Documentos Diocesanos

Boletín Eclesiástico

2009
2010
2011
2012
2013
2014
2015
2016
2017
2018
2019
2020
2021
2022
2023
2024

Volver Atrás

CIRCULARES

CIRCULAR 7/2017


Falleció el señor presbítero don Florencio Villaseñor García (1924-2017)

A toda la comunidad diocesana:

Reciban un saludo fraternal en Jesucristo resucitado. Les comunico el fallecimiento de nuestro hermano sacerdote el señor presbítero don Florencio Villaseñor García.

Don Florencio Villaseñor García nació en Guadalajara el 23 de febrero de 1924. Ingresó al Seminario el 13 de noviembre de 1939. Fue ordenado sacerdote el día 1° de noviembre de 1952. Desempeñó su ministerio como vicario cooperador en las parroquias del Señor de la Misericordia, en San Pedro Tlaquepaque, y San Vicente y San Felipe de Jesús, en esta ciudad. Fue capellán de la Cruz Roja y del Sanatorio Pedro Loza. Fue padre espiritual y confesor ordinario del Seminario Menor, y auxiliar del templo de Nuestra Señora de Zapopan. Fue nombrado párroco de San Felipe de Jesús y miembro del Consejo Presbiteral por el mismo decanato de San Felipe. Luego estuvo adscrito en las parroquias de Jesucristo Obrero y Familia de Nazaret, en Zapopan. Fue llamado a la vida eterna en Zapopan el día 9 de febrero de 2017, a sus casi 93 años de edad y 64 años de vida sacerdotal.

El padre Florencio fue una persona siempre alegre, con una sonrisa que contagiaba; disfrutó de buen humor, que expresaba a través de sus chistes, anécdotas e historias, buscando hacer un ambiente cordial en los grupos de fieles y sacerdotes. Fue un sacerdote piadoso, abnegado, responsable, respetuoso, franco, comunicativo y entregado en su ministerio, y un gran promotor del método Billings en Guadalajara. Durante sus 27 años en la parroquia de San Felipe de Jesús pudo construir, entre otros inmuebles, un asilo de ancianos para personas desamparadas, así como promover una comunidad dinámica y entusiasta, una parroquia viva en el oriente de Guadalajara, dando un gran impulso a las vocaciones sacerdotales; por ello fue padrino de ordenación de algunos sacerdotes y obispos de México.

Que Cristo resucitado reciba en la Asamblea de los Santos a nuestro hermano sacerdote don Florencio Villaseñor García y le otorgue el premio de los servidores fieles.

Les invito, hermanos sacerdotes, a celebrar la Santa Eucaristía y ofrecer sus oraciones en sufragio de nuestro hermano, y a las comunidades religiosas a elevar sus plegarias con la misma intención.

Guadalajara, Jalisco, a 13 de febrero del 2017

Javier Magdaleno Cueva, Pbro.
Secretario Canciller


CIRCULAR 8/2017


Falleció el señor presbítero don José Manuel Díaz Ruelas (1960 - 2017)

A toda la comunidad diocesana:

Les saludo cordialmente y les escribo con ocasión de la muerte de uno de nuestros hermanos sacerdotes, el señor presbítero don José Manuel Díaz Ruelas, que descanse en la paz de Nuestro Señor Jesucristo, vencedor de la muerte.

Don José Manuel Díaz Ruelas nació en Ameca, Jalisco, el 8 de diciembre de 1960. Ingresó al Seminario Diocesano el 1° de septiembre de 1979 al Curso Introductorio. Fue ordenado sacerdote el día 22 de mayo de 1988 en la parroquia de San Bernardo, en Guadalajara. Desempeñó su ministerio como vicario cooperador en las parroquias de Juchipila en Zacatecas, y en San Martín de Tours y El Tepeyac en Guadalajara. Se desempeñó como párroco de Buenavista de Cañedo y de Santo Tomás Moro. Fue nombrado decano suplente y miembro del Consejo Presbiteral por el decanato de Miravalle. Posteriormente sirvió como párroco de San Isidro, en Zapopan. El padre José Manuel falleció en Zapopan, el 13 de febrero de 2017, a los 56 años de vida, y 28 años de ministerio sacerdotal.

