Documentos Diocesanos

Boletín Eclesiástico

2009
2010
2011
2012
2013
2014
2015
2016
2017
2018
2019
2020
2021
2022
2023
2024

Volver Atrás

Iniciativa de acuerdo con carácter de dictamen

para realizar acciones diversas tendientes a promover y difundir

la vida, la obra y el legado del benemérito fray Antonio Alcalde

Ayuntamiento Constitucional de Guadalajara

 

 

 

Dentro de la sesión ordinaria del cabildo municipal de Guadalajara del

13 de octubre del 2023, se presentó la siguiente Iniciativa…, merced a la cual

se aprobó por unanimidad conferir al Paseo Fray Antonio Alcalde

la categoría de ‘patrimonio social’, a tenor de lo que al respecto tutela

el Código Civil de Jalisco y llevar a cabo las acciones previstas

en los acuerdos del documento que aquí se trascribe.[1]

 

 

 

 

Al honorable Ayuntamiento Constitucional del Municipio de Guadalajara, Jalisco

presente

 

Quienes suscriben, Jesús Pablo Lemus Navarro, presidente municipal de Guadalajara, y Luis Cisneros Quirarte, regidor del Ayuntamiento de Guadalajara, en uso de las facultades que nos confieren el artículo 41 fracciones i y ii de la Ley del Gobierno y la Administración Pública Municipal del Estado de Jalisco, así como los artículos 89, 90 y 91 fracción i del Código de Gobierno Municipal de Guadalajara, tenemos a bien someter a la elevada y distinguida consideración de este H. Cuerpo Edilicio en pleno, la siguiente iniciativa de acuerdo con carácter de dictamen que tiene por objeto realizar diversas acciones tendientes a la promoción y difusión de la vida, la obra y el legado del benemérito fray Antonio Alcalde, al tenor de la siguiente

 

exposición de motivos

 

† A la memoria del C. Miguel Ángel Wong Álvarez,

primer director de la Fundación Paseo Fray Antonio Alcalde

 

I.               El artículo 115 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos establece que los estados adoptarán, para su régimen interior, la forma de gobierno republicano, representativo, democrático, laico y popular, teniendo como base de su división territorial y de su organización política y administrativa el municipio libre; además, establece que los municipios estarán investidos de personalidad jurídica, así como que tendrán facultades para aprobar, de acuerdo con las leyes en materia municipal que expidan las legislaturas estatales, los bandos de policía y gobierno, los reglamentos, circulares y disposiciones administrativas de observancia general dentro de sus respectivas jurisdicciones cuyo objeto será, entre otras cosas, establecer las bases generales de la administración pública municipal.

II.             Asimismo, el artículo 38 de la Ley del Gobierno y la Administración Pública Municipal del Estado de Jalisco establece que es facultad de los ayuntamientos celebrar convenios con organismos públicos y privados tendientes a la realización de obras de interés común; a su vez, el artículo 40 de dicho ordenamiento establece que los ayuntamientos pueden expedir, de acuerdo con las leyes estatales en materia municipal, los bandos de policía y gobierno, así como los reglamentos, circulares y disposiciones administrativas de observancia general, dentro de sus respectivas jurisdicciones, que regulen asuntos de su competencia.

III.            Y bien,  puesto que encarar el porvenir de modo propositivo es un reto permanente de las comunidades humanas y para lograrlo uno de sus puntales necesarios es eso que las ciencias sociales califican como ‘memoria histórica’,[2] entendiendo por ello la suma de los factores que permiten a estas identificar, tutelar, conservar y transmitir las evidencias geográficas y naturales, monumentales y archivísticas, culturales y artísticas, gracias a los cuales les sea posible explicarse a sí mismas y a las demás el estado de su presente y el rumbo de su provenir a través de los efectos benéficos del conocimiento y la explicación de su pasado común y del modo como han afrontado de forma airosa desafíos supremos tanto para que no les intimiden los retos del presente como para afrontar de forma asertiva los del porvenir, todo lo cual nos lleva al capítulo que aquí denominaremos ‘historia de las ciudades’.

IV.           La ‘historia de las ciudades’ en el campo de la ‘memoria histórica’ consiste en reconocer los paradigmas que han servido a las cabeceras de los entornos colectivos más dilatados y extensos para alcanzar y mantener ese rango, al grado de convertirles con el paso del tiempo en referentes obligados de procesos culturales y civilizatorios hasta alcanzar la imagen y la identidad que les acerca y distingue de los demás grupos e intereses humanos respecto al territorio que ocupan y de él a las rutas y caudal humano que les son propios en lo tocante al modo como han compartido y afrontado desde un derrotero colectivo y armónico sus metas y sus desafíos.

V.             Se considera como sustrato básico de la ‘historia de la ciudad’ la memoria histórica de personas, lugares y cosas medulares al recuerdo colectivo y de valor patrimonial intrínseco no menos que simbólico cuando tal recuerdo y patrimonio sirve de sustento a acciones colectivas experimentadas como logros a lo largo del devenir de una comunidad, y servirle a ella como raíz y columna estructural de continuidad e identidad comunitaria, no menos que de impulso y estímulo para actos vitales, que se deben actualizar y sostener porque coadyuvan y explican las identidades aludidas o las refuerzan, en tanto que reflejan de manera precisa el sentido de pertenencia del grupo social que se identifica con ellas; de este modo la memoria colectiva –que se hereda y retransmite a las subsecuentes generaciones–, aunque experimente adecuaciones y cambios conserva y usa a su favor los aspectos cruciales que en el pasado le constituyeron como un núcleo social homogéneo.

VI.           Es así como la memoria colectiva se vale –y aun configura– las ‘representaciones’ de su esencia y las define y fortalece sobre todo en los espacios y lugares donde acaecieron y donde siguen visibles las evidencias materiales que las revelan y hacen innegable incluso la atmósfera, el patrimonio edilicio, el estético y el cultural. Lo mismo pasa con aquellos elementos naturales y humanos distintivos que les constituyeron como fundamento y por eso se les reconoce como elemento cotidiano en la vida de una comunidad, de su memoria y de sus tradiciones orales y escritas.[3]

VII.         Las evidencias tangibles de la historia de casi 500 años de la cabecera del municipio de Guadalajara están en el polígono de su casco antiguo. En él se patentiza su rango de cruce de caminos y zona estratégica respecto a la primera cultura global de todos los tiempos. Tal es el caso de las antiguas calles Real y de la Real Aduana, por ejemplo. En efecto, además de centro de abasto y comercio del Occidente de la Nueva España a partir de 1542, Guadalajara se modeló como una casa común para las personas y familias que se avecindaron en ella; también como crisol y forja de paladines que contribuyeron a su grandeza incluso sin haber nacido aquí o porque de aquí salieron a tachonar al mundo con un espíritu emprendedor y positivo, siendo ese el caso del benemérito de Jalisco fray Antonio Alcalde, cuyas obras y acciones hicieron posible–en palabras de Mariano Otero– que la ciudad de Guadalajara se convirtiera incluso antes del nacimiento de México y al tiempo de cumplir esta capital 200 años de hallarse en el valle de Atemajac (1542), en la segunda ciudad en importancia del país.

