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Mensaje del Rector General de la Universidad de Guadalajara en el homenaje al doctor J. Jesús Gómez Fregoso, s. i.

Miguel Ángel Navarro Navarro

 

El viernes 22 de junio del 2018, en el Salón de Alcaldes del Ayuntamiento de Guadalajara, se ofreció un homenaje a un destacado académico, humanista, escritor y maestro,

según las sentidas palabras que a continuación se trascriben.[1]

 

Chuchín, el hombre que me casó hace muchos años: tú perpetraste aquello con muy buena mano.

Me da mucho gusto que la Universidad de Guadalajara participe en este homenaje que ofrece el Ayuntamiento al doctor José de Jesús Gómez Fregoso, gran amigo, maestro ejemplar y entrañable compañero desde aquellas épocas cuando coincidimos en la Prepa 2, entre clase y clase, para beber un buen café y eventualmente disfrutar de un buen coñac también. Mis más gratos recuerdos de aquella época de hace 43 años, más o menos.

La comunidad universitaria reconoce en el Doctor Gómez Fregoso, o Chuchín, con todo el afecto, a un académico íntegro cuya virtud principal es el desapego con el que comparte sus amplios conocimientos historiográficos. Al doctor Gómez Fregoso se le reconoce también por su dedicación y entrega a la vida universitaria a la que ha estado ligado durante toda su vida adulta, primero como estudiante —etapa en la que tuvo oportunidad de observar el movimiento estudiantil de Francia del 68— y posteriormente como docente, investigador, conferencista y difusor del conocimiento.

Su paso por distintas universidades como la Sorbona de París, la  Gregoriana de Roma,[2] la Universidad de Varsovia,[3]  el Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Occidente[4] y nuestra Máxima Casa de Estudio de Jalisco es testimonio de una vida dedicada al estudio, la enseñanza y la investigación.[5]

En la Universidad de Guadalajara, a quién honrosamente hoy represento, Chuchín ha contribuido a la formación de innumerables generaciones de jóvenes, a quienes inculcó el gusto por la historia como recurso indispensable para el desarrollo intelectual y ético del ser humano.[6] Valoramos que, aún después de haberse jubilado, Chuchín continúe impartiendo religiosamente, lo digo en todos los sentidos, la cátedra de Historia e Historiografía de la Antigüedad Clásica, en el Centro Universitario de Ciencias Sociales y Humanidades.

Sus alumnos, exalumnos y colegas lo identifican por ser un maestro íntegro, que conjuga la erudición y una clara vocación docente, así como un profundo apego a los principios éticos y humanistas, los que comparte con generosidad. No podía ser de otra manera, puesto que quienes tenemos la fortuna de conocerlo, sabemos de su pasión por la cultura clásica, que ha compartido a través de la asignatura de Historiadores Griegos y Latinos, que ofrece la Licenciatura en Historia.

A Chuchín, como bien ya se dijo, se le reconoce también por ser un hombre culto, librepensador, tolerante y promotor de la conservación del patrimonio arquitectónico y cultural y de las tradiciones tapatías.

Quienes fuimos sus compañeros en la academia apreciamos también su jovialidad, su alegría y sencillez, que nos hace sentir que más allá de los conocimientos están los valores humanos, más allá de la información está la sabiduría, porque como ha dicho el doctor Gómez Fregoso: “Hay mucha información, pero nula formación ética y humana; y se va deformando al alumno con un simple cúmulo de conocimientos fríos, y seguimos teniendo abogados y políticos positivistas con apego a la ley, aunque tal ley sea injusta”.[7]

Nuestra Alma Mater le reconoce también por haber donado su acervo bibliográfico y videográfico a la Biblioteca.

Sin duda, me siento honrado de ser el portavoz de la comunidad universitaria que le expresa su agradecimiento por su obra, su ejemplo, sus enseñanzas y su gran legado, que ya forma parte de la historia de nuestra Alma Mater.

Concluyo con unas palabras del propio doctor Gómez Fregoso, que reflejan el gran amor que siempre le ha tenido a la docencia: “Ser maestro no es económicamente lucrativo; pero si se tiene vocación, es algo de lo más afortunado que le puede ocurrir a una persona en este maravilloso mundo”.[8]

¡Muchas gracias, Chuchín!

 



[1] Versión estenográfica.

[2] 1982-1986.

[3] 1981.

[4] 1970 hasta el 2005.

[5] https://app.vlex.com/#vid/460772110.

[6] Ibíd.

[7] Cf. Gómez Fregoso, Jesús,  “Lo que nunca me atreví a decir sobre la educación”, en Revista Electrónica Sinéctica, núm. 20, ITESO, 2002.

[8]Ibíd.



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