Memorias de la esplendidísima coronación

de la milagrosa imagen de Nuestra Señora de Zapopan

9ª parte

 

Fray Luis del Refugio de Palacio[1]

 

Se da cuenta aquí de un vicio en la composición de un documento dirigido al Papa

que implicará una demora en el proceso de la coronación de la Virgen de Zapopan.[2]

 

iv

 

Contestación del Señor Arzobispo

 

2548 Lake View ave, Chicago, Ill.

Abril 9 de 1919   

 

Muy Reverendo Padre Fray Luis del Refugio de Palacio

Zapopan

 

Muy apreciable y Reverendo Padre:

 

Ayer recibí sus apreciables letras y hoy con el favor divino, todo está despachado, como verá por las copias auténticas que le mando para que esté enterado y esperanzado.

Conviene que directamente mande unos tres ejemplares de la historia de Nuestra Señora de Zapopan para las Congregaciones; pues el hermoso ejemplar tan elegante que recibí junto con el mío será directamente para Nuestro Santísimo Padre. Mándelos con esta dirección: Muy Reverendo Padre Ignacio Sandoval. Roma. Italia. Santa Maria dei Calderarii 29. Ya le anuncio esto al Padre Sandoval, y también le doy instrucciones para que se tramiten mis preces de acuerdo con el Reverendísimo Padre Procurador de la Orden Franciscana.

En manos de la Santísima Virgen está todo puesto, así como el alto honor de coronarla personalmente.

Con recuerdos me repito su afectísimo servidor en Cristo que lo aprecia y bendice y se encomienda a sus oraciones.

 

+ Francisco

Arzobispo de Guadalajara

 

Se le habían remitido a Su Señoría Ilustrísima dos ejemplares de la historia de Nuestra Señora de Zapopan empastados en terciopelo blanco, con guardas de moirée. Ahora se enviaron los que Su Ilustrísima encargaba, y otros para nuestro Padre General, para el Padre Procurador, para el Agente que se nombra, etcétera.

Las preces formuló el Ilustrísimo Señor Orozco como aquí se ponen.   

 

Preces para la Coronación

 

Beatissime Pater (etcétera, como en el Álbum)[3]   

 

Otras preces [las del conflicto de intereses entre la parroquia y los frailes del Colegio Apostolico de Proganda Fide)]

 

Beatísimo Padre

 

Francisco Orozco y Jiménez, Arzobispo de Guadalajara, inclinado con suma humildad a los pies de Vuestra Santidad, expone cuanto sigue:

A saber, en el Pueblo de Zapopan, cerca de Guadalajara, existe desde el siglo xvi (año 1541) el Santuario dedicado a la Bienaventurada Virgen María, mas en el año 1653 su fiesta fue trasladada del día 8 al día 18 de diciembre (sin cambiar el título) por el Ilustrísimo Señor Juan Ruiz Colmenero, a la sazón Obispo de Guadalajara; desde entonces, paulatinamente, sin sentir, también su título se cambió por el de la Expectación del Parto, con el que hasta ahora se celebra solemnemente.

Ahora bien, se ha planteado en algún momento una duda, si la Bienaventurada Virgen María no sólo es la titular sino también la Patrona de aquel pueblo que, precisamente, fue fundado en el año 1541 por obra del Padre Antonio Segovia, franciscano, que fue el primero en la evangelización de estas regiones y bajo el patrocinio de la Santísima Virgen María, hasta portando consigo su Imagen, es decir la misma que se venera en el Santuario mencionado. Así se ve que lo refieren la tradición misma y los documentos; pero, por otra parte,  una estatua de San Pedro Apóstol, visible en la fachada del mismo Santuario, y otros indicios en los libros parroquiales y en la misma veneración de los indios conducen a la sospecha si también el mismo Apóstol hubiese sido además Patrono del lugar, o si él sólo era el patrono del lugar, y la Santísima Virgen María fuera sólo titular de la iglesia.

Ahora mismo, sin embargo, al enviar estas preces al Santísimo Padre para que se digne conceder la coronación de  aquella Imagen, aprovecho la ocasión para pedir que se digne declarar si la Beatísima Virgen María bajo el título de la Expectación del Parto, cuyos oficio y Misa han sido concedidos para toda la Arquidiócesis en el nuevo Calendario, deba ser tenida como Patrona del lugar de Zapopan.

(Sea) lo que Dios…

En Chicago, a 2 de abril del 1919

+ Francisco

Arzobispo[4]

 

***

 

No era posible cuando apenas bastaba el tiempo para leer, que de un día para otro la persona a quien sin duda encargó el señor Orozco la precedente se hubiera hecho capaz de lo mucho que abarca cuestión tan compleja y enmarañada. Pero así fue. Lástima que aun teniéndonos tan buena voluntad, nos perjudica –creo que sin querer– con tal informe (lo analizaré cuando sea necesario, aquí me contento con decir, y eso forzado por el compromiso de tocar en estas materias, que no me maravillo de que en lugar de adelantar, hayamos retrocedido al punto de partida, según se verá por lo que me comunicó el agente, Reverendo Padre Sandoval.

Yo, que advierto el enredo, apresúrome en poner en cabal inteligencia al Procurador por parte de nuestra Orden, y este Padre con admirable tacto consiguió reducir la cuestión a su verdadero punto de vista, aunque permanece irresoluta por la parte que toca al Señor Arzobispo, cuyo ulterior informe no nos es conocido, ni la resolución primera de la Sagrada Congregación de Ritos (si no es lo que barrunta por la carta del Padre Sandoval) ni la última y definitiva, si es que se consiguió.