El padre José Manuel fue un sacerdote piadoso y hombre de fe, como lo mostró en su manera de celebrar la Santa Eucaristía, en su predicación, la administración de los sacramentos, y en los arreglos de tan buen gusto que hacía para las fiestas litúrgicas.
Siempre fue obediente a la Iglesia y sus pastores y estuvo interesado por conocer los documentos de la Iglesia y llevarlos a la práctica pastoral. Fue un pastor respetuoso, alegre y cariñoso, un hombre trabajador que amó su ministerio sacerdotal.

Que Cristo, Rey Victorioso, reciba en la Asamblea de los Santos a nuestro hermano sacerdote don José Manuel Díaz Ruelas y le otorgue el premio de los servidores leales, que desempeñaron su ministerio para el bien de las comunidades.
Les invito, hermanos sacerdotes a celebrar la Santa Eucaristía y ofrecer sus oraciones en sufragio de nuestro hermano, y a las comunidades religiosas a tenerlo presente en su oraciones.

Guadalajara, Jalisco, a 16 de febrero del 2017

Javier Magdaleno Cueva Pbro.
Secretario Canciller


CIRCULAR 9/2017


Falleció el señor presbítero don Francisco Águila Ochoa (1928 - 2017)

A toda la comunidad diocesana:

Los saludo fraternalmente deseando que Cristo, quien vive eternamente, los aliente en su vida y en su labor pastoral, y les notifico el deceso de nuestro hermano sacerdote el señor presbítero don Francisco Águila Ochoa; sea suya la felicidad perdurable.

Don Francisco Águila Ochoa nació en Atotonilco el Alto, Jalisco, el 14 de febrero de 1928. Recibió la ordenación sacerdotal el día 22 de marzo de 1958. Desempeñó su ministerio como vicario cooperador de la parroquia de El Teúl, Zacatecas, de la parroquia de la Magdalena, Jalisco, y ahí mismo como capellán de San Andrés y la Quemada y luego como vicario fijo de San Juanito, Magdalena. Fue nombrado posteriormente párroco de San Juanito y de Santa Ana Acatlán, de Santa María Reina, y de Nuestra Señora del Refugio, en El Batán. Fue nombrado desde 2004 como adscrito a la parroquia de la Madre de Dios en Guadalajara, donde el padre de la Misericordia le ha llamado a su presencia el día 19 de febrero de 2017, a sus recién cumplidos 89 años de edad y 58 años de vida sacerdotal.

El padre Francisco fue un sacerdote amable, cordial, franco, con gran disponibilidad para administrar el sacramento de la confesión, sufrió con paciencia sus padecimientos, lo que no impidió que fuera siempre trabajador y servicial, siempre pronto para servir a los demás.

Que Jesucristo, Rey de misericordia, haga recrearse en la contemplación eterna del Amor Verdadero a nuestro hermano don Francisco Águila Ochoa, sacerdote, para que unido a los santos en el cielo, alabe para siempre al Cordero inmolado por nuestra salvación. Les invito, hermanos sacerdotes a ofrecer sus intenciones de Misa, y a las comunidades religiosas sus oraciones, por nuestro hermano sacerdote.

Guadalajara, Jalisco, a 21 de febrero de 2017

Javier Magdaleno Cueva, Pbro.
Secretario Canciller


CIRCULAR 10/2017


Disposiciones pastorales para la Semana Santa, del domingo 9 al domingo 16 de abril de 2017

A toda la comunidad diocesana:

Reciban mi fraternal afecto todos los sacerdotes, todos los consagrados de casas religiosas y misioneras y todos los laicos que con su presencia en la Iglesia fortalecen la acción pastoral en favor de los más necesitados. Deseo que la resurrección de Cristo nos llene de viva esperanza y nos impulse a lograr la verdadera libertad de espíritu.

