las causas estructurales que generan la inseguridad en nuestra sociedad.

5. Agradecemos la pronta respuesta de los cuerpos de emergencia que atendieron a las víctimas, y reconocemos la labor de las autoridades en la atención del incidente.

6. Hacemos un llamado a toda la comunidad católica a mantener la unidad en oración y a reflexionar sobre la importancia de construir una sociedad más segura y pacífica para todos.

7. Este incidente, aunque no fue dirigido específicamente contra la celebración religiosa, nos muestra la urgente necesidad de abordar los problemas de inseguridad que afectan a toda la sociedad mexicana. Reafirmamos nuestro compromiso de trabajar en conjunto con todos los sectores sociales para promover una cultura de paz y respeto a la vida.

Nos unimos en oración con la Arquidiócesis de Guadalajara y todas las diócesis del país. Que Nuestra Señora de Guadalupe, Reina de México, interceda por la paz en nuestro país y el bienestar de todos los mexicanos.

Dado en la Ciudad de México, a 27 de octubre de 2024

«El Señor es mi luz y mi salvación, ¿a quién temeré? El Señor es la defensa de mi vida, ¿quién me hará temblar?» Sal 27, 1.
+ Mons. Rogelio Cabrera López
Arzobispo de Monterrey
Presidente
+ Mons. Ramón Castro Castro
Obispo de Cuernavaca
Secretario General

Prot. No. 297/24

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