 

Dejemos ahora que la bien cortada pluma de un muy notable jurisconsulto tapatío nos lo explique con sus palabas:

 

‘La humanidad corresponde, con su afecto a los hombres que la sirven y se sacrifican por ella’. Pruébalo así la tierna veneración con que se conserva, no solo en Jalisco, sino en la república entera, la memoria del Illmo. señor obispo Alcalde, a quien estos pueblos son deudores de tantos beneficios. No hay entre nosotros nombre más popular que el suyo, ni historia más generalmente conocida que la de las obras de caridad que practicó durante el tiempo que tuvo a su cargo la diócesis de Guadalajara. Desde que la razón comienza a alumbrar el alma de nuestros niños, les referimos la historia del santo obispo y les señalamos los edificios que construyó para refugio de los desgraciados: nuestros padres hicieron lo mismo con nosotros sin que el tiempo haya debilitado estos recuerdos, ni amenguado los dulces sentimientos de gratitud que inspiran. Al contrario, a medida que pasan los años, más grande aparece a los ojos de la posteridad la noble figura de tan digno prelado. Cerca de un siglo hace ya que dejó esta tierra de miserias, para volar al seno de Dios adonde lo elevaron sus excelsas virtudes, y en tan dilatado periodo, las generaciones que se han venido sucediendo, no han tenido sino una voz para bendecirlo. El ayuntamiento de esta capital, interpretando fielmente los deseos de la sociedad, ha decretado algunos honores póstumos al varón ilustre a quien van consagradas estas líneas; y ha dispuesto se escriba su biografía, a fin de que queden en ella consignados con la mayor puntualidad posible, sus hechos gloriosos.

El Illmo. señor don Fr. Antonio Alcalde, nació en el pueblo de Cigales, inmediato a Valladolid de España, el 16 de marzo de 1701. Fueron sus padres, José Alcalde e Isabel Barriga, personas pobres de bienes de fortuna, pero ricas de virtudes, de esas grandes virtudes que infundieron en el corazón de su hijo, y que más tarde produjeron tan abundantes frutos en este suelo.

Deseando vivir en la oscuridad y en el retiro, el señor Alcalde abrazó la vida monástica, tomando a los diez y siete años de su edad, el hábito de religioso en el Convento de Santo Domingo de Valladolid. Se dedicó con grande aprovechamiento a los estudios que prescriben los estatutos de la orden. Profesó, y siendo ya presbítero, sus talentos y la instrucción que había adquirido, merecieron se le confiasen las cátedras de filosofía y teología, que desempeñó desde el año de 1727 hasta el de 1753. Haciéndose cada día más estimable a los ojos de sus compañeros, por la puntualidad y fervor con que observaba la regla, por la eficacia e inteligencia con que se dedicaba a la enseñanza, por la dulzura de su carácter y por la pureza de sus costumbres, se le encomendó en el encargo de superior en el convento de Valladolid.

Las épocas más brillantes de la historia de los pueblos, reciben su nombre del gefe [sic] que durante ellas ejerce el mando supremo, cuando a su sabiduría es debido que la sociedad se encamine a su engrandecimiento. Esas épocas suelen ser fecundas en personas de elevada capacidad. Si el gobernante sabe aprovechar su cooperación, el acierto con que las escoje [sic] es uno de los títulos más justos de su gloria. Tal fue en España el reinado de Carlos iii, y el señor Alcalde pertenece al número de los hombres ilustres de aquel tiempo.

Mas, ¿por qué medio el monarca fue a descubrir en la oscuridad del convento de Valverde, a este humilde fraile para elevarlo a la dignidad episcopal? La tradición nos trasmite el siguiente hecho, que aunque no admitido enteramente por el ilustrado señor don Mariano Otero, es consignado sin reserva por el biógrafo del señor Alcalde en el Diccionario universal de historia y geografía. Ese hecho es el siguiente, cuya relación tomamos a la letra del Diccionario citado: “Cazando un día el rey Carlos III en las cercanías de Madrid, quiso descansar un rato en el convento de Valverde, y sorprendió al prior en su habitación; y al ver el semblante humilde y venerable del religioso, y su ajuar compuesto de una tarima, un cilicio colgado en la pared, algunas imágenes, y una mesa con un tintero, y una calavera, es fama que experimentó el monarca una impresión tan profunda, que pocos días después, tratándose de proveer la Mitra de Yucatán, que estaba vacante, dijo a su ministro: ‘Nombre ud. al fraile de la calavera precisamente’”.

Sea de esto lo que fuere, lo cierto es que nuestro monje de Valverde al recibir la noticia de su elección, entró en duda sobre lo que debería hacer y se dirigió al ministro general de su orden, pidiéndole consejo. Así se infiere haber pasado, por la respuesta que le dio el prelado, en la que lo ex[c]ita a someterse a la voluntad divina, que por medio del rey lo llamaba a desempeñar aquel elevado encargo.

Determinóse pues, a aceptar la investidura episcopal: el 18 de mayo de 1763 se consagró en Cartagena, embarcándose en seguida para el Nuevo Mundo. Dejaba y no debía volver a pisarlo, el suelo de su patria, donde se había consagrado a Dios, en la oscuridad del claustro, y trocaba desde aquel momento la vida contemplativa y sus hábitos de reposo y de estudio, por los azares de una carrera pública y el ejercicio de la autoridad. Atravesaba el mar para ir a regiones lejanas y desconocidas, a donde llevaba por objeto el continuar, mediante sus trabajos pastorales, la obra apenas iniciada de la civilización.

Avanzada era ya la edad del señor Alcalde; pero esta circunstancia no le impidió dedicarse con ardor al desempeño de sus nuevas obligaciones. Dos veces visitó el territorio de su diócesis, atravezando [sic] desiertos y terrenos fragosísimos, penetrando en los lugares más recónditos, bajo los rigores de un clima abrazador [sic], a pesar del dictamen de los facultativos que le aconsejaban no expusiese su salud y existencia a los peligros que habían de acarrear tan grandes fatigas.

Por todas partes llevaba con sus palabras y con su ejemplo la enseñanza de la moral más pura. Por todas partes derramaba el consuelo en las almas afligidas, y con mano liberal socorría las necesidades de los menesterosos. Seis años solamente permaneció en Yucatán, y en tan corto periodo hizo grandes bienes a aquel obispado. Reformó algunas iglesias, promovió el culto, estableció a sus expensas algunas camas en el Hospital de San Juan de Dios para sacerdotes enfermos, modificó las constituciones del Seminario y fundó ahí una cátedra de teología moral.

Fueron interrumpidas estas tareas del señor Alcalde, por haber sido llamado a ilustrar con su talento y sus virtudes, el Cuarto Concilio Mexicano que se celebró en la capital del país, bajo la presidencia del señor Lorenzana; tuvo en los trabajos de esa reunión de prelados, una parte muy importante, mereciendo los respetos y consideraciones de sus compañeros, por su inteligencia, su saber y su humilde santidad.

Cerradas las sesiones del Concilio, vino a Guadalajara a cuya diócesis fue trasladado de orden suprema. Verificóse este cambio en 1771, cuando su edad llegaba a los setenta años. Si la biografía debe dar una idea exacta de la persona cuya vida se refiere, conveniente será describir los principales rasgos del carácter de nuestro obispo.

Reconoció siempre su humilde origen. Jamás quiso disfrazarlo, contentándose con tributar a la honradez de sus padres los respetos de cariño filial. Llegó a la edad de noventa y un años cuatro meses, y ni aún en la última época de su vida, se le advirtió trastorno alguno en sus facultades mentales, ni en su actividad. Constantemente estaba de buen humor: era jovial y hasta festivo en su trato, a pesar de los cuidados de que estaba rodeado, de los muchos trabajos a que se entregaba y de las enfermedades que a veces lo afligían. Conservaba con fidelidad los hechos aun de más remota data, y los exponía sin omitir ni sus más pequeñas circunstancias. Sus estudios favoritos eran las Sagradas Escrituras, la teología, y muy particularmente, las obras de santo Tomás. Sus profundos conocimientos en las ciencias eclesiásticas, le hicieron figurar con ventaja en el Cuarto Concilio Mexicano, y tomar una parte muy importante en la formación del catecismo mayor que se dio para la uniformidad de la doctrina cristiana.