Con el propósito de realizar de manera eficaz los signos sacramentales de las celebraciones de Semana Santa, y en comunión con toda la Iglesia, pongo a su disposición las recomendaciones pastorales para todas las comunidades de la Arquidiócesis de Guadalajara.

I. Conclusión de la cuaresma: celebración de la Semana Santa

La Congregación del Culto Divino y Disciplina de los Sacramentos, en la carta circular Mysterium Paschale (MP), nos recuerda que en la Semana Santa la Iglesia “celebra los misterios de la salvación actuados por Cristo en los últimos días de su vida, comenzando por su entrada mesiánica en Jerusalén” (n. 27).

a) Criterios generales para los oficios de Semana Santa

Con el fin de que se celebren digna y noblemente estos días, hay que seguir las indicaciones que la Sede Apostólica nos proporciona: Tener un número suficiente de acólitos, lectores, cantores, convenientemente capacitados para que la celebración sea verdaderamente digna (ib. n. 41).

Para que los fieles participen plena, consciente y activamente conviene instruirlos sobre la estructura y los significados de las celebraciones (ib.).

Preparar adecuadamente los cantos para estas celebraciones, tomando en cuenta la participación de los fieles (ib. n. 42). No multiplicar innecesariamente el número de celebraciones, especialmente en el Triduo Pascual; conviene que los fieles se congreguen en las iglesias más importantes (ib. n. 43).

La costumbre de cubrir las cruces y las imágenes de los templos a partir del domingo V de Cuaresma puede conservarse. Las cruces permanecen cubiertas hasta después de la celebración de la Pasión del Señor, el Viernes Santo, y las imágenes hasta el comienzo de la Vigilia Pascual.

b) Domingo de Ramos en la Pasión del Señor

“La Semana Santa comienza con el Domingo de Ramos en la Pasión del Señor, que comprende a la vez el presagio del triunfo real de Cristo y el anuncio de la Pasión.” (ib. n. 28). El Papa Francisco invita a toda la Iglesia a celebrar este domingo 9 de abril la XXXII Jornada Mundial de la Juventud.

La Iglesia misma está llamada a ofrecer abundantemente signos de la presencia y cercanía de Dios, a despertar en los corazones la capacidad de fijarse en lo esencial. En particular, esta Jornada de la Juventud es el momento para que la Iglesia redescubra el sentido de la misión que el Señor le ha confiado el día de Pascua: ser signo e instrumento de la misericordia del Padre.

Les pido que organicen la Jornada Juvenil en las parroquias y capellanías de la Arquidiócesis preparándola con orden y entusiasmo, e invitando a todos los jóvenes a proclamar el triunfo de Cristo como Rey y Señor. Se profundizará y difundirá el mensaje del Santo Padre con una conveniente catequesis. Invito amablemente a los Grupos Juveniles participen en la celebración litúrgica de la misa del Domingo de Ramos que organiza la Pastoral Juvenil Diocesana en el Santuario de los Mártires, a las 12:00 horas.

Por la tarde se llevará a cabo la celebración en la Catedral Metropolitana, que comenzará en el templo de Nuestra Señora de las Mercedes, a las 17:30 horas, con la bendición de los ramos, y enseguida se emprenderá la procesión hacia la Catedral Metropolitana para aclamar a Jesús como el Mesías de Dios y continuar con la participación en la Eucaristía, en la que se proclama solemnemente la Pasión del Señor.

c) Jueves Santo: Misa Crismal.

“La Misa Crismal, en la cual el obispo que concelebra con su presbiterio consagra el santo crisma y bendice los demás óleos, es una manifestación de la comunión existente entre el obispo y sus presbíteros en el único y mismo sacerdocio y ministerio de Cristo” (MP n. 35).

Invito a mis hermanos sacerdotes a participar en esta celebración Eucarística en la que se renuevan las promesas que hicimos el día de nuestra ordenación sacerdotal, en comunión con el obispo. Invito también a los religiosos y religiosas y a los fieles laicos representantes de las comunidades parroquiales con el fin de que participen en esta Misa Crismal, que se celebrará en la Iglesia Catedral, el Jueves Santo 13 de abril a las 10:00 horas. Los presbíteros se reunirán para revestirse en el patio del Museo de Arte Sacro a las 9:30 y llevarán alba y estola.

