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IV Jornada Académica  Iglesia – Independencia

Guadalajara, México, 27 y 28 de abril de 2010.

 

Luis Alfonso Orozco, LC

 

 

Organizada por la Conferencia del Episcopado Mexicano como parte de los actos que en este año 2010 conmemoran el inicio de la lucha por la emancipación esta nación, y el de un nuevo orden social, acto reseña uno de sus participantes.

 

El porqué de estas cinco jornadas académicas

 

Durante el bienio 2009-2010 la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) ha organizado cinco importantes jornadas académicas de estudios históricos, con motivo de las celebraciones del bicentenario de la independencia y del centenario de la revolución mexicanas.

En 2009 se inauguró el ciclo con la primera jornada académica celebrada en la Ciudad de México. Después siguieron la segunda en Morelia y la tercera, en León, ésta ya en febrero del presente 2010. La cuarta jornada académica de Guadalajara, los días 27 y 28 de abril 2010, ha sido la última dedicada a repasar la historia del movimiento insurgente, que culminó con la Independencia mexicana en 1821. La quinta y última jornada se dedicará al tema Iglesia-Revolución, a desarrollarse en la ciudad de Monterrey, en octubre del 2010.

Es muy laudable esta iniciativa de la CEM, quien ha organizado las cinco jornadas de estudios históricos para revisar en un clima de objetiva serenidad y de altura académica los hechos relevantes y las figuras de los próceres nacionales de la Independencia y de la revolución, porque el protagonismo directo o indirecto de la Iglesia en aquellos aconteceres históricos es innegable. Encargado directo en la organización y desarrollo de las diversas jornadas de historia, por parte del episcopado ha sido Mons. Alberto Suárez Inda, arzobispo de Morelia, en su calidad de Presidente de la Comisión para la Conmemoración del Bicentenario de la Independencia y Centenario de la Revolución Mexicana de la CEM.

Resulta también una interesante novedad descubrir que en México surgen investigadores serios y competentes, muchos de ellos jóvenes, que afrontan y revisan esas páginas de la historia mexicana al margen de una línea ideológica, que ha estado al servicio del poder político en México durante largas décadas. Durante la IV jornada de Guadalajara de todos los conferencistas y ponentes, dos eran españoles, el Dr. Emilio Martínez Albesa y la Dra. María Pilar Gutiérrez Lorenzo; el resto son investigadores mexicanos.

El martes 27 de abril, en torno a las 10 de la mañana se declaró inaugurada la IV jornada, contando con la presencia del arzobispo de Guadalajara, el Cardenal Juan Sandoval, así como de varias  autoridades civiles y eclesiásticas. En esa ocasión, en sus palabras el Cardenal Sandoval puntualizaba la motivación de las diversas jornadas propiciadas por la CEM, para contribuir a la purificación de nuestra memoria histórica, ya que “de la Independencia para acá la historia oficial nos ha mostrado una historia maniquea, donde los vencedores son los héroes impolutos, casi sobrehumanos; mientras que de la parte de los vencidos, todo parece tinieblas. En su generalidad nuestro pueblo (aún) desconoce su historia”.

Por su parte, al principiar los trabajos Mons. Suárez Inda puntualizaba que “la historia no es un cadáver que se disecciona fríamente, sino que es un lugar de encuentro entre los hombres para conocer la verdad que libera”. Añadió también que el objetivo de la CEM, al desarrollar estas jornadas académicas, ha sido “ofrecer un marco de referencia objetivo acerca del bicentenario y del centenario mexicanos; rescatar nuestras hondas raíces católicas y colaborar en la reconstrucción serena de nuestro país. (Queremos) superar ya los viejos antagonismos que nos han dividido”.

Siguiendo esta misma línea de pensamiento, ya anteriormente, durante la inauguración de la I jornada académica efectuada en México, el 12 de mayo de 2009, el mismo arzobispo de Morelia había dicho: "Si queremos comprender y reafirmar nuestra identidad cultural, debemos volver a los acontecimientos significativos, a nuestros orígenes fundacionales. Y no basta describir esos hechos pasados, hay que saber interpretarlos, asimilarlos, como se ha dicho con sentido crítico, con la mayor objetividad y serenidad posibles".

 

Los trabajos y ponencias de la IV jornada

Han sido dos días intensos de actividad académica, mañana y tarde, en los que se tuvieron cuatro conferencias magistrales de 1.15 horas cada una, además de cuatro mesas compuestas de tres ponentes más un moderador, con un tiempo de 1.30 horas por cada mesa. Los trabajos académicos contaron con complementos culturales de gran interés, como fueron el día martes 27 la presentación del documental “La isla de Mezcala” y por la tarde, al finalizar los trabajos, un concierto ofrecido por el Coro de infantes de la catedral tapatía y la Orquesta filarmónica de Jalisco. El concierto se efectuó en el edificio que alberga los frescos del pintor José Clemente Orozco –la antigua capilla- del Instituto cultural Cabañas de Guadalajara, sede de dichas jornadas.

Las cuatro conferencias magistrales fueron las siguientes: la 1ª con el título “Los elementos integradores de la nación mexicana en la vísperas de la emancipación de lo que hoy es México”, corrió a cargo don Francisco Miranda Godínez, doctor en historia por la Pontificia Universidad Gregoriana (PUG) de Roma. En su conferencia expuso el rico patrimonio de horizontes culturales entretejido durante 300 años, a partir de la incorporación de lo que hoy es México al trono español, en el siglo XVI, pasando por la conciencia gradual, ya perceptible en el siglo XVII, de haber surgido una cultura diversa, que cobrará conciencia de sí misma en el s. XVIII, al grado de atisbar como ya cercana su autonomía jurídica.