Era amante del retiro, pero para disfrutarlo escogía la noche, y por eso solía decir “la noche es para mí, el día para el público”. Las puertas de su palacio y hasta las de su cuarto estuvieron francas siempre. Cuantos querían acercársele, podían hacerlo sin ceremonia y sin dificultad ninguna. Recibía a las personas con grande afabilidad, sin que esto quitase que manifestara un semblante severo, cuando le era preciso reprimir alguna falta, o desprenderse de pretensiones indebidas. A merced del acertado método que guardaba, tenía tiempo para cumplir con sus deberes como sacerdote y con los que le imponía la regla del instituto monástico que profesaba, y de cuya observancia nunca se consideró dispensado. Administraba los sacramentos propios de su carácter episcopal en el tiempo debido. Formaba los proyectos vastos de que estuvo ocupado durante toda su vida, se dedicaba a su despacho ordinario y llevaba con regularidad sus apuntes de los cuales quedó un libro en folio.

Debemos tener presente que era obispo, y por lo mismo no hay que extrañar que cumpliendo con las obligaciones de su estado y siguiendo las tendencias de la época en que vivió, haya puesto tanto empeño en fomentar las comunidades religiosas, y en contribuir a la construcción de sus conventos. Sin embargo, su solicitud no se limitaba a las cosas tocantes a la Iglesia, sino que se extendía de una manera muy particular al socorro de los pobres, a la enseñanza de la niñez y de la juventud, y a lo que hoy llamamos las mejoras materiales.[4]

 

VIII.        Es justamente en estas acciones radicales donde se encuentra el legado supremo del benemérito fray Antonio Alcalde a nuestra ciudad:[5] el hospital más grande de América, edificado en una capital de apenas 30 mil almas, con capacidad para acoger y atender –en el marco de una pandemia que diezmó a sus moradores– hasta dos mil, como respuesta atingente a la impotencia de no poder auxiliar a los afectados por la epidemia que derivó de la sequía de 1785 desde el nosocomio público de la ciudad, el pequeño Real Hospital de San Miguel de Belén. En efecto, esto impulsó al obispo Alcalde, con todo el respaldo del Ayuntamiento de Guadalajara –que le cedió el terreno para erigir el edificio, el 26 de febrero de 1787–, a comenzar a construir ese coloso, que se inauguró el 3 de mayo de 1794 y sigue ofreciendo, ahora mismo totalmente remozado, su invaluable servicio bajo la nomenclatura de Antiguo y Benemérito Hospital Civil Fray Antonio Alcalde, o simplemente Hospital Civil.

El trinomio virtuoso, desde entonces, entre el sobredicho Hospital y la Universidad de Guadalajara en virtud de: 1) Habérsele concebido como hospital-escuela, sirviendo lo mismo a la atención inmediata de problemas sanitarios que a la docencia y a la investigación; 2) Ser la Facultad de Medicina una de las tres con las que se inauguró la Real Universidad de Guadalajara el 3 de noviembre de 1792, que se enriquecerá pronto con el programa de farmacia; y 3) Haber subsistido la obra, incluso en los años largos en los que la Universidad cerró sus puertas, merced a los egresados de sus aulas, que hicieron suya la responsabilidad, en grado heroico, de sostener las ciencias médicas a la altura de las necesidades imperiosas.

En el cumplimiento de sus labores como obispo de Guadalajara, el benemérito fray Antonio Alcalde destinó de forma íntegra la cuarta parte del importe de los diezmos de su dilatadísimo obispado –que se extendía incluso a lo que hoy es el Suroeste de la Unión Americana, sobre unos dos millones de kilómetros cuadrados, y que ascendieron a unos tres mil millones de pesos de nuestro tiempo– a sostener la vivienda popular, el mantenimiento y aliño de las calles, el establecimiento de fuentes de trabajo digno, a la sistematización educativa, de la elemental a la superior, a la salud y a la asistencia social.

Cabe destacar que el benemérito Alcalde defendió y promovió la calidad de vida de la mujer, sosteniendo un albergue para las que, por carecer de dote, estaban a merced de un destino del todo incierto y, por eso mismo, no podían abrazar la vida monástica. Además, socorriendo un plantel con suficientes rentas, promovió su educación integral creando una corporación pionera en su género: las Maestras de la Caridad y de la Enseñanza.

En terrenos cedidos por el Ayuntamiento a expresa solicitud suya, costeó el barrio del Santuario de Guadalupe como modelo de calidad de vida, porque en 16 manzanas se edificaron 158 vecindades con diez viviendas cada una, capaces para alojar mil quinientas familias y unas ocho mil almas, según echamos de ver en la única de ellas que se conserva íntegra y nos da una idea cabal de la inmensidad del proyecto, que también impulsó el desarrollo urbano armónico de la ciudad.

Finalmente, derivó de sus acciones el establecimiento de la primera imprenta en la ciudad, a cargo de don Mariano Valdés Téllez Girón. Irónicamente, fue inaugurada a principios de 1793 publicándose los Elogios fúnebres con que la Santa Iglesia Catedral de Guadalajaxa ha celebrado la buena memoria de su prelado el Ilustrísimo y Reverendísimo Señor Maestro Don Fray Antonio Alcalde en 1793.

IX.           Ahora bien, no obstante que el reconocimiento público a tan colosal bienhechor nunca ha faltado, en especial en el primer centenario luctuoso conmemorado en 1892, la memoria colectiva de los tapatíos sigue carente de datos que le vinculen a su benefactor supremo, que también lo es ahora de la zona metropolitana de Guadalajara. Al menos esa fue la conclusión a la que se llegó en el marco del i Coloquio “Herencias artísticas y prácticas culturales del patrimonio jalisciense. Entre lo tangible y lo intangible”, que organizó el Centro Universitario de Tonalá en mes de febrero del 2021, donde se escuchó la disertación Paseo Alcalde: testimonio del legado de un sabio, de la doctora Adriana Ruiz Razura, coordinadora de la maestría en Gestión y Desarrollo Cultural del Centro Universitario de Arte, Arquitectura y Diseño de la Benemérita Universidad de Guadalajara. La académica, basándose en el vaciado de una encuesta realizada a 800 personas que circulaban por el hoy Paseo Fray Antonio Alcalde, evidenció que más del 85% de ellas ignoraba todo acerca del benemérito obispo de Guadalajara.

X.             Atento a ello y esgrimiendo lo aducido, es justo remarcar que el patrimonio vincula a la sociedad con sus raíces y le da sentido de pertenencia. Así, ante la necesidad de rescatar, conservar y promover el legado histórico, cultural y social de los tapatíos, aprovechando la coyuntura que permitió rendir homenaje al Fraile de la Calavera en marzo del año en curso (2023), el regidor Luis Cisneros Quirarte invitó a diversas personas de absoluta competencia a formar una mesa que deliberara el modo más adecuado de darle a fray Antonio un reconocimiento que subsanara tan ominosa laguna. Aquélla estuvo integrada por la maestra Ixchel Ruiz Anguiano, académica de la Benemérita Universidad de Guadalajara y coordinadora del Seminario Permanente de Investigación ‘Fray Antonio Alcalde, op’ de El Colegio de Jalisco; por el abogado, presbítero y profesor investigador honorífico de El Colegio de Jalisco, Tomás de Híjar Ornelas; por el doctor Héctor Raúl Pérez Gómez, exdirector de los Hospitales Civiles de Guadalajara. Los trabajos se enfocaron en el análisis, discusión y consulta relacionada con la vida, obra y legado del benemérito fray Antonio Alcalde, incluyendo la iniciativa de que se pudiera discutir la conveniencia de agregar a Guadalajara el sufijo “de Alcalde” en homenaje al personaje, que ya se había tenido en el pasado.

