Es Reina y Patrona de los futbolistas jaliscienses

Héctor Quintero López[1]

El 12 de diciembre del 2021 el equipo tapatío de fútbol Atlas fc

se vio favorecido campeón del torneo de Apertura 2021 de la Liga mx,

galardón supremo en ese deporte que no ostentaba desde 1951.

En ese contexto, aquí se rememora el celestial patrocinio

de Nuestra Señora de Zapopan sobre una actividad tan del gusto público.

En los años 50 del siglo pasado era voz común en Guadalajara afirmar que los tres amores de los tapatíos eran “las Chivas, el Atlas y la Virgen de Zapopan”.

Lo cierto es que en esos años el deporte del balompié alcanzó un auge insospechado entre los habitantes de la capital de Jalisco gracias a la participación copiosa de varios clubes de futbol, de todo lo cual hubo un eco en el todavía más acendrado amor mariano de ese vecindario, que a propósito de lo que estamos diciendo trajo como consecuencia que los futbolistas, incitados por su capellán, el canónigo magistral José Ruiz Medrano,[2] se unieran para darle a la venerada Generala un reconocimiento como Patrona y Reina de los futbolistas de Jalisco.

Tal patrocinio se pidió al Arzobispo de Guadalajara, don José Garibi Rivera, el 16 de septiembre de 1955, por medio de una carta que firmaron los presidentes de los clubes Guadalajara, Atlas, Oro, Asociación de Futbol del Estado de Jalisco y demás clubes. En ella ofrecían “jurar y respetar el Patronato de Nuestra Señora de Zapopan como reina de los Futbolistas de Jalisco, con la seguridad absoluta que bajo su protección alcanzaremos grandes gracias en el porvenir”.

La respuesta a la petición fue favorable y el Arzobispo dispuso que fuera el siguiente 2 de octubre cuando se hiciera público y solemne el patronato, en la Catedral basílica y ante la Venerable Imagen.

La mañana de ese día, cientos de jóvenes portando las camisetas de sus respectivos clubes, banderines y estandartes, recibieron en la Iglesia Madre la antiquísima escultura. El sermón estuvo a cargo –no podía ser de otro modo– del canónigo Ruiz Medrano, y concluida la Misa, el Arzobispo Garibi declaró que a partir de este día la Santísima Virgen bajo la advocación de Zapopan era “Patrona Excelsa de los futbolistas de Jalisco”. Acto continuo, los delegados del gremio allí presentes juraron honrarla y venerarla a perpetuidad.

La Imagen estuvo en esa ceremonia en el manifestador marmóreo del altar mayor catedralicio, y al término fue trasladada en andas en una emotiva procesión hasta el cercano templo de San Francisco.

Al calor de ello, durante la ceremonia inaugural del Estadio Jalisco, el domingo 24 de enero de 1960, la Virgen de Zapopan ocupó un sitial distinguido antes y durante la ceremonia de bendición, impartida por el Arzobispo Garibi ante unos veinte mil espectadores.

Desde entonces, año con año, no faltan las peregrinaciones de los clubes de fútbol a la basílica de Zapopan para renovar este patronato.