La 2ª conferencia del mismo martes 27 la expuso el Dr. Emilio Martínez Albesa, quien cuenta con dos doctorados en historia, uno por parte de la PUG de Roma y otro por la Complutense de Madrid. El tema de su trabajo fue “De cómo la América Septentrional decidió emanciparse del trono español”, cuya intención era la de destacar el tema de la emancipación como resultado lógico y debido de un proceso de desarrollo nacional y de la independencia como ruptura revolucionaria respecto de un pasado que imposibilita el desarrollo. Además, quiso subrayar la importancia de la búsqueda de la justicia como motor de la historia hispanoamericana y lo que implica para la recta lectura del proceso de independencia. Con ello, se descubre lo que hay de relación y de distancia entre la experiencia mexicana y la revolución de independencia norteamericana.

El miércoles 28, las dos restantes conferencias magistrales fueron las siguientes: la 3ª impartida por el Dr. Jaime Olveda Legazpi, tuvo el interesante título “Mujeres en guerra, 1810-1821”. Jaime Olveda es doctor en historia por la UNAM. Con su trabajo, basado en documentos conservados en los archivos judiciales, se estudia de forma original u novedoso la participación de la mujer en la militancia a favor de la lucha bélica por la emancipación en lo que hoy es México, destacando el papel que éstas tuvieron para el aprovisionamiento de las tropas de voluntarios que durante los primeros años de la lucha se mantuvieron en pie de guerra gracias a la colaboración de intrépidas féminas.

Finalmente la 4ª conferencia llevó el título “Los obispos de la Provincia eclesiástica de México ante la emancipación” y corrió a cargo del Pbro. José Guadalupe Miranda Martínez, del clero de Guadalajara y licenciado en historia de la Iglesia por la PUG de Roma. En su conferencia el P. José Guadalupe Miranda quiso mostrar que al filo de 1821 la Provincia Eclesiástica de México abarcaba un territorio dilatadísimo: de las Filipinas a Nicaragua. De las diócesis que la integraban sólo cinco tomaron parte activa y decidida en el proceso emancipador. La actitud de sus prelados estuvo marcada por el nexo del último capítulo de la historia de la Iglesia en América relacionado con el Regio Patronato Indiano.

Durante las cuatro mesas se presentaron diversos temas de interés, quizá más para los especialistas e historiadores que para el público en general. Sería largo enumerarlos todos en esta reseña, por lo que me limitaré a señalar sólo algunos: “Los sacerdotes y los impresos durante la guerra de independencia en la Nueva Galicia”, por la Dra. Celia del Palacio Montiel. “Participaciones del canónigo José Simeón de Uría en las Cortes de Cádiz”, por el Dr. Juan Toscano García de Q. “El papel de la Iglesia en el constitucionalismo gaditano”, por la Dra. María Pilar Gutiérrez L. “La Compañía de Jesús en el proceso hacia la emancipación de México. El caso de Francisco J. Clavijero”, por el Dr. Jesús Gómez Fregoso, S.J.

 

Algunas conclusiones

 

La cuarta jornada de Guadalajara reunió a un prestigioso grupo de investigadores mexicanos y extranjeros, clérigos y laicos, animados por el mismo interés de ahondar en la verdad de los hechos históricos, sin interpretaciones de parte. Los hechos están ahí y la tarea del historiador es analizarlos a la luz de la verdad para ofrecer conclusiones que iluminen el presente de la nación. Ahora es tiempo de reconciliación, porque los problemas de México y del mundo son grandes; requieren hombres de iniciativa que trabajen por la verdad en lugar de fomentar la confrontación ideológica.

La IV jornada académica de Guadalajara trató de temas más puntuales y también regionales –como los relacionados con hechos de la Nueva Galicia-, dado que en las tres jornadas precedentes (México, Morelia y León) se había tratado más ampliamente acerca de los temas y personajes principales del movimiento insurgente, como son las figuras de Hidalgo y Morelos, y los temas de su excomunión, objeto de estudio de expertos tales como Roberto Jaramillo o Carlos Herrejón.

A la luz de estos estudios es evidente que la Iglesia católica en México ocupa un lugar destacado y no marginal en la historia de México. Negarlo o ignorarlo, como a veces se ha pretendido, es sencillamente querer salir de la realidad. La CEM en un clima de respeto, de serenidad y de altura cultural ha ofrecido su válida contribución al rescate de la memoria histórica dentro de la doble celebración del bicentenario y de la revolución mexicanos. La historia de México, sobre todo a partir de 1810, todavía está por reescribirse. Durante doscientos años la Iglesia católica ha educado, sufrido y acompañado al pueblo mexicano en las duras y cambiantes circunstancias de su devenir histórico. México es un pueblo profundamente religioso y creyente, por lo que tratar de explicar su historia en estos doscientos años a partir de la independencia, pero sin contar con la participación de la Iglesia sería un sinsentido.

Creemos que los resultados de las diversas jornadas académicas promovidas por la CEM son muy positivos y estimulantes para seguir construyendo el presente y futuro del país, puesto que como también señalaba el 12 de mayo de 2009 en México, el señor arzobispo de Morelia: “Hoy, con esta iniciativa, el episcopado mexicano (y)  todos quienes han participado en la preparación de este evento queremos que los católicos con humildad, pero también con seriedad y valentía ofrezcamos nuestra aportación, que no nos automarginemos, que no permanezcamos como simples espectadores que ven pasar desde la ventana el desfile de los acontecimientos que van construyendo la historia”.

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