XI.           Derivado de lo anterior, durante los meses de mayo y junio se sostuvieron reuniones de trabajo en las instalaciones de El Colegio de Jalisco, abordándose aspectos históricos y sociales relativos a la obra y legado del benemérito fray Antonio Alcalde; se tomaron en cuenta las opiniones de las personas y sectores representativos, y se ventiló de la forma más abierta la sustancia del caso aquí planteado. Tomaron parte en estas mesas, además de los tres académicos aludidos y el regidor Luis Cisneros Quirarte, las siguientes personas:

·      Ciudadano Miguel Ángel Wong Álvarez, director de la Fundación Paseo Fray Antonio Alcalde.

·      Licenciado José Andrés Orendain de Obeso, vicepresidente de la Cámara de Comercio de Guadalajara.

·      Ingeniero Juan Manuel Chávez Ochoa, presidente de la Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción.

·      Maestra Marina García García, presidenta del Consejo Coordinador de Mujeres Empresarias.

·      Doctor Augusto Chacón Benavides, del observatorio ciudadano Jalisco Cómo Vamos.

XII.         El asunto principalmente abordado fue la posibilidad de adicionar al nombre de Guadalajara el sufijo ‘de Alcalde’, como un homenaje a dicho personaje. Por unanimidad, en todas las sesiones en las que se expuso el caso se concluyó que no existen en este momento condiciones propicias para realizar tal cambio, toda vez que sigue viva la necesidad de fomentar y promover la memoria colectiva de la comunidad tapatía y de su dilatada zona metropolitana a favor de tal propósito. También, por unanimidad y en relación a lo anterior, se subrayó como un reto permanente el hecho de que, como un porcentaje altísimo de los moradores de la zona metropolitana de Guadalajara desconoce todo respecto a la vida, obra y legado del benemérito fray Antonio Alcalde, es necesario emprender acciones enérgicas que robustezcan el respeto y gratitud que nos merece su memoria y el modelo enorme y vigente que nos dejó el benemérito. De todo ello se llegó a conclusiones muy puntuales y, esperamos, atingentes, que se exponen en la presente iniciativa.

XIII.        En primer lugar, durante las anteriores administraciones, tanto estatales como municipales, se llevaron a cabo acciones en materia de movilidad, específicamente con la construcción de la Línea 3 del Tren Ligero, la cual cuenta con un tramo subterráneo que comprende principalmente la zona centro de la ciudad. Esto dio origen a la obra pública denominada “Proyecto de Paisaje Urbano, Paseo Ciclista y Andador Paseo Alcalde del Municipio de Guadalajara”, misma que consistió en la transformación de dicho tramo de vialidad primaria en una calle compartida, es decir, en una superficie que al mismo nivel interactúan peatones, ciclistas y tránsito local. Ello se logró mediante la delimitación espacial con distintos elementos de mobiliario urbano y vegetación, proponiéndose a la vez que a dicha obra se le asignara el nombre de Paseo Fray Antonio Alcalde. Dicho proyecto también incluyó una serie de esculturas urbanas e hitos que aparecen a lo largo del corredor.

Derivado de lo anterior, en la sesión plenaria del cabildo del Ayuntamiento de Guadalajara celebrada el viernes 24 de noviembre del 2017 fue aprobado el Decreto Municipal Número D 81/28/17 y, en consecuencia, publicado en el suplemento de la Gaceta Municipal, Tomo vi, ejemplar 15, primera sección, año 100. Siendo relativo a la iniciativa de decreto con dispensa de ordenamiento del entonces presidente municipal de Guadalajara, tuvo por objeto que, sin modificarse los nombres actuales de la avenida Fray Antonio Alcalde en su tramo norte-sur hasta su intersección con la calle de Morelos, y a partir de ahí 16 de Septiembre, que se asignara el nombre de Paseo Fray Antonio Alcalde a la obra de infraestructura civil edificada desde la glorieta de La Normal y hasta la calle Ferrocarril.

XIV.       La creación del Paseo Fray Antonio Alcalde, así como la actual ampliación del mismo hacia el sur hasta el espacio denominado Plaza Juárez, tiene por objeto la recuperación y la reactivación del Centro Histórico, por tratarse del lugar en que convergen la historia, la cultura y las tradiciones del municipio, así como por ser el espacio de mayor atracción e interés para las personas visitantes. Por ello, en fechas recientes se emprendió un proyecto denominado “La Gran Visión, Paseo Fray Antonio Alcalde, Centro Histórico de Guadalajara”, impulsado por la Fundación Paseo Fray Antonio Alcalde, de la cual son copartícipes el Ayuntamiento de Guadalajara, la Arquidiócesis de Guadalajara, la Cámara de Comercio Guadalajara y el grupo Amigos del Paseo Fray Antonio Alcalde A.C., a la vez que se cuenta con la colaboración de más de 60 participantes de la sociedad civil y el apoyo de consultores expertos. Este proyecto de mediano y largo plazo busca su consolidación absoluta para 2042, año en que se celebrará el 500 aniversario de la fundación de Guadalajara.

XV.         De acuerdo con La Gran Visión, el Centro Histórico de Guadalajara, sus manzanas y barrios, deben desempeñar una función relevante, continuar siendo espacios de comercio y de vida cotidiana, y ser adecuadamente tratados para recibir nuevas actividades compatibles con su patrimonio. Asimismo, considera que la conservación del valor patrimonial e integración de nuevas funciones son las claves de una concepción dinámica del Centro Histórico, toda vez que desde hace una década se ha avanzado en el mejoramiento de este entorno urbano con el desarrollo de planes y programas ambiciosos y con la realización de proyectos de gran calado referentes a la infraestructura de movilidad y mejoramiento del espacio público. Sin embargo, también se toma en cuenta que los retos de repoblamiento, diversificación socioeconómica, ampliación de la actividad turística, atracción de otros segmentos de la población, mejora de equipamientos y servicios, aún permanecen y requieren atención prioritaria. Es por ello que La Gran Visión y las claves estratégicas que la integran se conciben como un primer esfuerzo de base para propiciar la orientación y la estrategia de futuro para su transformación positiva a mediano y largo plazo.

Definidas a continuación, las claves estratégicas son acciones relevantes con la capacidad de transformar las condiciones presentes, para construir el futuro deseable definido por La Gran Visión:

·      Sentido humano y social: promover un modelo humano para convertir el Centro Histórico en un espacio incluyente para todos.

·      Patrimonio: conservación, recuperación y mantenimiento del patrimonio histórico.

·      Patrimonio, arte y amenidades: impulsar los proyectos de arte, cultura y recreación para la comunidad.

·      Modelo urbano: generar estrategias para lograr que las calles del Centro Histórico luzcan limpias y ordenadas.

·      Vivienda: lograr los desarrollos habitacionales y el repoblamiento de las fincas deshabitadas, garantizando todos los servicios básicos.

·      Turismo: construir un modelo integral que atraiga más turismo a la ciudad.

·      Dinámica económica: impulsar la reactivación de giros económicos y generar nuevas iniciativas de negocio y empleo para todos.

·      Ecosistema de colaboración: Lograr que todos los ejes se comprometan a impulsar y mantener el proyecto, en busca del beneficio de todos los sectores que componen el Centro Histórico.

·      Gobierno de nueva generación: Lograr un gobierno comprometido que garantice la continuidad del proyecto pese a cambios de administración.