El crisma y los santos óleos son enviados a las comunidades de la Arquidiócesis para que se utilicen en la celebración de los sacramentos. Se entregarán únicamente a los representantes que se identifiquen con carta sellada y firmada por el sacerdote responsable. Hay que cuidar que los recipientes sean dignos y seguros, bien aseados y apropiados en tamaño y material, que los óleos se depositen en el templo en un lugar especial, limpio y adecuado para su conservación.

II. Triduo Pascual

“La Iglesia celebra cada año los grandes misterios de la redención de los hombres desde la Misa vespertina del jueves en la Cena del Señor hasta las vísperas del domingo de Resurrección. Este periodo se denomina justamente el Triduo del Crucificado, Sepultado y Resucitado; se llama también Triduo Pascual porque en su celebración se hace presente y se realiza el misterio de la Pascua, es decir el tránsito del Señor de este mundo al Padre” (ib. n. 38).

Las celebraciones litúrgicas del Triduo Pascual se han de realizar con gran solemnidad, con una preparación adecuada y con una consciente participación de los sacerdotes y fieles. Las acciones litúrgicas gozan de mayor dignidad e importancia con respecto a los actos piadosos, para que los horarios se adapten a este criterio y a las necesidades pastorales de los fieles. Los párrocos y rectores de templos deben insistir más en estos días en la participación de los fieles a través de los sacramentos, como la Reconciliación y la Eucaristía, que en lo meramente devocional, para subrayar así el paso del hombre viejo al hombre nuevo en Cristo.

a) Jueves Santo: Misa vespertina de la Cena del Señor.

“Con esta Misa, que se celebra en las horas de la tarde del Jueves Santo, la Iglesia comienza el Sagrado Triduo Pascual, y se esfuerza vivamente por renovar aquella Última Cena mediante la cual el Señor Jesús, en la noche en que iba a ser entregado, amó hasta el fin a los suyos que estaban en el mundo, ofreció su Cuerpo y su Sangre a Dios Padre bajo las especies del pan y del vino, se los dio a los apóstoles para que los comieran, y a ellos y a sus sucesores en el sacerdocio les mandó que lo ofrecieran” (Ceremonial de los Obispos n. 297).

Con la celebración de la Cena del Señor se inicia el Triduo Pascual; en ella se conmemora la institución de la Eucaristía y del Sacerdocio, así como el mandato de la caridad fraterna, elementos que han de tomarse muy en cuenta en la homilía (cf. Misal Romano). Dentro de la Misa, el sacerdote que preside hace el lavatorio de los pies. La celebración de la Misa de la Cena del Señor será a las 6:00 p.m. en la Iglesia Catedral de Guadalajara.

La reforma de la Semana Santa con el decreto Maxima Redemptionis nostrae mysteria (30 noviembre 1955) daba la facultad, donde lo aconsejaba un motivo pastoral, de realizar el lavatorio de los pies a doce varones, manifestando de este modo la humildad y el amor de Cristo hacia sus discípulos. Al realizar este rito, obispos y presbíteros son invitados a conformarse íntimamente a Cristo, que «no vino a ser servido, sino a servir» (Mt 20,28). Para manifestar plenamente el significado del rito, ha parecido bien al Sumo Pontífice Francisco pedir a la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos modificar la norma que se lee en las rúbricas del Missale Romanum (p. 300 n.11): «Los varones designados, acompañados de los ministros...», que ahora se presenta así: «Los que han sido designados de entre el pueblo de Dios son acompañados por los ministros...», de modo que los pastores puedan designar un pequeño grupo de fieles que represente la variedad y la unidad de cada porción del pueblo de Dios. La Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos introduce tal innovación en los libros litúrgicos del Rito Romano, recordando a los pastores su deber de instruir adecuadamente tanto a los fieles designados como a los demás para participar en el rito consciente, activa y fructuosamente, (cfr. Decreto In Missa in Cena Domini). Al concluir la celebración se hace el traslado del Santísimo Sacramento al lugar de la Reserva. El Santísimo Sacramento se reserva en un sagrario y nunca debe hacerse exposición con la custodia u ostensorio. El Sagrario no tendrá forma de sepulcro, pues no se trata de representar “la sepultura del Señor”, sino de conservar la Eucaristía para la Comunión del Viernes Santo (ib. n. 55).

