Libro de Visita de fray Antonio Alcalde, 1776

21ª parte

Desde el confín norte de los poblados frontera de su Obispado,

la visita de fray Antonio Alcalde arroja datos importantes sobre el proceso de aculturación de los pueblos de indios en los pliegues de la Sierra Madre Occidental luego de la expulsión de los religiosos de la Compañía de Jesús, consumada nueve años antes.[1]

Visita a Monte Escobedo [2]

En el Pue--//[3] --blo de San Luis Colotlán, a diez y ocho días del mes de abril de mil setecientos setenta y seis años: ante Su Señoría Ilustrísima y Reverendísima el Señor Maestro don fray Antonio Alcalde del Sagrado Orden de Predicadores, Obispo de Guadalajara, Nuevo Reino de la Galicia y de León, del Consejo de Su Majestad, etcétera, mi Señor; estando en su actual y general visita, compareció el bachiller don Juan Andrés del Valle y de la Peña, Cura Beneficiado y Vicario Juez Eclesiástico del partido de Monte Escobedo, a efecto de ser visitado en consecuencia del orden que se le comunicó, y para ello presentó sus títulos de Cura Beneficiado y Vicario Juez Eclesiástico del dicho partido, despachados en conveniente forma por Su Señoría Ilustrísima, y la Real Presentación a dicho Beneficio, y en cuya virtud se le dio la colación y canónica institución; lo cual se dio por visitado, y mandó Su Señoría Ilustrísima se le devolviese el original para su resguardo, a quien se le devolvió. //[4]

Libros parroquiales [Al margen]

Presentó igualmente los libros parroquiales de su administración, en que constan asentados los que se bautizan, casan y entierran en la iglesia parroquial de aquel partido; y reconocidas su partidas por menor de la última visita hasta la presente, proveyó Su Señoría Ilustrísima en cada uno de los citados libros los autos correspondientes, dándolas por visitadas, y mandando lo que tuvo por conveniente; como también en el Libro de Gobierno en que se copian los edictos, cartas pastorales y otros despachos superiores. Asimismo, presentó una copia de las constituciones sinodales y otra del Arancel común del Obispado que se observa en aquel curato, y dando Su Señoría Ilustrísima por visitado uno y otro, y pasado en visita general, mandó que del citado Arancel //[5] se ponga una copia en la dicha iglesia parroquial, autorizada por el Cura y su Notario, para que todos sus feligreses vean lo que deben pagarle por sus obvenciones.

Padrón de 2 050 personas [Al margen]

Juntamente presentó una lista de todas las haciendas, ranchos y puestos de que se compone aquel curato, con expresión de las distancias y vientos en que se hallan respecto de la cabecera y número de personas que las habitan; e igualmente el padrón de sus feligreses de confesión y comunión hecho en el presente año, que compone el número de dos mil y cincuenta personas en trescientas diez y seis familias; en cuya vista mandó Su Señoría Ilustrísima que quedándose con una copia del padrón que formare en cada un año, remita el original a la Secretaría de Cámara y Gobierno de Su Señoría Ilustrísima, con certificación a su pie de si cumplieron o no los que debían con el precepto anual de Nuestra Santa Madre Iglesia de confesión //[6] y comunión, como está mandado en la decima de las Constituciones Sinodales.

            Así mismo, presentó el inventario de alhajas, ornamentos, ropas blancas y demás paramentos de la iglesia y sacristía de aquel curato, en que consta tener limitadamente los necesarios para celebrar los Divinos oficios.

Fábrica [Al margen]

Visitó Su Señoría Ilustrísima el libro y cuentas de la fábrica espiritual de aquella iglesia parroquial, que ha corrido a cargo desde el diez y ocho de mayo del año próximo pasado de setecientos setenta y cinco, en que se depuso a don Eugenio Basilio Gómez, su Mayordomo, hasta el presente, y reconocido su cargo y data, consta haber tenido de recibo 224 pesos, 3 reales, y de gasto 273 pesos, 1 ½ reales, por lo que alcanza a la fábrica //[7] con 48 pesos, 6 ½ reales, cuyo alcance declaró Su Señoría Ilustrísima por legítimo, dándole al citado Cura las gracias por el celo con que ha solicitado el aumento del culto Divino, y mandando que en la primera partida de su data ponga la expresada cantidad para que se le satisfaga de los primeros efectos de la fábrica, sacado lo necesario para sus precisos gastos.

Cofradía del Santísimo Sacramento [Al margen]

Visitó el libro y cuentas de la Archicofradía del Santísimo Sacramento, sita en aquella iglesia parroquial, cuyo último Mayordomo, don Pedro de Acosta, recibió doscientos veinte y dos pesos, dos reales, los mismos que gastó en lo preciso y necesario, y tiene de fondos 204 reses de fierro arriba y siete caballos mansos.