XVI.       Como puede observarse, este proyecto reviste gran relevancia al contener los elementos que permitirán establecer las bases para la recuperación y reactivación del Centro Histórico, incluido el Paseo Fray Antonio Alcalde, así como por ser un modelo de desarrollo orientado a la mejora social, económica y de la comunidad. Asimismo, la Gran Visión propone un rescate humano y social de este entorno urbano, atendiéndose la perspectiva que en su época planteó el benemérito fray Antonio Alcalde, es decir, a través de un desarrollo urbano armónico de la ciudad cuyo eje central se enfoque en el ser humano y en la atención de sus necesidades, tal y como se expuso en líneas anteriores, porque el Centro Histórico es el área que delimita los espacios urbanos donde se originaron los centros de población de Guadalajara, además de ser el espacio que contiene aquellos patrimonios inmateriales dotados de valor simbólico que sostienen la identidad, la tradición y la trascendencia de la ciudad.

Aunado a lo anterior, a través de la Gran Visión se aspira a garantizar la vida familiar y la calidad de vida en el ámbito urbano más distintivo de la capital de Jalisco. Habrá que recordar que en el polígono que comprende el Paseo Fray Antonio Alcalde se alzan los monumentos y espacios urbanos más distintivos de esta capital: el conjunto del Convento de San Francisco, los Portales del Comercio, el Palacio de Gobierno, la Plaza de Armas, la Catedral, la Plaza Guadalajara, la Alcaldía, la Rotonda de los Jaliscienses Ilustres, el Jardín de la Reforma, el Santuario de San José de Gracia y el de Nuestra Señora de Guadalupe, entre otros. A su vez, la salvaguarda de nuestro patrimonio debe comprender diversas acciones, entre ellas: el fortalecimiento de la participación activa de sus portadores legítimos; la promoción de su continuidad, arraigo y transmisión intergeneracional; y el desarrollo de actividades de tipo de las comunicaciones y la sociedad civil que contribuyan al fomento y salvaguarda del mismo. También merecen reconocimiento en tan dilecto espacio público los creadores, gestores e intérpretes, conservar los sitios asociados a las manifestaciones, así como estimular su estudio, documentación y difusión.

XVII.     En el artículo 3º del Plan Parcial de Desarrollo Urbano Distrito Urbano 1 Subdistrito Urbano 5 “Centro Histórico”, se previene que los Planes Rectores de los Polígonos de Intervención Urbana Especial son instrumentos de sí mismo derivados. Entre ellos encuentra el Polígono de Intervención Urbana Especial Número 6 “Corredor Alcalde-Centro Histórico”. Los Polígonos de Intervención Urbana Especial son instrumentos de desarrollo urbano municipal cuyo propósito es focalizar acciones de las políticas municipales en espacios estratégicos, los cuales deben contar con un Plan Rector, entendiéndose éste como el documento dictaminado, aprobado, decretado y publicado por el Ayuntamiento y las dependencias municipales correspondientes, que autoriza el régimen regulativo del Polígono de Intervención Urbana Especial.

En este sentido, en noviembre de 2022 fue aprobado un acuerdo municipal por el cual se instruye a la Coordinación General de Gestión Integral de la Ciudad que proceda a la elaboración de los Planes Rectores que determinen el régimen regulativo de diversos Polígonos de Intervención Urbana Especial prioritarios. Por ello, consideramos apropiado que durante el proceso de realización de los Planes Rectores de los Polígonos de Intervención Urbana Especial previstos en el Plan Parcial de Desarrollo Urbano Distrito Urbano 1 Subdistrito Urbano 5 “Centro Histórico”, se incluya el contenido del proyecto denominado La Gran Visión, al tratarse de un programa que prevé elementos que incidirán positivamente en el desarrollo y mejoramiento del Paseo Fray Antonio Alcalde.

A través de este planteamiento se pretende consolidar y proporcionar una brújula que otorgue las bases fundamentales a las autoridades, en el mediano y largo plazo, que garanticen la calidad de vida de un entorno urbano desde las premisas del humanismo y la preservación responsable del Centro Histórico, con el fin de que este espacio sea considerado y pueda ser tutelado como Patrimonio Social de las personas habitantes de la ciudad, de acuerdo a lo previsto en el artículo 44 del Código Civil del Estado de Jalisco, en donde exista una vocación humanista, cultural, histórica y gastronómica, y pueda preservarse a largo plazo en beneficio de las futuras generaciones. La identidad de una sociedad es posible y puede manifestarse a partir de su patrimonio cultural y social, puesto que los pueblos configuran su patrimonio al establecer e identificar los elementos que para ellos poseen un valor y que asumen como propios, mismos que a su vez se convierten paulatinamente en el referente de su identidad.

XVIII.    Por otra parte, a través de diversos actos se han otorgado distinciones reconociendo la vida y obra del obispo fray Antonio Alcalde, tal y como se desprende del Decreto 16449, aprobado por el H. Congreso del Estado de Jalisco el día 17 de diciembre de 1996, mediante el cual se le declara benemérito del estado de Jalisco, tras una petición efectuada por la Benemérita Sociedad de Geografía y Estadística del Estado de Jalisco. Posteriormente, con fecha 14 de marzo del 2001 y mediante el Decreto 18973, con motivo del tricentenario de su nacimiento, el H. Congreso del Estado de Jalisco inscribió su nombre con letras de oro en el muro central del Palacio Legislativo, por el servicio prestado a la sociedad de la Nueva Galicia; a la vez que se acordó dar su nombre al Antiguo Hospital Civil de Guadalajara. Posteriormente, con fecha 10 de febrero de 2005, el Ayuntamiento de Guadalajara inscribió con letras de oro el nombre de fray Antonio Alcalde en su salón de sesiones.

XIX.       En este sentido, resulta primordial proporcionar información acorde a su vida, obra y legado, la cual pueda servir como elemento de identificación hacia sus labores humanitarias por parte de las personas habitantes del municipio. Por ello, para aumentar los trabajos de difusión y divulgación que incidan en la identificación de la sociedad, se propone que la Dirección de Cultura, en coordinación con la Dirección de Educación y las demás áreas municipales que se consideren necesarias, efectúen las acciones correspondientes a la promoción y difusión de la vida, obra y legado del benemérito fray Antonio Alcalde, mediante el uso de elementos físicos, didácticos o tecnologías de información.

XX.         Asimismo, consideramos relevante que dichos trabajos de difusión no se limiten a las acciones mencionadas, sino que puedan trascender a un nivel civil y educativo; esto es, que a través de estrategias coordinadas con las autoridades educativas a nivel municipal y estatal, en los centros de educación básica se proporcione a los niños, niñas y adolescentes, la información oportuna que les permita reconocer la obra y legado del benemérito fray Antonio Alcalde, lo cual incidiría en las futuras generaciones.

En cuanto a este punto, el artículo 221 del Código de Gobierno Municipal de Guadalajara en sus fracciones viii y x establece que es atribución de la Dirección de Educación proponer y aplicar los programas de educación, haciendo énfasis en la modalidad de formación cívica y de valores, así como desarrollar e implementar estrategias de comunicación masiva, inmediata y permanente sobre valores cívicos a través de campañas interactivas y lúdicas.

De acuerdo con lo antedicho, se propone que la Dirección de Educación realice las gestiones correspondientes ante las instancias competentes para que en los niveles de educación básica se realicen acciones necesarias dirigidas al reconocimiento de la vida, obra y legado del benemérito fray Antonio Alcalde, así como de su relación con los valores y el humanismo, para la formación cívica de las niñas, niños y adolescentes.