b) Viernes Santo de la Pasión del Señor

“Este día, en que ha sido inmolado Cristo, nuestra Pascua, lo que por largo tiempo había sido prometido en misteriosa prefiguración se ha cumplido con plena eficacia: el Cordero verdadero sustituye a la oveja que lo anunciaba, y con el único Sacrificio se termina la diversidad de las víctimas antiguas” (Ceremonial de los Obispos n. 312).

Celebraciones litúrgicas

En las primeras horas de la mañana se puede organizar la recitación comunitaria del oficio de lectura y laudes. La celebración de la Pasión del Señor se tendrá después del mediodía. Por razones pastorales puede elegirse otra hora más conveniente para que los fieles puedan reunirse más fácilmente; por ejemplo desde el mediodía hasta el atardecer (MP n. 63); no se han de omitir las lecturas y se ha de respetar la estructura de la Oración Universal sin introducir ninguna modificación (ib. nn. 66-67). En la Catedral Metropolitana se realizará la Celebración de la Pasión del Señor a las 5:00 p.m.

El ayuno pascual

El ayuno pascual de los dos primeros días del Triduo es importante, puesto que nos lleva al origen de las mismas celebraciones de preparación a la Pascua en las que la Iglesia ayuna “porque el Esposo le ha sido arrebatado”. Este día hay que observar el ayuno y la abstinencia y se recomienda que se guarde también el sábado santo, “a fin de que la Iglesia pueda llegar con espíritu ligero y abierto a la alegría del Domingo de Resurrección” (ib. n. 39). De modo particular deseo recordar que la ausencia de alimento material está en función de nutrirse más abundantemente de la Palabra de Dios para disponernos al ejercicio de la voluntad de Dios en nuestra vida nueva que deseamos realizar; para facilitar esta proyección teológica del ayuno, conviene que en nuestras comunidades se provea oportunamente de experiencias como la Lectio Divina para los fieles.

Ejercicios de piedad

Los ejercicios de piedad (Viacrucis, Siete palabras, Visita a los 7 templos, Rosario de Pésame, Marcha de Silencio, etcétera) se han de organizar siguiendo con fidelidad los principios y orientaciones del Directorio sobre la Piedad Popular y la Liturgia (DPPL), de la Congregación para el Culto Divino y los Sacramentos, del 17 de diciembre de 2001 (cf. nn. 138-156). Se recomienda el Viacrucis en un ambiente de austeridad, silencio y oración. Si se hace la representación de la Pasión de Cristo, se ha de fomentar en los actores y espectadores una fe activa y una auténtica piedad, explicando la diferencia que hay entre una representación y la acción litúrgica (ib. n. 144). También se recomienda hacer el recuerdo de la Virgen de los Dolores, para acompañar a la Madre del Señor, “que se ha quedado sola y sumergida en un profundo dolor después de la muerte de su único Hijo” (ib. n. 145).

Colecta anual para los santos lugares

En este día, la Iglesia universal ha querido solidarizarse con los cristianos de Tierra Santa a causa de la crisis política y económica que afrontan y de los sufrimientos a que están sometidos. La Congregación para las Iglesias Orientales ha insistido sobre la importancia de esta colecta. Pido a los párrocos y rectores de los templos que en la celebración litúrgica de ese día y en los actos piadosos se dé a conocer a los fieles la urgencia de esta ayuda para las comunidades católicas de Palestina y organicen esta colecta especial. Lo que se recabe se enviará a la caja del arzobispado.