            Las de la cofradía de la Purísima Concepción de Nuestra Señora, sita y fundada en la misma Iglesia parroquial, cuyo Mayordomo, Felipe de los Reyes, alcanzó en sus últimas cuentas a la cofradía en 30 pesos, ½ real, y //[8] tiene de fondos 207 cabezas de mayor y 98 de ganado menor.

            El de la cofradía de las Benditas Ánimas, cuyo Mayordomo, don José Manuel Sánchez, salió alcanzado en 24 pesos, 1 ½ reales, a favor de la cofradía, y ésta tiene de fondos 342 cabezas de ganado mayor con inclusión de los bueyes.

            El de la cofradía de Nuestra Señora de los Dolores, fundada en la propia iglesia parroquial, cuyos fondos existentes son 170 reses de fierro arriba con inclusión de los bueyes y herradero, y don Juan Manuel Gamboa, su último Mayordomo, salió alcanzado en 6 pesos, 4 reales, a favor de la cofradía, la cual tiene asimismo siete bestias caballares.

            Y el de la cofradía de Nuestra Señora del Pópulo, sita en la misma iglesia, cuyo Ma-- //[9] --yordomo, José Antonio Vázquez, en sus últimas cuentas alcanzó a la cofradía en ocho pesos y tres cuartillos, y tiene de fondos 61 reses de fierro arriba con los bueyes y herradero, una yegua y un caballo. Y reconocidos los ajustes y liquidaciones hechos por los Vicarios Jueces Eclesiásticos que han sido de aquella feligresía, los aprobó Su Señoría Ilustrísima, declarando por legítimos los alcances, que quedan relacionados, y mandando que los Mayordomos nuevamente electos cuiden del mayor aumento de los fondos respectivos de cada una de las mencionadas cofradías, omitiendo para ello todo gasto superfluo y excesivo, y sujetándose sólo a los que fueren precisos y necesarios con arreglo a las constituciones y autos de visita.

            Y habiéndose reconocido los pliegos e informaciones matrimoniales de libertad y soltura de los españoles, mestizos, mulatos y demás castas, que presentó el //[10] citado Cura, mandó Su Señoría Ilustrísima que en lo de adelante los testigos en sus declaraciones determinen el tiempo que tienen de conocimiento de los contrayentes, y siendo éstos viudos, se exprese en qué modo les consta, si de vista o de oídas, de manera que no declarando a lo menos dos de los testigos de vista, no se proceda a la celebración del matrimonio hasta que se presente la partida de entierro del marido o la mujer de quien son viudos.

            Igualmente mandó Su Señoría Ilustrísima que el nominado Cura, sin embargo de la demencia de don Anselmo de Escobedo, procure por todos los medios posibles que tenga efecto la obra pía dispuesta por doña Francisca de Escobedo de cuarenta pesos que donó para una imagen del Señor San Antonio.

            Asimismo mandó que se observe lo manda-- //[11] --do en los autos de visita de los Ilustrísimos Señores Obispos sus antecesores en cuanto a que los enfermos de la cabecera se les administre el Santísimo Sacramento de la Eucaristía por viático en el rural, sin que sea necesario que lo pidan cuando llamaren; y también en cuanto a que no se permita a ningún eclesiástico secular o regular que diga misa en enramada; y que así el actual Vicario como sus sucesores cuiden de cobrar y colectar la limosna correspondiente a las misas de cuarta funeral de testamentos o memorias, las cuales por derecho tocan a la Mitra, y la importancia de lo que colectare la remita oportunamente a manos de Su Señoría Ilustrísima.

            Últimamente mandó Su Señoría Ilustrísima que el enunciado Cura y Vicario procure por todos los medios que la prudencia le dictare para que por el vecindario se le ponga un Sacristán, un Campanero y un Fiscal, para el servicio de la iglesia parroquial.

            Visitó Su Señoría Ilustrísima las licencias de decir misa y //[12] asimismo de predicar, confesar y administrar sacramentos en lengua castellana pertenecientes al bachiller don Juan Manuel del Valle, teniente de Cura de aquella feligresía, por haberlas hallado corrientes en su término y refrendadas en conveniente forma. Y para el cumplimiento de todo mandó Su Señoría Ilustrísima se le notifique este auto al Cura Beneficiado, y se ponga testimonio de él en el libro de Gobierno. Y así lo proveyó, mandó y firmó.

Fray Antonio, Obispo de Guadalajara [Rúbrica]

Ante mí.

José de Frutos [Rúbrica]

Secretario de visita

En el pueblo de Colotlán, a veinte de abril de mil setecientos setenta y seis años. Notifiqué el auto que antecede al bachiller don Juan Andrés del Valle, Cura Vicario Juez Eclesiástico del partido de Monte Escobedo, quien entendido de su contenido dijo: lo oye, obedece y que cumplirá con lo que se le manda, y lo firmó, de que doy fe.

Juan Andrés del Valle y de la Peña [Rúbrica]

Blas de Silva [Rúbrica]

Notario mayor //[13]