XXI.       Por otra parte, referenciando el contenido del Reglamento de Distinciones Otorgadas por el Municipio de Guadalajara, el artículo 5 fracción I inciso c) reconoce que su Ayuntamiento otorga el Premio al Mérito Humanitario “Fray Antonio Alcalde”, concediéndosele a las personas que han destacado por su labor altruista en favor de la población tapatía que se considera en situación de vulnerabilidad. Éste se otorga en marzo, en el marco del aniversario del natalicio de fray Antonio Alcalde, consistente de un estímulo con valor de por lo menos 2,785 veces el valor diario de la Unidad de Medida y Actualización, distribuido en partes iguales entre los tres participantes seleccionados.

Si bien el Ayuntamiento otorga dicho reconocimiento a las labores altruistas que efectúan las asociaciones en favor de la población tapatía en situación de vulnerabilidad, consideramos apropiado que, en el marco de estos esfuerzos relativos a la promoción del legado y obra del benemérito fray Antonio Alcalde, se realice a su vez un análisis minucioso de las labores humanitarias que honran la memoria y figura del benemérito, mismas que trascienden el tiempo.

En consecuencia, se propone que la Dirección de Participación Ciudadana y Gobernanza genere un espacio de análisis, consulta y colaboración, en que las asociaciones que han resultado acreedoras a través de los años del Premio al Mérito Humanitario ‘Fray Antonio Alcalde’ compartan experiencias y propongan las acciones que las autoridades municipales deban realizar o, en su caso, fortalecer a fin de honrar la memoria, el ejemplo y las labores humanitarias del benemérito obispo.

XXII.     Durante las mesas de trabajo anteriormente aludidas, se acordó promover y apoyar eventos y actividades en materia educativa y de divulgación científica, humanista, de beneficencia y de asistencia social, toda vez que son las áreas en que se materializaron las obras del benemérito fray Antonio Alcalde. Ahora bien, 7 de febrero de 2012 la Benemérita Universidad de Guadalajara dio origen a la Cátedra “Fray Antonio Alcalde”, misma que fue impulsada a través de las gestiones que esta propia institución educativa realizó en colaboración con la Academia Mexicana de Cirugía, A.C. Ella tiene como propósito la promoción de avances científicos en la cirugía y ciencias afines para la formación de recursos humanos, las competencias clínico-quirúrgicas y de actualización profesional en las disciplinas médicas.

Por ello, a fin de coadyuvar en este rubro, a través de la presente iniciativa se propone efectuar un convenio de colaboración con la Benemérita Universidad de Guadalajara cuyo objeto sea la realización de estrategias conjuntas para la difusión, el fortalecimiento y, en su caso, la ampliación de la Cátedra “Fray Antonio Alcalde”, el cual será vigente desde la fecha de su suscripción hasta el 30 de septiembre de 2030. De esta manera, se pretende que tanto el Ayuntamiento de Guadalajara como la Universidad de Guadalajara busquen y apuntalen aquellas áreas de oportunidad que permitan la ampliación y el crecimiento de las actividades educativas que promueven e impulsan el nombre, obra y legado del benemérito fray Antonio Alcalde en beneficio de las personas; así como que, en su caso, se analice la posibilidad de que la ampliación de dicha cátedra se empalme con una fecha histórica relevante, como lo es el 3 de noviembre de 1792, día en que se inauguró la Real Universidad de Guadalajara.

XXIII.    En el mismo orden de ideas, el Colegio de Jalisco, A.C. es una asociación constituida el 9 de noviembre de 1982 cuyo objeto es realizar investigaciones académicas y programas de docencia de nivel superior en las ciencias sociales y las humanidades, siendo reconocido por el Gobierno del Estado de Jalisco como un Centro de Investigación, Posgrado y Ciencia en las Áreas Sociales y Humanidades, así como por el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (conacyt) como una institución de educación superior pública estatal. Entre las instituciones educativas y entes gubernamentales que conforman su Asamblea General de Asociados Numerarios podemos encontrar, entre otros, a los gobiernos municipales de Guadalajara y Zapopan, al Gobierno del Estado de Jalisco, a la Benemérita Universidad de Guadalajara, a la Secretaría de Educación Pública (sep), al conacyt y al Instituto Nacional de Antropología e Historia (inah).

Dentro de las actividades que realiza el Colegio de Jalisco, A.C. se encuentra el Seminario Permanente de Investigación “Fray Antonio Alcalde, OP”, el cual se concibe como un lugar donde se siembran ideas, germina la investigación y se cosechan los frutos de un trabajo especializado en torno a la figura del benemérito prelado en diversas líneas de investigación, enfocadas en su vida y obra, su contexto cercano, próximo y lejano, sus entornos religiosos, políticos, sociales y culturales, y diversas miradas retrospectivas que alimentan a la historiografía virreinal, tanto local como nacional. Asimismo, dentro de sus objetivos se encuentran los siguientes:

·      Realizar sesiones mensuales con aportaciones originales que sirvan de base para la discusión de temas alcaldeanos y contextuales, promoviendo e incentivando la investigación histórica.

·      Publicar los trabajos en obras de autoría y de divulgación científica, preferentemente coeditadas por dos o más instituciones.

·      Contribuir a fortalecer la historiografía jalisciense, alcaldeana, dominica y virreinal.

·      Instituir el Seminario de manera permanente para continuar con trabajos de investigación y labores de divulgación que abonen a que la sociedad, principalmente la jalisciense, conozca y valore la herencia y patrimonio legados por fray Antonio Alcalde, así como sus contextos sociales.

Correspondiendo a los acuerdos pactados para promover el apoyo de aquellos eventos y actividades en materia educativa y de divulgación científica, humanista, de beneficencia y de asistencia social relativas a las áreas en que se materializaron las obras del benemérito fray Antonio Alcalde, se propone que la Dirección de Educación del municipio de Guadalajara, en coordinación con las áreas que considere precisas, efectúe los trabajos de vinculación y coordinación necesarios con El Colegio de Jalisco, A.C. cuyo fin sea la realización de estrategias conjuntas para la difusión, fortalecimiento y ampliación del Seminario Permanente de Investigación “Fray Antonio Alcalde”, y en su caso que se determine la viabilidad de celebrar un convenio de colaboración para la consecución de este fin.

Esto en base a las atribuciones con que cuenta dicha dirección, contenidas en el artículo 221 del Código de Gobierno Municipal de Guadalajara, relativas a promover la vinculación y coordinar acuerdos y convenios con universidades e instituciones académicas, así como a celebrar convenios de colaboración y coparticipación con instituciones y organismos que tengan objetivos comunes con los de la dirección.

XXIV.   Cabe señalar que la historia y el legado del benemérito fray Antonio Alcalde no se limitan a las obras efectuadas en nuestra ciudad, sino que durante su desempeño como obispo de Yucatán realizó acciones en beneficio de sus habitantes, entre las cuales podemos enumerar la consagración de la catedral de Mérida, la fundación de la cátedra de teología en el Seminario Conciliar, el perfeccionamiento de los reglamentos de este espacio educativo, así como la creación de una biblioteca en el mismo. Asimismo, tras la expulsión de los jesuitas, fray Antonio Alcalde inició los trabajos que dieron origen a la fundación de una nueva universidad, la cual ocuparía el vacío educativo generado; apoyó la distribución de alimentos y recursos económicos para abatir la hambruna habida durante la plaga de langostas en Mérida en 1769, fomentó la creación de espacios de almacenaje de grano en cada pueblo de la provincia, participó en la fundación del Hospital de San Juan de Dios y de una enfermería para mujeres y clérigos, así como en la fundación del Hospital Nuevo.