c) Sábado Santo

El Sábado Santo, a temprana hora, es muy conveniente que se recite en las comunidades el Oficio de Lectura y Laudes. También para expresar el luto de toda la Iglesia por la muerte del Esposo, se recomienda organizar La Hora de la Madre, ya que la Virgen María, junto al sepulcro de su Hijo, “es imagen de la Iglesia Virgen que vela junto a la tumba de su Esposo en espera de celebrar su Resurrección” (DPPL n. 147).

d) Domingo de Pascua de la Resurrección del Señor

“Según una antiquísima tradición, ésta es una noche de vela en honor del Señor, y la Vigilia que tiene lugar en ella, conmemorando la noche santa en la que el Señor resucitó, ha de considerarse como la madre de todas las santas Vigilias. Durante la vigilia, la Iglesia espera la resurrección del Señor y la celebra con los Sacramentos de la Iniciación Cristiana. Toda la celebración de la Vigilia Pascual debe hacerse durante la noche. Por ello no debe escogerse ni una hora tan temprana que la Vigilia empiece antes del inicio de la noche, ni tan tardía que concluya después del alba del domingo. Esta regla ha de ser interpretada estrictamente” (MP nn. 77-78).

Los señores párrocos y rectores de los templos han de celebrar esta Vigilia en sus cuatro partes, como se encuentra en los libros litúrgicos, y no se debe reducir a una Misa vespertina de sábado. Elegirán la hora más oportuna, caída ya la noche, teniendo en cuenta las necesidades pastorales de los fieles. Se debe procurar celebrar una sola Vigilia Pascual, evitando la multiplicidad de celebraciones y resaltando la importancia de una única Pascua. La solemne celebración de la Vigilia Pascual en la Catedral Metropolitana de Guadalajara será a las 8:00 p.m.

III. Tiempo Pascual

“La celebración de la Pascua se continúa durante el Tiempo Pascual. Los cincuenta días que van del Domingo de Resurrección al Domingo de Pentecostés se celebran con alegría como un solo día festivo, más aún, como el Gran Domingo” (ib. n. 100).

El tiempo de la Cuaresma, que preparó debidamente a las comunidades, ha de culminar con la celebración del Tiempo Pascual como una gran fiesta prolongada. La Iglesia nos sugiere algunas iniciativas para este tiempo:

• Celebrar los domingos de Pascua con especial solemnidad
. • Resaltar la Vigilia de Pentecostés, sábado 3 de junio por la noche, con un momento intenso de oración.
• Fomentar las vocaciones y orar por la santidad de los sacerdotes, sobre todo el 7 de mayo, IV domingo de Pascua, en que se celebra la Jornada Mundial de Oración por las Vocaciones.
• Bendecir las casas con motivo de las fiestas pascuales, de acuerdo con los textos que ofrece el Bendicional, y aprovechar la ocasión para que el párroco haga la visita pastoral a cada familia.

Que Jesucristo, Rey de misericordia y de paz, nos ayude a vivir la alegría de la resurrección en la transfiguración de nuestra vida por el amor.

Guadalajara, Jalisco, a 13 de marzo del 2017

+ José Francisco Card. Robles Ortega
Arzobispo de Guadalajara

Javier Magdaleno Cueva, Pbro.
Secretario Canciller


Circular 11/2017


Falleció el señor presbítero don Jorge Ibarra Cervantes (1948 - 2017)

A toda la comunidad diocesana:

Reciban un saludo fraternal en la esperanza de la resurrección. Les escribo para notificarles del fallecimiento del señor presbítero don Jorge Ibarra Cervantes, por quien elevamos fervientes oraciones.

Don Jorge Ibarra Cervantes nació en Guadalajara el 18 de febrero de 1948. Fue ordenado sacerdote el día 18 de abril de 1976 en la misma ciudad. Desempeñó su ministerio como vicario cooperador en las parroquias de La Yesca, Nayarit; San José de Analco y San Rafael Arcángel, de esta ciudad; San Miguel, en San Pedro Tlaquepaque; el Santo Cura de Ars, San José Esposo de María, Dulce Nombre de Jesús, San Martín Obispo, Natividad de María, Santo Niño de Atocha de Pinar de la Calma y Santa Ana en la calzada San Juan Pablo II. Estuvo algunos días en el Trinitario Sacerdotal, donde fue llamado a la vida eterna en la casa del Padre el día 8 de marzo de 2017, en Guadalajara, a los 69 años de edad y 40 de ministerio sacerdotal.

El padre Jorge fue un sacerdote sencillo y humilde que supo conservar su espíritu sacerdotal, asiduo a la oración, con gran interés por las enseñanzas del Magisterio de la Iglesia y las directrices diocesanas. Fue un pastor dedicado al ministerio de la misericordia a través del sacramento de la Reconciliación y a la dirección espiritual de los fieles. Ha sido un apóstol del Centro Médico, donde atendió con solicitud y piedad a los enfermos y sus familias. Fue un sacerdote piadoso, abnegado y de sólida espiritualidad. Tuvo gran sentido de respeto, obediencia, y docilidad a la voluntad de Dios, pues en medio de su lucha contra el cáncer aceptó con mansedumbre y alegría las gracias escondidas en toda tribulación.

Encomendamos a nuestro hermano Presbítero don Jorge Ibarra Cervantes, y que por la intercesión de María Santísima sea recibido este hijo suyo en la Jerusalén Celestial.

Les invito, hermanos sacerdotes, a celebrar la Santa Eucaristía en sufragio de nuestro hermano, y a las comunidades religiosas a tenerlo presente en sus plegarias.

Guadalajara, Jalisco, a 9 de marzo del 2017

Javier Magdaleno Cueva, Pbro.
Secretario Canciller


CIRCULAR 12/2017


54ª Jornada Mundial de Oración por las Vocaciones. Domingo 7 de mayo de 2017

A toda la comunidad diocesana:

Reciban un saludo fraternal en Jesucristo, Redentor del mundo.

Les escribo con motivo de la 54ª Jornada Mundial de Oración por las Vocaciones, a celebrarse, Dios mediante, el 7 de mayo de 2017, IV domingo de Pascua, domingo del Buen Pastor, bajo el título “Empujados por el Espíritu para la Misión”.

Después de haber abordado en los años pasados el tema de la invitación a salir de sí mismo para escuchar la voz de Dios y la importancia de la comunidad eclesial como lugar privilegiado de la manifestación de la llamada del Señor, reflexionamos en este año sobre otro aspecto de la vocación cristiana: su dimensión misionera. “Quien se deja atraer por la voz de Dios y se pone en camino para seguir a Jesús descubre enseguida dentro de él un deseo incontenible de llevar la buena noticia a los hermanos, a través de la evangelización y el servicio, movido por la caridad. Todos los cristianos han sido constituidos misioneros del Evangelio. El pueblo de Dios necesita ser guiado por pastores que gasten su vida al servicio del Evangelio”.

Los coordinadores diocesanos de la Pastoral Vocacional han elaborado un subsidio para organizar esta la Jornada Mundial de Oración que se hará llegar a ustedes oportunamente; esperamos que estos subsidios puedan ser utilizado con eficiencia para la promoción de las diferentes vocaciones. Sigamos pidiendo al Señor que mande sacerdotes y consagrados según Su Corazón.

María Santísima, madre de Nuestro Salvador, tuvo la audacia de abrazar este sueño de Dios poniendo su juventud y su entusiasmo en sus manos. Que su intercesión nos obtenga la apertura de corazón y la disponibilidad para decir “Aquí estoy” a la llamada del Señor, y la alegría de ponernos en camino como ella (cf. Lc. 1,39), para anunciarlo al mundo entero.

Guadalajara, Jalisco, a 13 de marzo del 2017

+ José Francisco Card. Robles Ortega
Arzobispo de Guadalajara

Javier Magdaleno Cueva, Pbro.
Secretario Canciller



Aviso de privacidad | Condiciones Generales
Tels. 33 3614-5504, 33 3055-8000 Fax: 33 3658-2300
© 2024 Arquidiócesis de Guadalajara / Todos los derechos reservados.
Alfredo R. Plascencia 995, Chapultepec Country, C.P. 44620 Guadalajara, Jalisco