Como puede observarse, existen elementos en la memoria histórica que vinculan la ciudad de Mérida con el municipio de Guadalajara a través del legado y la obra del benemérito fray Antonio Alcalde, surgiendo así una memoria colectiva que se hereda y retransmite durante distintas generaciones, la cual, aunque ha experimentado adecuaciones y cambios, aún conserva y usa a su favor los aspectos cruciales que constituyeron como núcleo a estas localidades. Por ello, con el propósito de ampliar, fortalecer y compartir estos vínculos culturales, educativos e históricos, se propone la celebración de un acuerdo interinstitucional de hermanamiento entre el municipio de Guadalajara, Jalisco y el municipio de Mérida, Yucatán, ambos de los Estados Unidos Mexicanos.

De esta manera, se trata de crear un mecanismo de cooperación con valor excepcional que pondría en contacto no sólo a las autoridades, sino a poblaciones enteras, desempeñando una función importante en la unión de los pueblos, tal y como se desprende de la Resolución 2861 adoptada en el marco de la xxvi Asamblea General de las Naciones Unidas en diciembre de 1971. Cabe señalar que con anterioridad se han realizado acciones similares, como lo fue el hermanamiento de la ciudad de Guadalajara con la villa de Cigales, en Valladolid, España, lugar de nacimiento del benemérito fray Antonio Alcalde, mismo que se efectuó el día 7 de agosto de 1992, en el marco de la conmemoración del segundo centenario de su fallecimiento.

En la sesión ordinaria del Ayuntamiento celebrada el día 20 de julio del 2023 fue aprobado el Reglamento de Ciudades Hermanas y Acuerdos de Cooperación del Municipio de Guadalajara, el cual fue promulgado el 21 de julio del 2023 y publicado el 31 de julio de 2023 en el suplemento de la Gaceta Municipal. Éste tiene por objeto normar el procedimiento para la celebración de los acuerdos interinstitucionales de hermanamiento y de cooperación entre el municipio y otras ciudades, en los que se establezcan las acciones de colaboración y coordinación en beneficio del desarrollo municipal en las materias que las partes consideren pertinentes. De acuerdo con el artículo 15 fracción x de dicho Reglamento, corresponde al Consejo de Ciudades Hermanas y Acuerdos de Cooperación del Municipio de Guadalajara analizar y resolver las solicitudes de acuerdos interinstitucionales de hermanamiento o cooperación. Asimismo, en el artículo 23 se establece lo siguiente:

·      Cualquier municipio o alcaldía de los Estados Unidos Mexicanos, los integrantes del Ayuntamiento, y los titulares de las dependencias y entidades de la administración pública municipal y, en su caso, los municipios de nación extranjera o su equivalente, así como los integrantes del Consejo, pueden solicitar a éste el estudio y análisis de propuestas de hermanamientos.

·      Cuando el Consejo resuelva en sentido favorable una solicitud de acuerdo interinstitucional de hermanamiento, el presidente del Consejo le solicitará al presidente municipal se sirva suscribir la correspondiente carta de intención, o en su caso la respuesta a la misma, dirigida a la otra parte a efecto que, de común acuerdo elaboren el proyecto de texto del instrumento, el cual previo a su aprobación debe ser revisado y, en su caso, validado por la Dirección de lo Jurídico Consultivo.

·      Hecho lo anterior, el Consejo debe emitir el dictamen correspondiente y de ser aprobatorio, lo debe enviar al presidente municipal para que, de considerarlo pertinente, presente al Ayuntamiento la iniciativa conducente.

·      Cuando el Consejo dictamine la improcedencia de una propuesta de hermanamiento, deberá notificarlo al solicitante dentro de los cinco días hábiles posteriores a la aprobación de dicha resolución.

 

Como puede observarse, dicho Reglamento establece de manera precisa el procedimiento que debe seguir la propuesta de solicitud de un acuerdo interinstitucional de hermanamiento entre el municipio de Guadalajara, Jalisco y el municipio de Mérida, Yucatán, ambos de los Estados Unidos Mexicanos. Sin embargo, en el artículo Cuarto Transitorio del Ordenamiento Municipal se observa que el presidente municipal debe convocar y en su momento conformar el Consejo de Ciudades Hermanas y Acuerdos de Cooperación del Municipio de Guadalajara dentro del término de 60 días hábiles posteriores a la publicación del Ordenamiento. De esta suerte, se colige que actualmente no se encuentra integrado el mismo, resultando pertinente proponer e instruir a la Dirección de Turismo para que, una vez instalado el Consejo de Ciudades Hermanas y Acuerdos de Cooperación del Municipio de Guadalajara, solicite al Consejo el estudio y análisis de esta propuesta de solicitud de acuerdo interinstitucional de hermanamiento, conforme al contenido del Código de Gobierno Municipal de Guadalajara que prescribe en su artículo 235 fracción xx que corresponde a la Dirección de Turismo gestionar, promover y dar seguimiento a los hermanamientos y convenios de colaboración con las ciudades hermanas nacionales.

XXV.     Resulta indispensable aportar acciones que fomenten y fortalezcan la memoria social en torno a aquellos personajes que trascendieron su época, cuyas obras y vida son atesoradas simbólicamente en las edificaciones históricas que aún se conservan en el espacio público, en las obras que expresan y constituyen el patrimonio de un pueblo, y en los acontecimientos que dejaron huella en su constitución. En consecuencia, sirva la presente iniciativa para continuar fomentando el conocimiento de la vida, obra y legado del benemérito fray Antonio Alcalde, así como el respeto y gratitud que nos merece su memoria, por ser modelo enorme y vigente de humanismo para las personas que habitamos esta ciudad.

XXVI.   A efecto de dar cumplimiento a lo establecido en el artículo 92 del Código de Gobierno Municipal de Guadalajara, es importante señalar que la presente iniciativa contiene repercusiones jurídicas y sociales. Las primeras inherentes a: 1) Instruir a las dependencias municipales correspondientes para que realicen las acciones oportunas durante el proceso de elaboración de los Planes Rectores de los Polígonos de Intervención Urbana Especial previstos en el Plan Parcial de Desarrollo Urbano Distrito Urbano 1 Subdistrito Urbano 5 “Centro Histórico”, a fin de que en éstos se incluya el contenido del proyecto denominado “La Gran Visión, Paseo Fray Antonio Alcalde, Centro Histórico de Guadalajara”; 2) La suscripción de un convenio de colaboración con la Benemérita Universidad de Guadalajara para la realización de estrategias conjuntas para la difusión, el fortalecimiento y, en su caso, la ampliación de la Cátedra “Fray Antonio Alcalde”; y 3) El análisis de la propuesta de la celebración de un acuerdo interinstitucional de hermanamiento entre el municipio de Guadalajara, Jalisco y el municipio de Mérida, Yucatán, ambos de los Estados Unidos Mexicanos, cuyo propósito sea ampliar, fortalecer y compartir vínculos culturales, educativos e históricos derivados de la obra y legado del benemérito fray Antonio Alcalde en beneficio de ambas ciudades.

Las segundas son las de mayor relevancia en virtud de que, mediante la aprobación del presente acuerdo, se busca fortalecer la memoria, percepción y reconocimiento de la obra y el legado del benemérito fray Antonio Alcalde por parte de las personas habitantes del municipio, al tratarse de un personaje histórico cuya herencia continúa otorgando frutos y beneficios a la sociedad; así como consolidar y proporcionar a las autoridades, en el mediano y largo plazo, las bases fundamentales que garanticen la calidad de vida de un entorno urbano desde las premisas del humanismo y la preservación responsable del Centro Histórico, con el fin de que este espacio sea considerado a su vez como un Patrimonio Social de las personas habitantes de la ciudad.

Asimismo, respecto a las repercusiones en materia laboral, la aprobación de esta iniciativa no implica la contratación de nuevo personal, la remoción de personas servidoras públicas o un menoscabo en sus condiciones laborales actuales. Por otra parte, en lo relativo a las repercusiones en materia presupuestal, la aprobación del presente acuerdo no requiere de erogación alguna, al tratarse únicamente de realizar acciones tendientes a la difusión y reconocimiento de la obra y legado del benemérito fray Antonio Alcalde.

Por lo anteriormente expuesto, sometemos a consideración de este Ayuntamiento Constitucional los siguientes puntos de

 

Acuerdos

 

Primero. Se instruye a la Dirección de Ordenamiento de Territorio para que, en coordinación con la Superintendencia del Centro Histórico, durante el proceso de elaboración de los Planes Rectores de los Polígonos de Intervención Urbana Especial previstos en el Plan Parcial de Desarrollo Urbano Distrito Urbano 1 Subdistrito Urbano 5 “Centro Histórico”, efectúe las acciones correspondientes para que en los Planes Rectores se incluya el contenido del proyecto denominado “Gran Visión, Paseo Fray Antonio Alcalde, Centro Histórico de Guadalajara” y dicho espacio pueda ser tutelado como Patrimonio Social de las personas habitantes de Guadalajara.

 

Segundo. Se instruye a la Coordinación General de Construcción de Comunidad para que, a través de la Dirección de Cultura y en coordinación con la Dirección de Educación del municipio de Guadalajara, así como de las áreas municipales que considere necesarias, efectúe las acciones correspondientes a la promoción y difusión de la vida, obra y legado del benemérito fray Antonio Alcalde, mediante el uso de elementos físicos, didácticos o tecnologías de información.

 

Tercero. Se instruye a la Coordinación General de Construcción de Comunidad para que, a través de la Dirección de Educación del municipio de Guadalajara, efectúe las gestiones correspondientes ante las instancias competentes para que en los niveles de educación básica del estado de Jalisco se realicen acciones dirigidas al reconocimiento de la vida, obra y legado del benemérito fray Antonio Alcalde, así como de su relación con los valores y el humanismo, para la formación cívica de las niñas, niños y adolescentes.

 

Cuarto. Se instruye a la Coordinación General de Construcción de Comunidad para que, a través de la Dirección de Educación del municipio de Guadalajara y en coordinación con las áreas que considere necesarias, efectúe los trabajos de vinculación y coordinación necesarios con El Colegio de Jalisco, A.C. cuyo fin sea la realización de estrategias conjuntas para la difusión, fortalecimiento y ampliación del Seminario Permanente de Investigación “Fray Antonio Alcalde”, y en su caso que se determine la viabilidad de celebrar un convenio de colaboración con dicha asociación para la consecución de este fin.

 

Quinto. Se aprueba y autoriza efectuar un convenio de colaboración con la Benemérita Universidad de Guadalajara cuyo objeto sea la realización de estrategias conjuntas para la difusión, el fortalecimiento y, en su caso, la ampliación de la Cátedra “Fray Antonio Alcalde”, el cual será vigente desde la fecha de su suscripción hasta el 30 de septiembre de 2030.

 

Sexto. Se aprueba y autoriza proponer la celebración de un acuerdo interinstitucional de hermanamiento entre el municipio de Guadalajara, Jalisco y el municipio de Mérida, Yucatán, ambos de los Estados Unidos Mexicanos, cuyo propósito sea ampliar, fortalecer y compartir vínculos culturales, educativos e históricos derivados de la obra y legado del benemérito fray Antonio Alcalde en beneficio de ambas ciudades.

 

Séptimo. Se instruye a la Coordinación General de Desarrollo Económico para que, una vez que sea instalado el Consejo de Ciudades Hermanas y Acuerdos de Cooperación del Municipio de Guadalajara, a través de la Dirección de Turismo le requiera la elaboración del estudio y análisis de la propuesta de solicitud del acuerdo interinstitucional de hermanamiento aprobado en el Punto Sexto del presente acuerdo.

 

Octavo. Se instruye a la Sindicatura para que, a través de la Dirección de lo Jurídico Consultivo, elabore el convenio de colaboración aprobado en el Punto Quinto del presente acuerdo.

 

Noveno. Se instruye a la Dirección de Participación Ciudadana y Gobernanza para que genere un espacio de análisis, consulta y colaboración, en que las asociaciones que han resultado acreedoras a través de los años del Premio al Mérito Humanitario “Fray Antonio Alcalde” compartan experiencias y propongan las acciones que las autoridades municipales deban realizar o, en su caso, fortalecer a fin de honrar la memoria, el ejemplo y las labores humanitarias del benemérito obispo.

 

Décimo. Se faculta al presidente municipal, al secretario general de este Ayuntamiento y a las personas titulares de la Dirección de Cultura, Dirección de Educación, Dirección de Participación Ciudadana y Gobernanza, Dirección de Ordenamiento y Territorio, y de la Dirección de Turismo, todas del municipio de Guadalajara, a realizar las acciones inherentes al cumplimiento de presente acuerdo.

 

Décimo Primero. Notifíquese el presente acuerdo a la Benemérita Universidad de Guadalajara, a la Sindicatura, a la Coordinación General de Construcción de Comunidad, a la Coordinación General de Desarrollo Económico, a la Dirección de Participación Ciudadana y Gobernanza de Guadalajara, a la Dirección de Ordenamiento de Territorio de Guadalajara, a la Superintendencia del Centro Histórico y a la Fundación Paseo Fray Antonio Alcalde, para los efectos jurídicos y administrativos a que haya lugar.

 

Atentamente

 

2023, Año del Primer Centenario de la Fundación del

Heroico Cuerpo de Bomberos de Guadalajara

2023, Año del Bicentenario del Nacimiento del

Estado Libre y Soberano Libre y Soberano de Jalisco”.

 

Guadalajara, Jalisco, octubre del año 2023

 

Lic. Jesús Pablo Lemus Navarro

Presidente municipal del Ayuntamiento de Guadalajara, Jalisco

 

Luis Cisneros Quirarte

Regidor del Ayuntamiento de Guadalajara

 



[1] La versión aquí publicada la proporcionó a este Boletín el licenciado Marco Antonio Cuevas Contreras, biógrafo y divulgador del legado de Prisciliano Sánchez.

[2] Halbwachs, M. (1968/1995). Memoria colectiva y memoria histórica.

[3] Marañón Rodríguez, J.L.: “Reflexiones teóricas acerca de la interrelación entre memoria histórica e imaginarios sociales”, en Contribuciones a las Ciencias Sociales, mayo 2011

[4] Cf. Jesús López Portillo. Biografía del Ilustrísimo Señor Don Fray Antonio Alcalde, escrita por disposición de la Junta que el Ayuntamiento de esta capital estableció para llevar a efecto las medidas acordadas en honor de aquel Prelado. Guadalajara. Tipografía de Dionisio Rodríguez. 1875.      

[5] Consultado en el dictamen de la Comisión Permanente de Educación, aprobado en la Sesión Extraordinaria del Consejo General Universitario de la Universidad de Guadalajara del día 18 de septiembre de 2017; Exp. 021, oficio número I/09/2017/184



Aviso de privacidad | Condiciones Generales
Tels. 33 3614-5504, 33 3055-8000 Fax: 33 3658-2300
© 2024 Arquidiócesis de Guadalajara / Todos los derechos reservados.
Alfredo R. Plascencia 995, Chapultepec Country, C.P. 44620 Guadalajara, Jalisco